-Tu hermana se acaba de acostar en el lecho, está cansada tras la noche de ayer y con la barriga...-dijo Herjolf algo preocupado sin abrir la puerta- quizás será mejor que hables con ella mas tarde.
No le encontraste a él pero si reconociste por la calle a un par de sus hombres que caminaban juntos charlando. Iban completamente vestidos, con sus armas al cinto por lo que seguramente la partida de los Tryggverson saldría temprano de la ciudad. Te acordaste de Gudrid y de Jorunn y de lo emotiva que sería su despedida. Al fin y al cabo despues de tanto tiempo sin verse solo habían pasado un día juntas.
-Aquí nos ves-dijo la mujer sonriente observando de arriba a abajo al scalda- servimos la mesa y también la recogemos después de todo el barullo, así de dura es la vida de una mujer-bromeó mientras se apartaba un mecho rubio de la frente. Aquella mujer de unos 30 años seguramente no se atreviera a hablar así a un guardia, no por que no pudiese pero no tendría esa facilidad para hablar sin pelos en la lengua, pero el scalda parecía tener un efecto diferente en ellas.
-Vaya, no esperaba verte tan temprano despierto después del suculento trofeo que te llevaste al lecho-le respondió el hombre al saludarle- ¿y que quieres controlar? En cuanto se les haya pasado el efecto del vino y el hidromiel ésto será un hervidero de gente.
Yngwe sonrió pícaro, le costaba concentrarse en el caso que le atañía ante el despliegue de dotes que aquella mujer tenía. - Y dígame, ¿qué se hizo de lo que sobró de la mesa del JarL?
¿Alguien se llevó la bebida y la comida o se repartió? ¿Se guardó?
Y por cierto, donde lo tenían guardado, no me malinterprete bella doncella, ya tuve bastante con el banquete de anoche pero la hermosa hija del Jarl hablaba del néctar que ayer le dieron, y quería encontrar de quién fué detalle de traer la ambrosía
Cuando vio a dos hombres de Tryggverson preparados por completo para la partida, la völva se dio cuenta que quizás no pudiera disponer de la ayuda de Strigandi, de todas formas se acercó a ellos para preguntar, saludándolos con una inclinación de cabeza.
- Muy pronto os vais pero... necesitaba hablar con Strigandi antes de partir. ¿Sabéis dónde se encuentra?
A Hild poco le importaba lo que pensaran aquellos hombres, no tenía porqué dar explicaciones y no lo haría, si querían creer que le buscaba por motivos más... triviales, allá ellos.
Y esa era la intención.- Contesta con una carcajada. - Pero alguien decidió que la perspicacia de Thorgrim era necesarias y mando despertalo con las primeras luces.
Dificil pregunta amigo.- El hombretón se rasca la barba buscando una respuesta, no era fácil. Si por él fuese cerrarían las puertas hasta que el asunto estuviera aclarado, impidiendo la salida a todo el mundo.- Mercaderes y vendedores ambulantes pueden irse.- Decidió primeramente pues la palabra traición no parecía estar relacionada directamente con aquellos que se habían acercado al poblado solo con la intención de ganar unas monedas.- Cualquier miembro del clan que parezca que se muda o que tenga excesiva prisa será retenido discretamente con la excusa de preguntarle si disfruto de la fiesta y cuál es su destino- Sí, eso había de hacerse aunque al berserk le disgustase admitirlo para existir una traición esta debía ser realizada por un miembro del clan.- Y por último, si alguno de los nobles o sus comitivas intentan irse esta mañana, les recordaremos la afrenta que supone abandonar el pueblo sin haberse despedido apropiadamente del Jarl y su familia.- Aunque Thorgrím no podía retenerlos, al menos ganaría algo de tiempo y permitiría que Jorunn hablara con ellos antes de que se fueran.
Jorunn arrugó el entrecejo con preocupación. Estaba claro que no le gustaba mucho aquella idea y que la molestaba aquella situación.
Herjolf —comenzó mirandole escrutadoramente a los ojos ¿Podría confiar en él?— Herjolf, si bien mi hermana no puede hablar... creo que tu y yo tenemos que hacerlo. Es un asunto de vital importancia.
Motivo: empatía
Tirada: 3d10
Resultado: 6, 3, 10
Motivo: repetir 10
Tirada: 1d10
Resultado: 1
16+2(hab)+habilidad especial empatía(que no sé muy bien que hará)
obviamente la habilidad es para ver si es un tío de fiar o si esconde algun secretillo por ahí
Te fijas en que Herjolf parece más preocupado de lo que aparenta estar. Aisente con la cabeza mirándote fijamente.
-¿Que es lo que ocurre? ¿De que quieres hablar?-dijo un poco desconcertado.
-Ja! No soléis dejar mucha bebida en los cuernos pero si tanto le gustó id a llenadla un cuerno en los jarros de la cocina. La comida... tendrás que pelear por ella con los perros, aunque no es que sobrara gran cosa. Claro que si lo que buscáis son otro tipo de carnes...-dijo la mujer sacando ligeramente pecho y sonriendo.
- No señora, no lo hemos visto pero estará preparándose para la partida, cuando todos estemos listos marcharemos. ¿Queréis que le digamos algo de vuestra parte? ¿Que lo buscas quizás?-dijo el mas joven de ellos con una sonrrisa.
-Esta bien-dijo el guardia- aunque no podemos impedir la salida de los nobles y no creo que haya ninguno que se marche sin despedirse apropiadamente. Pero estaré vigilante-y al decir esto se hirguió apoyándose en la lanza como si eso demostrase su determinación.
Su cara reflejó la decepción que le causaban aquellas palabras, pero rápidamente cambió su expresión por una sonrisa un tanto triste.
- Si no está demasiado ocupado me gustaría verlo antes de vuestra partida, puede buscarme donde se encuentran las dos nuevas esclavas... y si no es posible os deseo un buen viaje.
Se despidió con una inclinación de cabeza y siguió su camino en dirección hacia donde se encontraban aquellas dos mujeres.
Jorunn se aseguró de que no había nadie antes que hablar. Estaba demasiado preocupada como para poder hacerlo inmediatamente y tardó un par de segundos antes de comenzar.
Veras...el otro día pasó algo...por eso estaba tan preocupada por padre hoy... y pese a que estoy segura que Hild no se equivoca, y la indigestión no es nada grave no puedo quitarmelo de lacabeza. Mientras estabamos cazando en el bosque, con unos compañeros del clan vimos a un grupo de mercenarios. Parecían daneses y estaban limpiando los restos de una maldición...
Jorun paró en seco sui relato al observar la expresión preocupada de su cuñadSubitamente recodó las palabras dl bersheker, recordando que ahora también era miebro de la familia...y si al resto no le pasaba nada grave.
Por todos los dioses, Herjolf ¿Estás bien? Dime que estás bien —dijo de pronto con tono preocupado y culpabilizandose por haber sospechado de aquel hombre.
Yngwe se mordió el labio, sintió el deseo de cogerla por el hombro y meterla en el almacén para compartir su calor y abrazarse allí mismo, pero el recuerdo de su Jarl agonizando y la bella Jorunn preocupada le hizo soltar un gruñido apresurado y un guiño cómplice - Volveré
Fué al patio, a echar un vistazo a los perros, por si alguno estaba agonizando también, era importante saber si la comida o la bebida vinieron envenenadas o las envenenaron al servirlas. Si vino envenenado aquellos que no brindaron lo sabían, y por ello no brindaron... aunque era demasiado evidente.... hubieran sido unos estúpidos si así fuera.
Después fué a los toneles de vino y señalolos a las camareras. - ¿Sabeis cual de estos toneles se sirvió en la mesa del Jarl? ¿O quien lo sirvió?
Herjolf parecía ahora mas preocupado.
-¿Una maldición?-exclamó sorprendido-. Pero ¿quien? ¿Por que alguien iba a lanzar una maldición?
Las mujeres se encogieron de hombros.
-Se usaron todos y servimos todas. A ver como crees si no que vamos a lograr montar el banquete de anoche-dijo una de las mujeres quejándose.
En aquel momento viste aparecer a Hild que venía caminando calle abajo.
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Volvías de nuevo calle arriba, parecía que la gente empezaba ya a desperezarse aunque había poca gente caminando en aquella fría mañana. Al llegar cerca de la gran casa viste a Yngwe hablando con unas cuantas esclavas que estaban recogiendo las cosas de la noche anterior.
Puedes marcar a Yngwe
Hemos tratado de averiguarlo pero no hemos conseguido esclarecer nada. Como comprenderás no es bueno que esto se sepa, porque podriamos alertar al que haya sido. Me ha costado decidirme a contartelo, no porque desconfie. Eres el marido de mi hermana. Si no porque cuantas mas veces se cuente más posibilidades hay de que un tercero escuche. ¿Tu estas bien?—preguntó de nuevo.
¿cucu? bueno este finde no estoy, pero te escribo recordatorio de que he psoteado porsi caso...que umbria funciona chungo ultimamente
Muy bien. - dice apoyándose contra la empalizada y dando pequeño bostezo.- Thorgrim se queda con vosotros a ayudar con la guardia.
Por cierto. ¿Qué tal la fiesta? - les pregunta minutos después aprovechando que aún no hay mucho movimiento.