Partida Rol por web

 El chico encuentra fuerzas para hablar.

-Soy... el hijo de Elizabeth... La Tabernera del pueblo al que habéis venido hace unos días...

Respira un poco pesadamente, no tiene fiebre pero su aspecto es desmejorado.

-Me llev... me llevaban para el sacrificio...

Se para, aunque las chicas tratan de impedirlo.

-No... no necesito más ayuda, estáis en peligro... no no teneis idea de lo que he visto... de lo que sé... Son monstruos, no hombres y su sacerdote... su sacerdote es ...

El joven menea la cabeza.

-No sois rivales para su magia. Lo ví esa noche cuando nos atacó... no no tenía cara. Su cara era bruma negra cubierta por una capucha y... era espantoso... por Zeus. Déjenme con mi madre, luego nos iremos de ese pueblo y.. estaremos mejor.

- Tranquilo muchacho -dijo Hércules con tono seguro- Te llevaremos con tu madre y luego veremos que hacer... Pero si sabes algo más cuentanoslo, que nosotros te creeremos.

Gabrielle no quiere alarmarse delante del niño, por lo que muestra su sonrisa maternal habitual y se muestra calmada. Pero en realidad las cosas pintaban mal, tal y como las había descrito el niño.

Asiente a las palabras de Hércules y se dispone a emprender el camino de vuelta al poblado, a dejar al niño con la tabernera. Intenta buscar dentro de su cabeza algun ser que le suene parecido por como lo ha descrito el niño.

-Sí, Matthew, te llevaremos con tu madre, y despues encontraremos la solución a este lío. Tal vez alguno de nosotros debería ir a ver qué tal les fue a Xena y Ares, pero ante su incierto futuro, mejor mantengámonos juntos!

Así que empremdimos el camino de vuelta al poblado, Hércules y el niño van sobre nuestros caballos con nosotras, mientras pensamos los pasos a seguir.

Debemos buscar el origen de este mal. Los guerreros llevan a los hombres a algún destino, deberíamos averiguar a dónde..

 Llegan nuevamente al pueblo. El chiquillo no le dijo nada más a Hércules, porque nada más sabía.

Entraron a la taberna y Elizabeth salió corriendo, levantó a su hijo en andas, y lo abrazó.

-Por Zeus.

Dice entre lágrimas.

-No hay manera de pagarles, lo que han hecho...

Luego acariciando la cabeza de su hijo.

-Tenemos que irnos de aquí, ¿lo sabes verdad?

El pequeño asiente.

-Vamos, prepara tus cosas, partiremos en unas horas...

Elizabeth pregunta.

-Si teneis hambre lo que querais es vuestro, hay comida y bebida para todos. ¿Dónde están los otros dos? ¿Y tú... eres también un salvador? -le dice a Hércules.

- Tu hijo esta ya a salvo, Elisabeth.. Pero aun nos queda mucho por andar para acabar con esta amenaza.. El es Hercules, ayudo a salvar a tu hijo.- Elisabeth le hace un gesto, agradecida - Xena y Ares combaten la amenaza desde otro frente, nosotras venimos a traer a Matthew.. Esta mejor contigo. Nosotros pensaremos que hemos de hacer ahora..

Gabrielle se despide del niño antes de que se vaya con una caricia. Asiente a lo que dice Calisto.

Tiene una pequeña herida. Pero no te preocupes que no es nada. Sólo deberás cambiarle el vendaje. Le dice totalmente calmada, para que no se alarmase.

Luego se queda pensando en si es mejor recuperar fuerzas, pero teme por Xena.

- Hice lo que estuvo en mi mano -dijo Hércules con humildad- El mérito es de estas dos amazonas que puedo llamar compañeras. Tienes un hijo muy valiente; puedes estar orgullosa de él -entonces el hombre puso una mano en la cabeza del muchacho- Adios, muchacho. Cuida de tu madre; cuidaos el uno al otro y tened cuidado en vuestro viaje -le revuelve el pelo con gesto travieso y cómplice. Entonces vuelve a dirigirse a la madre- Suerte, Elisabeth. Si en tu viaje pasas por Tebas, busca al herrero Iolus, y dile que vas de mi parte. Él te ayudará a establecerte en la ciudad si lo deseas o te dará los contactos que pueda si decides viajar a otro lugar. Nosotros ahora debemos partir a ver que más averiguamos sobre estos... Érgidos...

- Lo malo es que no tenemos una direccion.. Podiamos volver al punto donde dejamos a Xena y Ares, es nuestra unica referencia con los ergidos ahora.. ¿Que os parece?

Miro a mis compañeros..Estamos en el hogar de una familia antaño feliz, y hoy destrozada. Mientras Elisabeth recoge lo que puede, hemos de idear un plan.

- Tampoco nos acordamos mas del cuerno que nos avisaba del peligro.. Es algo a nuestro favor con lo que podemos contar.. ¿Aun lo tienes, Gabrielle?

Gabrielle asiente a Calisto dos veces. La primera por la idea y la segunda por su pregunta. Su mano va instintivamente a su macuto, dónde rápidamente nota el bulto del cuerno.

Yo también creo que es lo mejor. Vayamos donde nos separamos e intentemos seguirles desde ahí. Quizá entre los tres podrían encontrarles y ayudarles en caso de necesitarlo, o si no, apoyarles.

 Elizabeth agradece el consejo de Hércules. Pronto los tres aventureros emprenden el regreso por el camino por el cual Xena y Ares habían transitado antes de ellos. Andaron por horas hasta descubrir el rastro de los Ergidos. Siguieron caminando una hora más, cuando llegaron a una parte enmarañada del bosque eran casi las siete, el sol se estaba poniendo en el cielo.

De pronto se divisó la entrada a una gruta, inmersa entre el follaje, a unos 20 metros de donde estaban todos. Una luminiscencia extraña, azulina, salía de su interior.

Aquella entrada al corazón de la tierra tenía una luminiscencia especial que no le gustó a Hércules. Era hermosa, sin duda, pero muchas cosas en el mundo eran hermosas y peligrosas a partes iguales. Lo mejor era ir con precaución.
- Si Xena y Ares han seguido a los érgidos hasta aquí, deben haber entrado tras ellos. -dijo Hércules sopesando la situación- Lo que no sabemos es si se han infiltrado o han entrado dando una patada en la puerta... En el primer caso, deberíamos comprobar si hay guardias escondidos. En el segundo caso, confirmar si hay guardias abatidos. Pero acepto cualquier sugerencia al respecto, claro...

Gabrielle asiente a Hércules, aunque no deja de mirar el interior de la gruta. Era realmente hermoso. Una lástima que unos seres tan despreciables y desagradables habitaran en ella. Pero no había rastro ni de Ares ni de Xena y una mano en su macuto, le indicaba que el cuerno seguía ahí, aunque en silencio.

Gabrielle decide tirar una piedra al interior de la gruta. Quizá si había alguien dentro, oyese el ruido y saliese a ver qué ocurría.

Hércules vio a Gabrielle arrojar la piedra a la gruta y en seguida captó sus intenciones. Hizo señas a Calisto para que se pusiera en guardia a un lado de la entrada de la caverna mientras él tomaba de la mano a Gabriel y se la llevaba hasta el otro lado. Allí buscó covertura tras unos arbustos.
Allí, el semidios buscó con la mirada y encontró lo que buscaba. Cerca de su posición tras los arbustos, había una roca de considerable tamaño, grande como un trono. Se preparó por si tenía que agarrarla y lanzársela a un guardia érgido. Era suficientemente pesada y grande como para aplastar la cabeza de uno o dos guardias bajo su tamaño, lo cual sería ideal para acallar cualquier alarma. Hércules quedó en posición a las expectativa. Si aparacían enemigos, le pillarían por sorpresa...

Desenvaino y me sitúo del otro lado de la entrada a la gruta,expectante.. Desde mi posición,puedo ver a Hércules y Gabrielle.

Lo del cuerno,no sé hasta qué punto puede ser útil,porque más que advertirnos del peligro,también puede delatar nuesta posición.Esperemos que no se le de por sonar cuando no deba!

 Apenas entran a la caverna luego de que la piedra que arrojó Gabrielle no tuvo reacción. Cuando lo hacen el cuerno comienza a sonar, pero solamente ellos escuchan el sonido. Eso se los había dicho la diosa Artemisa y en efecto es así. Es una fortuna pues la caverna es un nido de enemigos...

A la piedra de gabrielle sólo le contesta el eco.. No parece haber nadie cerca. Por si acaso,repto hacia el escondrijo de mis amigos,y me mantengo alerta por lo que pudiese pasar..

-No parece haber nadie... ¿entramos?

 Instrucciones.

Cliquean sobre el tablero y allí entran en el mismo. Entonces van a ver a los enemigos y a sus personajes. Cliquean sobre su personaje en donde dice mover/actuar.

Allí aparecerá la opción tipo de tirada, en donde eligen qué tirar y un cartelito que dice describir acción, en donde me cuenta qué hacen.

Si solamente se mueven no tiran nada y ponen, me muevo 1 casillero a tal lugar.

En x ponen donde se mueven horizontalmente y en y, verticalmente. Sus personajes pueden moverse 5 casilleros en total y tienen que estar al lado de un enemigo para atacar con arma c/c.

Los hechizos alcanzan 10 casillas y no es necesario estar al lado.

Ares tuvo que retirarse por algo que no te dijo. Era una pena pues estabais los dos solos pero no había modo. Saliste de ese sitio para ver nuevamente la entrada a la caverna donde la tribu de los Ergidos, ese pueblo maldito, se escondía.

Viste justo entrar a Gabrielle. Calisto y a Hércules mismo. Ellos no te vieron, ahora debías decidir si seguirlos o volver con Ares a ver si había regresado y podía ayudarte nuevamente con la misión.

El romance, quedaría para otra ocasión.

Era una difícil decisión, tenía que hacer lo mejor pero su corazón tiraba demasiado. Volvería con Ares para ayudarle no podía dejarle sólo, por lo que le siguió. No puedo dejar que este tipo de cosas volvieran a suceder en el futuro ya que la misión podría fracasar al dar un paso en falso, todo dependía de la buena organización y la rapidez de sus actos, pero eso no significa que tengan que actuar sin pensar.

Ares espera - dice Xena haciéndole un movimiento con la mano, aunque no sabía si éste le escucharía.