El Érgido que estaba viniendo contra Hércules terminó de ser aniquilado por la espada de Calisto. En momentos nomás cayó al suelo, partido en dos. No se podía levantar o atacar pero seguía mirándolos con furia. Todos recordaron que estas almas, para descansar en paz, debían ser quemadas, porque sin importar en cuántas partes los dividas era imposible para ellos morir mientras ese Casco Maldito siguiera en poder del que lo había robado.
De todas formas el hombre ya no era una amenaza. El otro seguía colgado y debatiéndose para soltarse, sus ojos destilaban furia e incredulidad.
:S dos cosas, una contesten, dos cuando quise postear me salió un aviso de Google de que estaba a punto de ir a un sitio malintencionado o algo así con virus. ¿A alguien más le pasa ésto?
Los habíamos vencido, uno... abatido (que no muerto), y el otro capturado. Nos costó, pero lo logramos.. -Hay que quemar los pedazos, o seguirá siendo una amenaza-digo, señalando los restos del infortunado -Cerciorémonos de que no hay más a la vista, y deberíamos quemarlo.. Pero sin exponernos, claro. Un fuego sería visible desde muy lejos.. Y después interrogaremos a éste-digo, refiriéndome al colgado. Ojalá pudiese decirnos la ubicación del casco..
Nunca aclaraste cuantos ergidos eran, que yo vea, asi que presumo que eran solo dos.. Si son mas, aclaramelo, porfa
Nota de la dire: sí, sí, son solo 2, el resto no ha llegado, son sus exploradores.
No encontraban con qué quemarlo. No había antorchas cerca y el día no estaba con suficiente sol como para chamuscar unas cuantas ramas. Además no había tiempo. Tenían que interrogar al otro Érgido antes de que el Ejército que envió a los exploradores comenzara a preocuparse por su tardanza.
Entonces Calisto se puso furiosa, hace tiempo que no sentía esa ira en su interior. Tenían un buen plan, pero el tiempo en contra y nada que hacer para liberar esa alma.
-¡Maldición!!- rugió la chica y entonces una luz intensa salió de su mano derecha y chamuscó los pedazos de carne que, aunque separados, se seguían moviendo. El hombre se levantó entonces, más bien su alma, era un tipo gordito y de cara bondadosa y, con un agradecimiento, el pastor descansó en paz.
¿Qué era eso? Un nuevo poder... algo que la chica tenía hace tiempo durmiendo en sí. Todos quedaron helados, incluso el poderoso Hércules. Lo malo era que la joven no tenía idea de si tal proeza saldría otra vez, y cómo activarla. Lo bueno: un problema menos, ahora era el momento de encontrar en el prisionero que colgada del árbol, la respuesta ansiada.
Fuente: http://www.flickr.com/photos/26510022@N03/7082494569/sizes/m/in/photostream/
Aún no sabía cómo había ocurrido.. Un fuego brotó de mí.. aún no podía creerlo.
Me miraba la mano y a los restos del érgido muerto alternativamente, entre alucinada y asombrada, pero pronto volví a la realidad: necesitábamos información del érgido vivo.
Aprovechando que me había visto antes, me dirigí a él con furia:
-¡Ya has visto lo que soy capaz de hacer! -y le señalé con el dedo causante del anterior fuego. Aún no sabiendo si sería capaz de repetir lo que había conseguido, decidí aprovechar la ventaja de su ignorancia-. ¿¿Quieres que haga lo mismo contigo?? Necesitamos que hables, y lo necesitamos YA. Cuéntanos lo que sabes.
El guerrero había quedado sorprendido por los poderes de la chica. Cuando lo encaró de esa forma el hombre se vio impulsado a hablar, no por miedo pues era inmune a él y respondía al casco, pero porque el poder de Calisto le hizo acordar a su propio jefe.
-En los Montes de Araris, allí está mi Amo, el gran amo que comanda mi ejército.
Miró a la rubia con ojos de respeto y curiosidad. Luego, algo en él se despertó, algo del hombre que fue en otra época y dijo:
-Ayudadme a descansar, oh grandes Dioses...
Pensaba que todos lo eran, por eso no se resistió a hablar.
Calisto: para quemarlo no necesitás tirada (regalo de la master por haber cumplido el posteo :B)
Ya sabíamos dónde encontrarle, ya sabíamos dónde buscar: en los montes de Araris..
Miré al érgido, que a su vez nos miraba. Sólo quemándolo encontraría la paz qe anhelaba, y me dispuse a intentar repetir lo que antes logré. No sabía si podría volver a hacerlo.
Me concentré, cerrando los ojos, y noté un ardor en mi brazo que se extendía por mi mano. Una ráfaga de fuego salió disparada hacia el érgido, prendiéndolo en llamas.
Lo que quedaba de su alma se disipó en el aire con el rostro de quien una vez fue, dejándome de nuevo satisfecha de tener que realizar tan repugnante acto de liberación.
Me volví hacia los demás.
-Próximo destino: los montes de Araris, ¿no?
Gabrielle bajó la cabeza en señal de respeto cuando el erguido desapareció.
Espero que ahora descanse en paz. Casi rezó. Y seguidamente levantó la cabeza decidida y miró a Calisto con decisión. Vamos. No hay mucho tiempo que perder. La vida de todos los ciudadanos dependían de ellos.
Mirando a los demas dije: -"No podemos irnos ahora, si lo hacemos el pueblo quedara practicamente desamparado y el casco no creo que cambie de lugar tan rapidamente..."- dije mostrando evidente preocupaciòn
Perdon por las faltas, estoy desde la notebook de un amigo n_nU
xena veia el evento con desenfado, mejor dicho con indiferencia, ocupaba su mente en otros asuntos en ese momento, sabia que debian llegar rapido alla, pero no podian dejar abandonado de ese modo a un pueblo aunque su mision dependiera de ello, era hora de dividir fuerzas
-herc, tu y calisto adelantense a araris, en cuanto el pueblo este a salvo los alcanzaremos, gabrielle, preparate para pelear-
-“De acuerdo, puedo confiar en ti, por mi parte esta bien”-dije mirando a Calisto y esperando su respuesta…
-¡Vamos!- dije a Hércules-¡Iremos a buscar el Casco, acabaremos con ellos!
Tenía ya ganas de terminar con ellos, de liberarlos, de que todo acabase. Lo que dijo el érgido, ir a Araris, es un comienzo. Ojalá sea el principio del fin.
Comencé a caminar, despidiéndome de Xena y Gabrielle con un gesto de mi mano, luego acelere un poco el paso, mientras antes llegásemos a Araris, mejor…
Gabrielle asintió y se despidió de sus compañeros con un: Id con cuidado, firme y convincente. Después apretó su bastón con fuerza y decisión. Estaba concentrada y decidida a ganar.
master, me puedes decir que se del ejercito que viene, si se cuantos son, si conozco sus tacticas, todo lo que sepa de ellos... y con lo que cuenta el pueblo en el que estamos
El pueblo en el que estáis no cuenta con muchos guerreros. La mayoría son hombres pacíficos, granjeros y demás. Los guerreros son -Eton, Caos, Merle, Creta y Frago. Cinco hombres que son excepcionales por lo poco que habéis visto. El pueblo es de unos 300 habitantes, o menos. Serán 100 hombres y el resto mujeres y niños.
El pueblo está a punto de ser evacuado, por orden vuestra y los guerreros iban a escoltarlos. Pero sobre el ejército Érgido que viene no tenéis la más mínima idea.
Pueden ser 200 soldados o 2000.
De las tácticas de batalla de esos guerreros, de los que van a batallar junto a vosotros no sabéis nada. De los Érgidos sabéis que aunque cortados en pedazos siguen avanzando. Que son brutos, y que simplemente buscan llevarse a los hombres. A veces violan a las mujeres y las matan pero no siempre. Siempre matan a todos los bebés. Nadie sabe por qué eso último.
El pueblo es un pueblito pequeño. No cuenta con demasiadas cosas: más que nada casas, una taberna, y la única casa armada por decirlo así se llama "Casa Segura" (es donde estaban esos guerreros que os nombré) allí hay armas y todo eso. Si buscáis otra cosa en particular pregunten sin problema.
xena analiza la situacion, la idea de la evacuacion era buena en teoria, pero si aquellos soldados venian a caballo nos darian alcance facilmente, la unica forma de que el pueblo este a salvo es enfrentandolos y la unica forma de vencerlos es emboscarlos, no estaba seguro de como llegarian, pero casi estaba seguro de por donde llegarian.
-gabrielle, reune a los guerreros, debemos prepararnos para la guerra-
mientras los guerreros se reunen reviso las entradas del pueblo buscando un lugar al que podria huir la gente en caso de que todo se complicara
si se por donde llegaran verdad?
Sí, porque hay una sola entrada al pueblo y se supone que vienen por ese lado. Gabrielle tu puedes postear qué haces, sino igual el miércoles tipo a esta hora pongo el turno :P o sea tarde.
Hércules parte junto con Calisto: su destino, el monte Araris, al sur. Es un viaje de unas tres lunas así que no había tiempo que perder. El hecho de dejar a Xena y Gabrielle protegiendo al pueblo ofrecía algo de seguridad. Eran dos guerreras poderosas, y no cabía duda de que lo harían bien o lo mejor que pudieran.
Lo más importante de todo era que si llegaban a ese monte y le sacaban el casco a su portador, entonces todo volvería a ser bueno en la Tierra... o no tan malo.
Comenzaron a cabalgar despacio pero a ritmo, y de a poco fueron dejando el pueblo atrás. Delante, por donde se tenían que dirigir, habían pedazos de selva... casi sin poblados en el medio. Sería un viaje tranquilo, o aparentaba eso. Pero ese punto estaba bien: ya que ambos héroes debían planear su estrategia. Si el casco estaba allí, su dueño temporal también y no lo entregaría a la ligera.
Xena cabalgó hacia el pueblo junto con Gabrielle. Como bien habían informado los guerreros aliados, la mayoría de la gente ya se estaba movilizando fuera de la aldea. Llevaban sus animales y algunas pertenencias, todas sus caras eran de tristeza y temor pero obedecían igual.
Era mejor eso que la perspectiva de quedarse cuando el Ejército llegara.
Frago estaba en la puerta de la taberna, hablando con otros hombres, los que querían quedarse a pelear pero carecían del músculo. A Xena no le costó mucho adivinar que esos campesinos no tenían chance, debían oír al guerrero. Lo mejor era que el pueblo estuviera despejado para cuando los malvados llegasen.
-¿Qué tal amigos? - preguntó Frago -¿Habéis logrado algún avance?