Mundo Friki: Comics

Argumento

Maxx, es un superhéroe (o eso dice él) grande, de color morado y amarillo, cuyas facultades son una enorme masa muscular y poder saltar desde el mundo verdadero y “el otro mundo”, un lugar desarrollado a partir de la Australia mitológica, al que él se refiere como el mundo interior.

Julie Winters es una trabajadora social, amiga de Maxx, que fue violada cuando era joven y no tiene ni idea de lo que implica eso en la estrecha relación que mantiene con Maxx , que incluye el mundo onírico al que Maxx es arrastrado en ocasiones, en donde se convierte en el guardián y protector de la Reina Leopardo, el álter ego de Julie en Pangea, el mundo interior.

Sin embargo hay alguien que lo sabe: Mr. Gone, un estudiante de las artes místicas, violador y asesino, cuyo único móvil para hacer lo que hace es disfrutar haciendo cosas malas, ni querer dominar el mundo, ni querer vengarse de una afrenta hecha por el héroe de turno y sin embargo, aún tiene un motivo secreto por el que quiere desvelar el misterio que une a Maxx con Julie.

Por otro lado, Sarah amiga de Julie, es una adolescente acomplejada por ser una chica fea que lleva gafas, maltratada en la escuela, cuyo sueño es ser escritora, pero su intromisión en la vida de Julie y Maxx va mas allá debido a los lazos que la unen con Mr.Gone.

La serie mas personal de Sam Kieth, que se desmarcó de las demás series de Image cuando el sello de fue creado.

Datos técnicos

Guionista: William Messner-Loebs

Dibujante: Sam Kieth

Editorial:

Clasificación

Temática:
Juegos a los que puede adaptarse: Posibles candidatos de juegos en los que aplicar las ideas de este cómic son [I]Witchcraft[/I] por su temática mística más que por la historia o cualquiera de superheroes, pero la historia de este cómic es muy difícil de llevar a una partida, aunque creo que en su día debió de salir un juego de rol basado en el mismo.

Opinión de Akrabu

Una de las cosas que con mas ansia busco cuando voy a un salón del cómic,son aquellas colecciones que de crio no pude permitirme comprar debido a mi pequeña paga y que me perdí en todo su apogeo cuando estaban en el candelero. Fue así como pude hacerme con el primer ciclo de The Maxx, una colección que durante muchos años se me ha resistido y que le he tenido ganas desde que la conocí por su dibujo.

Me cuesta hablar de The Maxx. Me interesé en esta colección por su dibujante y su peculiar estilo, algo muy sucio y underground que a mi me encanta en los cómics y que huye de lo típicamente comercial. Creyendo que me encontraría con una colección paródica, exageradamente violenta de los superhéroes que estaban de moda en aquella época, me he encontrado con algo muy diferente y en lugar de decepcionarme me ha encantado.

The Maxx no es un cómic de superheroes. En esta serie se cuenta una historia repleta de simbolismos y fantasía psicológica que desconcierta y a la que cuesta habituarse, pero una vez entras en la mecánica de la historia que los autores cuentan, rápidamente empiezas a verlo todo con otros ojos y con una claridad que asusta. Es una historia profunda y densa contada mediante hilarantes idas y venidas de sus personajes en un universo desquiciado psicológicamente que perturba, pero que no está carente de pequeños elementos humorísticos. Los personajes, incluso aquellos mas fantásticos, como Maxx o Mr.Gone son muy reales y creibles y las conversaciones sobre feminismo y otro tipo de asuntos cotidianos convierte la historia en algo que parece común a pesar de la inclusión de elementos fantásticos de lo mas absurdos, como las criaturas llamadas Isz o todo “el mundo interior”.

El dibujo puede echar para atrás a más de uno con ese estilo tan sucio y peculiar que destila Sam Kieth, en donde en unas viñetas hace un derroche de talento impresionante y en otras parece que haya dibujado con prisas por que tenía que salir de casa, pero para mi esto convierte la obra en algo único por que al fijarnos bien, vemos que incluso este despliegue de “incoherencia artística” tiene sentido con lo que se desarrolla en la historia.

En definitiva, un cómic difícil de paladear y con el que hay que esforzarse para disfrutar de su historia más allá de lo evidente, pero que merece la pena.