Partida Rol por web

Hola, hola, ¡hola!, Aída recibe con una sonrisa a cada uno que va llegando, e ignora por completo el pequeño inicio entre disputa entre Nerea y Diana. Se acerca a Diana con una sonrisa, mientras continúa buscando con la mirada, Me encanta tu camiseta, preciosa, ¿qué tal el verano?, apenas espera la respusta, contesta con una sonrisa y se dirige directa a Ander, sonriendo de oreja a oreja.

¡Hoola encanto! Madre mía, cada día que pasa estás más cachas, le dedica una mirada cargada de superioridad a Irgala y coge a Ander del brazo, Oh, qué bien que tengas la tarde libre, ¡podemos ir al cine o hacer algo después del entrenamiento!. Sonríe a Irgala, triunfante y su voz se vuelve melosa al decirle, Tú también puedes venir, si quieres, ¿eh?

Sam simplemente guiña el ojo a su amiga.

Ya sabes que me encanta una dosis de "verdades a la cara" de buena mañana. Dice de nuevo con una sonrisa. Luego se dirige a Emily.

¿Qué tal? ¿Buscas a alguien? Le pregunta con tonillo curioso, habiendose dado cuenta de su mirada intensa en los presentes.

David, apoyado, con cara de dormido... escuchaba los reencuentros con oído curioso... Se rascó un ojo quitándose una legaña solitaria mientras absorto en su no pensar se quedó mirando fijamente durante un instante a Irgala; suspiró cansado y fue pasando la mirada por los diferentes grupetes... esa mañana no estaba de tan buen humor como sus compañeros... había tenido que madrugar y lo odiaba con todas sus fuerzas.

Tamborileo sus dedos contra su pierna y se quedo mirando a la "Barbie", Aida... siempre ha tenido la curiosidad por saber si esa chica es profunda o solamente un ser superficial...

En ese momento, unos autobuses comienzan a llegar a la puerta del colegio. Son autobuses de línea que en este caso, están haciendo de autobuses escolares, y que se detienen en la calle del colegio, y de ellos comienzan a bajar muchos alumnos, sobre todo, de los cursos inferiores. 

También comienzan a llegar más alumnos y alumnas de otros cursos, que son dejados por sus padres. Algunos de ellos vienen en grupo, caminando desde la derecha y de la izquierda y poco a poco, la puerta del colegio de convierte en un hervidero de cabezas, voces, gritos y saludos.

Un hombre jóven, con barba de un par de días, se acerca por la puerta, desde el interior y quita el candado que la mantenía cerrada por dentro. Corre el pasador y abre las puertas, metiéndose en la caseta del portero automaticamente.

Los que lo habéis visto, os habéis dado cuenta que se parecía mucho al director nuevo que entró dos meses antes de que termine el curso del año pasado. Los rumores de que el anterior director se había follado a un alumno en los servicios del instituto se hicieron tan grandes, que el director anterior había tenído que renunciar.

Todavía se corre ese rumor, pero nadie sabe quién es el chico, si sigue en el instituto. Aunque en una puerta de una de las cabinas del servicio de los chicos, se puede ver el relieve de una frase, que se niega a desaparecer aunque la pinten encima. "Aquí perdió la virginidad a manos del Director un alumno. Ten cuidado que lo que tengas ahora en la mano, no lo tengas nunca en el culo."

Los alumnos y alumnas empiezan a entrar a la escuela por la entrada abierta, y tras caminar unos metros, entran al patio del instituto.

Allie saca una cadena de la mochila y la coloca en su bicicleta, manteniéndola unida a los barrotes de hierro del parking para bicis.  Es al levantarse que se queda mirando a Gina un buen rato.

¿Te has cambiado el color del pelo? Te noto diferente... pero no, no es eso... ¡Tus gafas!

Exclama acercándose a ella de nuevo y tomándola de las manos.

¿Llevas lentillas? ¿O se te han caido y se te han roto mientras venías?

Pregunta mirando hacia todos lados por el suelo, aunque el aura de Gina no indicaba que hubiera tenido ningún percance aquella mañana...

Da igual, estás preciosa, ¿verdad Yi?

Sin avisar, la abraza y la espachurra, frotando su mejilla con la de su amiga. Hasta que abren las puertas.

¡En marcha! ¡Iniciemos nuestro viaje hacia el preciado último curso de instituto! ¡Un año que marcará el inicio de la libertad de nuestras jóvenes almas adolescentes!

Exclama emocionada, todavía abrazando a Gina y señalando con un dedo el horizonte. Seguramente habría escuchado la última frase de su padre. O quizá de su madre. El caso es que Allie empieza a caminar hacia el interior del edificio. Si alguien tuviera poderes psíquicos, vería a su alrededor un aura dorada resplandeciente.

Cierro los ojos cuando Aida llega con su aire de alegría habitual y aun sabiendo lo que pasa por la mente de Irgala parece meter una pulla con dicha situación. Creí que por una vez podrían comportarse las dos, pero parece que Aida llega muy fuerte este año.

Solo espero que Irgala no le siga la corriente.

Para que no estalle una nueva batalla ya el primer día, sonrío a Aida y asiento lentamente.

Creo que podremos ir a dar un paseo o al cine... Luego miro a Irgala y espero que no se lo tome a mal. Trato de aplacar a las fieras como quien dice. No se como las únicas amigas que tengo se llevan tan mal...nunca lo he sabido, la verdad.

 Absorta en sus pensamientos Irgala mira sin expresion a Aída, la verdad aquel dia era muy raro para ella. Y la tristeza solo podian apreciarla en su rostro aquellos que en realidad la conocian...Ander y Aída. Pero con una semisonrisa, asiente a ambos.

-Tra...tranquilos, no conteis conmigo esta tarde..la verdad...no me apetece demasiado.

Con un bullicio de sentimientos en su corazon...rabia, impotencia, las ganas de golpear a Aida en su bonita cara y dejarla en el suelo para llevarse consigo a Ander, la agolpaban en la cabeza. Pero no haria nada, hoy no...no habia humor.

-Ten...tengo..planes...con mi hermano.

Tiré el cigarrillo al suelo y recogí el mechero que le presté al novato sin decir nada de nada.

Cuando ví las puertas del colegio abiertas, cogí mi mochila, cambiándomela de hombro y comencé a caminar hacia la reja, en la cual estaban entrando alumnos de otros cursos. Algunos se apartan de mi camino cuando avanzo, otros, simplemente agachan la cabeza y miran a otra parte cuando paso entre ellos.

Supongo que tienen miedo de que los apalice o algo parecido.

Crucé la puerta con tranquilidad, caminando con una mano en el bolsillo y la otra en la correa de la mochila. Como siempre, no miré a nadie, simplemente la punta de mis pies y las baldosas que pisaba. Al llegar al patio, me apoyé nuevamente contra otra pared y allí esperé.

- ¿Vamos? - Les dije a estos dos mientras cogía mi bandolera y me la ponía en el hombro, al mismo tiempo que me incorporaba del pequeño muro donde estaba sentada.

Cuando me incorporé, me quedé junto a ellos esperando que digan algo.

Aunque justo cuando iba a dar un paso hacia la entrada, reparé en una cosa. ¿Dónde estaba Diego? No lo había visto llegar y no es propio de él llegar tarde a los sitios. ¿Le habrá pasado algo?

Supongo que podré darle un toque al mobil si no llega en cinco o seis minutos.

- ¿Sabéis algo de Die? - Pregunté suponiendo que alguno de estos sabrá por dónde anda.

Responde a la animadora con una sonrisa, a ella no le gusta nada su ropa, pero se va demasiado rápido como para podérselo decir. Después de haberle dado todo a Gabriela, Diana se gira y entra dentro del edificio con absoluta calma. 

Conocía las miradas de odio que le echaban, las cuales sonreía con su más angelical sonrisa. 

¿De Diego? Ni idea. Es raro que llegue tarde. Aunque probablemente se haya quedado dormido. No sé que me había dicho de no sé que estrella que salía en no sé que parte del cielo anoche. Puto friki. Le respondo a Gime negando con la cabeza al mismo tiempo que me levanto y comienzo a caminar hacia la entrada del colegio.

Estaba claro. Si había algo raro en el cielo, seguro que se quedó hasta las tantas mirando con su telescopio las estrellas. No era difícil suponer que se había quedado dormido.

Ya vendrá. ¿Vamos tirando nosotros, no?

David vuelve a colocarse los auriculares y entra en el patio con las manos en los bolsillos y el cigarro en la boca, pues pese a todo no le ha dado tiempo a acabarlo. Camina despacio y se queda junto a la puerta principal, a ver si abren de una vez. Pensaba subir rápido para entrar de los primeros, asegurándose un buen sitio. De lo contrario tendría que acabar sentándose delante de la mesa del profesor o al lado de algún imbécil. Y claro, todavía tenía que buscar por los pasillos para ver dónde estaba su clase.

Cuando fue asaltado por Gina, Yi apenas reaccionó, y rápidamente se vio arrastrado por la chica hacia los demás.

Yo tambien me alegro de verte, Gina Respondió torpemente a causa del sueño mientras se acercaban al resto. Allí comenzó a devolver saludos al tiempo que trataba de espabilarse sin demasiado éxito.

Hola Allie, buenos días Dulce, ¿Como están mis chicas? Preguntó sonriente, y a su ritmo lento y somnoliento.

Comenzaron a abrir por fin las puertas cuando, a traves de Allie, Yi reparó en los ojos de Gina. Vaya... ¡claro que está genial sin las gafas!

Cuando al rato pudo ver a Manu entre la multitud de chicos que ya se arremolinaban a las puertas, Yi le saludó con un gesto de brazo y un cordial "hey".

Veo como Gina comienza a cuidar de Yi en cuanto éste llega, y sonrio, mientras sigo saludando a unos y a otros. La pregunta de Sam me pilla desprevenida:

- ¿Yo? ¿A alguien? No...no, que tonteria. Sólo miro quien ha llegado ya y quién falta. Siempre se da cuenta de todo, será genética. Y yo no soy una buena mentirosa. De todas formas.... no ha llegado.

Veo cómo abren las puertas y la gente comienza a moverse.

- ¿Entramos?

Sam sonríe y asiente, aparentando satisfacción de la respuesta de Emily, por lo que entra junto con sus amigas en el instituto.

La verdad es que echaría de menos todo eso de lo que ahora se quejaba y no le daba importancia. El instituto, los bailes, las animadoras, los machotes de pelo en pecho... qué aburrida sería su vida cuando todo esto terminase.

Finalmente abren las puertas del instituto, y todos empiezan a entrar. Nerea mira a sus dos compañeras encogiéndose de hombros...

- Bueno, a ver qué nos depara este curso... - Dice la joven haciendo una mueca y  mirando de soslayo como entra Diana. Vuelve a mirar a Sam y sonríe... - Sí, entremos ya... - Responde dirigiéndose a Emily.

Entran las tres juntas... Nerea se siente nerviosa, siempre le pasa el primer día de curso. Pero este año con doble motivo. Es el primero que empieza sin estar con Mariano, y, aunque ha pasado todo el verano sin verle, el volver a encontrarse es un golpe duro... La sonrisa se ha borrado de su rostro. Sabe que él está por detrás. Haciendo un gran esfuerzo consigue no girarse para mirarle, y continúa caminando hacia el interior.

Gina sonría a Allie cuando ésta se da cuenta de que no lleva gafas:

-¡Sí! ¡Finalmente me he puesto lentillas!-comenta alegremente. Al ver que ella dice que le queda bien, ella sonríe más aún, y se deja abrazar, frotando ella también su mejilla contra la de Allie. Desde luego, viéndolas así, cualquiera diría que habían perdido el norte... Pero así eran felices, y les daba igual lo que los demás pudiesen decir..

Eso sí, cuando es Yi el que dice que está genial sin las gafas, la joven se sonroja, y le revuelve el cabello al chico, alzándose de puntillas:

-¡No me seas mentirosillo, anda!

Justo en ese momento se abren las puertas, y la hora de entrar se ve más cercana. Abrazada a Allie, y tan emocionada como ella, Gina alza un brazo, para acompañar las sabias palabras de su amiga, mientras que con el otro arrastra a Yi casi de la mano. También señala:

-¡Venga Dulce, no te quedes atrás!

Realmente estaba feliz de estar allí, con algunas de las personas que más quería.

Corro. Corro lo que me dan las piernas y no quiero mirar el reloj. Ya sé que llego sobre la hora, un poco tarde para mi gusto, pero me he quedado dormido. Eso y contando que mi abuela no me ha despertado a tiempo con el café con leche... Pero supongo que me lo tengo merecido. Quedarse hasta tarde para ver... ¿Cómo ha dicho ella? Ah, si. Un punto blanco en el cielo que parece un grano de arroz justo el día antes de empezar el instituto no es de buen estudiante.

Pero claro, ella no sabe que ese punto blanco es una estrella que sólo se puede ver durante unos pocos días al año y ayer era el último día. Además, ¿qué más le da a ella? Si la que se queda dormida mirando la teletienda en el sofá de su casa es ella. Cuando entré ayer por la madrugada estaba allí, con el teléfono en la mano mirando una publicidad de cuchillos que cortan hasta lo que no puede cortar un laser de precisión... ¡y estaba a punto de comprarles!

Cuando llego a la esquina del colegio, me detengo un poco. Veo que las puertas se acaban de abrir y tampoco he llegado demasiado tarde. Aún veo a algunos de mis compañeros dando vueltas por la entrada, esperando para entrar. También se agolpan los de los otros cursos.

Comienzo a caminar tranquilo, mirando que esté todo en orden. Las carpetas, el boli, todo preparado para empezar un nuevo año. También el bocata que me ha echo mi abuela, claro, junto con una botella de agua. Cuando llego a la puerta de la escuela, veo a Gimena, a Manu y a Mariano que parecen estar esperándome.

Me acerco a ellos con cara de no haber hecho nada malo y sonrio.

- ¿Me estáis esperando? ¿Pensabáis que no venía, eh? - Digo poniendo las manos sobre mi cintura en una típica pose de superman. - ¿Cómo podéis pensar que me perdería el inicio de un nuevo curso lectivo? ¿Y verlos a vosotros? Que sí. Que ya sé que nos vimos casi todos los días, pero bueno, nunca es tarde cuando la dicha es buena... o algo así. -

Arrastró la mochila unos metros mientras arrastraba un poco los pies hasta que se fijo en ello y se la colgó del hombro con parsimonia. Entró de los ultimos, con paso lento y somnoliento... - necesito café - susurró pensando en voz alta, anotando mentalmente que debía ir a comprar pues se le había acabado...

Suspire sonriendole a Diana - Gracias - Le dige de forma escueta guardando la sultimas cosas que me pasaba. Finalmente las puertas se abrian dejando paso al ultimo año.

Otro aburrido y pesado año de clase...

Pense para mi mientras echaba andar... La gente solia disfrutar en el instituto por sus clubs, sus grupos de amistades, la ribalidad, los amores... Quizas este año podria intentar integrarme mas, pero... tampoco sabia donde ni si para lo que me quedaba alli valdria la pena.