Magna Opus, el mundo creado por el más perfecto y poderoso de las deidades eónicas, está sujeto a la influencia del akasha. Dicha influencia establece la existencia paralela de realidades alternativas fruto de decisiones, variaciones y demás. En esta realidad Avhile, Señor del Abismo y dios supremo de la violencia, el odio y la destrucción, ha logrado la victoria sobre las fuerzas del Orden provocando el apocalipsis, el fin de las eras. Los dioses mas poderosos, las civilizaciones, la vida tal y como se la conocía... todo ha sido destruido.
El Señor del Abismo le ha dejado los restos a sus hijos y Archidemonios, los ahora amos del mundo y él se ha retirado a su Dominio. Cada uno de ellos posee un Fragmento de Señor que mantiene unido el Plano Material al Abismo. Si se destruyen, se podría salvar lo que queda, pero nadie puede enfrentarse a ellos.
Salomón, la última deidad mayor que queda, ha recurrido a un ritual creado por sus Archimagos para traer héroes épicos de todas las realidades para que luchen en contra del Imperio Necroviano y sus 12 Emperadores. Sin embargo, el ritual tiene un defecto: Aquellos que trae son caprichos del destino. Pueden ser héroes virtuosos o infames villanos.
¿Será esta la salvación o, en cambio, hundirá todavía más el mundo en el Abismo?