Subida por SandriFenix

ANÉCDOTA

Pues decidimos hacer esta prueba seguida a la visita a la tienda de Kami. Realmente fue un día para recordar porque de camino a la tienda de Kami se me rompió una sandalia, parecía medio tonta andando y fue difícil llegar a la hora a la que habíamos hecho la reserva en "La Gatoteca" (un cat-café).

El chico nos explicó que el lugar en sí es como una asociación, que todos los gatos que hay allí están en adopción, que se puede jugar con ellos, acariciarlos y mimarlos, pero no cogerlos a no ser que ellos decidan subirse encima tuya (cosa poco probable). Había 15 gatos. La entrada te cubría la primera bebida y si querías repetir el precio era la voluntad. Los chico sque hay allí no son camareros, así que no te atienden como tal, las bebidas las coges tu mismo.

Hubo en especial un gato que me pareció precioso. Sherlok se llamaba. Si no fuera porque ya tenemos gato, perro, chinchilla y periquitos me le hubiera llevado. Os dejo una foto para que le veáis.

Era precioso y además bastante sociable. Estuvo bastante rato jugando con nosotros.

Había dos chiquitines negros, una hembra y un macho, que eran los más sociables, sobretodo el macho. Se dejaba acariciar, jugabas con él. También los había ariscos, de "a mí, mírame pero no me toques". Uno en concreto que me encantó era negro con los bigotes blancos, pero era arisco y las fotos que conseguimos sacarnos con él, fueron a traición y sin tocarlo porque lanzaba la boca rápido. Es el que está en la foto presentada al lado de Comepecados. Aunque en esta se le ve bastante mejor. 

Aquí os dejo la prueba de que el chiquitín era más sociable, aunque tenía una orejita que le faltaba la punta.

Estuvimos un rato acariciándolo entre los dos y él ni se movió, hasta que algo le llamó más la atención para jugar que nuestra compañía.

El local en concreto, es de dos plantas, todo preparado para que los gatos jueguen, coman y hagan sus necesidades. Tienen torres y rascadores distribuidos por todo el local. Hay estanterías donde tienen muchísimos libros, no todos de gatos. Me puse a mirarlos y vi alguno de Stephen King, de Julio Verne... imagino que pensado para que pases allí el rato relajado leyendo un libro mientras tomas algo rodeado de gatos. 

La entrada era rara, de hecho, cuando la vimos por fuera a Come y a mí nos pareció la entrada a una tienda de animales. Pero se llamaba "La Gatoteca" con lo cual no podíamos estar en el lugar equivocado.

Personalmente, la experiencia me resultó agradable y tengo ganas de repetirla, me parece que hacen una labor muy buena por los gatos y además a la gente que les gusten y no puedan tenerlos en casa se les da una buena opción para estar en contacto con ellos mientras a ellos se les da cariño y juegas con ellos. 

Agradezco enormemente a la Umbrionada que me hayan descubierto este tipo de locales, porque no sabía que existían y, siendo amante de los animales como soy, es obvio que disfruté de la experiencia.