Argumento

Atormentado por su turbulento pasado, Mad Max cree que la mejor manera de sobrevivir es deambular solo. Sin embargo, termina dejándose llevar por un grupo que huye a través del Páramo en un Camión de Guerra, conducido por una Emperatriz de élite, Furiosa. Están escapando de una Ciudadela tiranizada por el Immortal Joe, a quien se lo ha privado de algo irremplazable. Enfurecido, el Caudillo Militar reúne a todas sus pandillas y persigue despiadadamente a los rebeldes en una sucesiva y encarnizada Guerra del Camino.

• Nombre original: Mad Max: Fury Road
• Director: George Miller
• Países de origen: Estados Unidos, Australia
• Clasificación: Apta mayores de 16 años
• Fecha de estreno: 14/05/2015
• Distribuidora: Warner Bros.
• 8.9/10·IMDb
• 3.7/5·SensaCine.com
• 98 %·Rotten Tomatoes 

Datos técnicos

Productora:
Dirigida por: George Miller
Protagonizada por: Tom Hardy,Charlize Theron,Nicholas Hoult

Clasificación

Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:

La franquicia Mad Max es adaptable a cualquier juego de rol que contemple el género Post-Apocalíptico. Cualquier juego genérico puede servir en primeras instancias.

Opinión de Falken

ATENCIÓN: ALERTA DE SPOILER

Puedo considerarme un gran fan de la trilogía original protagonizada por Mel Gibson pero la mala racha de los refritos últimamente me deja desesperanzado. Sin embargo, tras ver el tráiler me hizo recobrar la expectativa en la nueva entrega y los que han ido apareciendo posteriormente sólo han reforzado la idea de que ahí podía salir algo muy grande.

Por lo tanto sin más decidí dar un salto de fe e ir al cine sin ver previamente las primeras críticas, donde los entusiastas comentarios parecían describir algo fuera de lo común en lo que respecta a los estrenos que lleva el año a cuestas. Hoy puedo admitir en pocas palabras que en lo que resta del año no volverán a ver (si van al cine por supuesto) en la pantalla grande ninguna obra de espectáculo y salvajismo de tal magnitud. Si o si hay que ir a ver. 

Treinta años después de la tercera y última entrega de la saga de Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno (Mad Max: Beyond Thunderdome, 1985), protagonizada por Mel Gibson como el ex policía devenido justiciero y redentor del camino, Max Rockatansky, el director y guionista australiano George Miller vuelve al cine de ciencia ficción apocalíptico con toda la gala.

La violenta saga distópica que comenzó en 1979 con un policía enajenado en las rutas australianas intentando sin éxito mantener el orden en lo que quedaba de una civilización que se desintegraba rápidamente bajo los escombros de la escases y la disolución social para finalmente buscar venganza afectado por la locura que lo rodeaba, devino en una serie de películas de culto que combinaban las temáticas postapolicalípticas con la estética de las road movies, dos géneros bastante populares durante la década del setenta.

Para esta remake, el director retomó la temática despojada de la rabiosa persecución de la segunda mitad de Mad Max 2: El Guerrero del Camino (The Road Warrior, 1981) y la iconográfica estética visual de la tercera parte con un villano similar a Tina Turner como Aunty Entity para crear una obra absolutamente frenética, distinta de la anteriores pero a vez deudora y por sobre todo, imparable como un camión de guerra fuera de control conducido por una banda de forajidos. Para desatar el caos, la Imperatore Furiosa (Charlize Theron) una de las lugartenientes de Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne), una especie de emperador profeta guerrero enmascarado en descomposición que controla toda el agua y la comida de una fértil región montañosa que denominan la Ciudadela, huye junto a todas las concubinas del maniaco líder destinadas a parir a su descendencia, desencadenando así una cacería humana descontrolada en la que un sobreviviente solitario de la barbarie acosado por los fantasmas de su pasado es arrastrado como donante de sangre hacía el desierto en medio de la persecución.

En este mundo dominado por la violencia, nociones religiosas respecto de la guerra y la inmolación en la batalla -o en este caso en la ruta- surgen junto al culto de la muerte como formas de asimilar el trauma apocalíptico y la reorganización de la sociedad en base a la imposición de nuevos mitos con la capacidad de construir una noción de comunidad. A partir de esto surge una iconografía y unos rituales en los que intervienen tanto  hasta el encandilamiento, como si estuviéramos ante las viñetas de un comic de tonalidades llamativas. Cada escena es una fotografía construida con el mayor cuidado con la intención de que al adentrarnos en la película, el espectador se pierde en el frenesí y desaparece la noción de un mundo exterior, volviéndonos parte, sin darnos cuenta, de la locura de la carretera.

Y por eso una de las mayores cualidades de Mad Max Fury Road es la irrisoria importancia de los diálogos, reducidos casi a la mínima expresión para que sean las imágenes las que nos cuenten lo que está sucediendo porque el guion no muestra ningún  interés en labrar una historia en el sentido convencional, solo es un justificativo necesario para mantener la coherencia dentro de la orgía de acción y destrucción que vemos en pantalla.

En cambio el guion minimalista contiene una sencillez implacable que logra impregnarnos de preocupación sobre aquello que pueda sucederles a sus protagonistas, un gancho necesario para que disfrutemos más allá de la grandeza visual conseguida por Miller en la dirección. Además, lo logran sin que eso contamine al ritmo de la película, ya que incluso en los -escasos- momentos de calma transmite la sensación de amenaza constante y que tienen que aclararlo todo lo antes posible para no sucumbir ante las hordas lideradas por el siniestro Immortan Joe.

Mad Max: Fury Road es una persecución casi continua, llegando a dar la sensación de que estamos viendo una gigantesca secuencia de casi dos horas de duración en lugar de una película con grandes escenas de acción aquí y allá. El frenético montaje tiene una buena cantidad de culpa, ya que el propio Miller comentó que hay 2.700 cambios de plano, lo cual equivale a una media de un corte cada menos de tres segundos. Este dato puede sonar escalofriante para aquellos que quieran seguir con claridad lo que sucede en pantalla, pero es que aquí se demuestra que no es algo que haya que sacrificar para mantener la locura en acción.

Tampoco conviene olvidarse de la importancia de la música que contiene un efecto atronador para componer casi una sinfonía de la destrucción que nos hace sumergirnos aún más en todas las salvajes y viscerales escenas de acción, pues nos aturde en el buen sentido de la palabra y sabe mantenerlo en todo momento.

Uno de los grandes logros de la Remake fue construir personajes fuertes, donde cada uno cumple con su misión logrando obtener la importancia del público. Es evidente que los actores también cumplen con su cometido, pero lo realmente importante aquí no son las interpretaciones, todas muy funcionales y a las que no se les puede poner ningún pero en sí mismas, como la increíble fuerza y carisma que derrocha Charlize Theron al punto de desplazar a segundo plano a Tom Hardy .

En resumen Mad Max Fury Road es una película que termina tal como comienza, en un frenesí imparable y arrollador, hasta el punto de que roza el zeitgeist con los personajes femeninos. Tremendamente refrescante y satisfactoria.  Si la recaudación satisface a los productores entonces tendremos Mad Max para rato.

_{PD. 1: Creo que Charlize Theron debería ser la nueva Tomb Raider en un buen reboot.}

_{PD. 2: Luego de ver la película sabrán lo que significa “redoble de tambores y guitarra eléctrica frenética”}