Partida Rol por web

Me despierto feliz, pero con una rara sensación. ¿Quién sería a aquellas horas? La somnoliencia me pudo, debí de abrir tarde. Nadie respondió, quizás fue todo un sueño. ¿Quién sabe? Hoy era un nuevo día, eso era lo que importaba. Me levato con la imagen del cielo nocturno en mi retina todavía. Me ducho rápidamente, más para despejarme que para otra cosa y me visto con una camiseta negra y unos vaqueros. Me calzo, ato los cordones meticulosamente y me peino rápidamente.

Creo que daré un paseo por los alrededores antes de que los otros despierten.-Me digo en voz alta. No tengo hambre, y la comida ni pasa por mis pocos pensamientos. Con la llave de la habitación en mano, salgo, cierro la puerta y comienzo a bajar las escaleras paso a paso, en silencio y con parsimonia; como quien quiere pasar desapercibido o no molestar.

Me siento descansado, y creo que un poco de aire fresco no me vendrá nada mal

Suspiro: Vacaciones al fin...

 Con la luz del sol puedes ver el pueblo en todo su esplendor. La vegetación de la zona es impresionante, nunca habias visto tanto arbol junto, vamos, es que ni en el parque del retiro hay tantos árboles. Y la laguna esa que tienes enfrente no parece muy grande, seguro que un paseo por ahi no estaria de más. Pero que pena que no sepas el camino, el paseo seguro que es mazo de relajante, y te vendria genial para desestresarte. 

Miro a mi alrededor, buscando algún pueblerino que pudiese guiarme en aquel precioso lugar. El estrés acumulado durante las horas de trabajo se iría de un plumazo! Levanto la mirada un poco más y la guío a través de la tupida masa de árboles y todos los alrededores de la zona. Daré un paseo (a ver si puedo acercarme a la laguna) y luego volveré a ver si se han despertado los otros.- Pienso, sopesando las posibilidades y el horario en mi cabeza.

 Ves a tres hombres con unos troncos de madera armando lo que parece ser una barandilla. 

Me acerco parsimoniosamente a los individuos que parecen montar una baranda. Campesinos-Pienso, una vez estoy lo suficientemente cerca les pregunto en un tono de voz de turista perdido:

-Perdonen, señores. ¿Podrían indicarme cómo se puede llegar a la laguna?- Señalo la masa de agua que se ve a lo lejos, esperando respuestas y con una de mis mejores sonrisas en la cara.

  - Claro hombre, sigue por ese camino .- te señala la carretera.- Hasta que veas un desvio hacia la escuela de pesca. Una vez alli coges ese camino y verás otro letrero que señaliza la ruta de senderismo de la vuelta a la laguna, no tiene perdida. Cuando llegues lo harás por alli abajo .- Te señala un camino flanqueado por árboles.- Aunque si lo prefieres, puedes ir por alli y llegar de nuevo al pueblo por la escuela de pesca. 

Me despierto bastante temprano pero la pereza me hace permanecer en la cama hasta casi llegado el mediodía. Mientras estoy acostada mirando el techo de la habitación, me pongo a pensar en la noche pasada y la linda caminata que di junto a César. El chico es muy agradable y me ha hecho sentir muy bien su compañía. Además, parece ser que yo también le gusto.

Cuando por fin logro salir de la cama, me pongo unos shorts y una remera al cuerpo, con zapatillas cómodas para salir a dar una vuelta. Tengo intenciones de pasar por la cafetería para ver si consigo algo de comer, pero, pase lo que pase, no voy a quedarme en el hotel. Aprovecharé el buen tiempo y el hermoso lugar para hacer una excursión.

Tarareando una linda melodía que está de moda, cierro mi habitación y me dispongo a disfrutar de este fin de semana de relax. 

Me levanto aturdido. Suele pasarme desde hace un par de semanas, el sueño se me hace pesado y me despierto con la boca seca y pegajosa. Me voy al servicio y me doy una buena ducha mañanera que me despeje.

 Tras darte una buena ducha ves que ya es realmente tarde y tu estómago ruge de hambre. Ahora más que nunca te alegras de haber solicitado una pensión completa para pasar el fin de semana. 

Te vistes cómodo pero con cierta elegancia con unos vaqueros finos y una camisa de lino y bajas al restaurante para dar buen cuenta del buffet. No te explicas como puedes estar tan hambriento cuando minutos antes tenías la boca tan reseca.