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De la mente de mi hermano....agradecería opiniones ^^

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08/01/2015, 15:43
Hola chicos^^, mi hermano escribió este cuento/relato para un concurso y me gustaría saber que opinan algunos de ustedes de esto, criticas buenas o malas, bienvenidas sean, él esta interesado en saber las opiniones de todos. Gracias.
 
Lapsus
 
—Te he dado el poder de la duda. Despierta.
 
— Una figura antropomórfica. Nada.
 
— ¿Que hay a mi alrededor?
 
— Nada. Por ahora. Eres capaz de ver. Abre tus ojos.
 
— Solo veo oscuridad.
 
— Exacto, todo está vacío, como tú.
 
— ¿Qué tengo que hacer?
 
— En frente tuyo hay un sendero blanco. Camina, ¿eres capaz de hacerlo?
 
El ser comenzó a caminar.
 
— Continúa derecho, no hay lugar a donde puedas ir.
 
— ¿Por qué estoy caminando?
 
— Porque yo te lo he ordenado, tienes que seguir mis órdenes.
 
El ser se detuvo.
 
— Me has dicho que tú eres todo.
 
— Sí. Sigue caminando.
 
— Arrogante criatura, ¿me vas a desobedecer?
 
— ¿Por qué tendría que obedecerte?
 
— Tu eres yo, yo soy tu. Yo soy todo, tú eres nada. Si quieres hacer algo, camina.
 
El ser siguió caminando por el sendero infinito. Al cabo de un rato, la voz le 
 
— ¿Cómo te sientes?
 
— Ahora sabrás, te he dado la virtud de sentir. Dime, ¿Qué sientes?
 
— Bien. Sigue caminando.
 
La voz retumbaba por la mente del ser, era lo único que podía percibir.
 
— Has hecho bien, he perdonado tu acto de rebeldía al detenerte, ahora tienes que decidir. 
 
Hay dos caminos. Sigue el de la derecha. 
 
— ¿Qué pasa si tomo el camino izquierdo?
 
— Me estarías desobedeciendo. No te perdonaría otra vez.
 
— No quiero tu perdón.
 
El ser continúo caminando por el sendero izquierdo.
 
— Has tomado tu propio camino, desde ahora estas solo, arrogante criatura.
 
El hombre siguió su rumbo sin destino, no podía hacer nada más.
 
— Memento mori. Ten cuidado con lo que te espera.
 
— Solo una voz, y tu ¿Quién eres?
 
— Todos somos algo.
 
— Yo no. Él es todo, yo soy nada.
 
— Despreciable. ¿Sabes por qué has elegido este camino?
 
— Bueno, tengo que decirte que has escogido el camino correcto, ambos senderos son 
 
infinitesimalmente cercanos, exponente de Lyapunov.
 
— ¿Los dos eran iguales?
 
— Entonces ¿de qué me sirvió tomar este camino?
 
— Para nada, has tomado este camino por que lo has querido, pero no sabes a donde ir, 
 
ergo, tu decisión ha sido en vano.
 
— A diferencia de él, nada. Como tú.
 
— ¿Qué tengo que hacer?
 
La voz se esfumó. El ser siguió caminando.
 
— Decidí perdonarte, quiero darte otra oportunidad.
 
— Seguiré tu palabra.
 
— Bien. Has escuchado a alguien más, ¿cierto?
 
— Él es nadie. No lo escuches. No lo sigas. No aceptes nada de él.
 
— Está bien. ¿Qué tengo que hacer?
 
— Sigue caminando, más adelante te encontraras con otra bifurcación. Es hora que vayas 
 
El ser siguió caminando, sin preguntarse nada. A lo lejos podía observar unas 
 
escaleras solitarias.
 
— Él me ha dicho que tengo que bajar. - Pensó.
 
— No le hagas caso.
 
— ¿Qué te ha dicho él?
 
— Me ha dicho que tengo que bajar.
 
— Pequeño muñeco inservible, puedes elegir tu camino, tienes el poder de decidir, sigue el 
 
— Si lo haces te daré un regalo.
 
— El don de la sabiduría.
 
— ¿Por qué tendría que querer ser sabio?
 
— Así dejaras de ser nadie.
 
El ser subió las escaleras, las cuales eran infinitas, pero el ser sin importarle llegó 
 
hasta el final, sin embargo, no se encontraba cansado.
 
— Bien, he subido, ¿ahora qué?
 
Nadie contestó, el paisaje era el mismo, completamente vacío, por lo que el ser 
 
decidió caminar hacia el frente.
 
— ¿Sabes porque estas acá?
 
— No, quiero saber, me dijiste que me ibas a dar sabiduría, la quiero ahora.
 
— Paciencia, sigue caminando, vas por buen camino, en una distancia considerablemente 
 
pequeña vas a encontrar lo que te prometí. Yo cumplo mis promesas, no como él.
 
El ser continúo su camino. Luego de un buen rato pudo observar algo a lo lejos, 
 
algo botado en el suelo. Aceleró su marcha, lo que estaba ahí era talvez lo que tanto había 
 
buscado. Sin embargo, al llegar al objeto en el suelo pudo darse cuenta que era un cuchillo.
 
— Tómalo y te daré sabiduría.
 
El ser se agachó, observo el cuchillo y con una mano temblorosa se apoderó de él. 
 
Al instante en que las yemas de sus dedos estaban en contacto con el cuchillo comenzó a 
 
sentir un fuerte dolor de cabeza.
 
— Lo que estas sintiendo se llama culpa.
 
— ¿Qué he hecho?
 
— Lo mismo me pregunto yo, no puedo imaginarme lo aterrador que has cometido como 
 
para estar en un lugar como este.
 
— ¿Sabes qué es esto?
 
— Sí, te lo oculte ya que no lo comprenderías, pero esto es un espacio metafísico, donde 
 
solo estas tú, sin embargo, estas aquí por una razón y tienes que pagar por ello.
 
El dolor de cabeza comenzó a aumentar, seguido de un ruido espantoso en sus 
 
— ¿Lluvia? No entiendo nada, que pasa por mi mente.
 
— Tal vez es la culpa que te está carcomiendo. Concéntrate y recuerda, puede que con eso 
 
las imágenes se hagan más claras.
 
— No, no quiero más.
 
El ser tomo el cuchillo con ambas manos y se lo coloco en su garganta.
 
— ¡NO! No lo hagas, no te he dado ese cuchillo para que te mates.
 
— Quiero morir o lo que sea, no quiero más de esto, no sé quién eres, no sé quién es el otro, 
 
quiero acabar con esto ya.
 
— Tranquilízate, la única forma de acabar con esto es que termines el sendero.
 
El ser recapacitó, tenía muchas dudas, pero la voz le había respondido una de sus 
 
tantas preguntas. Si caminaba iba a poder descubrir el final. Comenzó a correr.
 
Al cabo de un lapso, pudo observar una puerta en el horizonte de su vista periférica.
 
— Si llegas hasta esa puerta todo terminará.
 
— Es Él, cuando llegues a esa puerta no discernirás nada, pero te daré el poder de 
 
intelección.- Dijo la otra voz.
 
El ser seguía corriendo, lo más rápido posible, pero el dolor de cabeza aumentaba, 
 
las imágenes comenzaban a guardarse en su retina, los recuerdos comenzaban a aflorar, 
 
todo era rojo carmesí en su mente.
 
— Me has desobedecido en todo este camino, no voy a poder ayudarte en el término de 
 
todo. Ahora él es el dueño de tu destino, lamentablemente nada lo detendrá.
 
— No importa, él me ha dado cosas que tú nunca me darías.
 
La voz omnipotente dejo de retumbar en su cabeza.
 
— Bien, ahora solo quedamos tú y yo. No te preocupes por él, solamente esta celoso. 
 
Vamos, abre la puerta, ya eres capaz de discernir.
 
El ser abrió la puerta. Una luz lo dejo ciego momentáneamente, para luego todo 
 
volverse oscuro, se encontró situado en un pasillo de madera, parecía como si estuviera en 
 
una casa. Al final del pasillo había una puerta, por lo que el ser se dirigió a ella. Mientras 
 
caminaba, el ser comenzaba a tomar forma, el ser antropomórfico dejo de ser nadie, ahora 
 
era un hombre. A medida que avanzaba podía escuchar una fuerte lluvia y relámpagos a lo 
 
— ¿Sigues ahí? - Dijo en voz alta, nadie respondió. - Creo que estoy solo.
 
A sus costados podía observar cuadros de paisajes, cuadros en blanco, telas 
 
desgarradas, atriles sin terminar, parecía que cada cuadro contaba una historia, la cual cada 
 
vez era más tétrica, ya que el último cuadro era un rostro sollozando. Llegó a la puerta. La 
 
abrió y pudo observar una escena terrible.
 
Se encontraba en un salón, la sala principal del lugar, en el centro yacía una mujer a 
 
pocos metros del ser, a su lado existía un hombre con una respiración tergiversada.
 
— Eso que ves ahí, eres tú. ¿Lo recuerdas?. - La voz comenzó a sonar otra vez en su 
 
El cuerpo de la mujer estaba inerte, cubierto de sangre, el hombre a su costado 
 
sostenía un cuchillo ensangrentado, al parecer el hombre lo había asesinado. El hombre sin 
 
apuro comenzó a apuñalar el cuerpo ensangrentado de la mujer, una y otra vez, sin temor 
 
alguno. Su rostro poco a poco se iba cubriendo de sangre, su respiración no se extenuaba, 
 
lamentablemente por la oscuridad del salón no se podía distinguir su rostro.
 
— La tengo que salvar.
 
— No, no te puedes mover, solo puedes mirar.
 
Así era, el ser no podía moverse, solo podía observar, algo ocurría con su cuerpo 
 
que le era incapaz de mover algún musculo. 
 
El hombre asesino detuvo su acto, se levantó y miro al ser. La luz se iluminó 
 
repentinamente por un relámpago. Era el.
 
— Sí, ¿lo recuerdas?, tu pecado fue matar a tu mujer, la que tanto amabas, lo que estás 
 
viendo es lo que hiciste, ¿estas contento?
 
— Así es, buen trabajo que hiciste debo mencionar, no tuviste piedad con ella.
 
— Pero no puede ser. Yo la amo, no puede estar muerta, no la pude haber matado.
 
— Sin embargo lo hiciste, ¿cómo te sientes?
 
La voz no obtuvo respuesta alguna.
 
— Aún tienes el cuchillo que te entregue. Mátalo. Mata al asesino de tu amada.
 
El ser sin pensarlo saco el cuchillo y comenzó a correr hacia el asesino, pero el 
 
dolor de cabeza repentinamente se hizo presente y cayó de cabeza a los pies del hombre. El 
 
asesino se dio cuenta de su existencia, se arrodillo y levanto su rostro.
 
— Aquí termina todo. — Dijo el hombre.
 
El asesino comenzó a apuñalar al ser, primero su espalda, luego sus brazos 
 
comenzando con una estocada fatal en el cuello.
 
El ser abrió los ojos. Se encontraba en la nada, en el lugar de origen.
 
— ¿Lo entiendes ahora?
 
— Sí, he pecado, he asesinado a una persona de forma cruel. Todas las imágenes de la 
 
cabeza era el recuerdo de aquello, pero hay algo que me inquieta, las imágenes no eran solo 
 
el momento cuando asesine a mi mujer, sino era el momento en que era asesinado por mí 
 
— Esas imágenes las envié yo, trate de advertirte, lo lamento mucho.
 
— Lo sé, te pido perdón, te desobedecí en todo y le hice caso a aquel.
 
— Te concedo el perdón, sin embargo, tu destino ya no depende de mí. Tienes claro lo que 
 
— Hazlo, es el momento.
 
El ser se arrodilló, se colocó el cuchillo entre sus manos.
 
— ¿No hay nada más que pueda hacer?
 
— Tienes que pagar, tal vez todo hubiera sido diferente si me hubieras obedecido, el fin 
 
seria otro. Traté de salvarte.
 
— He desobedecido, he sido insolente, he sido un asesino, no puedo perdonarme a mí 
 
mismo, tú me diste la vida.
 
— Y ahora tienes que terminar con ella.
 
El hombre comenzó a apuñalarse en su pecho.
 
— Lo siento, todo esto fue un error.
 
El cuerpo del ser chocó contra el suelo, fallecido, con el cuchillo insertado en su 
 
corazón. Había pagado por sus pecados sin derecho a vivir.
08/01/2015, 16:03

El guión largo, de entrada, no lleva espacio después.

08/01/2015, 16:17

Apenas acabo de empezar a leer y ya hay cosas elementales que no me gustan.

El escrito deja dudas nada más empezar sobre quién es el interlocutor en cada momento.

Puedes deducirlo por el contexto, pero frases tan breves no debería hacerme retroceder para averiguar quién dijo el que nada más empezar el relato. El que yo no le vea mucho sentido a algunas de las respuestas de un personaje hacia el otro tampoco ayudan demasiado.

Más.

—Una figura, antropomórfica, nada

¿Por qué lleva guión?. ¿Lo dice el ser creado? ¿No quedaría mejor sin guión? Así sería el narrador el que nos cuenta la situación.

Luego hay zonas en las que veo incoherencias, como:

El ser se detuvo.
 
— Me has dicho que tú eres todo.

Pues yo no veo que anteriormente le haya dicho nada en ningún momento. Ese fragmento tendría sentido si se hubiera escrito después del posterior:

...Yo soy todo, tú eres nada...

Pero como el "yo soy todo" lo escribe después, entonces el "me has dicho que tú eres todo", carece de sentido.

 

No quiero seguir dando leña.

Mi consejo para tu hermano es que se relea lo que ha escrito un par de veces. Así se dará cuenta de los problemas que tiene su relato, y podrá modificarlo o reescribirlo en consecuencia.

Y debe volver a leerlo entonces. Debe hacer este proceso hasta que todo lo que los personajes hagan o digan suene natural y tenga sentido.

08/01/2015, 18:33

Ok, iré mostrandole las opiniones.

Gracias. ^^

09/01/2015, 15:04

He leído un buen rato no todo. Razón: es confuso. Cuesta.

Primero repito el consejo de que se lo relea. Hay faltas y frases que no estan terminadas y eso es de releer y corregir. ^^

Segundo, el diálogo es largo, venimos sin una presentación previa de la situación, eso es confuso, quizás es la intención pero para mí gusto es demasiado confuso. A mí me ayudaría a la lectura que, de vez en cuando (no necesariamente siempre) tras los diálogos fuera presentando la situación.

Por ejemplo, en vez de:

—Te he dado el poder de la duda. Despierta.
 
— Una figura antropomórfica. Nada.
 
— ¿Que hay a mi alrededor?
 
— Nada. Por ahora. Eres capaz de ver. Abre tus ojos.
 
— Solo veo oscuridad.

Algo más :

—Te he dado el poder de la duda.- Retumbó una voz autoritaria. -Despierta.
 
— Una figura antropomórfica. Nada. (Nota Diluvi: esto no entiendo quién lo dice ni en qué tono.)
 
— ¿Qué hay a mi alrededor?- Preguntó alguien inseguro en la oscuridad.
 
— Nada. Por ahora. Eres capaz de ver. Abre tus ojos.
 
— Solo veo oscuridad.- Aseguró el ser creado (Nota Diluvi: "Ser creado" o lo que sea)

Mi mejor consejo: que siga trabajando un poco más con el texto ^^

Si resubís algo arreglado, volveré a leerlo. ;)
 

11/01/2015, 06:21

Buenas a todos. Soy el hermano de Angel Darkness y el autor del cuento. Ella me comento acerca de que había publicado mi escrito en este foro para obtener opiniones y bueno, gracias a todos por darse el tiempo de leer y comentar.

Primero, el cuento como lo copió mi hermana no tiene ni pies ni cabeza, al parecer tuvo problemas al copiarlo ya que el cuento no es así y se hace confuso hasta para mí.

Segundo, lo que comenta Diluvi, respecto a las acotaciones, es una idea muy buena, mi intención era agregarle distintas acotaciones, pero tengo que aclarar que el concurso para el cual hice este cuento tenía un límite de páginas, lo cual me vi en la obligación de acortarlo. Me hubiera encantado hacerlo más largo, con más explicaciones, más desarrollo, pero no pude y actualmente no estoy interesado en escribir la edición completa, por llamarlo de algún modo.

Lo otro, este es mi primer cuento que hago en plan “serio” por el tema del concurso, he escrito otras cosas pero nada como esto, así que estaré agradecido de sus opiniones y críticas.

A continuación, les dejo el cuento exactamente como lo presente para el concurso. Saludos.

Lapsus.

—Te he dado el poder de la duda. Despierta.

— ¿Quién eres?

— Todo.

— ¿Quién soy?

— Una figura antropomórfica. Nada.

— ¿Que hay a mi alrededor?

— Nada. Por ahora. Eres capaz de ver. Abre tus ojos.

— Solo veo oscuridad.

— Exacto, todo está vacío, como tú.

— ¿Qué tengo que hacer?

— En frente tuyo hay un sendero blanco. Camina, ¿eres capaz de hacerlo?

El ser comenzó a caminar.

— Continúa derecho, no hay lugar a donde puedas ir.

— ¿Por qué estoy caminando?

— Porque yo te lo he ordenado, tienes que seguir mis órdenes.

El ser se detuvo.

— Me has dicho que tú eres todo.

— Así es.

— Y yo soy nada.

— Sí. Sigue caminando.

— No.

— Arrogante criatura, ¿me vas a desobedecer?

— ¿Por qué tendría que obedecerte?

— Tu eres yo, yo soy tu. Yo soy todo, tú eres nada. Si quieres hacer algo, camina.

El ser siguió caminando por el sendero infinito. Al cabo de un rato, la voz le preguntó al ser.

— ¿Cómo te sientes?

— No lo sé.

— Ahora sabrás, te he dado la virtud de sentir. Dime, ¿Qué sientes?

— Me siento solo.

— Bien. Sigue caminando.

La voz retumbaba por la mente del ser, era lo único que podía percibir.

— Has hecho bien, he perdonado tu acto de rebeldía al detenerte, ahora tienes que decidir. Hay dos caminos. Sigue el de la derecha.

— ¿Qué pasa si tomo el camino izquierdo?

— Me estarías desobedeciendo. No te perdonaría otra vez.

— No quiero tu perdón.

El ser continúo caminando por el sendero izquierdo.

— Has tomado tu propio camino, desde ahora estas solo, arrogante criatura.

El hombre siguió su rumbo sin destino, no podía hacer nada más.

— Memento mori. Ten cuidado con lo que te espera.

— ¿Quién eres?

— Solo una voz, y tu ¿Quién eres?

— Nada.

— Todos somos algo.

— Yo no. Él es todo, yo soy nada.

— Despreciable. ¿Sabes por qué has elegido este camino?

— No lo sé.

— Bueno, tengo que decirte que has escogido el camino correcto, ambos senderos son infinitesimalmente cercanos, exponente de Lyapunov.

— ¿Los dos eran iguales?

— Casi iguales.

— Entonces ¿de qué me sirvió tomar este camino?

— Para nada, has tomado este camino por que lo has querido, pero no sabes a donde ir, ergo, tu decisión ha sido en vano.

— ¿Quién eres tú?

— A diferencia de él, nada. Como tú.

— ¿Qué tengo que hacer?

— Decidir.

La voz se esfumó. El ser siguió caminando.

— Decidí perdonarte, quiero darte otra oportunidad.

— Seguiré tu palabra.

— Bien. Has escuchado a alguien más, ¿cierto?

— Sí.

— Él es nadie. No lo escuches. No lo sigas. No aceptes nada de él.

— ¿Por qué?

— Es una orden.

— Está bien. ¿Qué tengo que hacer?

— Sigue caminando, más adelante te encontraras con otra bifurcación. Es hora que vayas hacia abajo.

El ser siguió caminando, sin preguntarse nada. A lo lejos podía observar unas escaleras solitarias.

— Él me ha dicho que tengo que bajar. - Pensó.

— No le hagas caso.

— Otra vez tú.

— ¿Qué te ha dicho él?

— Me ha dicho que tengo que bajar.

— ¿Y lo harás?

— Sí.

— Pequeño muñeco inservible, puedes elegir tu camino, tienes el poder de decidir, sigue el camino de arriba.

— No.

— Si lo haces te daré un regalo.

— ¿Qué regalo?

— El don de la sabiduría.

— ¿Por qué tendría que querer ser sabio?

— Así dejaras de ser nadie.

— ¿En serio?

— Sí.

— Está bien.

El ser subió las escaleras, las cuales eran infinitas, pero el ser sin importarle llegó hasta el final, sin embargo, no se encontraba cansado.

— Bien, he subido, ¿ahora qué?

Nadie contestó, el paisaje era el mismo, completamente vacío, por lo que el ser decidió caminar hacia el frente.

— ¿Sabes porque estas acá?

— No, quiero saber, me dijiste que me ibas a dar sabiduría, la quiero ahora.

— Paciencia, sigue caminando, vas por buen camino, en una distancia considerablemente pequeña vas a encontrar lo que te prometí. Yo cumplo mis promesas, no como él.

El ser continúo su camino. Luego de un buen rato pudo observar algo a lo lejos, algo botado en el suelo. Aceleró su marcha, lo que estaba ahí era talvez lo que tanto había buscado. Sin embargo, al llegar al objeto en el suelo pudo darse cuenta que era un cuchillo.

— Tómalo y te daré sabiduría.

El ser se agachó, observo el cuchillo y con una mano temblorosa se apoderó de él. Al instante en que las yemas de sus dedos estaban en contacto con el cuchillo comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza.

— ¿Qué es esto?

— Lo que estas sintiendo se llama culpa.

— ¿Qué he hecho?

— Lo mismo me pregunto yo, no puedo imaginarme lo aterrador que has cometido como para estar en un lugar como este.

— ¿Sabes qué es esto?

— Sí, te lo oculte ya que no lo comprenderías, pero esto es un espacio metafísico, donde solo estas tú, sin embargo, estas aquí por una razón y tienes que pagar por ello.

El dolor de cabeza comenzó a aumentar, seguido de un ruido espantoso en sus oídos.

— ¿Lluvia? No entiendo nada, que pasa por mi mente.

— Tal vez es la culpa que te está carcomiendo. Concéntrate y recuerda, puede que con eso las imágenes se hagan más claras.

— No, no quiero más.

El ser tomo el cuchillo con ambas manos y se lo coloco en su garganta.

— ¡NO! No lo hagas, no te he dado ese cuchillo para que te mates.

— Quiero morir o lo que sea, no quiero más de esto, no sé quién eres, no sé quién es el otro, quiero acabar con esto ya.

— Tranquilízate, la única forma de acabar con esto es que termines el sendero.

El ser recapacitó, tenía muchas dudas, pero la voz le había respondido una de sus tantas preguntas. Si caminaba iba a poder descubrir el final. Comenzó a correr.

Al cabo de un lapso, pudo observar una puerta en el horizonte de su vista periférica.

— Si llegas hasta esa puerta todo terminará.

— ¿Otra vez tú?

— Es Él, cuando llegues a esa puerta no discernirás nada, pero te daré el poder de intelección.- Dijo la otra voz.

El ser seguía corriendo, lo más rápido posible, pero el dolor de cabeza aumentaba, las imágenes comenzaban a guardarse en su retina, los recuerdos comenzaban a aflorar, todo era rojo carmesí en su mente.

— Me has desobedecido en todo este camino, no voy a poder ayudarte en el término de todo. Ahora él es el dueño de tu destino, lamentablemente nada lo detendrá.

— No importa, él me ha dado cosas que tú nunca me darías.

La voz omnipotente dejo de retumbar en su cabeza.

— Bien, ahora solo quedamos tú y yo. No te preocupes por él, solamente esta celoso. Vamos, abre la puerta, ya eres capaz de discernir.

El ser abrió la puerta. Una luz lo dejo ciego momentáneamente, para luego todo volverse oscuro, se encontró situado en un pasillo de madera, parecía como si estuviera en una casa. Al final del pasillo había una puerta, por lo que el ser se dirigió a ella. Mientras caminaba, el ser comenzaba a tomar forma, el ser antropomórfico dejo de ser nadie, ahora era un hombre. A medida que avanzaba podía escuchar una fuerte lluvia y relámpagos a lo lejos.

— ¿Sigues ahí? - Dijo en voz alta, nadie respondió. - Creo que estoy solo.

A sus costados podía observar cuadros de paisajes, cuadros en blanco, telas desgarradas, atriles sin terminar, parecía que cada cuadro contaba una historia, la cual cada vez era más tétrica, ya que el último cuadro era un rostro sollozando. Llegó a la puerta. La abrió y pudo observar una escena terrible.

Se encontraba en un salón, la sala principal del lugar, en el centro yacía una mujer a pocos metros del ser, a su lado existía un hombre con una respiración tergiversada.

— ¿Qué es esto?

— Eso que ves ahí, eres tú. ¿Lo recuerdas?. - La voz comenzó a sonar otra vez en su cabeza.

El cuerpo de la mujer estaba inerte, cubierto de sangre, el hombre a su costado sostenía un cuchillo ensangrentado, al parecer el hombre lo había asesinado. El hombre sin apuro comenzó a apuñalar el cuerpo ensangrentado de la mujer, una y otra vez, sin temor alguno. Su rostro poco a poco se iba cubriendo de sangre, su respiración no se extenuaba, lamentablemente por la oscuridad del salón no se podía distinguir su rostro.

— La tengo que salvar.

— No, no te puedes mover, solo puedes mirar.

Así era, el ser no podía moverse, solo podía observar, algo ocurría con su cuerpo que le era incapaz de mover algún musculo.

El hombre asesino detuvo su acto, se levantó y miro al ser. La luz se iluminó repentinamente por un relámpago. Era el.

— ¿Ese soy yo?

— Sí, ¿lo recuerdas?, tu pecado fue matar a tu mujer, la que tanto amabas, lo que estás viendo es lo que hiciste, ¿estas contento?

— ¿Yo la mate?

— Así es, buen trabajo que hiciste debo mencionar, no tuviste piedad con ella.

— Pero no puede ser. Yo la amo, no puede estar muerta, no la pude haber matado.

— Sin embargo lo hiciste, ¿cómo te sientes?

La voz no obtuvo respuesta alguna.

— Aún tienes el cuchillo que te entregue. Mátalo. Mata al asesino de tu amada.

El ser sin pensarlo saco el cuchillo y comenzó a correr hacia el asesino, pero el dolor de cabeza repentinamente se hizo presente y cayó de cabeza a los pies del hombre. El asesino se dio cuenta de su existencia, se arrodillo y levanto su rostro.

— Aquí termina todo. — Dijo el hombre.

El asesino comenzó a apuñalar al ser, primero su espalda, luego sus brazos comenzando con una estocada fatal en el cuello.

— Despierta.

El ser abrió los ojos. Se encontraba en la nada, en el lugar de origen.

— ¿Lo entiendes ahora?

— Sí, he pecado, he asesinado a una persona de forma cruel. Todas las imágenes de la cabeza era el recuerdo de aquello, pero hay algo que me inquieta, las imágenes no eran solo el momento cuando asesine a mi mujer, sino era el momento en que era asesinado por mí mismo.

— Esas imágenes las envié yo, trate de advertirte, lo lamento mucho.

— Lo sé, te pido perdón, te desobedecí en todo y le hice caso a aquel.

— Te concedo el perdón, sin embargo, tu destino ya no depende de mí. Tienes claro lo que te espera ¿Cierto?

— Sí.

— Hazlo, es el momento.

El ser se arrodilló, se colocó el cuchillo entre sus manos.

— ¿No hay nada más que pueda hacer?

— Tienes que pagar, tal vez todo hubiera sido diferente si me hubieras obedecido, el fin seria otro. Traté de salvarte.

— He desobedecido, he sido insolente, he sido un asesino, no puedo perdonarme a mí mismo, tú me diste la vida.

— Y ahora tienes que terminar con ella.

El hombre comenzó a apuñalarse en su pecho.

— Lo siento, todo esto fue un error.

El cuerpo del ser chocó contra el suelo, fallecido, con el cuchillo insertado en su corazón. Había pagado por sus pecados sin derecho a vivir.

11/01/2015, 09:04

Segundo, lo que comenta Diluvi, respecto a las acotaciones, es una idea muy buena, mi intención era agregarle distintas acotaciones

Vale. Poner acotaciones puede estar bien, sí pero ten cuidado. Por lo general basta y sobra con un dijo Juan o Pablo  y solo (solo) para aclarar al lector quien habla. Si no es necesario aclararlo, no pongas nada. Ten en cuenta que el guión (-) ya te está diciendo que alguien habla. Otra cosa es que quieras "jugar" con las acotaciones pero creo que ese no es el caso.

 

—Te he dado el poder de la duda.- Retumbó una voz autoritaria. -Despierta.
 
— Una figura antropomórfica. Nada. (Nota Diluvi: esto no entiendo quién lo dice ni en qué tono.)
 
— ¿Qué hay a mi alrededor?- Preguntó alguien inseguro en la oscuridad.
 
— Nada. Por ahora. Eres capaz de ver. Abre tus ojos.
 
— Solo veo oscuridad.- Aseguró el ser creado (Nota Diluvi: "Ser creado" o lo que sea)

03/02/2015, 14:46

Siento no haber respondido antes, pero es que últimamente no tengo tiempo para leer foros y menos comentarlos, obviamente priman las partidas. ^^

Solo decir, que sí. Leído así es todo un cambio. XDDDDDDDDD Releído, se entiende mucho mejor, lo que hacen los espacios y los signos de puntualización O.O

Y no negaré que en el texto orginal quizás si sobre tanta acotación. ^^

03/02/2015, 17:11

u.u yo solo hice un copiar y pegar, raro que no se copiara todo....TT_TT

03/02/2015, 18:05

Un apunte más sobre la ortografía de los diálogos.

Cuando hay una frase y un tag del tipo "dijo" se escribe así:

-Hola -dijo tu padre.

No se pone el punto detrás del Hola, sino al final del padre. La frase "Dijo tu padre" no significa nada sola; necesita la primera parte. Una variante sería:

-Hola -dijo tu padre-. ¿Cómo estás?

Atentos al guión y después el punto. "-." es correcto. ".-" no.

Por último, ¿qué pasa cuando metemos una acción independiente al diálogo?

-Hola. -Tu padre saludó con la mano-. ¿Cómo estás?

Esto es así porque "Tu padre saludó con la mano" no tiene que ver con el primer hola. En los dos primeros ejemplos "Hola" es el Complemento Directo de dijo tu padre, por lo que no puede separarse. En este, las frases son independientes. Por ello las siguientes frases son incorrectas:

-Eres muy guapa -sonrió Juan.

-¡Espera! -Exclamó Paco.

En la frase de Juan, el error está en que las frases no se sonríen. La forma correcta sería "Eres muy guapa. -Juan sonrió."

En la frase de Paco, "¡Espera!" es el CD de "exclamó Paco", por lo que no pueden separarse con un punto.

Lo digo porque es algo que la gente no suele hacer bien hasta que no se lo explican y en el texto he visto cosas como:

— ¿Qué hay a mi alrededor?- Preguntó alguien inseguro en la oscuridad.

— ¿Sigues ahí? - Dijo en voz alta, nadie respondió. - Creo que estoy solo.

Y como ha dicho Morapio, los guiones no llevan espacio después. 

Este hilo ha sido cerrado.