Partida Rol por web

16ª Partida - Lupus In Forum "Hotel Celine: La gran inaugura

Turno 1: Gran Fiesta en el Hotel Celine

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16/08/2010, 18:00
Servo-man

El doctor Eiensestein y la señorita Palmer parecieron ignorar mi pregunta, así que archivé su actividad como sospechosa. Continué con mis indagaciones, pues había aparecido más gente en el lugar:

- REPITO ESTO ES UN PROCEDIMIENTO RUTINARIO, SEÑOR BRAVEHEART MATO USTED A ESTA GENTE?

- SEÑOR DJ TUNTUN, MATO USTED A ESTA GENTE?

- SEÑOR WILLIAMS, MATO USTED A ESTA GENTE?

- COLABOREN POR FAVOR

El detective Arthur Braveheart paracia interesado en colaborar en la investigación. La base de datos decía que un gran investigador de renombre y durante toda su vida había ayudado a encarcelar a muchos criminales peligrosos.

- SEÑOR BRAVEHEART, YO ESTUVE TODA LA NOCHE CARGANDO EL PROCEDIMIENTO DE RECARGA DE BATERÍAS EN LA HABITACIÓN QUE ME HA SIDO ASIGNADA. DADA LA NATURALEZA DEL PROCESO ME FUE IMPOSIBLE DETECTAR NADA. YO NO HE MATADO A ESTAS PERSONAS PERO NO SE QUIEN LO HA HECHO.

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16/08/2010, 18:21
Bill Williams

-¿Así que no eres hispano?- dijo Chin No al cantante, suspirando- Menos mal. Aunque antes dijiste ser un convicto, un criminal, un fuera de la ley, un chusma, un... bueno, que me parece que no me vas a poder votar por tener antecedentes. ¿Usted sabe quien ha hecho esto? ¿por qué lo metieron en la cárcel? Como diga que por asesinar al personal de un hotel me voy ya mismo de aquí.

Luego el servo bot me dice que si he matado yo a esa gente.

-¿Yo? ¡Oh, Dios, no! ¿Es usted un maldito republicano o le han contratado esos sucios demócratas? Me dijeron que ser del tercer partido tendría sus cosillas, pero esto ya es un acojono total... yo ayer estuve delante de las cámaras todo lo que pude. También bebí todo lo que pude, así que no estaba en condiciones de cometer esos crímenes y estaba agotado a media noche. Quizá el de la habitación de al lado oyera mis ronquidos.

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16/08/2010, 18:17
Arthur Braveheart

La pregunta del señor servo-man parecia totalmente de rutina aunque con la falta de tacto propia del superheroe, de modo que decidi contesatr sin ofenderme como los demas.

- No señor servo-man, yo no mate a esta gente, me retire de la fiesta cuando esta acabo y me fui a mi habitación, donde permaneci toda la noche, esta mañana me he despertado y he dado un paseo y al regresar me encontre con este horroroso panorama.-

La respuesta de la periodista fue cortante, ofensiva y con un tono de ironia, tipico de los periodistas, siemrpe actuando a la ligera; ciertamente dudaba mucho que el asesino confesara solo con preguntarselo, peor realmente queria comprobar ciertas cosas que se podian observar en un asesino...

- Bueno, continuando con las preguntas, podrian decirme el resto de los aqui presentes, ¿que hicieron desde que se marcharon ayer por la noche de la fiesta hasta el momento presente? - dije dirigiendome al señor tuntún, al señor williams y a la señorita lechuga verde.

- Por otra parte, señor Servo-man, ¿alguna idea de donde puede estar la gente que falta aqui?¿podrian estar en sus habitaciones? -

continue mi interrogatorio de los alli presentes para tratar de resolver este enigma que se nos planteaba.

 

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16/08/2010, 18:13
Maxwell O´Connor

Esta última semana había sido muy atareada, descubriendo las responsabilidades de mi nuevo trabajo y los lugares de los que se componía el hotel. Además, había voces que no me dejaban descansar en paz. Tu conciencia, dirían algunos como el alcaide de la prisión. No. Yo sé lo que oigo, y esas voces venían de mas allá de mi habitación. Y por mucho que he buscado altavoces escondidos o teléfonos de esos portátiles, como los que usa toda la gente hoy en día, no he podido encontrar nada. Esos aparatos tecnológicos. Cuanto ha cambiado el mundo desde la última vez que estuve en Irlanda...

Pero ni todo aquello me había preparado para lo que ocurrió anoche. Tanta gente. Tanto ruido. Tanta música. Y yo allí, sin poder irme. Manteniendo mi lugar como jefe de seguridad, dirigiendo a algunos hombres para que ningún reportero de la prensa amarilla inglesa o personas deseosas de ser famosas se colaran en la fiesta. Aunque el hecho de que el niñato que en vez de música hace ruido viniera con todo su séquito de mujeres tampoco ayudó a mis quehaceres, provocándome un fuerte dolor de cabeza. Así que cuando la cosa empezó a calmarme, marché a mi habitación. No había probado mas que un par de vasos de cerveza de la tierra. ¡Como la había echado de menos todo este tiempo! Y por una noche, quizás por efecto de la bebida o del cansancio, conseguí dormir del tirón. Demasiado.

Cuando me quise despertar ya había muchas voces recorriendo el edificio. Algo había pasado. Me vestí deprisa y bajé hasta el vestíbulo donde la gente se había reunido. Aquel ser rojo y amarillo no paraba de hacer preguntas mientras un extraño aparato revoloteaba a su alrededor. Un negro y un chino hablaba. Pero lo que mas llamó mi atención fue el objeto que una mujer llevaba en su mano: una cámara. Empecé a hacer funcionar mi mente, recordando los nombres de los invitados y asociándolos a las caras mientras me acercaba a ella. Tapé el visor del aparato con la mano izquierda antes de empezar a hablar.

-Nada de fotos, señora Palmer.- Sin apartar la mano, alcé la voz y me dirigí al resto de los allí reunidos. -Como jefe de seguridad tomo el mando desde aquí. Vayan a la cafetería. Allí recibirán un desayuno digno y podremos resolver este entuerto sin mayor sufrimiento.- Volví mi atención a la mujer que tenía a mi lado, y la dije en voz baja. -Me temo que tendré que incautar sus cámaras, señora. No podemos dejar que un evento como este se filtre a mas allá de estas paredes hasta que está aclarado y todo ustedes estén a salvo.

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16/08/2010, 18:38
Laura Palmer

Sentada al lado de la Señorita Lechuga Verde observé asombrada como el Jefe de Seguridad por fin hacia acto de aparición, y lejos de acercarse a Servo-man y al Detective Braveheart se plantó a mi lado, tapó el objetivo de mi cámara que hacia casi 10 minutos que no usaba y amenazó con incautarmela. Y me indigné, por supuesto.

-Perdone, pero ni estoy haciendo fotos (y las que tenga hechas no van a salir de esta cámara hasta que sepa que diablos está pasando aquí) ni le voy a dar mi cámara ni a usted ni a nadie. - Le miré muy seriamente, dejandole muy claro que tendría que pasar por encima de mi cadaver para quitarme a mi querida cámara. - Y puedo comprender que la compañía de la señorita Lechuga Verde y la mia propia le sean muy gratas, pero los difuntos están allí.

Y señalé sin ningún pudor a los cadáveres que se amontonaban a casi siete metros de nosotras y de dónde el señor jefe de seguridad se había parado para, sólo, amenazarme a mí.

- ¿No será que le tiene fobia a la sangre, verdad Señor O'Connor? - Dije, con fingida precupación.

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16/08/2010, 18:13
Maxwell O´Connor

Esta última semana había sido muy atareada, descubriendo las responsabilidades de mi nuevo trabajo y los lugares de los que se componía el hotel. Además, había voces que no me dejaban descansar en paz. Tu conciencia, dirían algunos como el alcaide de la prisión. No. Yo sé lo que oigo, y esas voces venían de mas allá de mi habitación. Y por mucho que he buscado altavoces escondidos o teléfonos de esos portátiles, como los que usa toda la gente hoy en día, no he podido encontrar nada. Esos aparatos tecnológicos. Cuanto ha cambiado el mundo desde la última vez que estuve en Irlanda...

Pero ni todo aquello me había preparado para lo que ocurrió anoche. Tanta gente. Tanto ruido. Tanta música. Y yo allí, sin poder irme. Manteniendo mi lugar como jefe de seguridad, dirigiendo a algunos hombres para que ningún reportero de la prensa amarilla inglesa o personas deseosas de ser famosas se colaran en la fiesta. Aunque el hecho de que el niñato que en vez de música hace ruido viniera con todo su séquito de mujeres tampoco ayudó a mis quehaceres, provocándome un fuerte dolor de cabeza. Así que cuando la cosa empezó a calmarme, marché a mi habitación. No había probado mas que un par de vasos de cerveza de la tierra. ¡Como la había echado de menos todo este tiempo! Y por una noche, quizás por efecto de la bebida o del cansancio, conseguí dormir del tirón. Demasiado.

Cuando me quise despertar ya había muchas voces recorriendo el edificio. Algo había pasado. Me vestí deprisa y bajé hasta el vestíbulo donde la gente se había reunido. Aquel ser rojo y amarillo no paraba de hacer preguntas mientras un extraño aparato revoloteaba a su alrededor. Un negro y un chino hablaba. Pero lo que mas llamó mi atención fue el objeto que una mujer llevaba en su mano: una cámara. Empecé a hacer funcionar mi mente, recordando los nombres de los invitados y asociándolos a las caras mientras me acercaba a ella. Tapé el visor del aparato con la mano izquierda antes de empezar a hablar.

-Nada de fotos, señora Palmer.- Sin apartar la mano, alcé la voz y me dirigí al resto de los allí reunidos. -Como jefe de seguridad tomo el mando desde aquí. Vayan a la cafetería. Allí recibirán un desayuno digno y podremos resolver este entuerto sin mayor sufrimiento.- Volví mi atención a la mujer que tenía a mi lado, y la dije en voz baja. -Me temo que tendré que incautar sus cámaras, señora. No podemos dejar que un evento como este se filtre a mas allá de estas paredes hasta que está aclarado y todo ustedes estén a salvo.

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16/08/2010, 18:22
Dr. Frank Eisenstein

Cuando acabó de tomarse el café (al que le había añadido ciertos compuestos en polvo que llevaba en una bolsita en su arrugado esmoquin), Frank se asomó al hall, donde acababa de bajar el jefe de seguridad del hotel y había puesto en cuarentena la zona, intentando quitarle la cámara a la periodista que tan cariñosamente se había arrimado a la señorita Lechuga Verde. Algo olía a fostatina, la discusión interracial, por otro lado, era casi de esperarse.

-Señor Williams -dijo con una sonrisa y estrechándole la mano al candidato - ¡No recuerdo que nos presentaran anoche! Aunque a decir verdad, hay muchas cosas que no recuerdo de anoche. ¿Quiere un café? Lleva un componente secreto de mi cosecha. ¿Sabe? La ciencia necesita que se aumente el presupuesto para este tipo de experimentos... creo que usted y yo podríamos llegar a un entendimiento... ¿no cree?

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16/08/2010, 18:37
Andrea Antonioni

- BAMBINA!! Que passa?? Dó e la la maniobra buccal a ritmo de Marsellessa?? Io no so persona sin mis ejercicios matinales. BAMBINA!??

La bambina no estaba, ni ninguna de las que dijeron ser sus 5 hermanas. Les dejé bien clarito que las feas podían marcharse cuando quisieran, pero que las otras tres tenían que quedarse hasta la mañana siguiente y atenderme cuando despertara. Se me hacía un mundo cuando no aligeraba hormonas por la mañana y tenía que arrodillarme a rezar el rosario con semejante peso en mi corazón.

Miré la hora en mi rólex de oro macizo con mi cara hecha con incrustaciones de rubíes y diamantes en la esfera. Horror!! Era ya por la tarde. Busqué el rosario dentro de la chaqueta del esmoquin y me arrodillé frente al cabecero de la cama. La repetición de tanto avemaría me ayudaría a concentrarme en las pocas ideas que quedaban bajo mi despoblado cráneo.

INTELINGENTE SOY. Si, obligué al servicio a subir todo mi equipaje a la suite presidencial y a dejarlo todo dispuesto, por lo que excepto por los vaivanes de la noche, todo parecía estar en condiciones.

UN CABALIERE DE FIESTA ES, ANTE TODO, UN SENIOR.  Llamaré al servicio, que venga a vestirme y ayudarme a buscar a la BAMBINA.

PIADOSO, PERO NO IDIOTA. Basta de hacer el meapilas.

- Servcio!!!! - me acerqué al timbre de llamada del servicio. Le di tantas veces como cuentas tiene mi rosario.

Vestido con la bata de seda italiana, despeinado y con cara de pocos amigos salí al pasillo en vista de que el servicio no iba a venir. El pasillo estaba desierto. Sabanas sucias tiradas por el suelo, copas de champán, botellas rotas, bandejas de plata, el aspecto que tiene el paraiso por las mañanas. ¿Sería todavía por la mañana?

Decidido a reclamar a mi buen amigo el señor Mikel monté en el ascensor y pulsé el botón de la planta baja. Estaba seguro de que algo habría pasado para que semejante sucesión de desconcertantes carencias tubiera excusa.

- Caccio di Cristo!!! Mamma mía! MADONNA!!! per qué!!!! PER QUÉEEE!!!! - Siguiendo el rumor de la gente había ido hacia la cocina y allí vi, lo que ya estaba acostumbrado a oir, pero no a ver. Es lo que tiene ser el jefe, uno nunca se acerca a las cosas que manchan. En fin, son gajes del oficio, pero no sabía que el señor Mikel estuviera metido en este tipo de líos. Tendría que hacer un par de llamadas. Con las manos metidas en los bolsillos de la bata, el pelo de la nuca despeinado y saludando al viento y cara de muy pocos amigos seguí el ruido de la gente. A muchos los encontré en la cafetería. Había un irlandés con pintas de haber pasado tiempos mejores, un tipo estreñido de negro con pinta de no haberlo pasado bien en su vida, una lesbiana frígida jugando a los reporteros, un chinorris con ambiciones, un negro de los que mueren pronto, una bambina sin sus padres a la vista, un viejo chiflado y lo que la noche anterior hubiera apostado que eran dos enanos disfrazados de ironman. Vaya planazo.

- Irlandés, tienes pinta de hablare el mío idioma. Dó caccio e il seniore Mikelle??

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16/08/2010, 18:51
Maxwell O´Connor
- ¿No será que le tiene fobia a la sangre, verdad Señor O'Connor? - Dije, con fingida precupación.

-Ni mucho menos, señora Palmer. No es la primera vez que la veo. En realidad estoy salvaguardando la seguridad de todos con esta acción. Hasta que no se resuelva el entuerto, esto no debe salir de aquí.- De nuevo me volví hacia los presentes, sin apartar la mano de la cámara, y alcé la voz. -Les recuerdo que deben ir a la cafetería. Allí estarán mas seguros y podremos acabar con todo esto.

A primera vista la gente no parecía muy dispuesta a seguir mis indicaciones. Y eso no me estaba gustando nada. Los miré, uno a uno, intentando decidir mi siguiente acción para llevarlos hasta allí.

 

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16/08/2010, 19:01
Laura Palmer

Mientras el Señor O'Connor seguía con sus vanas amenazas de quien pretende tener un poder que no sabe cuando ha perdido, apareció en la sala el italiano que solo conocian en su casa. Andrea, creo que se llamaba. El que tuviera un nombre más femenino que masculino no podía irle más al (poco) pelo que tenía.

Y si no me había caido bien de entrada y apenas sabia nada de él, la mirada que me echó hizo que automáticamente me cayera aún peor. ¿Quién diantres se creía que era él para ir por ahi, en cursi-vata de andar por casa, como si fuera el rey del hotel?

Ni siquiera me digné a decirle nada. Me levanté, esperando por la señorita Lechuga Verde que parecía cada vez más shockeada y me dirigí hacia la puerta.

-Pues a la cafetería nos iremos, Señor Jefe de Seguridad. Ya vendrá usted a servirnos el desayuno, supongo, ya que al parecer es el único miembro del staff que sigue vivo...

Quizá no debería haber señalado lo que para mi era evidente... pero que diablos, él se lo habia buscado.

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16/08/2010, 19:09
Dr. Frank Eisenstein

El dr. Eisenstein vio como la periodista se iba directa a la cafetería. Al pasar esta por el marco de la puerta, Frank recordó de pronto, que había dejado su mezcla de metaanfetaminas, heroina y café en la máquina dispensadora de café. La siguió rápidamente... Decidió hacerse el loco, si alguien tomaba eso y le causaba efectos secundarios... bueno, no podían demostrar que la culpa fuera suya.

-Señor O'Connor, tengo una pregunta para usted, ¿cómo es posible que sea usted el único miembro del equipo del hotel que ha sobrevivido a esta matanza? Es casi un milagro, ¿no le parece? Celebro que esté usted sano. Eso sí, espero que, a partir de ahora, nos defienda de quien sea que esté detrás de esto...

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16/08/2010, 19:25
Carlota Ciccionella

Carlota bajo las escaleras con su contoneo habitual como si tal cosa hasta que al llegar a recepción descubrió lo que había ocurrido.

Oh, por Dios. ¿Que demonios ha pasado? ¿Quien ha hecho esto?

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16/08/2010, 19:13
Maxwell O´Connor

-Sólo intento ayudar, mujer, ya que la gente parece correr como pollos sin cabeza, sin una dirección. Y pisotear la escena de un crimen no es la mejor forma de resolver un asesinato masivo. Sobre el desayuno, sólo intentaba con eso calmarles un poco. Seguro que no están habituados a cosas como esta, y espero que nadie se desmaye. Además, seguro que la cosa esa roja y amarilla es capaz de servirles algo de comer. Según las novelas de mis tiempos, eran utilizados por los hombres como sirvientes.

Me volví hacia Eisenstein según me hablaba.

Cita:

-Señor O'Connor, tengo una pregunta para usted, ¿cómo es posible que sea usted el único miembro del equipo del hotel que ha sobrevivido a esta matanza? Es casi un milagro, ¿no le parece? Celebro que esté usted sano. Eso sí, espero que, a partir de ahora, nos defienda de quien sea que esté detrás de esto...

-Eso intento doctor, pero la gente no parece dispuesta a seguir mis indicaciones y estos viejos huesos no tienen fuerza suficiente para mandarlos uno a uno hasta la cafetería. Aunque quizá a alguno pueda llevar hasta allí a patadas, si fuera necesario.

Una joven llegó a la habitación.

Cita:

Oh, por Dios. ¿Que demonios ha pasado? ¿Quien ha hecho esto?

-No se preocupe señorita. Lo tenemos todo bajo control, ¿verdad?- miré a los presentes con tono amenazador, esperando que alguien replicara. -Ahora, por favor, recuperen el control y vayan a la cafetería. Allí podremos hablar mas tranquilamente.

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16/08/2010, 19:33
Arthur Braveheart

- Bien, me parece la sujerendia del señor O'connor una idea ams que aceptable, ya va siendo hora de que nos reunamos todos en la cafeteria y tomemos un buen desayuno que ayude a aclararse a nuestras ideas - dije mientras me disponia a ir a la cafeteria, esperando que fianlmente los alli presentes hicieran caso de las indicaciones del jefe de seguridad.

Cuando entre en la cafeteria prepare zumo y cafe para todo aquel que deseara tomar uno y me dispuse a preparame a mi msimo una tostada con una de aquellas maquinas modernas con cinta transportadora que se utilizaban para tostar el pan, y que solo se encontraban en los buenos hoteles.

A continuacion me sente en una amplia mesa junto a una ventana y unte mi tostada con mantequilla y mermelada de fresa, y la acompañe con un buen vaso de zumo, y asi me dispuse a tomar un buen desayuno mientras legaban, si es que venian, el resto de huespedes.

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16/08/2010, 19:35
Carlota Ciccionella

¡Todo bajo control! No es por nada pero... ¡AQUÍ HA MUERTO GENTE! ¿Han llamado a la policía? O, por todos los diablos, ¡Tengo que llamar a mi agente! - dice carlota sacando su teléfono móvil de última generación para descubrir poco después que no tiene cobertura. ¡MIERDA!

Finalmente carlota siguió al resto de los presentes al comedor cafetería con tal de no quedarse sola.

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16/08/2010, 19:40
Dr. Frank Eisenstein

-Señorita, estamos a 30 km de Dublin, aquí no hay ni hubo cobertura nunca. Me parece que su reacción desmesurada es propia de una actriz de cine en medio del rodaje de alguna película palomitera como CSI: La Isla, IA: Incidente Astral o El Trono de los Diez Reinos. -Frank odiaba ese tipo de películas. -Entrar en pánico no va a ayudarnos, tenemos que encontrar una solución a nuestros problemas...

Entonces se dio cuenta de lo que estaba usando el detective como mantequilla...

-¡Por el bossón de Higgs! ¿Se puede saber que está usted comiendo? ¿Se encuentra bien?

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16/08/2010, 19:42
Maxwell O´Connor

Empiezo a apretar los dientes, harto de las interrupciones de la gente. Si por lo menos hicieran caso de lo que se les dice, ya podríamos haber llegado a la solución de este problema. Pero, ¡no! Tenemos que discutir como locos encima de la escena del crimen. Me froto los ojos intentando tranquilizarme antes de decir alguna barbaridad.

-Ahora que todos hemos visto los cadáveres y la sangre, ¿podríamos ir a la cafetería y dejar la escena del crimen en paz? Muchas gracias.

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16/08/2010, 19:49
Arthur Braveheart

Tras la llamada de atencion del doctor Eisenstein, suelto rapidamente la tostada antes de asestarle la priemra dentellada.

- ¿A que se refiere doctor?¿he cogido uno de esos sobres unidosis de mantequilla que habia sobre la barra, cerca de la maquina de cafe que usted utilizo antes -

Aun faltaban huespedes por llegar a la cafeteria, y el jefe de seguridad, el señor O'connor estaba tratando de que todos viniesen de una vez a la cafeteria, esperaba yo que una vez estuvieran aqui todos reunidos pudieramos ocntinuar la conversacion a cerca del caso y de los asesinatos hoy ocurridos, pues no era algo que se debiera olvidar sin mas.

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16/08/2010, 19:52
Dr. Frank Eisenstein

-Verá -le dijo Frank al detective cogiendo el pequeño sobre unidosis, abriéndolo y desparramando su contenido en el plato- El problema no es la mantequilla, sino el zumo de naranja que he tratado químicamente mientras el café se hacía. Observe.

Entonces el dr. Eisenstein cogió la jarra de zumo y echó unas gotas sobre la mantequilla. Al contacto del líquido y la sustancia, esta comenzó a crecer y a inflarse de manera vertiginosa. Poco a poco, hasta convertirse en una pelota deforme del tamaño de un balón de baloncesto.

-¿Ve? Si llega a ingerir la mantequilla, esto se hubiera inflado dentro de usted, y posiblemente habría reventado su esófago.Para ser usted detective, debería estar más atento.

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16/08/2010, 19:56
Carlota Ciccionella

Abriéndose paso en la cafetería pero sin dejar de hablar con el doctor Eisenstein.

Oh, perdone, señor siete-ciencias. Pero algunas nos acabamos de levantar y no sabemos todo lo que ha ocurrido aquí. Es más, juraría que ayer noche si que teníamos cobertura aquí... ah, es verdad. No fue una llamada sino la alarma lo que sono.

Al ver el experimento casero del doctor carlota se limita a añadir lo siguiente:
Hoy no voy a desayunar.

Notas de juego

El teléfono que en el enlace anterior no se veía.