Subida por Fonso2020
Esta prueba me ha costado hacerla, no por el precio de los materiales. He construido el maldito puente al menos cinco veces. No tengo manos ni de pianista ni de relojero. Los palillos eran demasiado pequeños, pues no son de helado, son para el café. Un error que casi me cuesta la paciencia.
También es cierto que, aunque seguí el diseño del gran Leonardo, podía haberlo hecho mejor. El puente se sostiene y es funcional, pero no bonito.
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Mi hijo me observaba de cuando en cuando mientras leía y cuando terminé y me hicieron la foto me hizo una pregunta: Ahora que ya lo has hecho ¿Puedo destruirlo?. Mi respuesta fue afirmativa y se abalanzó sobre él como Godzilla sobre Tokio.