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[RECLUTAMIENTO] UN AULLIDO DESDE CARCOSA: primer desembarco

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30/06/2025, 17:02
Editado: 30/06/2025, 19:20

Se dice que la verdad está en el ojo de quien mira; ¿pero y si ese ojo está ciego?

—R. W. Chambers, El Signo Amarillo

 

Un grupo indefinido de navegantes parte hacia Carcosa con el firme propósito de desembarcar en una de sus costas, cruzar las ruinas asoladas por la enfermedad y obrar un ritual en el centro del Lago Hali, acceder a las Híades y alterar la percepción que tenemos de la realidad con el fin de devolverle a la humanidad su voluntadad.

 


 


 

CONSIDERACIONES

Esta partida forma parte del proyecto narrativo Un Aullido desde Carcosa, un sistema de juego dramático simbólico ambientado en el universo de Robert W. Chambers y Robin D. Laws. Se juega creando. Se crea narrando. Se narra jugando. Si lo estás leyendo, es posible que ya estés dentro. Si estás dentro, es posible que no puedas salir.

 


 


 

CONFIDENCIAL — SOLO PARA QUIENES TODAVÍA SUEÑAN

El Proyecto HALI ha cruzado el umbral de lo teórico. El módulo ha sido dispuesto. Resta ajustar la pulsión.

Durante años —décadas—, un grupo interdisciplinar de filósofos y filósofas, poetisas y poetas, físicos y físicas y psicoanalistas ha trabajado en un lenguaje capaz de torcer la realidad.

No se trataba de interpretar El Rey de Amarillo, sino de leerlo desde dentro. De responderle. De construir una estructura ritual lo bastante simbólica y enferma como para viajar hacia Carcosa sin disolverse en el intento.

EL VEHÍCULO NO ES FÍSICO, PERO TIENE MASA. NO ES MENTAL, PERO HABITA LAS MEMORIAS
Su diseño responde a una lógica esotérica: el módulo es un poema, un dispositivo psíquico sostenido por ocho conciencias limpias. Cuatro niñas. Cuatro niños. Todos ellos elegidos por sus anomalías cognitivas, por su capacidad para percibir simultáneamente el símbolo y lo real.

Se les ha enseñado a no temer. Se les ha enseñado a ver. Y, sin embargo, no bastan.

SE PRECISAN VOLUNTARIOS

Adultos. Contaminados, sí, pero quebrados. Capaces de contener, absorber y metabolizar el daño. Personas que sepan mentirle a la realidad. Que acepten que la ficción no es evasión, sino conquista.

EL VIAJE NO SERÁ LINEAL. TAMPOCO LITERAL.

No hay trayecto establecido entre esta realidad y Carcosa. Habrá que atravesar capas de lenguaje, imágenes residuales, arquetipos degenerados. Habrá entidades, formas del no-ser y, por supuesto, habrá traición, para nada redención.

No se garantiza el regreso. Tampoco se espera.

LO QUE SE ESPERA

Lo que se espera de los voluntarios y voluntarias no es disciplina militar ni heroísmo. Se les demanda sacrificio narrativo, entrega a lo incompleto; que cada decisión sea una hendidura en la psique por la que pueda filtrarse otra forma de entender lo humano.

¿TE ATREVES A FORMAR PARTE DEL PRIMER DESEMBARCO?

El módulo está casi a punto. Las conciencias preparadas. El inconsciente colectivo predispuesto.

Falta la tripulación.

 


 


 

[APÉNDICE TÉCNICO]

Rotor de navegación: adaptación del sistema GUMSHOE QUICKSHOE.

Número de tripulantes: abierto, entre 3 y 9.

Plataforma de embarque: Natilla.

Duración aproximada: abierta, dividida en Actos y Entreactos.

Ritmo: de 1 a 3 mensajes semanales, dependiendo del número de navegantes.

Estilo: narrativa simbólica compartida, tono literario poético abstracto.

Fecha del lanzamiento: prevista para finales de julio, a consensuar entre la tripulación.

 


 


 

EJEMPLO PARTIDA (UN AULLIDO DESDE CARCOSA: las guerras)

NARRADOR:

27 de enero de 1947 - Lucerna

Primera hora de la mañana - Vías de tren en dirección a Reiden


El cielo se resquebrajaba, como piel vieja que alguien hubiese olvidado coser, en colores ocre.

Iher Assintent:

—Amanecer no es palabra que aquí —le señaló a Owen— signifique promesa.

Narrador:

Marchaban sin orden desde hacía aproximadamente una hora. Owen, Sima y el asistente, inseparables. Mikhail y Elena. Manlleus a su ritmo, en parte obligada por el reglamento, en parte responsable. Étienne en silencio, la observa. La mujer esperaba conversar con Mikhail, era evidente.

Crisálida:

—No te equivocas.

Narrador:

La luz diurna se desparramaba sobre la nieve. Los tablones de las vías, ennegrecidos de histrionismo, fingían ser, todavía, parte del camino. Se deshacían bajo las botas con el crujir del metal: un sonido que venía del suelo, otro de la memoria oxidada. Alguno, de una realidad arrastrada por todos y todas en secreto.

Sima llevaba un buen rato contando los postes de telégrafo muertos. Rigidez ventricular. Pendían jirones de cobre y tiempo. Se diría que en otro siglo alguien les arrancó el habla.

A un lado, un animal cercenado como por un bisturí de hierro. Más allá, se intuía otra bestia, hundida, con la boca abierta hacia el horizonte.

Sargento Sima:

—Y las trincheras, si aún las hubiera, reducidas a heridas. Cóncavas. Llenas de arcilla, de pus trepando.

Iher Assintent:

—Como nervaduras muertas, como cascos podridos, como huesos sin jurisdicción.

Sargento Sima:

—Nadie los reclama.

Iher Assintent:

—Siquiera el viento.

Narrador:

Junto a un matorral ligeramente torcido, un cuerpo sin nombre finge no estar ahí. La mano izquierda templada. La otra, crispada en torno a una carta. El papel adherido a los dedos como una piel impostada, postiza.

Iher Assintent:

—Si le da apuro o respeto —le informa a Owen—, si el aire enfermo no le inspira confianza, puede exigir no tocar el cadáver. Sigue estando usted al mando.

 

MODERADOR:

Étienne:

Logística Militar: el cadáver está muerto "porque se desvió de las órdenes".

Mikhail:

Medicina / Intuición: el cuerpo es un cadáver vivo.

Owen:

Inspiración: a simple vista, la carta parece escrita en tinta violeta.

 

MIKHAIL KUZNETZOV:

27 de enero de 1947 - Lucerna

Primera hora de la mañana - Vías de tren en dirección a Reiden


Todo transcurrió como esperaba alguien en algún sitio. 

La capa amarilla del rey cayó sobre aquel mundo en algún cuando desconocido del que Mikhail fue testigo involuntario, pero testigo al fin. La corona de locura se había aferrado a las sienes de aquel universo. En otros no lo había conseguido.

Observó a otros Mikhail desde detrás del velo de la locura sin comprender del todo lo que aquello significaba.

Vio todo esto en los ojos muertos del cadáver vivo.

Sopesó la situación, pensó y repensó, desechando idea tras idea; nada servía. Dejó de pensar y decidió soñar y en sus sueños obtuvo una respuesta. Tomó una de las tantas almas que tenía en sus bolsillos, la colocó sobre la frente del muerto y con el escalpelo trazó su circunferencia, quitando carne y piel hasta llegar al hueso.

—Elena. La máquina creadora, por favor.

Apoyó la punta de aquella cosa mecánica sobre moneda y frente y accionó el gatillo. El remache violeta, humeante, semimaterial y antinatural ancló el disco al hueso con fuerza sobrehumana.

—Ahora vive tu muerte bajo el nombre de Kaveth, el nacido de la forja.

Lo observó alejarse con orgullo y dolor mientras una lágrima plateada brotó de una antigua cicatriz en su mejilla derecha.

—Usted y yo deberíamos tener un hijo doctora.

 

NARRADOR:

27 de enero de 1947 - Lucerna

Primera hora de la mañana - Vías de tren en dirección a Reiden


La moneda brilló. Y durante unos segundos —tal vez incontables— el cuerpo se negó a asumir la orden. La piel tembló, como si no recordara cómo hacerlo, y la carne, como si hubiera olvidado, pareció debatirse entre dos formas de putrefacción. Y el remache, de nuevo, humeó.

Algo había sido pronunciado que no podía despronunciarse.

Y fue en ese momento, y no antes de la intervención, que la cabo primero Elena, habló.

Cabo Primero Elena

—No deberíamos permitir esto —legisló con el ceño hundido—. Aceptarlo es consagrarlo —y agregó con cierta nostalgia hiriente—. Ya lo tuvimos. A principios de siglo.

Sus palabras quedaron allá, ajenas a la decisión que ya se había tomado.

Narrador:

El cadáver, ahora bautizado, abrió los ojos y respiraba, no como lo hacen los vivos. Tampoco como los muertos.

La capitana Manlleus no pretendió inmutarse. Cruzada de brazos, proyectó su sombra sobre las vías con una rigidez hierática.

Capitana Manlleus:

—Kaveth, dijiste —musitó.
No era una pregunta.

Luego, para sí misma, añadió:
—¿Cuántas veces más vamos a nacer para volver a fallar?

Narrador:

El cadáver no respondió. Ni siquiera pareció escucharla. Al incorporarse —con torpeza, sin el auxilio de los músculos menores, como una figura recordando su forma— arrastró consigo algo invisible, una membrana de silencio que enturbió el aire. En la otra mano, la carta.

Cabo Primero Elena:

—Sigue habiendo belleza —añadió sin emoción—, pero es una belleza que huele a óxido.

 


 


 

EMBARQUE

Hazme llegar un mensaje privado con tu solicitud: "Me presento voluntario/a para fallecer en favor de la humanidad". Adjunta, por favor, una breve descripción del porqué todavía te consideras un soñador —aun habiendo sido contaminado—.

01/07/2025, 11:38

[RESISTE LA TIRADA DE CORDURA]

Anoto su nombre en mi cuaderno de bitácora, ser.

Mucha suerte en su proyecto. Parece complejo. Incluso, lisérgico. Pero sin duda entrañable. En el sentido literal del término. Quiero decir, que se te cuela en las vísceras... Y explota. Mucho.

Tastyyyy.

Ahora, si me disculpa, voy a limpiarme las salpicaduras.

Ojo, cuida'o. El día menos pensado, será usted abducido por Carcosa. O por Leng. Está por decidir.

01/07/2025, 11:55

Cometí el error, sí, el fatídico error, de leer las primeras páginas del manuscrito, del conjuro, del maldito alegato de Robin D. Laws. Pasados los meses, acepté una inocente invitación: "Pásese a saludarnos cuando guste". Por educación, me miento, no quise resistirme. ¿Y si no era una encerrona? Así que cogí lápiz y papel y dejé de atender a las amistades y familiares. Y allí estaban, Chambers y Laws, mancillando mi voluntad. Firmé un contrato sin saberlo cuando brindamos a los pies de las escaleras que conducían a lo que había sido el trono de El Rey; ahora menos que ruinas, palabras desordenadas. Camilla y Cassilda rieron. No las oí. No a tiempo.

Temo que siga allí. No estoy seguro. Si fuera un sueño, despertaría.

Cold
 
01/07/2025, 17:31

Disculpen por cortar el tono poético del hilo, pero mi consulta es mas mecánica, siendo usuario normal del foro, podré jugar en Natilla?

01/07/2025, 17:47

Sí.

La respuesta mecánica es sí, podrá interpretar a un personaje tal y como hace aquí en Yogurt.

Y sí.

La respuesta simbólica abstracta es sí. Sin lugar a dudas. Le guiaremos en lo necesario. Cometeremos juntos los errores que sean necesarios. Fracasaremos y escribiremos testamos. Y aunque nadie los lea, alguien nos heredará. Y así, sin saberlo, nos haremos supersónicos. Infinitos.