Partida Rol por web

Cruzo mis brazos y me tomo la barbilla tratando de pensar como lograr salir con vida de aquella encrucijada. El plan de Nobbo es muy arriesgado, ya que la zona en la que nos encontramos atrapados es muy reducida y dudo que alguno de los droides tenga la energía suficiente para derretir duroacero.

-Intenta lo que tengas que intentar Nobbo, optaré por una opción menos explosiva.- Le digo a Nobbo en voz baja y luego busco los altoparlantes simulados por donde seguramente Jabba debe estar escuchando y divirtiéndose con nuestra situación.

-¡JABBA EL HUTT!... ¡SÉ QUE NOS ESTÁS ESCUCHANDO!, SOLICITO UNA AUDIENCIA EN PERSONA PARA NEGOCIAR...-

"-Un momento, ¿volatilizar toda la sala con dos detonadores termales es la opción de salir de aquí?, quizás tengas razón pero lo haremos hechos pedazitos directamente hacia la estratosfera".

Posiblemente Andra tenía razón y había más opciones de una huida exitosa, pero la matriz de pensamiento estaba en un momento de pausa temporal. Y encima el señor Thur intentaba exigir una reunión con Jabba después de haber irrumpido en su palacio por la fuerza... las cosas no podían pintar peor.

.-Lo que pretendo es una explosión controlada hacia abajo, cubriendo los detonadores con paneles soldados entre sí y a la trampilla.....-empiezo explicando cuando escucho a Thur gritar una audiencia para negociar:-Qué!!??-grito sobresaltado:-Maldito sleemo! Ahora quieres negociar? pero tu estás en tus cabales? Estuve horas intentando convenceros para ir por esa vía y ahora quieres usarla? Jabba no va a negociar una mierda. Ahora mismo nuestra mejor opción es salir de aquí!.-grité furioso pero contenido para no lanzarme a por el jedi.

.-Declann, dime si R5 tiene o no un soldador para mi plan o ese loco hará que nos maten a todos.-digo refiriendome a Aran Thur. 

El droide R5 niega con su cabeza cilíndrica ante la pregunta de Nobbo, mientras observa como va de un lado a otro la discusión para salir de aquella trampa.

«Esto es una locura...»

Suspiré.

- Le doy la razón a Nobbo... Descartasteis la opción de negociar, ¿y ahora vamos con esas? Tengo entendido que los tratos con los Hutt nunca salen bien y además, ¿alguien más se pregunta por Kuroe? Hemos perdido la conexión con él y no sabemos qué le ha ocurrido... - Me tocaba mucho las narices que nadie se preocupara por nuestro otro compañero.

Miré a mi alrededor.

- Si tenemos las suficientes superficies podríamos improvisar una barricada o algún tipo de escudo por si la explosión se descontrolara... 

-Confía en mí Nobbo.- Le digo tranquilamente al alterado weequay, luego añado.

-Lo siento por los droides, serán los primeros en caer en la sala de tormentos de Jabba.- Sonrío mientra percibo un dejo de nerviosismo o algo parecido al miedo en los movimiento programados de Roch B05. Me acerco al capitán y le digo.-En cuanto abran esa puerta usted me acompañará capitán, si es que quiere sobrevivir a esto, no se separé de mí.- Asiento con la barbilla a Umbael de manera confiada.

Luego me dirijo a Nobbo. -Deja esos explosivos en paz Nobbo, que tú también vendrás a negociar...- Ignoro a Andra Niell, esa chica lamería las suelas u otras cosas de Nobbo si este se lo pidiera... ... prefiero borrar eso de mi mente, vuelvo a dirigirme a los altoparlantes. -¡NO TE PREOCUPES POR NOSOTROS JABBA!... ¡NO QUEREMOS IRNOS SIN PASAR A SALUDARTE!.-

Detonar los explosivos en un sitio tan pequeño era una opción muy peligrosa, eso era cierto. 

Guardé silencio mientras R5 contestaba por si mismo bastante gráficamente. Mis ojos trataban de acostumbrarse a la ausencia de luz y mis labios eran un fina linea, dura y inexpresiva que ocultaba lo que pasaba por mi cabeza mientras el resto hablaban.

¿Negociar ahora? Claro, como no. Como si tuviéramos algo con qué hacerlo. ¿O quizá sí? Un momento ¿De verdad ha dicho eso de los droides y se ha reído después? Ok señor jedi, por fin te veo. De todas formas va a hacer lo que le de la gana así que mejor no inmiscuirse. Puede acabar con todos nosotros en un abrir y cerrar de ojos. Espero que que no hayan cogido también a Kuroe. Odio que me utilicen, esto acaba ahora.

Entonces hablé con frialdad mientras encañonaba al capitán Saint a quemarropa.

—Nobbo se queda y el capitán Sait también. Negocia por nosotros Aran, si no vuelves supondremos que no hay trato y el capitán se despide de este mundo. Ahí tienes tu argumento. Ofrécele una parte. Sin el capitán no hay premio para nadie —esta vez no susurré, quería que quien quiera que estuviera escuchando lo oyera nítidamente— no es nada personal, anciano, solo negocios —dije a Sait.

 A pesar de las palabras amables de Aran, la aguja hipodérmica de BO5 y las bravatas de Nobbo, me mantuve firme. Estaba concentrado. Si envíaban más wequays a la sala o al maldito rancor vendería cara mi piel. No pensaba negociar. No pensaba ser capturado.

 Estoy tranquilo. dije en voz alta, más para mi que para ellos Confío en la fuerza.

 No intente interferir en los planes de nadie ni tampoco coartar o incitar a nadie a hacer nada. Sólo me mantuve allí, en pie, con el sable iluminando mi cara y en guardia. Concentrado en la aparición de enemigos.

Por la frente del capitán corre una fría gota de sudor, mientras se afloja el cuello de su chaqueta.

-E-Er... n-no sé que problema tengan entre ustedes, pero le sugiero señorita que no me metan en medio de sus diferencias...- el capitán saca de entre sus pertenencias un pañuelo y se limpia la frente. -Casi hubiera preferido quedarme en las celdas, maldita sea...-

Sonrío tranquilamente aún cruzado de brazos y la mano en la barbilla ante la acción de Declann Lynn. Jabba nunca dejará perder tantos cientos de miles de créditos como supone vale lo que tiene en la mente este capitán.

Simplemente respiro e ignoro la amenaza que lanza al aire la contrabandista esperando a que Jabba o abra la puerta con un ejército de emisarios para negociar o bien lance gas coma para calmar de una vez por todas los ánimos encerrados en aquel pequeño lugar.

De pronto la puerta principal se abre pesadamente dando paso a un emisario de Jabba respaldado por un vasto ejército de guardias gamorreanos y weequay bastante mejor armados que la primer escaramuza.

El twi´leek se adelanta haciendo una señal de que bajen las armas que estén a la vista a los mercenarios, luego truena sus dedos de la mano derecha y los weequay  encañonan a todos incluyendo a R5 quién se esconde detrás de una pierna de Declann.

-Die wanna wanga- El twi´lek señala al jedi Aran Thur. -Tú, el insolente, el amo Jabba requiere tu presencia.- Luego señala al capitán. -También requiere a su preciada nueva adquisición...-

Sin dejar de apuntar al viejo capitán y dispuesta a morir con las botas puestas.

—Sait se queda. Aran, negocia tú la letra pequeña.

He minimizado la reserva de dados de Jabba para tratar de llegar a un acuerdo por el punto de fuerza que has gastado.

Jabba no se toma la molestia de negociar con nadie mediante un altoparlante, tendrás que tomar una decisión ante Bib Fortuna para continuar con tu plan.

Las órdenes de Jabba que tiene Bib Fortuna  han sido que lleven al jedi y a su prisionero ante su presencia.

*La última tirada ha resultado fracaso para Jabba, pero son demasiados dados guardados, solo te daré oportunidad de que puedas negociar por medio del mayordomo.

Si quieres continuar con tu plan, Aran Thur tiene una buena reserva de dados pues era jedi diplomático, pueden realizar una tirada combinada, sólo falta que el jedi acepte.

-Ye dha wanna dganja- El mayordomo indica a uno de los weequay que les coloque sellos electromagnéticos a los dos droides, mientras lo guardias gamorreanos comienzan a recolectar armas, Bib Fortuna se da media vuelta para encaminar al jedi y al capitán ante la presencia de Jabba en el salón del trono.

Antes de partir se acerca a otro weequay y le encomienda en voz baja que lleven a la sala del martirio al droide B05 y al R5.

- Tsh... ¿Alguna otra idea Aran? No creo que vayan a querer negociar y dudo mucho que Declann deje que se lleven a R5... 

Esperé a que el resto tomara alguna decisión mientras llevaba disimuladamente mi mano al bláster, tambolireando los dedos cerca de él. 

Antes de que los weequay toquen a los droides me adelanto  y detengo con una mano en el hombro al que tenga los sellos electromagnéticos, luego me dirijo al Twi´lek.

-Antes de presentarnos ante Jabba, sugiero dos cosas, la primera es que no toquen a los droides, la segunda es que todos quisiéramos comparecer ante tu amo...- paso una mano levemente por el frente del twi´ lek para afirmar mi petición.

.-Confiar en ti, antes prefiero jugármela contra un Rancor, tendría más posibilidades.-le espeté a Thur dejando bien claro que no me fiaba de él:-Eres un suicida.-dije y mientras el resto no sabía qué hacer, R5 me negó con la cabeza a lo del soldador:-No me lo estás poniendo fácil para que os saque de aquí, amiguito.-le contesté a R5 al ver que no iba a funcionar mi plan.

.-Claro y también quieres que me baje los pantalones, no?-dije sarcásticamente para ver si el jedi era capaz de reconocer el sarcasmo, entonces Thur grita que no quiere irse sin verle. En ese momento me llevo la mano a la cara y suena un fuerte golpe contra mi frente:-Si pretendes que tus trucos jedi funcionen con él te prevengo no funcionarán.-le dije a Thur al final. 

El capitán se mantiene quieto ante el cañón del bláster de Declann Lynn, muy cerca de su rostro. -B-Bueno su amigo weequay tiene razón, su compañero aquí presente- señala a Aran Thur con la barbilla -Creo que no aprecia su vida tanto como yo la mía, así que les ruego que a mi no me agreguen entre los que quieren asistir ante Jabba en este momento...- Andal Sait traga saliva mientras espera que no se desate una batalla de blasters con él en medio.

"-Ya sabía yo que esto no acabaría bien, lo sabía", digo mientras voy desprendiendome del rifle, el kit se seguridad y por último la mochila pero antes de soltarla veo los cerrojos electromagnéticos y un recuerdo la última vez que llevé uno de aquellos dispositivos.

Cita:

En el momento en qué grita Thur, se abren las puertas veo a un twi'lek, seguido de un buen numero de guardias, gamorreanos y weeqay. En el momento saco uno de los blasters y me mantengo uno segundos antes de reconocer al mayordomo de Jabba. Bajo el blaster cogiendo lo con dos dedos y mostrándolo ante los guardias. Uno de los weeqay se acercó, cogió el blaster que tenía en la mano, le entregué el otro y la espada, también. 

Mi cara de disgusto era clara al estar en aquella situación:-Gracias por meternos en esta pésima situación, Thur.-le dije en voz baja a modo de pulla por estar cómo estábamos. Me acerqué a Declann y le cogí del hombro antes de que hiciera alguna estupidez. Le negué con la cabeza para que no hiciera nada:-Tranquila.-fue lo único que le dije a la muchacha.