Partida Rol por web

Mientras los indios trabajan en paz y armonía como siempre, se dan por fin cuenta de que un helicóptero esta volteando el campamento indio con la intención de aterrizar allí.

Todos se quedan sorprendidos al ver ese helicóptero intruso en Nunca Jamás, y para ser más precisos, en su propio campamento, el de los indios. Todos tienen sus dudas "¿Cómo habrá llegado hasta aquí eso? ¿Por qué vienen? ¿Vendrán en son de paz?..." Y todos se fijan en la reacción que tendrá vuestra Jefa: Talluah.

A ninguno de vosotros os da tiempo a huir. Para cuando se dan cuenta el helicóptero ha aterrizado justamente en el centro del campamento. Provocando así, que todas las cosas que tienen (o casi todas) salgan volando debido al viento y la arena que se levanta a causa del aterrizaje del helicóptero.

Estáis todos perplejos, pero vuestra es la decisión de cómo vais a recibirles.

Cuando los destrozos están hechos, se abre la puerta dejando ver a un hombre bigotudo, gordito y con una pinta un tanto extraña y sospechosa. El hombre sonríe y dice : - Ya podéis empezar.

¿Quienes eran esas personas? Llegaba Tueray de recolectar algunas extrañas hierbas y ahí llegaba más agresivo que cualquier grupo pirata aquel grupo, no le gustaban los piratas al joven indio, el cual buscó una posición estratégica mientras todo volaba a su alrededor, posicionándose tan silencioso como siempre bajo el helicóptero. Su sigilo no hubiera sido ni siquiera necesario, aquel extraño barco hacía tanto ruido que hubiera tapado el sonido de una estampida.

Se sentía insultado por aquellas personas que comenzaron a salir sin más, por la destrucción que habían traído a su pueblo. Normalmente incluso a un grupo pirata normal les hubiera ofrecido ayuda, pero no iba a ayudar a esos desconsiderados a destruir su poblado. No es que el tuviera tienda en la que dormir, o posesiones, ya que pasaba casi más tiempo explorando la isla y conviviendo con los seres que en ella habitan, que en su propia tribu, siendo una madriguera cálida y caliente a menudo.

Cuando escuchó al que parecía ser el capitán pirata de aquella tripulación, le saltó desde debajo del vehículo, hasta la espalda, poniendo su afilado cuchillo en el cuello del mismo. Sin mediar palabra, esperaba algo que le dijera si debía acabar con aquel hombre, o dejarle ir, un movimiento brusco de alguno de esos intrusos, o la orden de la jefa india, incluso unas palabras equívocas o desafiantes podían ser su final, lo que sabía seguro era la certeza de que esas no eran maneras de aparecer.

Miró a su atónita tribu, por un momento casi con menos voz que él, y se sintió por un momento aliviado al ver que nadie aparentaba estar herido. Las tiendas se podían volver a alzar, y los daños reales de la agresiva entrada eran mínimos. Paso por ello, de hacer sentir la hoja presionando el cuello del hombre, a tan solo sentir la cercanía de la misma, que no hubieran grandes daños, le aportaban al desconocido un margen de tregua, en espera igualmente, de las órdenes de su líder.

Sali de la tienda mientras oia ese ruido infernal.

Un monstruoso barco volador estaba tirando por los aires cualqueir cosaque no estuviera atada al suelo.MIentras, la gente del poblado corria de un lado a otro buscando  cobijo o recogiendo las cosas que salian por los aires.

Tigrilla , mi hermana, salio a mi encuentro.-Piratas?-Me pregunto preocupada.Otra nueva estratagema de Garfio?

-No...No de Nunca jamas.-La respondi.

El Helicoptero se paro en medio del poblado, y apago los motores.Entre todo le jaleo veo a Tueray que se escabullo detras del aparato y aguarda a miseñal.Bien.Estamos dispuestos.

Me paro frente a la puerta de la cabina, solo yo, y la lanza de mi padre.Detras estan todos los demas.

Se abre una puerta y sale un hombre extraño.Sus ropas lo son.Y tambien sus gestos.Justo no acaba de hablar, Tueray salta detras suyo.Es muy rapido.Pero tambien joven e inconsciente.Gracias al Gran Totem que espera una señal.

-Jao, extraño.-Digo con cuidado midiendo las palabras.-No le conozco, y no  creo haberlo invitado a nuestro poblado.Creo que...-Señalo con la cabeza a Tueray, que esta tras de el -...no sera bien recibido, a menos que nos diga que hace aqui.Si la respuesta no es convicente, Tueray dara rienda suelta a su cuchillo.Hable ahora.

Hay que llevar con discreccion esto.Si puede volar, qué no seran capaces  dehacer.Y si es un lider, no habra venido sin su escolta.Nadie se presenta asi a las bravas sin proteccion.

Veis que uno de los indios más pequeño se acerca rápidamente al Sr.Thompson y le acerca un cuchillo afilado a el cuello, con la intención de clavárselo. Pero espera la aprobación de su jefa india.

Oís que esta le dice a vuestro jefe: "-Jao, extraño. No le conozco, y no  creo haberlo invitado a nuestro poblado. Creo que no será bien recibido, a menos que nos diga que hace aqui.Si la respuesta no es convicente, Tueray dará rienda suelta a su cuchillo. Hable ahora." Pero Thompson, extrañamente, sigue sonriendo. 

El señor Thompson mira a la jefa "Talluah" y le explica con una sonrisa :

- Verás querida, no pienses que hemos llegado aquí de casualidad. ¿Por qué piensas que hemos aterrizado en el campamento indio pudiendo aterrizar en cualquier otro lugar más discreto? Yo conozco a tu padre. - Al decirlo hizo una pausa para ver cómo reaccionaría Talluah y después continuó. - Él me enseñó el lugar hace ya unos años, y le prometí que volvería para verle. Éramos viejos amigos, ¿Y bien, dónde está? Tenemos mucha confianza, dudo que le molesté mi presencia en esta isla tan extraña. 

Justamente después de que diga aquello veis llegar a un grupo de niños volando, cómo no, los niños perdidos. Les acompañaba un hada. 

Ese tipo no le gustaba, ahora sus palabras parecían burlarse de la jefa india, si el jefe indio anterior no dijo nada a su tribu sobre ese hombre, lo más posible fuera porque no era bien recibido. Pero igualmente, Tueray era más hábil juzgando actos que palabras, y lo primero que un "amigo" debía hacer tras causar tal destrozo era pedir disculpas por los problemas causados, y en vez de eso solo buscó una vía de escape, quizás aprovechando que la jefa india era muy joven.

Tueray miraba a Talluah, esperando que no dejara a ese tipo que se burlara de ella, más molesto era verle sonreír teniendo un cuchillo en el cuello, como si pudiera manipular a los presentes con los ojos cerrados. El cuchillo del muchacho se ajustó un poco más a su cuello, tales palabras muy erróneas desde su punto de vista, ya le hubieran costado la vida, antes de permitir que aquellos excéntricos piratas hicieran algo más peligroso que arrasar las tiendas y pertenencias de la tribu con aquel extraño cañonazo de viento mágico.

Abrazó con fuerza sus gruesas costillas con las piernas y le sujetó por el poco pelo que tenía, haciendo que sintiera por segunda vez el afilado cuchillo que había separado un poco por un instante. En el cielo se acercaban los niños perdidos, y tal vez también una hada que no llegaba a ver, era un momento ahora más peligroso, en sus manos no estaba solo frenar a ese capitán pirata del navío ruidoso, para que no hiciera nada a su tribu, más personas implicadas, eran más personas amenazadas por ese charlatán.

Confiaba en la sabiduría de su jefa, que pese a su edad, la mayoría seguían sin rechistar, pero temía el chico por que aquel tipo se hiciera con los buitres que siempre aprovechaban para avivar el fuego de los dubitativos.

Mire a ese extraño hombre.Y sonrei.No podia imaginar mentira mas grande.

Que ironia es pillar a un mentiroso.Mi padre desaparecio hace unos años.Imposible que estuviera vinculado a  ese hombre.

Era un extraño.Y los extraños en Nunca Jamas , nunca habian tenido tanto descaro al entrar asi en el poblado.

-Yo decidire quien es amigo y quien no.-Digo seria.-En este momento no lo eres.Has destrozado el pueblo con tu barco de hierro volador.Y lo minimo seria pedir perdon.Pero solo has dicho..."Podeis empezar".Palabras equivocadas.

Me doy la vuelta dandole la espalda .

-Solo lo dire una vez.Di a tus piratas que se vayan fuera del campamento y esperen nuevas ordenes.Algunos de mis hombres les acompañaran.Tueray!!Que pase a la tienda..el y dos de los suyos.Solo dos! .Si se opone...cortale el cuello sin preguntar.

Es una situacion dificil.Tengo que dejar una via de comunicacion abierta.Como dice el extraño, si hubieran querido  ya nos habrian hecho daño.Quieren algo y yo voy a descubrirlo.Pero no se lo voy a poner facil.

Mire a los recien llegados y sonrei.Niños perdidos.Siempre traian alegria al campamento, solo espero que esta vez no traigan mas problemas.Estaban tan saombrados como yo.

-Pasad, niños perdidos.Sentaros dentro.Quizas necesiteis ver esto.

Me dirijo al interior de la  Gran Tienda y , justo en el umbral me paro para dejarles pasar a todos.

Al fin llegué al campamento Indio. Con las prisas no cogí ni usé el polvo de hada. El resto de mis amigos ya habían llegado y estaban hablando con Tallulah.

- ¡Hola! ¿Donde está el pájaro de metal? ¿Puedo subirme a el? - Dije jadeando y con un rayo de ilusión en mi cara. "Aventuras, aquí habrá aventuras"

¿De verdad el señor Thompson sabía lo que hacia? Empezaba a pensar que acababa de llevarles de cabeza a una trampa mortal. Se mantuvo rígido, con los ojos grises analizando a todos los presentes, dispuesto a llevar la mano atrás y comenzar a disparar en cuestión de segundos si era necesario. Y así empieza lo que yo pensaba que sería una misión de infiltración y reconocimiento para recaudar datos del terreno y de los indios: aterrizando en su cara. Espero que el señor Thompson tuviese un buen plan. Escuchó lo que la jefa india dijo de que debían acompañar dos personas al jefe. 

-¿Y bien, señor Thompson?

Bu.. Buenas - dije titubeando al entrar. Deseaba que Peter o Rain estuviesen con nosotros, ellos sabrían mejor qué hacer que nosotros. Sin decir mucho más me senté dónde la gran jefa india nos mandaba. Sabía que tenía un gran corazón, pero también que tenía mal genio y sabía que ese era un momento difícil para todos y con muchos nervios y no era buena idea atosigar a los adultos así que simplemente esperé y escuché, me mataba la curiosidad de saber qué estaba pasando.

- Sí. Lo siento mucho por los destrozos, de veras. Os prometo que os lo arreglaré todo. Jurado. Repondré todas las pocas cabañas que se han destrozado y todo lo demás. Por eso no os preocupéis. - Dice el señor Thompson a los indios, mirando a Tueray de reojo. 

- Por mi podríamos hablar aquí mismo, pero no me opondré. Vayamos dentro de la tienda como has dicho tú. - Mira a Talluah al decir eso. Luego mira a Winston y Will y les hace una señal para que le sigan hacia la tienda.

Le sonríe a el pequeño Jack, aunque falsamente. A el señor Thompson nunca le han hecho gracia los niños pequeños. -Claro que puedes subirte pequeñajo, pero me temo que deberás esperar a que solucionemos este problemilla. 

Se mete en la tienda, ya que Talluah le había permitido la entrada, esperando a la contestación de sus hombres. 

Will, un chico alto, castaño y con los ojos azules asiente a su jefe y se mete en la tienda con él.

A la vez, Mishka, uno de los indios más importantes en la tribu, se lleva a los demás personajes que estaban en el helicóptero: Emma y Mike.

- Si jefa. Yo llevar ellos fuera. - Dice mientras les coge de los brazos y se los lleva hacia el bosque Tiki. El lugar más cercando que había. - Yo hablar con ellos. Tu no preocupar.

Justo cuando Mishka se lleva a los dos jóvenes entran los piratas dentro del campamento. Mishka los recibe bien, los piratas nunca se habían llevado demasiado bien con los indios, pero desde que tenían a esa nueva capitana "Enyra" las cosas cambiaron un poco. - Poder pasar tienda, piratas. - Dice mientras se marcha con Emma y Mike.

Tueray le pincha suavemente el culo al gordinflón para que caminé y se lo aloja después en la columna horizontalmente para que no se le ocurra hacer ninguna tontería, más notaba segundas intenciones en todas y cada una de sus palabras.

en cuanto bajo y vio que no eran bien recibidos no pudo evitar sentirse con un poco empatía  por ellos, era normal, que unos extraños lleguen sin mas en un aparato que desconocen... Era normal aquella sensación de peligro ante lo extraño. Pero a pesar que ella era dada a la lucha, no hizo nada por defender al Sr Thompson, al fin al cavo, las ordenes eran otras. 

Cuando Thompson hablo, no pudo evitar mirarle con cara extrañada, se le notaba por el ceño fruncido de no comprender ciertas cosas ademas de su nerviosismo al mirar luego hacia lo que se presentaba como la jefa india. Pero, lo que le acabo de matar moviendo la cabeza negando levemente en un acto de alucinación era ver como unos niños junto un ser diminuto llegaban... ¿Volando? Y esa pequeña cosa flotante... ¿Un Hada?.

No pudo reaccionar ante ese momento, era cierto que les dijeron que esa isla era especial y única con cosas increíbles pero, por mucho que les preparase, Si no ves esas cosas con tus propios ojos no las crees. 

Tras decidir quienes entraba y quien no, se vio que iba a ser la única que se quedase fuera, pero, en fin, no era dada a los diálogos, así que decidió no ser un problema ante aquel primer contacto o supuesto primer contacto y acepto que aquel hombre la llevase donde fuera que la quisiera llevar y todo indicaba las afueras del poblado. Cuando se encaminaba hacia alli vio a los piratas ¿Piratas?, Emma se preguntaba que mas seres se podría encontrar en aquella isla mientras caminaba, y también, analizaba en silencio algunos sucesos

Lo único que lográis ver es a mucha gente dentro de la tienda, pero no podéis ver quien hay dentro , y a Mishka con Emma y Mike, la chica es pelirroja con el pelo largo y el chico es castaño, ojos marrones y de estatura mediana: 

Se dirigen hacía el bosque. 

Antes de cerrar la cortina de la Gran tienda veo llegar a los piratas.

No me hacia ninguna gracia.Piratas...Un escalofrio recorrio mi espina dorsal.Y que mas? Hadas?Sirenas?Algo habia pasado y veia que la cosa tenia algo que ver con todos.Con Nunca Jamas entero.De lo contrario, ni los piratas ni los Niños Perdidos habrian venido asi, de golpe, a "hacernos una visita".Todo era...demasiado inesperado.

Mishka  les recibio y me miro pidiendome permiso para que pasaran.Si el confiaba en ellos, yo tambien...el era su contacto, el de los piratas.Les hice pasar a todos. Con un gesto , dos de mis compañeros indios se quedaron custodiando la entrada de la tienda.Nadie saldria de alli hasta que todo se aclarase.

Dentro de la tienda habia poca luz.Tan solo una hogera un poco mas grande  de lo normal en el centro de la estancia iluminaba las paredes y los tocones de madera que hacian de asientos.

En el fondo de la tienda, los venerables ancianos estaban en su rincon, casi en plena penumbra.

Los niños perdidos estaban a un lado, y los piratas a otro.Tan solo los tres extraños estaban de frente a la hogera.Todos se sentaron y aguardaron en silencio.

Me sente al otro lado del fuego.A mi derecha Tueray, y a mi izquierda Tigrilla.

-Habla, rostro alegre.Tienes solo una oportunidad.¿Que haceis en Nunca Jamas?-Antes de que  pudiera contestar nada, lance unos polvos de serrin de abeto al fuego, haciendo que el fuego, por un instante, creciera expontaneamente en instensidad y altura, para luego quedarse como estaba.La intensidad de las llamas iluminaron todo el recinto por un instante solamente, haciendo brillar los ojos de la gente.Era como si una manada de animales les estuviera mirando a los extraños.- Sabremos la verdad igualmente tarde o temprano.Espero que seas tu el que la diga.-Termine con una sonrisa picara.

Winston se limitó a seguir al Sr. Thompson junto con Will a dentro de la tienda. Se apostó a su lado frente a la hoguera. Vio como poco a poco la tienda se iba llenando de más y más invitados. El grupo de mocosos asquerosos a un lado; los abigarrados piratas al otro; y los representantes indios al frente, al otro lado de la hoguera. Al final había un puñado de viejos apoltronados al fondo en la penumbra. Y ellos en medio de todo el berenjenal. 

Su mente se distrajo un instante al pensar en los piratas. Como un breve destello se le vinieron a la cabeza imágenes de él de niño soñando con ser pirata: espada en la mano a un lado, pistola en la otra, y una sonrisa picara como arma principal. Había pasado tanto tiempo... y por el camino lo había perdido todo, incluido todos sus sueños de juventud. Ahora solo le quedaba la ira y la búsqueda de poder seductor con el que le había convencido el IAM.

Allí, al lado de su jefe, se limitó a esperar a que pasase lo que tuviera que pasar. 

Al escuchar las palabras de aquel señor me entró mucha ilusión 

- Muchas gracias, señor redondo! Esperaré lo que haga falta.

Entonces llegaron los piratas y ya no podía estar más exitado. "Jejeje... Piratas. Esto cada vez es más interesante" pensé. Al ver que todos entraban en la tienda, me dirigí con ellos y me quedé con mis compañeros. No sabía que pasaba pero tenia muchas ganas de saber que llegaría.