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"Han pasado cinco años desde que el dragón Smaug fuera abatido por la Flecha Negra del Rey Bardo. Cinco años de la Batalla de los Cinco Ejércitos, de la tregua entre elfos de los Salones del Bosque y enanos de la Montaña Solitaria y las Colinas de Hierro. Cinco años desde que se coronaran el Rey Dain Pie de Hierro y el Rey Bardo Matadragón. Cinco años ha sido lo que han tardado esta coalición de Pueblos Libres (hombres, elfos y enanos) en reconstruir Valle, la ciudad más grande del Norte. Y digo reconstruir, pues Valle fue un día tan grande como hoy, pero más antigua y fuerte. Cuando las campanas repicaban en sus plazas y muros, los enanos eran menos taciturnos y más numerosos, y Esgaroth no era sino un lago, y no una ciudad sobre tablones. Durante generaciones, no hubo mejores defensores de la casa de Girion que la estirpe de Jormund. Diestros nobles, hábiles diplomáticos, Jormund era uno de los hombres de confianza del señor de Valle de su época. Jormund había combatido al lado de su señor, y había representado en lejanas cortes, que hoy nos son desconocidas, a Girion. No había mejor vasallo. Y entonces llegó Smaug.

El gran gusano apareció, fuego hecho carne y escamas, e hizo arder la Montaña de los enanos, y a Valle junto a ella. Pocos pudieron huir, pero Jormund, su esposa y sus hijos estaban entre esos pocos. Portando pocas posesiones, cruzaron el Bosque Negro, y tras innumerables peligros, tomaron refugio en el Salón del Bosque, con los hombres que habitan el Bosque. Por muchas generaciones, la casa de Jormund hizo la labor de intendentes de los hombres del Bosque, logrando de otras gentes aquello que no podían conseguir, y amasaron una respetable fortuna en el proceso. De padres a hijos pasó esa labor, hasta el día que la heredé yo mismo: Rickard, hijo de Rickmund, último heredero de la casa de Jormund. Aunque toda la vida la hice en el Salón del Bosque, ni Esgaroth, ni las ruinas de Valle me eran extrañas. Toda mi vida la he pasado soñando con el antiguo hogar de mis ancestros. No hay mayor dolor en mi corazón que no haber podido acudir a la llamada de mi Rey en la Batalla de los Cinco Ejércitos; pero quise compensarlo, y puse mis dones (y la fortuna familiar) a trabajar por este nuevo reino de Valle, un servicio más útil para el Matadragón de lo que mi espada hubiera podido ofrecer. Con gusto hinqué mi rodilla a la majestad de Bardo.

Cinco años han pasado en los que apenas he visto a mi mujer, mis hijas y a mi hermano. Cinco años trabajando día y noche en levantar de nuevo todo un reino. Pero al fin, tras cinco largos y duros años, Valle está al fin restaurada; mi rey, coronado; mi ciudad, convertida en el orgullo de los hombres del norte. Orgulloso, di la orden a mis hombres de que trasladaran a mi esposa y mis hijas; y mi hermano viajaría por un camino más largo trasladando mis posesiones materiales. Las mujeres de mi casa llegaron sin más contratiempos; pero mi hermano, ¡ay! Mi hermano, prefiriendo la seguridad de los beórnidas a internarse en el Bosque, escogió dar un rodeo. Llevando una caravana con las reliquias familiares, su camino consistía en cruzar los Estrechos de las Montañas Grises para llegar a Valle desde el norte. Un camino en apariencia más largo, pero más seguro.

Los orcos aparecieron desde las Montañas Grises, sorprendiendo a la caravana y sus escoltas. De la docena de hombres, solo mi hermano, Bertmund, ha llegado hasta la ciudad, enfermo y débil tras una carrera de muchas leguas a caballo. Suplicaba y temblaba en sueños: aún no se ha recuperado. Mi preocupación por él no decae, pese a que cada día recobra en pequeña parte sus fuerzas. Su seguridad y salud es para mí más importante que cualquier otra cosa. Pero hay algo que mi hermano perdió en la caravana que me es muy preciado. Pues entre las reliquias, la única que de verdad me importa es la Lámpara Esmeralda. Había otros objetos de valor: un cetro ornamental que le regalaron a mi abuelo, un medallón elfo que ganó mi tatarabuelo en un negocio complicado, una copa de plata hecha por los enanos de las Montañas Azules finamente tallada... Pero nada de eso me importa más que la Lámpara. Pues esa lámpara la llevó mi antepasado, Rickmund, y con ella iluminó la oscuridad del Bosque Negro para trazar un camino seguro para su familia. Se ha pasado de padres a hijos, y esperaba algún día legársela a mi hija Brunilda, como un día mi padre me la dio a mí.

Esa es la razón por la que os he mandado llamar. Pues necesito un grupo de aventureros dispuesto a enfrentarse a un grupo de orcos y a, por lo menos intentar, recuperar la Lámpara Esmeralda. Los detalles de la recompensa los podéis hablar con mi asistente, pero sabed que no escatimaré en gastos por ella. ¿Y bien? ¿Qué decís? ¿Aceptáis viajar a los Estrechos de las Montañas Grises para buscar una Lámpara antigua?"

Tras un tiempo cocinándola, al fin puedo lanzar la aventura La Lámpara Esmeralda. En esta partida, resumiendo el texto de arriba, los personajes formarán un grupo que debe viajar los Estrechos de las Montañas Grises rastreando a unos orcos ladrones. Por eso, busco entre tres y cinco aventureros que quieran embarcarse en un viaje por las Tierras Ásperas. Algunos datos:

- Nº jugadores: 3-5. 3 es el número mínimo para que saque la partida adelante; 5 es el número ideal en mi opinión.
- Ritmo: Medio.
- Conocimiento del sistema: Medio. Prefiero jugadores con algo de soltura en el juego.
- Suplementos y culturas permitidos: Las culturas del libro básico más las del suplemento de Erebor y los enanos de las Montañas Azules que aparecen en el suplemento Adventurer's Companion; los suplementos que permito son Darkening of Mirkwood, Rivendell, Erebor, y Adventurer's Companion. En la partida habrá una lista con qué cosas en particular de cada suplemento se añaden.

Quién esté interesado, puede enviarme un MP con la siguiente información:

- Nombre
- Cultura
- Ocupación
- Edad
- Concepto en una frase
- Trasfondo breve
- Imagen

En negrita es lo imprescindible: lo otro está bien tenerlo, pero no es imprescindible. Se me puede enviar más de un concepto.

Y eso es todo. ¡Muchas gracias y un saludo!

Mi conocimiento del sistema es mínimo, el manual lo tengo, pero si ves que no sale gente yo me apunto .Te mando un posible personaje .

¡Cuenta conmigo!

@Kalamar

Aunque tu conocimiento del sistema sea mínimo, mientras puedas hacerte el personaje y saber más o menos la mecánica de tiradas, a mí me vale. Cualquier duda, pregúntame sin miedo, que no muerdo.

@Marlow

¡Recibido tu MP!

Ya te he mandado la idea, espero que quede algun hueco :S

ok , pues te mando un concepto  mas bien  básico  de meteleches  me estoy leyendo el manual y no parece muy complicado  pero ya me estrellare con algo :) 

Hasta ahora he recibido 3 MP's con personajes, todos muy guachis. De aquí al viernes empezaré la partida, así que si alguien aún está dudoso, que sepa que hay espacio para uno o dos más :)

Buenos días, te acabo de envia un MP.

Un saludo.

Otra cosa, no tengo problema en utilizar otro PJ distinto que encaje mejor en tu crónica, el único inconveniente que tengo es que el material que poseo es de la edición española (por ahora he ido comprando todo lo publicado).

Lástima que sea necesario un mínimo conocimiento del sistema, porque me apetece probar El Anillo Único, pues he empezado a probar Adventures in Middle-Earth, y hay muchas cosas basadas en este que me gustaría probar, antes de empezar a utilizarlas.

Bueno, estaré pendiente por si sacas una para novatos, trick_master!! ;)

Suerte con la partida!!

MP enviado. Es un elfo, pero si quieres algo más mundano (la historia parece más orientada a gente "de la tierra") no hay problema en canviar el enfoque del personaje. :) 

La introducción promete en cualquier caso!

¡Contad con mi hacha!Mp enviado.

Al final, parecía que la cosa iba a estar paradita, pero he recibido un montón de MP's sobre la bocina; algunos eran muy chulos y me ha dado lástima dejarlos fuera, pero no todos podían entrar. ¡Lo siento por los que no he podido meter en la partida! Volveré a este tema cuando necesite sustitutos (si es que los llego a necesitar).