Partida Rol por web

Despertásteis.

No sabíais cuánto tiempo había pasado. ¿Horas? ¿Días? Ni idea... sentíais hambre, sueño, dolor de cabeza y pequeñas arcadas... malestar general. Todos habíais caídos rendidos por el efecto de las píldoras que antes tomásteis...

No estábais en la sala contigua, donde estaba el escenario, la cabina o el caballete, sino que estábais en la sala blanca original, en la cual habíais encontrado el cuerpo de Cobain, donde el letrero luminoso seguía pasando letras que empezaban por la letra J y en el mismo lugar donde tomásteis las píldoras. Al abrir los ojos comprobásteis que estábais sentados en los sillones iniciales. Delante de vosotros estaballa plataforma que subía y bajaba (aquella en la que las píldoras casi desaparecen), aunque no se movía.

¿Qué había ocurrido? ¿Es que aquel juego aún no había acabado? La verdad es que la situación de ahora y la inicial parecía similar, aunque era realmente distinta. Ahora conocíais cuantiosos datos acerca de... bueno... ¿de qué? ¿A qué había venido todo eso? Desde luego nadie se toma la molestia de "obligaros" a tomar pastillas, haceros actuar o tocar instrumentos siquiera si no es por una buena razón... sin contar la pura tortura, por supuesto...

En esos momentos ya no alucinábais como antes lo habíais hecho, y pudísteis ver que el letrero luminoso de leds rojos cambiaba de forma, de nuevo:

"¿QUIENES SOIS?"

¿Qué había pasado? ¿A qué se refería ese panel de leds?

María José abre los ojos con dificultad y dolor de cabeza, una vez más. Al mal sabor de boca que le provoca el hambre, le puede sumar la amargura de constatar que el macabro juego no ha finalizado. Se queda mirando al letrero con sus ojos azules, y una sensación de desesperación que comienza a dolerle en la garganta.

-Soy...soy María, ¡joder! ¡Yo no pinto cuadros! -Se levanta con los puños cerrados, mirando a la pantalla. -Y ya no toco la guitarra...Se queda mirando al suelo y se deja caer de rodillas, suavemente, con la mirada perdida, como si estuviera cansada.

Abrió los ojos y la habitación daba vueltas, era como si se hubiera tomado siete copas de mas. Estaba desorientado y confuso…  ¿Qué demonios ha pasado?, ¿Dónde estoy?... Pensó mientras se incorporaba para ver el lugar donde se encontraba. De pronto, al ver de nuevo la sala, una multitud de recuerdos llegaron a su mente. Observó a sus compañeros, los cuales parecían igual de perdidos que él.

- ¿Cómo que quienes somos?. – pensó en la pregunta durante unos segundos. – Está claro que quien nos metió aquí sabe quiénes somos, así que creo que la pregunta no va por ahí. Me da la sensación de que es como una especie de acertijo. – Murmuró para si antes de ver la reacción de Maria. – Tranquila María, saldremos de aquí, no desesperes, eso es lo que quiere quien nos metió aquí. – comenta para intentar calmarla.

- ¿Qué han experimentado tras tomar la pastilla? Yo he alucinado bastante. – preguntó ya esta vez a todos los allí presentes. Quería saber si lo que él había visto tenía alguna concordancia con lo que podían haber visto los otros.

Otra vez la misma sensación que había tenido. En el mismo lugar, aunque, esta vez, estaba sentado en uno de los sillones. Esta vez, se acordaba de todo lo que había ocurrido desde que había despertado ahí antes. El cadaver, las habitaciones individuales, las pastillas, el formulario y, finalmente, una ensalada de ideas sin mucho sentido que parecía que hubieran salido de otra persona.

-"Claro que eres María, y yo soy Teodoro, ¿quién si no vamos a ser?"- La respuesta le vino a la mente, pero, sin fuerzas para hablar, sólo lo pensó, aunque él no se había dado cuenta de ese detalle. Poco a poco fue recobrando fuerzas hasta que finalmente se incorporó en el sofá. En ese momento, aún tenía la sensación de que estaba en un sueño, sin embargo, cuanto más tardaba en 'despertar' más se daba cuenta de que no lo era.

-"¿Acertijo? ¿Me estás diciendo que hemos de responder que vosotros tres sois músicos y yo un guionista rebelde fracasado? Y... ¿a santo de qué venían tantas palabras listadas... empezando por jota?"- dijo en un tono bastante cabreado. -"... Disculpa, empiezo a estar un poco harto de despertar así.  La pastilla, sin duda, era algún tipo de droga alucinógena, y, en mi caso, empezó a hacer efecto cuando hacía el cuestionario. Tuve que responder una infinidad de preguntas sobre mi vida. Pero al terminar, todas mis ideas se entremezclaron y empecé a ver, como si fueran recuerdos míos, imágenes de mí mismo en situaciones muy distintas a mi vida, insultando policías, por ejemplo. No sabía quién era yo, aunque, en medio de todo el caos, una idea me vino con claridad, "yo soy el rey lagarto". Sin duda, todo eso fue consecuencia de las alucinaciones."

Cuando pronunciaste en alto esa frase: "Rey Lagarto", vino a tu mente una imagen. Supiste, sin saber cómo, que era la misma persona que veías en tus alucinaciones. No obstante, no conseguías discernir bien sus facciones... era evidente que los efectos secundarios de malestar de la pastilla hacían mella en tí:

Despertar realmente ya no era lo que deseaba, esta realidad alterna sin duda era mas que una fantasia, los sonidos del público y la sensación de estar vivo era incomparable.¿Quien soy? Leon o Lennon? la pequeña diferencia de letras no era lo unico trascendente, acaso esto se ha escapado del razonamiento?  Mientras seguia confuso por la situación, apenas un dejo de palabras salio de mi boca:

Imagine

Justo cuando Leon pronunció aquella palabra, la plataforma de elevación que había entre los 4 sillones (aquella en la que casi desaparecen las píldoras) comenzó a descender con un ruido mecánico característico, el típico "bbzzzzzzzzz" de mecánica, quedando un agujero en el suelo.

Vísteis cómo el elevador bajaba vacío, solitario, sin apenas razón aparente. Cuando llegó al suelo, sonó un pequeño estallido como de pistones, indicando que había llegado hasta un piso inferior. En esos momentos, pudísteis ver claramente a través del agujero (así como lo notásteis por el ruido), que una persona, desde algún piso inferior, se subía en el elevador, y permanecía allí, de pie.

Tan sólo le veíais desde la parte de arriba, conteplando su cabeza, hombros, etc. Podíais ver que tenía pelo largo e iba vestido con traje oscuro, el cual parecía sacudirse un poquito, al tiempo que se recolocaba su corbata, como instantes antes de  realizar una entrevista de trabajo para causar la mejor impresión. El elevador comenzó a ascender.

María sale de su ensimismamiento para acercarse con estupor al extraño agujero. Se asoma con curiosidad y, cuando ve aquella persona subirse a la plataforma, su corazón comienza a latir fuertemente, con una deliciosa dosis de esperanza y de alivio. Por fin alguien va a explicarles lo que está ocurriendo.

Teodoro mira con recelo a León  cuando pronunció la palabra. -"¿Qué quiere decir con esa palabra?" -Instantes después la plataforma empieza a moverse captando la atención. Cuando ve la persona del fondo, por un momento, se alegra, quizás fueran a obtener respusetas, pero, entones, la idea de que quizás sólo sea otra prueba más se le pasa por la cabeza. -"¿Y si esa persona está como nosotros y tampoco sabe nada?" Se le queda observando.

Instantes después, la plataforma continuó elevándose hasta que la figura que estaba allí de pie, trajeada, estuvo a la altura de la sala. En esos momentos abrió los ojos, miró a los presentes, y sonrió.

El tipo llevaba un traje negro de rayas y una corbata roja con motivos oscuros. La verdad es que esa "talla" contrastaba un poco con su corte de pelo, actitud o pose... la cual era un poco indiferente... Sin embargo, parecía muy seguro de sí mismo. No se movió de allí, de la plataforma que ahora formaba parte del suelo, y se llevó sus manos entrelazadas a la espalda, cogiéndoselas entre sí por detrás... Ese tipo era aquel cuyo cuerpo yacía tiempo atrás en uno de los sillones, con heridas en el cuerpo y una máscara con sus mismo rostro por careta... Ese tipo era... ¡Kurt Cobain! Y la verdad es que no estaba muerto... estaba... ¡allí! Acto seguido pronunció unas palabras:

Me alegro de volver a veros, candidatos... Espero que no tengáis ya mucho dolor de cabeza... Les dije que no se pasaran con las dosis, pero, como siempre, no me hicieron caso...

Imagine… ¿Por qué habrá dicho eso?. Abrió los ojos de par en par y estuvo perplejo durante unos segundos al ver aparecer al mismísimo Kurt Cobain en la sala… ¿Qué mierdas es esto?... Miles de preguntas brotaban en su cabeza, pero no lograba articular ninguna palabra. No lograba entender que es lo que pasaba…

- Pero… Tu realmente no estas vivo… ¿Qué está ocurriendo aquí?. – Posiblemente no fuera inteligente la pregunta, pero fue lo único que pudo articular.

La boca de María forma una O enorme, se cierra y vuelve a abrirse inútilmente, porque las palabras se le han quedado en algún lugar situado detrás de la campanilla. Es tal su desconcierto que no se da cuenta de que ese hombre con aspecto de Kurt Cobain ha mencionado una palabra que le podría hacer sentir escalofríos: "candidatos".

Al fin, logra articular unas palabras, con un cansancio que parece venir de lo más hondo de su mente. -¿Pero tú no estás muerto?

Ja, ja -dijo Cobain mientras daba una palmadita amistosa a Edward en el hombro- ¿Ves? No pasa nada, no muerdo...; entiendo perfectamente vuestras dudas.

Luego miró a María José.

Hidroclorotiazida. Elimina gran cantidad de líquido de organismo, con lo cual hace que disminuya su distribución por los vasos sanguíneos, y, por tanto, hace disminuir la tension arterial. Con una dosis alta hace desaparecer el pulso cardíaco temporalmente, por eso, cuando me lo tomásteis, no notásteis nada... creyendo que era un "fiambre"... el resto era salsa roja artificial y algo de interpretación -dijo esto último en tono algo jocoso.

Despues, se giró, miró el cartel de leds, y señaló la frase dinámica que mostraban, mientras la repetía.

¿Y vosotros? ¿Realmente sabéis quienes sois vosotros? Si yo estuviera en vuestro lugar me lo pensaría un par de veces, y más con todo lo que habéis pasado aquí dentro...

La impresion de verlo era sencillamente magistral, concordaba de acuerdo a las experiencias vividas, este lugar no era un sitio común y la enorme satisfaccion de verlo hablar con Edward y con María, hacia aún mas grande las dudas. ¿Realmente quien soy yo? Al ver a Kurt pasar y explicar su condicion y la vuestra, sólo pude suspirar pequeñas palabras. John Lennon

Vaya Leon... pareces que lo vas comprendiéndo... -dije asintiendo con sabiduría. Por favor sentáos... hay mucho de lo que hablar.

Acto seguido abrí la palma de la mano y extendí el brazo invitándoles para que lo hicieran en los sillones de la sala.

"Vaya, finalmente, parece que van a contarnos todo. ¿Eso significa que podremos salir de aquí?"

Me acomodo en uno de los sillones. -"¿John Lennon? ¿En serio esa es la respuesta correcta?"- digo mirando al Sr. Cobain.

¿¿Jhon Lennon??  ¿Qué demonios estás diciendo Leon?. Desde luego, Leon parecía saber algo más que el resto y eso le hizo pensar un momento todo lo vivido anteriormente. Muchos recuerdos del video que pudo observar en la cabina le vinieron a la mente y un nombre… Jimi Hendrix… ¿Por qué ese nombre?, evitó continuar divagando en su mente y espero a que respondiera el Sr. Cobain. – Si, por favor, cuéntenos que es lo que está pasando. – preguntó mientras tomaba asiento.

Bueno... es la hora... -dijo tras un gran suspiro mirando al suelo. Veréis...

... el poder de la influencia ha sido siempre una constante en muchas culturas: diferencias, estamentos, ¡líderes! ¡Qué decir de este hecho! sería posible convencer a un hombre que una simple mosca es más lista que él gracias al poder de la influencia... Es por eso que, en la actualidad, esta teoría no está desechada del todo... Trasladémosnos a los Estados Unidos de América...

John Lennon, Jimi Hendrix, Jim Morrison o Janis Joplin, entre otros... ¡Correcto! Todos empiezan por la letra "J"... Curioso ¿verdad? Parece como si esos nombres tuvieran una aterradora coincidencia..., sin embargo... mi nombre es Kurt, con "K", y estoy aquí por otras razones... al igual que vosotros

Las muertes de estos y otros artistas llenaron de lágrimas los ojos de millones de admiradores en todo el mundo. Pero ese llanto hubiera sido de rabia de haberse sabido que estos músicos no encontraron sus trágicos finales no como consecuencia de imprudencias o accidentes fortuitos, sino de un plan perfectamente organizado para poner freno a la contracultura norteamericana, desde mediados de los 60 hasta la actualidad...

Cobain carraspeó un poco y comenzó a dar vueltas por la habitación, mientras intentaba organizar toda la información:

Los grandes medios de comunicación norteamericanos están infiltrados por agentes de la CIA y presuntos patriotas que encuentran muy poco conveniente que salgan a la luz historias sobre asesinatos políticos en Estados Unidos. Sin embargo, éstos existen y se relacionan directamente con las operaciones clandestinas que la Agencia Central de Inteligencia y el FBI han mantenido contra determinadas estrellas del rock, en aras de una estabilidad social mal entendida. Los blancos de estas acciones sabían que estaban en el ojo del huracán, sobre todo en el inicio de la operación: el comienzo de la guerra de Vietnam. De hecho, muchas de las víctimas sufrieron extraños episodios de paranoia antes de sus sospechosas muertes.

En 1980, el periodista danés Henrik Krüger reunió cierto número de informaciones suprimidas sobre el entorno de Nixon dentro del Partido Republicano. Según Krüger, «el asesinato se convirtió en un modus operandi bajo el mandato de Nixon». En aquella época, en la Casa Blanca se constituyó un verdadero escuadrón de la muerte, comandado por Howard Hunt, un asesino a sueldo de la CIA que solucionó para el presidente del Watergate muchos, «asuntos complicados». Sus métodos eran de lo más variado pero, dado que el mejor asesinato es aquel que nadie llega a investigar, las «sobredosis de droga» y los «suicidios» se convirtieron en los favoritos de su arsenal.

En 1967, una forma de música cada vez más subversiva comenzó a fundirse con la política en San Francisco. Con la Guerra de Vietnam en pleno apogeo, las minorías raciales reclamando sus derechos y los soviéticos multiplicando su capacidad armamentística, no se podía tolerar que una pandilla de melenudos se pusiera a enredar más las cosas. El FBI, guardián del modo de vida norteamericano, decidió poner a trabajar a lo mejor de su departamento de operaciones clandestinas. Por su parte, la CIA, muy aficionada a bautizar a sus actuaciones con nombres propios de una película de James Bond, puso en marcha la «Operación Caos», cuyo fin era terminar con el movimiento hippie, o al menos volverlo inofensivo, menos... influyente.

Siguiendo las consignas de la CIA, la mafia recuperó el papel que ya interpretara durante la ley seca, dirigiendo laboratorios clandestinos que abasteciesen el mercado de las drogas. Incluso se constituyó una «mafia hippie», un grupo llamado «La Hermandad del Amor Eterno» que, liderado por el agente de la CIA Ronald Stark, llegó a hacerse con el monopolio del tráfico de LSD en Estados Unidos; todo ello con el propósito de socavar los cimientos de la floreciente revolución, a golpe de alucinógeno.

Expertos incluso decían que «El LSD era el motor de toda la operación; el causante, entre otras cosas, del asesinato de Sharon Tate». Se sospecha que Charles Manson, músico fracasado que supo reconducir su talento hacia la carrera de gurú de una secta de asesinos en serie, Bobby Beausoleil, un espécimen de no mucha mejor catadura, y el Beach Boy Dennis Wilson, encontrado ahogado en extrañas circunstancias en 1988, fueron algunos conejillos de indias empleados en esta operación. El centro de este festival de la psicopatía alucinógena, e íntima amiga de los tres anteriores, era Mama Cass Eliot -líder de The Mamas & The Papas-, quien murió en 1974 como consecuencia de un «paro cardiaco», según el forense. Su amigo Paúl Kassner piensa que fue asesinada y declaró: «Sabía demasiadas cosas sobre las conexiones criminales entre Hollywood, Washington y Las Vegas... También era amiga de Sharon Tate».

Cobáin hizo un alto para dejar de hablar, coger la solapa de su chaqueta con la mano izquierda, e introducir su otra mano en el interior. Acto seguido, sacó una cajetilla de tabaco y con un encendedor se dispuso a continuar el relato fumando:

En Reino Unido las cosas no eran muy distintas. Allí, el mayor enemigo para el orden público eran los Rolling Stones. Fueron sometidos a un incesante acoso por parte de las autoridades, que terminó en una trampa que dio con los huesos de los componentes del grupo en una celda por posesión de narcóticos. Peor suerte corrió Bryan Jones -uno de sus miembros más carismáticos- que fue encontrado ahogado en su piscina el 2 de julio de 1969. El caso fue archivado como «muerte accidental» pero,  hace poco, el diario UK Independent sacó a la luz hechos y testimonios que inducen a pensar que pudo tratarse de un asesinato.

Así las cosas, con la juventud y la resistencia en el punto de mira de los sicarios de la «Operación Caos», no es nada inverosímil que Jimi Hendrix -el exótico y pacifista «Elvis negro de los 60»- se convirtiera en un blanco prioritario. ¿Fue Hendrix asesinado mientras se encontraba bajo el efecto de los barbitúricos? La versión que divulgaron los medios de comunicación fue la consabida sobredosis que tan oportunamente ha matado a tantas estrellas del Rock. Sin embargo, el encargado de la autopsia del músico, el Dr. Bannister, reportó que en el momento de limpiar su esófago «cantidades ingentes» de vino tinto «salieron a través de su boca y nariz» Asimismo encontraron gran volumen de esta bebida en sus pulmones. «Es notable -declaró el médico-, porque les aseguro que uno no tiene todos los días la ocasión de examinar un cadáver ahogado en vino. Tenía algo alrededor del cuello --creo que era una toalla-, y estaba también empapada de esta bebida». La hora de la muerte no coincide tampoco con la versión oficial que se ofreció a la prensa y, desde luego, los «detalles» proporcionados por Bannister no fueron dados a conocer, dejando que sus admiradores siguieran pensando en Hendrix como en un yonqui que murió ahogado en su propio vómito.

El cadáver de Jim Morrison fue encontrado por Pamela Courson, su esposa, en la bañera de su piso de París, a primeras horas de la mañana del 3 de julio de 1971, exactamente dos años después de la muerte de Bryan Jones. A la mayoría de sus conocidos no les sorprendió esta muerte. Durante meses le vieron capitular lentamente, vencido por la desesperación y una creciente paranoia. Las autoridades americanas, preocupadas por su posición de liderazgo en el ámbito de la nueva izquierda, le habían estado acosando desde mucho tiempo atrás. Sin embargo, una vez más la prensa achacó el fallo cardiaco a una presunta, sobredosis, cuando era de sobra conocido que Morrison, espantado por la muerte de Janis Joplin, había renegado de las drogas.

La cantante folk Joan Báez, una de las más activas críticas que tuvo la participación norteamericana en Vietnam, sobrevivió a las acechanzas de la «Operación Caos». Tal vez esta deferencia se debiera a su padre, profundamente implicado en actividades clandestinas de la CIA, en especial en Iraq. Bob Dylan decidió abandonar cualquier tipo de activismo político después de un accidente de motocicleta que estuvo a punto de costarle la vida. Más curioso fue el caso de su compañero Phil Ochs. El más radical de los cantautores estadounidenses terminó desarrollando un grave caso de esquizofrenia en el que su otra personalidad era la de John Train, un agente de la CIA cuya misión era ni más ni menos que matar al propio Ochs. Y el caso es que lo consiguió... El 9 de abril de 1976 su cadáver fue encontrado ahorcado, sin signos que evidenciaran otra cosa que un suicidio.

El asesino de John Lennon alegó enajenación mental como causa de su actuación criminal. Lo que nadie mencionó es que Mark David Chapman, a los 19 años de edad, habla sido huésped de un campamento de entrenamiento que por aquel entonces mantenía la CIA en Beirut. Varios autores hablan de una operación específica por parte de la Agencia para acabar con Lennon. Su nombre en clave sería «Operación Morsa». Los analistas de la Central de Inteligencia tenían muy claro que lo que estaba en juego en este caso era la identidad histórica y cultural de la contracultura y su ubicación en un lugar definido dentro del orden social. Por eso, no se conformó solo con la muerte del cantante, sino que, además, llevó a cabo una intensa campaña de descrédito después de muerto, destinada a acabar con la imagen pública del malogrado artista.

En el Caribe, los ídolos tampoco estaban seguros. Peter Tosh, cantante de reggae, nacido el 9 de octubre de 1944, hijo de un predicador, trascendió sus humildes orígenes para convertirse, como Bob Marley, en un agitador tremendamente influyente en pro de los derechos civiles. Los principales portavoces de la oposición al gobierno y líderes indiscutibles del movimiento rastafari fueron Bob Marley y Peter Tosh. El primero murió de cáncer, aunque son muchos los que sospechan que esa enfermedad bien pudo ser provocada. En cuanto a Tosh, tres asesinos profesionales se presentaron en su casa y le fusilaron sin más.

Incluso, ahora, están especulando con la posibilidad de seguir eliminando... en la actualidad los blancos potenciales son los raperos Tupac Shakur y The Notorius BIG. Dicen que sus letras del rap estan convirtiéndose en un factor de cohesión y conciencia política dentro de los sectores más beligerantes de la comunidad afroamericana en los EEUU, y eso es algo que los responsables no pueden consentir.

Llegados a este punto, Cobain se había fumado tres cigarros. No parecía nada nervioso en su comparecencia, más bien al contrario

Esto... además... no han sido los últimos casos. Las muertes más extrañas han sido los suicidios de David Hutchance, líder del grupo INXS y activista en movimientos como Greenpeace y Amnistía Internacional...,

...o el mio, el de "Kurt Cobain" -decía esto entrecerrando sus ojos hacia arriba y levantando sus cejas como si diera una auténtica falacia y sus oyentes apenas se enteraran-, alma del transgresor grupo Nirvana... en fin...No hace falta decir que la gran mayoría estas muertes no son tal y como se plantean, nada "accidental", nada "fortuito"...: por supuesto el gobierno norteamericano fue el verdadero responsable. Un trabajo... eficaz.

Acto seguido, Cobain apagó su cigarrillo en el suelo, ensuciando la estancia. Seguidamente hizo se llevó las manos a los bolsillos, se colocó erguido una vez más y pronunció las últimas palabras de aquella revelación:

Por cierto... ya se me olvidaba... Vosotros no sois realmente quienes creéis ser. Vuestros recuerdos no son reales, vuestras familias y amigos... estaban... ¿cómo decirlo? ¿Predefinidas?, En realidad vuestras estancia aquí y por supuesto todas las experiencias que habéis vivido y sentido está considerado como vuestro aprendizaje, concienciación, ¡mentalización! con respecto a todo lo que os acabo de contar... de ahí todas esa serie de pistas, tests y pequeñas pruebas que os hemos realizado. La verdad es que este no es el tiempo real que os ha tocado vivir, ni siquiera vuestros nombre son reales: Vosotros sois Jimi Hendrix -dijo señalando a  Edward-, Jim Morrison -señalando a Teodoro-, Janis Joplin -dijo señalando a María José-, y como creo que ha deducido Leon, su verdadero nombre es... John Lennon... si... "el de Yoko Ono"... -finalizó guiñando un ojo a "Leon". Con vosotros se ha hecho una "excepción"...

María se sienta y escucha todas las palabras, primero con los ojos abiertos y luego con los brazos cruzados. Al final de la intervención, abre la boca con pasmo y después se ríe suavemente.

-Por favor, ¿me estás diciendo que yo soy Janis...? Se levanta y comienza a andar en círculos por la habitación. -Si la CIA o el FBI nos han lavado el cerebro, ¿qué ha hecho con nuestras caras? Mira a Leon, ¿tú crees que estamos ante Jhon Lenon?

Da un par de pasitos más, con la mano en la barbilla y probablemente divertida ante el ejercicio de considerar como posible las afirmaciones de "Kurt". -Entonces, ¿tú quién demonios eres? ¿Un enemigo del gobierno? Le señala con un dedo acusador. -¿Y de quién narices es todo este chiringuito?

Dicho esto se acerca hasta el hombre trajeado y le coge la cajetilla de tabaco. -Necesito uno.