Se escuchan voces en el piso de abajo y poco después pasos que suben las escaleras, crujiendo estruendosamente la madera que las forma a su paso. Están cada vez más cerca y la idea de escapar por los tejados parece cada vez más tentadora.
Dario ahoga un suspiro de desprecio y desenvuelve de su corta capa una caja de madera tan grande como un puño, sin adornos ni chuminadas de ningun tipo pero sellada con dobles tiras de fina seda. Cuando te la das por el peso crees que contiene algún objeto pequeño pero macizo de algún metal precioso como el oro o la plata.
-De acuerdo... debes coger la antigua carretera de Valencia, pero no en dirección sur, sino en dirección norte. Debes llegar a medianoche a una encrucijada cercana a un pueblo pesquero llamado Badalona. Allí te esperarán varios hombres vestido de negro. Entrega esto y te pagaran el resto. Sobretodo no lo abras. ¿Entendido?-
Alonso parece no darse cuenta del suspiro de desprecio, cogiendo la cajita con curiosidad, sopesándola, y guardándola después en la bolsita de monedas (ahora prácticamente vacía) que pende de su cinturón. Mira a Dario para contestar.
Por cierto, ¿20 maravedís para cuantos días de vino, comida y techo me dan? XD
De nuevo me sorprende la rapidez de pensamiento de Osorio y quizás aún más su ingeniosa pero rapidísima verborrea, que de no ser porque conozco la lengua en que me habla no mucho menos que la mía, me daría problemas para descifrar su mensaje. Sin embargo, la dama Patricia parece demasiado asustada.
Tranquilos, intentemos escapar por los tejados. Llegado el caso puedo intentar que nuestros pasos sean mucho más largos. Prefiero el Azote a la hoguera -miro a Patricia-. Os he jurado que os protegería, así que cumpliré mi promesa.
El judío mira con ojos dubitativos a la muchacha.
-Está bien, si no os convence, cambiaremos de actuación. Aunque eres la única cristiana aquí: te habrían creído precisamente por ello. Pero si creéis que es mejor que escapemos por los tejados, habrá que ponerse en marcha inmediatamente. Eso sí: nada de hacer uso de nuestros poderes. Salir volando ante las narices de la Inquisición y todo el barrio es casi tan suicida como atarnos nosotros mismos al poste de la hoguera. Tendremos que hacerlo al modo mundano... -se encoge de hombros ante la perspectiva- En fin, parece que este grupo no es nada si no se pone a pisar tejas, ¿qué le vamos a hacer?
Los tres compañeros se dirigen hacía arriba hasta una gran ventana, la cual hasta ahora solo servía para que Patricia pasará la tarde dando de comer a las palomas, da a los tejados. Allí se pueden ver todo un seguido de casas juntas una a otra, permitiendo a estos poder alejarse con paso seguro.
Tras ellos escuchan como dan golpes en la puerta como si intentaran echarla abajo.
Editado y hecho un poco de limpieza. Podemos proseguir.
-Nunca he dudado de tu palabra- respondo afablemente a Kamal a pesar de la seriedad y severidad de sus gestos y apalabras. Ya me he acostumbrado a ellos, no me intimida del mismo modo que las primeras veces que le vi.
Asiento a Luis, resulta inevitable esbozar una sonrisa después de su comentario a pesar de la situación en la que nos encontramos, pero no perdemos más tiempo y empezamos a subir, ayudándonos unos a otros hasta llegar a los tejados.
Cierro la ventana con cuidado, para que no se percaten de la vía de escape a simple vista, después sujeto el bajo de mi vestido arremangándolo entre mis manos para empezar a caminar encogida, intentando resultar menos visible.
Es complicado, pero la otra vez con el vaporoso vestido de terciopelo y seda todavía resultaba más difícil...
¿Tiro algo..?
Al subir, mi arma y mis cosas conmigo, por lo que pueda ocurrir. Me quedo tras la dama, esperando que sea ella quien vaya primero para poder protegerla de quien nos pudiera seguir, tratando de, como ella, no llamar demasiado la atención.
Os ponéis en camino rápidamente, el suelo de tejas está algo resbaladizo debido a la lluvia, pero si veis donde ponéis los pies evitareis resbalar o quedar a merced de los enemigos.
Hacedme una prueba de Destreza+Atletismo (dif8) y restad un dado.
Repetid los 10s y ignorad los 1s
Empiezas tu camino, dirigiendote a las murallas de la ciudad. Te cruzas con toda la fauna de mercaderes vociferantes, ganapanes, bribones de mirada torva, mujeronas de prietas carnes que cotillean con sus vecinas, vendedores de falsos sortilegios y los siempre presentes mocosos que corretean detrás de las piedras que patean o se columpia con los brazos de los primeros postes que puedan alcanzar. La ciudad huele a sudor, orines viejos y comida a medio hacerse a cualquier hora del día. Llevas unas horas en tierra y ya echas de menos la brisa marina y su olor.
El viejo camino empedrado que cruza de Norte a Sur la costa del Principat ha tenido tiempos mejores hace siglos. Las malas hierbas afloran por los huecos y muchas piedras son poco menos que arenilla tras centurias de caminares de hombres y bestias de carga. Puedes divisar millas y millas de campos que ahora están siendo arados por los campesinos de lugar, usando azadas o ayudandose de mulas o bueyes. Es la época de la siembra... y hasta el otoño no verán sus frutos.
20 son muchos, son monedas de plata, dan para comida y bebida para varios días.
Tirada: 8d10
Motivo: Destrz+Atletismo
Dificultad: 8+
Resultados: 3, 7, 5, 8, 10, 10, 8, 7
Exitos: 4
Tirada: 2d10
Motivo: Repetir 10
Dificultad: 8+
Resultados: 8, 5
Exitos: 1
Supongo que no has implementado el sistema de tiradas de Nuevo MdT por el areté, porque estar está...
Alonso se sentía bien al recorrer las calles de la ciudad, a pesar de su añoranza del mar. Aquellas calles eran las que él conocía. No las de Barcelona, pero esas calles eran las mismas en todas las ciudades, esas gentes eran las mismas, y él se sentía como pez en el agua en ese ambiente.
Por desgracia, no todo lo bueno puede durar, y ahora se extendían ante él millas y millas de camino. Tocaría caminar, que remedio.
Con un leve suspiro de resignación, Alonso se pone en camino siguiendo el viejo camino. Total, no había nada cerca que fuera a darle amparo y los buenos labradores se le echarían encima si tenía la ocurrencia de pasearse por sus campos así porque sí.
Cruzas un destartalado puente de madera que increiblemente parece bien resistente que te permite cruzar un rio antes de adentrarte en la foresta.
La noche cae, primero el cielo se torna anaranjado durante un tiempo hasta que deja paso al azul oscuro y luego al negro. Los campos van quedando atras y Alonso se cruza con algunos payeses que dan prisa a las monturas que tiran de sus cargados carros como si temieran la caida de la noche, simplemente saludan rápidamente al espadachin mientras prosiguen su camino.
Tras salir de Barcelona y sus cercanias ves bosque por todos sitios: montes, valles y colinas, todo lleno de pinos, que a pesar del tiempo siguen verdes. La verdad es que comprendes a los campesinos que apresuraban su carro, la región parece al anochecer un lugar siniestro, como si acecharan criaturas sobrenaturales tras cada esquina... y si estas no existieran siempre quedan los bandoleros, que son mucho más reales y se esconden en los montes y los bosques para evadir a la justicia.
Poco a poco te acercas a la encrucijada. Está situada en un claro iluminado por la luz de la luna que da un aspecto fantasmal al yermo lugar. Miras hacia la costa y ves columna de humos a lo lejos, quizá como mucho a media milla. Las luces de los hogares llegan tenues a esta posición. No son horas para andar por aquí.
Un maltratado poste de direcciones señala hacia el camino que has venido como Barcelona, a la costa Badalona y hacia el norte Mataró. Las piezas de madera que lo conforman parece que están empezando a pudrirse.
Y te toca esperar un buen rato, con los ululares de las criaturas nocturnas como única compañía...
Alonso se contagia en cierto modo de la intranquilidad de los payeses. No es hombre que se asuste con facilidad, pues normalmente en los callejones oscuros es a él a quien se ha de temer, pero ello no implica que en el bosque está fuera de su ambiente: las calles de la gran ciudad y el mar.
Tirada: 3d10
Motivo: Capa de sombras
Dificultad: 4+
Resultados: 8, 10, 6
Exitos: 3
Uso de plegarias, foco personal -1.
Poco a poco a la encrucijada llega una extraña procesión de extraños monjes con oscuros hábitos y largas capas. Son cerca de media docena y se detienen silenciosamente delante de la encrucijada, rodeando lentamente a Alonso. No dicen nada hasta que se detienen del todo.
-¡Deu vus guard viajero!- Dice un hombre con un vozarrón grave propio de la mediana edad, asoma un cuidada barba debajo de la negra capucha -Hemos hecho largo camino para llegar hasta aquí. ¿Sois la persona que esperábamos?-
Un pequeño cambio de orden para que no nos confundamos y un cruce de rio que se me olvido poner.
Alonso recula un par de pasos atrás, tratando de impedir que le rodeen, pero los "monjes" se mueven para adecuarse a su nueva posición. Otro nuevo intento en otra dirección, y lo mismo de antes, indican a Alonso que si no se pone a malas no habrá forma de evitar que lo rodeen, y espera que estos sean quienes le paguen el resto.
Procura mostrarse relajado, como el borracho que no sabe bien lo que pasa en realidad y está en su propio mundo, confiando también en que de buen seguro el olor de ese mal vino aún estará en su ropa. Vuelve a procurar mostrarse ebrio, con la esperanza de en caso de un feo desenlace, coger desprevenidos a los monjes.
Mira un instante al cielo, para comprobar la posición de la luna, y de que efectivamente sea la medianoche. (Si es así, dice lo siguiente).
- Esso depende. Iyo también... he hessho un largo viaje... para llegar hassta'quí, ¿ssaben? ¿Traen vuessass mersshedess loss veinte amigoss que yo esspero? - en clara alusión a los 20 maravedies.
(Si aún no es la media noche - con un error de 5 ó 10 minutos me vale XD no vamos a ser chuminosos - dice lo siguiente)
- Hermanoss, ¿A quien podrían essperar usstedess aquessta hora tan lejoss del monassterio? Hace horass que no passa por aquí ni un alma bendita... - alza el puño al cielo, con enojo - ¡Maldito ese payess que me arrojó de ssu carro!. ¿Qué le habría cosstado dejarme ahí hasta llegar a Barcelona?
Había pensado que Alonso se quedará a un margen, oculto por las sombras, a esperar a que llegaran los hombres vestidos de negro, precisamente para que no pasara esto: que rodeen a Alonso XD
Pero, bueno, ya está. No vamos a cambiar los detalles ahora :)
Tirada: 3d10
Motivo: S
Dificultad: 8+
Resultados: 9, 10, 9
Exitos: 3
Tirada: 1d10
Motivo: Repetir 10
Dificultad: 8+
Resultado: 7 (Fracaso)
Por el amor de Dios.
Kamal recula un poco para quedarse tras Patricia y proteger su retaguardia de posibles ballesteros.
Tirada: 3d10
Motivo: Destreza+Atletismo
Dificultad: 8+
Resultados: 10, 6, 10
Exitos: 2
Tirada: 2d10
Motivo: Repetir 10s
Dificultad: 8+
Resultados: 8, 4
Exitos: 1
Solo falta Kamal, ya tiro por él >_<
Impelidos por el miedo, los tres comediantes corretean ágilmente por los tejados con buen paso sin resbalar o darse bruces con alguna chimenea. En particular destaca Patricia, que pese a su falda se sube como un cabritilla a las partes más insospechadas y encabeza la huida.
Tras ellos, cuando llevan alejados poco más de una treintena de yardas, la ventana cerrada pero no atrancada por Patricia se abre y una cabeza tonsurada asoma y grita algo que no escucháis bien. Tras eso empiezan a salir guardias que con sus corazas y picas apenas hacen equilibrio sobre el tejado y avanzan con paso inseguro y un tanto cómico.
Y viendo esto aprovecháis para alejaros treinta pasos más...