Han pasado 4 días desde que Azeroth se vio súbitamente invadida por las fuerzas de la Legión Ardiente. A día de hoy no se sabe qué consecuencias habrá en el futuro y estabilidad de las distintas naciones.
Las capitales del mundo mantienen sus defensas al límite para no dejar que las huestes viles masacren a inocente, el problema recae en el gran número de fieles que cegados por una "salvación mística" deciden abandonar sus hogares para rendir culto a la legión, la cual parece estar siendo liderada actualmente por Cho'Gall, el ogro mago.
Los llamamientos de auxilio están repartidos por todos los lugares, las principales facciones no dan a basto para atender a todos aquellos que lo necesitan, y en las gélidas tierras de Rasganorte Alexstrasza se reúne con sus campeones para debatir el estado actual de la situación...
- Héroes de Azeroth, no tengo palabras para expresar el profundo pesar que hay en mi corazón. A pesar de mi larga existencia, he caído en una artimaña de ese ogro mago para desviar mi atención ante un problema real. No sabemos cómo ni qué han hecho exactamente para hacer que la Legión regrese, y me temo que tampoco conocemos cual será su siguiente paso - se tomó unos segundos para reflexionar.
- La guerra interna entre los vuelos y la búsqueda de los fragmentos del alma de dragón no fueron más que piezas de un puzzle para generar desconcierto y desviar nuestra atención; si me duele toda esta historia es porque han usado a mis propios hermanos como cebo para llevar a cabo sus maléficos planes - se apoyó en la mesa donde estabais todos reunidos.
- Pero hemos superado otras batallas en el pasado y ésta no será distinta. Vosotros sois los campeones en quien más confío por vuestros éxitos en el pasado y necesito saber vuestra opinión, ¿qué creéis que puede pasar a partir de ahora? he pecado de no escuchar lo suficiente a aquellos que luchan por la salvación de este mundo, y no pienso cometer el mismo error dos veces -
Aquí debéis narrar vuestras impresiones y si queréis responder algo a Alexstrasza. Del "viejo" grupo tan solo quedáis ustedes tres.
Cuatro días. Viendo desde lo alto de Reposo del Dragón lo que ocurría en el mundo. Arriba, protegida en aquella torre, como Azeroth ardía bajo el fuego vil de los enemigos a quienes había jurado destruir. Cuatro días sin hacer nada más que esperar, hablar y observar, dejando a la Legión y sus esbirros tomar el control y hacerse fuertes sobre sus tierras.
Lyareth era presa del odio más profundo, se movía inquieta por los viejos salones de piedra y golpeaba furiosa las antiguas paredes. La ira nacía desde su estómago, se contagiaba a su corazón y le subía como la bilis por la garganta, dejando en su boca un sabor amargo, el de la venganza no resuelta. Tanto tiempo la daba para pensar, para recordar, para volver a vivir en su mente la última gran invasión que hubo y que había acabado con su familia. Aquella pausa la estaba quemando por dentro tal como los pueblos y ciudades debían hacerlo en el exterior... Pero también la servía para renovar sus votos, para volver a hacerse a si misma las promesas que ya había dicho a su maestro y a sus hermanos, muchos años atrás, cuando había llegado sucia y medio muerta para unirse a las filas del Traidor e irse al Templo Oscuro. Illidan. Era la hora de recuperar al más poderoso de los guerreros que existían contra los demonios.
—Alexstrasza —dijo dando un paso adelante, llamando la atención de la dragona, que acababa de hacer la pregunta que esperaba—. Nuestro mundo morirá si no hacemos nada, quedará reducido a cenizas y luego será destruido, como muchos antes. Ni la Horda ni la Alianza pueden hacer frente por separado a la amenaza que se cierne sobre nosotros —hizo una pausa, mirando a los principales miembros de ambas facciones que había allí presentes, antes de volver a centrar su atención en la dragona—. Pero tú eres poderosa. Tus hermanos y tú habéis sido traicionados, pero ahora podéis vengaros. No solo con vuestra fuerza, sino también con vuestra influencia... —gruñó—. Llamad a mis hermanos. Llamad a mi maestro. Que las Celadoras y esa estúpida de Maiev liberen a Illidan. Él es nuestra única esperanza para vencer.
Alexstrasza sonrió
- Debemos dar gracias de poder contar con valerosos héroes como vosotros que dais todo lo que está en vuestras manos para obtener la salvación de este mundo. Por fortuna no estáis solos, en este momento tan delicado la inestimable ayuda de otros campeones como vosotros son tan imprescindibles como necesarios, seguramente los conozcáis, y me temo que también tienen algo que decir al respecto - con un gesto delicado la reina de dragones abrió la puerta de la sala de reuniones, ante vosotros aparecieron figuras muy importantes de las facciones más representativas, entre ellos estaban el inquebrantable Thrall (actual guardián de Tirisfall), acompañado de Lor'themar de los Sin'dorei y más atrás y con toda expectación de los allí presentes, el presuntamente derrotado Illidan Tempestira.
- Precisamente otros campeones acompañaron a la celadora para encargarse de ese asunto Lyareth. Situaciones extremas requieren acciones extremas -
Illidan, conocido por muchos como el traidor, fue el primero en tomar asiento.
- Si perdemos demasiado tiempo aquí el mundo caerá bajo el fuego de la Legión, y he venido aquí para impedirlo - comentó mientras miraba a todos los allí presentes.
- Esta es la guerra definitiva, o caen ellos o caeremos nosotros. No permitiré que suceda lo segundo - después sonrió levemente.
- Mis illidari saben hacer bien su trabajo, zanjemos este asunto de raíz - se notaba en el aire que Illidan estaba más que preparado para hacer lo necesario.
El líder de Lunargenta tomó la palabra.
- Aunque no me guste reconocerlo, Illidan tiene razón - después colocó su arma a un lado.
- Hemos superado la batalla contra el Rey Exánime y detenido a la plaga, ese Ogro no va a ser el enemigo que acabe con este pacto entre razas por un bien mayor - después su rostro se tornó serio
- Sin embargo hay algo que me preocupa, me han informado de que es posible que Cho'Gal esté intentando traer de vuelta al Titán Oscuro Sargeras en persona utilizando el poder de una reliquia que creía inexistente: "Tarribal" - hizo una leve pausa.
- Se trata del fragmento de una poderosa arma legendaria envilecida por el poder de los demonios, denominada Gorshalach - aquello parecía más grave de lo que podía parecer a simple vista...
Thrall, en un tono más afable tomó la palabra.
- Hmmmm, no todo debe ser una actuación tan directa, seguramente estén esperando algo así, la clave para ganar una batalla es contar con una estrategia que no estén esperando, como por ejemplo contar con la ayuda de poderosos aliados que estén dispuestos a luchar a nuestro lado, eso sería lo más inteligente - se cruzó de brazos
- Ulduar, sí, ¿allí aún permanecen los titanes tras la derrota de Yogg Saron no es así? luchar a un titán con titanes, la respuesta era evidente. - cambió de postura y se quedó mirando a su alrededor.
- ¿Y qué tienen que decir nuestros campeones al respecto? -
Ya sabéis, avanzo porque como nos estanquemos otra vez malo para la partida XD
Tras la experiencia en tierras enanas, sentia sentia algo habia cambiado en mi, en lo mas profundo de mi ser. Y la prueba tan clara como desconcertante fue que al ver a la cazadora de demonios loca y el orco asilvestrado vivos y sanos, no senti fastidio o desden, o al menos no tanto... Lo primero que vino a mi mente fue alegria y cierto alivio de verlos sanos y a salvo. Y mas viendo como el mundo empezaba a irse al infierno, nunca mejor dicho, con la invasion de la Legion.- Veo que a pesar de vuestra ignoracia estais de vuelta... no esta mal.- Fue mi saludo, intentando mostrarme tan altiva y arrogante como siempre, aunque evitando sus miradas.- Supongo que Lady Alexstrasza sabia lo que hacia al reclutarnos...
Cuando vi que Alextrazsa nos queria en una reunion con individuos tan importantes, incluido el regente de Lunargenta, y dos individuos tan famosos como poderosos, el antiguo Jefe de guerra de la Horda y el mismisimo Illidan, no pude evitar hincharme de orgullo. Sentia que estaba un poco mas cerca de alcanzar mi meta en esta vida, si tenia la oportunidad de codearme con los seres mas poderosos de todo Azeroth. Al ver a Lor'themar, lo salude con una reverencia y dije - L-lord Theron, es un honor conocerle en persona!- A Thrall e Illidan les dedica tambien una reverencia, al traidor quizas menos entusiasta.
Las personalidades presentes claramente tenian prisa por hablar y actuar, lo cual era logico dada la situacion, por lo que mientras ellos hablaban, permaneci en silencio escuchando atentamente. Cuando la Reina de vuelo rojo nos pregunto nuestra opinion, asiento y carraspeo un poco para aclararme la voz, antes de comenzar a hablar.- Lady Alexstrazsa, señores... si me permiten, opino que debemos reforzar nuestras fuerzas todo lo que podamos. Con mas aliados, mas armas y hechizos de gran poder... Y no ha habido seres mas poderosos que los titanes en este mundo. Creo que lo que podamos encontrar en Ulduar, o cualquier otro yacimiento de los titanes seguro sera util.
Han pasado cuatro días desde que Kalecgos dejara a Garroom y Lyareth en la Torre del Reposo de Dragón y recuperaran fuerzas, algo que Garroom agradeció solemnemente. Los informes de ataques de la Legión hacían hervir la sangre del orco al no poder ayudar a sus congéneres pero Alexstrasza les había pedido que esperaran allí para la llegada del resto. A la mañana del cuarto día Alexstrasza les convocó y expuso los hechos tal cuál eran: Cho'Gall había conseguido crear una argucía de tal magitud que nadie vio el verdadero objetivo, el regreso de la Legión Ardiente. La Reina de Dragones, apenada, pidió nuestro consejo, dado que en las anteriores ocasiones había pecado de no escuchar. Lyareth había hablado de liberar a Illidan y combatir a la Legión con el mismo fuego que utiliza para arrasar el mundo:-Eso Lyareth, puede convertirse en un arma de doble filo. Me has demostrado con creces de lo que eres capaz y de lo que los Illidari son capaces, pero puede darse el caso de que en el intento de destruir a la Legión, destruyamos Azeroth. Necesitamos una estrategia.-
En ese momento, Alexstrasza contestó al Lyareth y abrió las puertas de la sala, siendo la primera en atravesar las puertas Alessia. Dado que Garroom se había levantado, al hacerlo la Reina de Dragones, recibía a la maga elfa con una reverencia. Pero a continuación vio quiénes iban detrás de ella, Thrall, Lor'Themar e Illidan:-Lok'Tar Jefe de Guerra!-gritó Garroom al ver a Thrall golpeando su pectoral izquierdo con el puño derecho. Thrall devolvió el saludo pero le explicó que ahora era el Guardián de Tirisfal y el Jefe de Guerra era Garrosh Grito Infernal. Ya tendrían tiempo para ponerse al día sobre ello cuando hubieran derrotado a la Legión, con un buen par de jarras de cerveza. Realizó una reverencia al Señor de Lunargenta y al líder de los Illidari. Entonces todos tomaron asiento, siendo Illidan el primero y volvieron al debate.
Tras una serie de intercambios de opiniones, entre las cuáles, una de ellas era ir a Ulduar y volver a intentar a utilizar el poder de los Titanes. Otra de ellas, por parte de Lor'Themar Theron, era que sabía que Cho'Gall estaba intentando revivir a Sargeras con un fragmento de un arma, Gorshalach. E Illidan quería matar a todos los demonios, echo que no sorprendió a Garroom. Finalmente Alesxtrasza nos cedió el turno para hablar y la primera en hacerlo fue Alessia, secundando la opción de Thrall de ir a Ulduar:-Creo que sería una buena opción pero creo que lo más preocupante es lo que ha mencionado Lord Theron.-empezó diciendo Garroom, señalando educadamente con la mano al Regente:-Si Cho'Gall está intentando revivir a Sargeras debemos saberlo y de ser así hacer lo imposible por interrumpirle. Esta misión probablemente sea un viaje de ida, habría que enfrentarse a Cho'Gall y no es un oponente fácil.-terminé exponiendo lo obvio. Enfrentarse a ese ogro era firmar una sentencia de muerte, las probabilidades de éxito son casi nulas pero siempre existe el golpe de suerte:-Las alternativas son pocas y, coincidiendo con Lord Illidan, hay que actuar con prontitud.-
Su rostro, tenso de normal, se transformó en una máscara. Illidan, su maestro, estaba allí al fin. El Traidor, como muchos le llamaban, era la esperanza para todos ellos, y al fin sus ruegos habían sido escuchados. Con él guiándoles en aquella guerra, ni siquiera Sargeras podría derrotarles. Para ella, la decisión estaba clara, y nada de lo que otros dijeran podría hacerla cambiar de opinión. En realidad, ni siquiera escuchó a los otros.
—Mi lugar está con vos, mi señor —dijo arrodillándose ante el único allí que sabía a lo que se enfrentaban. El único que podía parar la invasión que había comenzado—. Me uniré a mis hermanos y hermanas bajo tu mando, y acabaremos con nuestros enemigos. Hasta el último de ellos.
Con la cabeza gacha aún, sacó las gujas gemelas de sus fundas, tendiéndolas hacia el que había trascendido su condición de elfo de la noche y superado a los demonios.
—Mis hojas siguen a tu servicio. Haré lo que ordenes, estoy lista.
Y siempre había sido así.
Perdón. Mucho lío y apeas saco tiempo. Pero no quiero estancar. Mi reacción, aún así, era obvia jaja
La Reina de los Dragones comenzó a mirar a todos los presentes y se quedó unos instantes pensativa.
- En vista de la situación actual no podemos descartar ninguna idea; la única manera de averiguar algo es descubriéndolo en primera persona -
- Entonces lo mejor será dividirnos varios frentes, no podemos desaprovechar ninguna idea aportada y mucho menos vuestra disponibilidad - Alextrasza pidió a uno de sus sirvientes que le trajera un pergamino para poder tomar nota.
- Por un lado un grupo deberá viajar hasta Ulduar, no lejos de aquí, para así solicitar ayuda a los antiguos Titanes, una tarea ardua sin lugar a dudas - anotó [ La Senda de los Titanes ]
- Otro grupo deberá acudir entonces a frenar los avances del vuelo negro, no podemos permitir que mis hermanos se hagan con el control de los cielos, quieren jugar con esa ventaja pero nosotros se lo impediremos - siguió anotando. [ El Rugido del Dragón ]
- Otro grupo en cambio deberá ir a investigar el último paradero de Cho'Gall por si se le puede detener directamente - terminó de anotar. [ El Ritual de Sangre ]
- Alessia, Garroom y Lyareth han demostrado sus capacidades para estar al mando de sus propias decisiones, os daré la libertad de elegir donde queréis aportar vuestra colaboración, hagáis lo que hagáis no estaréis solos, tendréis todo nuestro apoyo -
Ahora debéis tomar una elección ¿a qué frente queréis ayudar? Podéis elegir cualquier de las tres opciones independientemente de lo que elija el resto. Alextrasza os ha asegurado que nunca estaréis solos.
Aquí habrá otro control de actividad, si alguien no contesta con su opción antes del 5/12, tendrá que quedarse fuera.
PD: Vale, lo sé, lo de poner las exclamaciones del wow son una pijada, pero me hacía ilu XD
Al decir Alexstrasza aquellas últimas palabras, Lyareth alzó el rostro y miró directamente a Illidan. Ninguna de aquellas opciones era un enfrentamiento directo contra la Legión, sino simples caminos en los que serían peones. Reclutar a los Titanes, frenar al Vuelo Negro o detener a Cho'Gall. Simples piezas que derribar antes de acabar con el verdadero enemigo. Sin embargo eran pasos necesarios, no solo para debilitar a los demonios, sino para que su maestro pudiera reunir de nuevo a sus hermanos. Sin todos los Illidari, organizados, no habría posibilidad de victoria. Mientras eso ocurría ella podría encargarse de alguna de aquellas misiones, y de entre todas, había una que tenía en mente.
—Yo iré a detener a ese ogro de dos cabezas —dijo apoyándose en las espadas para ponerse en pie, y a continuación darse la vuelta hacia los demás. Había visto el poder que tenía la calavera de Gul'dan, y no quería tener que preocuparse de otro discípulo de aquél vil brujo orco.
Llegaba el momento de decidir donde ir y podia ser que no volvieran de su destino pero Garroom estaba en paz y en calma puesto que haya donde fuera combatiria al enemigo y no estaria solo.
Evaluo detenidamente los pros y co tras de los tres destinos y finalmente, tras unos minutos que fueron aprovechados por Lyareth para dejar claro donde iria, Garroom tomó una decision: sus habilidades serian más eficaces combatiendo a los dragones, puesto que el combate contra ellos extenuaran a todos y un chaman experimebtado puede cambiar el curso de las cosas.
Le indicó a Alexstrasza que combatiria a los dragones y le dedicó una oración de protección a Lyareth y a todos, dado que podia ser la ultima vez que se vieran.
Buena suerte a todos dijo finalmente.
Post desdel movil
Cuando Alexstrasza dice las posibles vias de actuacion que podemos tomar, me quedo pensativa. Cualquiera de los frentes es tan importante como el anterior, y decidir cual podia ser mas prioritario era mas dificil de lo que habia pensado. Mis dos compañeros de desventuras, Lyareth y Garroom, por su parte parecen tener sus prioridades mas claras, por lo que parten antes que yo, decididos en su objetivos. No puedo evitar mirarlos con preocupacion, pues aquellas misiones tan importantes corrian peligro de fracasar sin mis magnificos poderes y mi brillante mente. No pude evitar cruzar los dedos tras mi espalda rogando por que no fracasaran... y muriesen.
Viendo que soy la ultima, y otra vez sola, decido que quizas sea buena idea tomar cada uno una via.- Yo acudire a Ulduar para investigar las ruinas, pues. Mis amplios conocimientos de magia e historia seguro que seran utiles.- Digo con mucha seguridad y determinacion.
La reina de los dragones se levantó, y con ella el resto de los campeones.
- Entonces todo queda dicho. Cada uno ha elegido su destino y estoy con la tranquilidad de que daréis todo lo que está en vuestras manos para superar este desafío. Hijos de Azeroth, puede que tengamos ante nosotros una de las batallas más importantes de nuestra vida, la Legión Ardiente debe desaparecer para siempre, no podemos entrar en un círculo vicioso donde siempre tenemos que estar alerta por si llegan de nuevo nuestros enemigos...
- Ya que deberéis partir en cuanto antes, se usarán portales arcanos para ahorrar tiempo, por suerte o por desgracia el factor sorpresa se perdió desde que comenzó la invasión -
¡Las decisiones están tomadas, sigamos pues!