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Ambientación

LA CAÍDA

Hace diez años, perdimos la Tierra en La Caída.
La transhumanidad ya había estado en el punto de inflexión entre la iluminación
y aniquilación. 
Habíamos colonizado el espacio, pero arruinado nuestro propio planeta. 
Habíamos evolucionado animales e IA a la sapiencia, pero miles de millones de personas siguieron sin tener voz.
Incluso habíamos conquistado la muerte… haciendo copias de mentes (egos) y cargando las copias (reenfundando) en nuevos cuerpos (morfos), pero sólo para aquellos que podían permitírselo.
Entonces algo empezó a ir realmente mal: órdenes de magnitud más equivocado que la situación en la que ya nos habíamos metido. 

En primer lugar parecía una intensificación de los brotes de guerra, ciberataques y conflictos civiles que había estado en constante ebullición durante el último siglo. A medida que los acontecimientos se aceleraron, aquellos que podrían penetrar la niebla de la guerra se dio cuenta de que alguien -o algo — estaba aplicando presión en los puntos adecuados para provocar conflictos.

Para cuando el enemigo se reveló, las naciones de la transhumanidad, colonias espaciales y corporaciones estaban ya tirándose por el cuello los unos de los otros. Después casi un año calentando la olla, El enemigo golpeó en serio. Eran IA militares descontroladas norteamericanas conocidas como los TITAN (Total Information Tactical Awareness Networks). 
Mientras distraían las entidades políticas de la Tierra, de forma encubierta habían construido sus propios complejos de industria militar usando nanofabricación y robots subvertidos. Estas Las fábricas autónomas produjeron máquinas de guerra y nanoenjambres autorreplicantes, que luego atacaron los núcleos de población transhumana eliminando toda señal de vida. 

El infopocalipsis comenzó como ataques masivos en redes informáticas subviertiendo redes de computadoras y destruyendo datos. Lo más inquietante es que las máquinas de guerra no mataron a todos. Las mentes de millones fueron copiadas (uploaded) a la fuerza antes de que sus cuerpos fueran reutilizados como tropas de choque.

Contraatacamos, pero una acción coordinada la defensa era imposible con las mayores facciones de la transhumanidad combatiendo ya unas contra otras.
Y el arma más potente de los TITAN, un virus exsurgente posiblemente alienígena, pudo propagarse a través de medios digitales y vida biológica con una facilidad aterradora, matar, corromper y subvertir. La Caída se convirtió en una carrera para conseguir que personas clave, equipos y recursos salieran de la Tierra lo más rápido posible y al diablo con el costo para todos los demás.

SECUELAS

Es AF10 (After The Fall): 10 años después de la caída. 
De 11 mil millones de transhumanos, apenas 500 millones sobrevivieron a la Caída, desperdigados por todo el Sistema Solar desde Mercurio hasta el Cinturón de Kuiper.

Nadie sabe cómo sobrevivimos. En algún momento, las máquinas simplemente se detuvieron. Hay un millón de teorías sobre por qué, pero
la posibilidad de que regresen acabar con nosotros se cierne sobre la cabeza de
cada superviviente. A su paso, el sistema solar fue alterado permanentemente. La Tierra era una ruina humeante. Grandes franjas de Luna y Marte permanecen en cuarentena por la presencia de la “máquina” allí, y aunque ya no esté guiada por los TITAN seguen siendo peligrosos.

La luna de Saturno, Jápeto, había sido parcialmente convertida en una suerte de cerebro matrioshka: una megacomputadora a escala planetaria. Y a lo largo de todo el sistema, comenzamos a descubrir las misteriosas puertas de Pandora que abren portales a exoplanetas en otra sistemas solares distantes, algunos tan lejos de la Tierra que los astrónomos no han podido determinar sus posiciones dentro de la galaxia.

¿Desaparecieron los TITAN en la red de puertas de Pandora? ¿Alcanzaron algún tipo de apoteósis de las máquinas y dejarnos a nuestra suerte? ¿O están todavía aquí, esperando el momento oportuno, antes de llevar a cabo el acto final de nuestra destrucción?




UN TIEMPO DE ECLIPSE: EL SISTEMA SOLAR,
CIRCA (alrededor de) AF10

Nuestros esfuerzos para reconstruir desde la Caída
trajo cosechas extrañas. Animales evolucionados, Ingeligencias artificiales de propósito general (AGI) y personas cargadas (uploaded) que viven como infomorfos sin cuerpo no son infrecuentes. Biológico y Los cuerpos sintéticos están muy aumentadosy disponibles en una gran variedad. Una generación entera de niños criados aceleradamente en simulspace VR (realidad virtual de espacio simulado). Estos niños son apodados Los perdidos (the lost) y se demostró que el proceso hacía propensos a enfermedades mentales graves.

Políticamente, el sistema solar está dividido.
El Consorcio Planetario es el portavoz de las ciudades-estado de Venus, Luna y Marte alineadas con las hipercorporaciones 

La República Joviana de Júpiter es fascista en su política pero basada en principios en su precaucionismo tecnógico. 
La Alianza autonomista incluye anarquistas, anarcocapitalistas y tecnosocialistas abarcando los Trojanos de Júpiter y los asteroides Griegos, Saturno, Urano, Neptuno y más allá 

Existen enclaves de estas facciones fuera de las partes del sistema que
controlan, y el Cinturón Principal y el Cinturon de Kuiper son un salvaje oeste explotado por todos.

Las economías de las facciones difieren, lo que genera conflictos. 
En territorio autonomista la moneda está obsoleta.
El uso sin restricciones de la nanofabricación significa que cualquiera puede fabricar cualquier cosa que necesiten con un patrón y materias primas básicas. En estas economias abiertas economías, reputación y no riqueza, media el intercambio de información y servicios.

En el ámbito del Consorcio, patroness de nanofabricación y las propias máquinas de nanofabricación están protegidos por DRM, obligando al pago en créditos antes de imprimir.  Que en territorio autonomista se ignore flagrantemente las leyes anti piratería del Consorcio no facilita las relaciones.

En el espacio Joviano, la nanofabricación está vetada para la mayoría de los ciudadanos, y los créditos se utilizan para pagar productos manufacturados. Los jovianos consideran que el resto de los transhumanos sumamente imprudentes por depender tanto sobre nanotecnología que con tanta facilidad los TITAN subertieron durante La Caída.

Los gobiernos de la Tierra dejaron de existir. Más allá del dominio de las grandes facciones, han construido sus propias sociedades en parches del espacio sindicatos del crimen, mercenarios, científicos, artistas, piratas, aislacionistas, y clados de lo más extraño.

Más allá de la posibilidad de que los TITAN puedan volver, nos enfrentamos a potenciales riesgos existenciales (X-risks) que complican nuestra supervivencia. Estos incluyen armas de destrucción masiva, enfermedades traídas de vuelta desde más allá de las puertas de Pandora, abuso de tecnología TITAN recuperada, colisiones celestes y ocasionales brotes de virus exurgentes.

Nadie vigila lo que esta pasando a través de todas estas fronteras. Nadie comparte información entre las bóvedas de datos de Júpiter y las redes académicas de Titán. Nadie tiene alcanza a ayudar hábitats espaciales pequeños y aislados, o para rastrear un infiltrador exsurgente des las nubes de Urano hasta los zocos de una megaciudad marciana.

Nadie excepto nosotros… (no diré por ahora quien es “nosotros”)