Partida Rol por web

Como el último aliento de un leviatan, el viento ceso de un momento al otro, la sensación de quietud pareció ir advergandose en cada uno de los miembros del grupo. El polvo en suspensión seguía moviéndose por allí, asfixiando cada uno de los sudados poros de los que combatían en aquella sucia guerra. La estancia había sido horrible hasta el momento, bombardeados, disparados, ensangrentados y sudados. Estos momentos hubieran sido demasiado para cualquier hombre que no tuviera una misión en mente, un voluntad férrea y un instinto de lucha, parecido al de un león herido, acorralado por todos los flancos.
El estampido sordo de algunos disparos, y algún proyectil caído de la nada, en medio de aquella inmensa ciudad era lo único que podían escuchar hasta le momento, quizás no era lo mejor que podían escuchar pero era lo que había.

     Mientras cambiaba el cargador de su rifle por uno con la munición completado en sus pensamientos, el sonido de unos impactos de artillería lejanos, sacó de su ensimismamiento a Cadyk. Por suerte pare él, parecía que no había perdido la confianza de Borden en lo que a conducir el vehículo se refería, algo que para él hubiese estado mas que justificado. En la Inquisición, la ineficiencia casi siempre se pagaba con la muerte mas tarde o mas temprano, y en estos momentos, él no se sentía a la altura. Su error al volante podría haber dado al traste con la misión, y su falta de concentración no había ayudado demasiado en la escaramuza con los soldados del archienemigo.

     Ahora que la adrenalina del combate había remitido y su mente empezaba a asimilar los acontecimiento recientes, se dio cuenta de que la herida le dolía mas de lo notaba en un principio. Con algo de duda en la voz, se dirigió a Hamido, ya que parecía que conocía, aunque fuese de un modo superficial, las artes de los sanadores. - Creo que tengo nueva ventilación en mi ropa... ¿podrías...? Dijo a su compañero con aire avergonzado. La verdad es que no estaba acostumbrado a depender de los demás para llevar sus trabajos adelante.

Si claro, veamos que se puede hacer. La verdad es que nunca me había imaginado como el sanitario del grupo, pero a veces las situaciones lo desbordan a uno y ha de adaptarse a lo que tocaba en cada momento. Con mucho cuidado eché un vistazo a las heridas de Cadyk para que pudiera conducir sin preocupaciones mayores. No tenían tan mal aspecto como las de Glask, por lo que la cura fue rápida y sin complicaciones. Listo compañero. Ahora ya sabes, precaución al volante. Le dije dándole una palmada en el hombro después de la faena mientras el se iba al puesto de conductor y yo me subía a la parte trasera de la camioneta.

     Tras esperar a que Hamido echase un vistazo a las heridas de Jericus, Cadyk se puso de nuevo a los mandos del maltrecho vehículo y lo puso en marcha. Con cuidado al principio por si los daños hubiesen afectado a la dirección o quizás a los frenos, retomó de nuevo el camino que habían iniciado. Sus ojos cubiertos por las lentes fotosensibles peinaron la niebla delante de su ruta, ya que no quería mas sorpresas como la anterior. - Si ves algo en el camino, grita. Le dijo a su copiloto. 

Antes de atender a Jericus me incliné sobre el cristal que separaba la parte trasera de la furgoneta y la parte del conductor y dando varios toquecitos le dije a Cadyk: Cuidado esta vez compañero, cuanto más nos adentremos en el ojo del huracán más destrucción habrá por la carretera. Luego le indiqué a Jericus que se quitara la armadura y la guerrera para poder ver sus heridas. Al parecer, los tiradores de la calle le habían colado un par de disparos entre todos aquellos que habían acabado en la fachada del edificio.

No era un gran destrozo, simplemente unas cuantas esquirlas de bala que había logrado pasar la armadura tras fragmentarse contra la Ceramita. Espera, esto va a doler un poco. Con las pinzas extraje las esquirlas y luego espolvoree sulfamida en la herida. Una vez desinfectada, un apósito rectangular le cerró la herida. Bueno listo. Ponte eso antes de que otro francotirador te haga otro boquete. Por cierto, bonito rifle. Aunque esa marca de los poderes siniestros no me da nada de buena espina. Digo señalando a la estrella de ocho puntas que había mal pintada en la culata del arma con alguna pintura no apropiada para esas superficies. La camioneta se puso en marcha con un traqueteo poco esperanzador. Muchos arreglos, espero que encontremos un transporte mejor en la base de vehículos.

Hago caso completo de las indicaciones de Hamido mientras sana mis heridas, lo que aprecio mucho. Luego me pongo la armadura cuando termina, para finalmente agradecerle sinceramente sus atenciones:

 - "Muchas gracias hermano. Tus artes serán sumamente valoradas en esta misión."

Luego las palabras del Granuja me recuerdan la marca del rifle, lo que a mí tampoco me gusta en lo más mínimo. Saco mi cuchillo y comienzo a raspar el metal hasta borrarla. He visto cosas terribles últimamente y la oscuridad del mal hereje es algo que temo y aborrezco como un buen servidor del Dios-Emperador. Usaré esa arma para un buen propósito, expiando al espíritu en su interior derramando sangre hereje, pero su fachada y las asquerosas marcas deben ser borradas para que el proceso sea completo.

La camioneta se puso en marcha a buena velocidad mientras en la parte trasera el grupo esperaba tensos el momento en el que llegaran al depósito de vehículos de la guardia imperial. ¿Estaría aquel lugar plagado de implacables enemigos o estaría abandonado? La escuadra enemiga anterior pese a ser unos pocos soldados de línea habían demostrado tanto determinación como experiencia pese a haber acabado superados. Es lo que tenía enfrentarse a un tirador oculto, que te tomaba la ventaja rápidamente. El objetivo inmediato se encontraba en el centro de la ciudad que ahora estaba siendo invadida y era exactamente lo que menos apetecía que...

Un par de fuertes haces de luz hizo olvidarse de sus pensamientos al grupo que se encontraba en la parte trasera de la camioneta. Todos involuntariamente tuvieron que llevarse las manos a los ojos, pues los potentes focos eran dolorosamente brillantes en mitad de la noche y los habían pillado de improvisto. Cadyk en el asiento del conductor vio como todo se iluminaba y al mirar hacia atrás por el espejo retrovisor central le alcanzó el rebote del haz de luz mientras expresaba la molestia bien claro: ¿Pero qué demonios...?

!!ARGGGG!! ¿Pero que mierdas...? Automáticamente me llevé las dos manos a la cara totalmente deslumbrado por aquellos dos haces de luz. El movimiento, y la situación, habiéndome pillado por sorpresa hizo que mi rifle automático cayera al suelo metálico de la camioneta con un repiqueteo. Eso era mal asunto, estaba muy cegado y no había visto donde había ido a parar el arma, que con los botes de la camioneta saltaba y se alejaba por la metálica superficie. Solo veía un gran borrón blanco cegador que se había quedado en mi retina grabado. Maldita sea... ¿Qué demonios ha sido eso? El arma... ¿Dónde está el arma?... Mis manos tanteaban el suelo en su busca.

Tal y como Cadyk le había dicho: gritó, vaya si gritó...

¡Frena! -era difícil predecir si el asesino conservaría el sentido auditivo después de semejante grito- ¡Por el Trono frena!

Raspo la imagen sacrílega del rifle que he obtenido hasta que sale completamente mientras Cadyk comienza la marcha del vehículo, o lo que queda de él mejor dicho. Luego saco dos cartuchos de escopeta de entre mis cosas y los meto en mi arma, para así tener toda la munición disponible en todo momento. Este planeta ya me ha enseñado a estar preparado para lo peor en todo momento si es que espero sobrevivir lo suficiente como para servir al Trono.

Me acomodo tranquilamente en mi sitio, siempre mirando al frente del camino, para poder advertir a nuestro chófer por si debe detenerse antes de estrellarse como la última vez. Estoy en eso cuando una terrible luz golpea la camioneta por detrás. Giro para ver de donde proviene, pero quedo cegado por su intensidad antes de poder hacer cualquier cosa. Me tapo con la mano, para intentar no quedar totalmente ciego, pero el contraste es demasiado grande a esa oscura hora.

Telion estaba sentado en la parte de atrás de la camioneta cuando unas luces le deslumbraron, rápidamente dió la voz de alarma y dijo a Caddyk:

- Nos están siguiendo, pisa el pedal del acelerador!!! - dice mientras echa mano a su fusil sin poder ver nada esperando que se le aclare la vista para poder fijar un objetivo

Glask sobresaltado entrecerró los ojos y dió un respingo cuando el poderoso destello de luz lo sacó de la duermevela en la que se encontraba para descansar de sus heridas

     Aquella luz se filtró a través de sus pupilas hasta grabarse dolorosamente en sus retinas como un láser atravesaría una pared de plastek. Por un momento perdió el control del vehículo mientras sus parpados intentaban enviar humedad a sus ojos en forma de lágrimas. Las órdenes contradictorias que le llegaban empeoraban la situación. ¿Debía parar o acelerar? Su sentido común le decía que lo primero, pero quién sabe que clase de peligro tenían a sus espaldas. El vehículo dio un bandazo que sus compañeros sintieron en forma de brusca sacudida. El lateral de frío metal chirrió y al ser arañado de parte a parte por el rococemento un edificio que dejaron atrás demasiado cerca, dejando atrás una lluvia de chispas. Ohhh no. ésta vez no... Apretando los dientes, Cadyk ignoró el dolor de sus ojos y enderezó la marcha de un volantazo. Poco a poco fue recuperando la visión mientras sacaba la mano por la ventanilla para girar hacia abajo el retrovisor. - ¡Los de atrás! Gritó. - ¡Disparad a esos focos si no queréis que no estrellemos por segunda vez! Dirigiendo de nuevo toda su atención a la carretera, continuó la marcha a buen ritmo. - Lo siento, padre, pero creo que parar no es una buena idea en éstos momentos. Agárrese bien.

Muy concentrado en su tarea, Cadyk continuó conduciendo a buen ritmo mientras el, claramente, otro vehículo los seguía de cerca con las luces largas puestas en un intento por deslumbrarlos y sacarlos de la carretera. El otro vehículo aceleraba intentando alcanzar al del grupo para embestirlo pero no lograba alcanzarlo. Desde detrás de los fuertes focos que deslumbraban a todos los que estaban en la parte trasera, comenzaron a llegar disparos, que pasaron sobre la camioneta como abejorros enfurecidos.

Glask Gruñió algo mientras se ajustaba las gafas y la gorra en un vano intento de ver que quien cojones les estaba disparando.-!Bajad las luces hijos de puta o no os podré enviar con vuestras putas madres¡.-Gritaba y ladraba como un viejo perro sarnoso mientras echaba mano de su amado rifle de asalto,clavaba un pie en la parte trasera de la ranchera y apoyaba la espalda en la cabina¨Pronto os coseré a tiros...u os achicharraré vivos¨sonrió de forma estúpida mientras en un movimiento rápido palmeaba la granada de fósforo blanco que llevaba en un bolsillo.

Telion sigue sin poder ver pero sus compañeros están igual así que efectua un disparo a ciegas que seguramente pasa muy lejos de su objetivo.

     Sin levantar el pie del acelerador, Cadyk condujo la baqueteada furgoneta a través de las calles en ruinas. - ¡Disparad algunas ráfagas, así les daremos algo en lo que pensar! Intentó hacerse oír sobre el estruendo creado a partes iguales por el motor y los disparos. Temeroso de que otro accidente diese al traste con la misión, no aceleró a toda velocidad, sino que se mantuvo en movimiento para que sus compañeros pudiesen afinar la puntería.

Las luces provenientes del otro vehículo me ciegan, pero escucho los disparos y veo lo que parece ser su intención de embestir nuestro vehículo. Con eso me basta y me sobra para entender que son hostiles y deben ser neutralizados por nuestro bien y la misión.

Me tapo la cara con la mano, intentando ver por entre mis dedos para evitar así la ceguera producida por la intensa estimulación lumínica que estamos sufriendo, intentando identificar los focos para así discernir mi objetivo, pero la luz es demasiado. Aún así, me parece distinguir una zona que me atrevería a decir que es central en las luces, por lo que me arriesgo a dispararle, sin nada mejor que hacer.

En un rápido movimiento, saco mi pistola láser del cinto y disparo con ella. El láser sale de la punta de mi arma y se dirige hacía la zona que espero sea un foco, para acabar con él y así disminuir la gran molestia que significa aquella luz en nuestra situación actual.

Apartando la vista rápidamente pero sin cerrar los ojos para no volver a ser deslumbrado cuando los volviera a abrir, Hamido esperó un par de segundos a que su vista se volviera a acostumbrar a la luz que había. Una vez mejorada la visión, se puso a buscar entre los pies de sus compañeros donde el rifle daba saltos y botes. "Clanck Clack, Clanck". Por fin logró hacerse con la correa de mismo y atraerlo hasta el. Vamos maldito, no te escapes... Cuando levantó de nuevo la vista, ya acostumbrado al destello de los focos, pudo ver mientras se le helaba la sangra al vehículo enemigo que tenían detrás. Un vehículo semi-blindado con una montura de arma pesada en la parte superior. !Trono! !Nos tiran con una ametralladora pesada! Dijo rápidamente para advertir a sus compañeros de la peligroso de la situación.

¡Cadyk! Su vehículo es más ancho, busca callejones estrechos. No te preocupes si rallas la chapa.