Partida Rol por web

Nada más bajar del barco veo cómo muchos se agolpan en la barra. No me apetece entrar en jaleos por una copa de algo. Así que dejo la mochila en la arena, me quito la camiseta y corro a zambullirme en el agua.

No entiendo la gente las ganas que tiene de empezar un fin de semana como este montanto bronca.

Nado una buena distancia hacia dentro del mar. ¡Qué tranquilidad! Pero no he venido aquí para estar tranquilo.

Vuelvo nadando hacia la orilla...Salgo y me tumbo en la arena a tomar el sol y secarme.

Pasado un largo rato Tom se levanto de la caliente arena, se dirigio al agua para darse un refrescante baño, tomo carrerilla y entro en el mar a toda velocidad, lanzandose de cabeza, tras el baño relajante, salio del agua, cogio sus cosas y se encamino de nuevo hacia el bar, al pasar por al lado de una chica pelirroja, la observo bien pero sin detenerse, cuando esta le miro, Tom la guiño un ojo y la mostro su sonrisa picaruela...al llegar al bar, fue directamente donde el camarero y le dijo -Oye brother, lamento el incidente de antes, se me fue la pinza colega, ponme una cerveza...- 

Sonya se sacudió la poca arena que tenía pegada al trasero y las piernas, recuperando la calma lo mejor posible. No hacia ni cinco minutos que estaba en aquella roca arenosa y ya estaba por los suelos sin apenas haber probado alcohol, cuando por regla general se necesitaba un par de horas más y condimentos penados por la ley para conseguirlo.
-Si, eso creo.
Por supuesto no se le escapó la mirada del pelirrojo. Como castigo por aquella falta de educación la chica se pasó delicadamente la yema del dedo corazón desde el ombligo al pecho, recogiendo todo lo que pudiese, y bajó la velocidad al llegar a las firmes y pequeñas protuberancias que formaban las bolas del piercing y el pezón como tal, para luego llevarse el dedo a los labios.
Durante el proceso no apartó la vista de la cara del chico, y cuando acabó le hizo una señal de que esperara. Dió un rodeo y se coló dentro de la barra, evitando con cuidado los cristales rotos, lo que le daba la apariencia de estar jugando a 'el suelo es lava'.
Encontró lo que quería. Metió en una bolsa unos limones, un bote con sal, un par de vasos de chupito y dos botellas de tequila, tendiendole una a Sami.
-¿Nos vamos?

Sami se quedó prendado de los movimientos de la mano de Sonya y la siguió con la vista también cuando entró en al bar a pillar víveres. 

Por supuesto que quería ir con ella. Sami se dirigió al barman y le dejó un billete de 50$.

-Mi nombre es Sami Boudreaux, habitación 619. Siento lo que ha pasado. Haznos un favor y súbeme las maletas, please. 

El camarero recuperó la compostura y le sonrió a Sami y éste se alejó con el cigarro aún por encender en los labios.

Cuando Patrick me habla alzo la vista y sonrió, en si lo que dice es cierto, no vine precisamente a relajarme. Le observo unos segundos mas y acepto su mano para presentarme yo también. 

-Parece la isla ideal para mi, siempre y cuando no hayan tantos problemas en la barra - Digo soltando una risilla, me compongo un poco y me presento - Un gusto conocerte Ryan, mi nombre es Heather Linz, pero todos me dicen Heath - Luego miro a mi alrededor y alzo levemente los hombros - Así como me ves es como estoy, ni uno de mis amigos quiso acompañarme en esta aventura. 

Miro al chico mas en detalle mientras hablo, fijándome en su aspecto, aunque siempre trato de juzgar a la gente por su interior, no puedo evitar decirme que no se ve para nada mal, miro como el hombre de piel oscura vuelve a la barra, y pienso con curiosidad porque volver al lugar donde había salido hace tan solo unos instantes, sin embargo me reservo mis dudas y vuelvo la atención al hombre que me hablo. 

Sigo la direccion de la mirada que lanza y veo que el hombre "inquieto" a regresado de la playa y habla con el camarero. Parece alguien que actua mas por instinto que por sentido comun, asi que por el momento mantendre una distancia con el.

Encantado de conocerte Heath, pensaba ofrecerte una bebida, pero me parece que ahora mismo la barra es una zona caliente. Le sonrio y me encojo de hombros. Si no eres muy escrupulosa puedo ofrecer compartir la mia, es una cerveza estupenda.

Espero que tus amigos se fastidien de la envidia cuando regreses y les cuentes tus aventuras, como que has conocido a un muchacho estupendo o dos. A veces lanzarse a la piscina es un poco peligroso, porque realmente no conozco los gustos de Heath, por lo que podria estar mas interesada en Elli que en mi, sin ir mas lejos. Pero el que no arriesga no gana, eso esta claro. Yo decidí venir solo. Desconectar de todo y de todos. Ya no podia mas, no se si me entiendes.

Le tiendo mi vaso mientras hablo, sin apartar la mirada de la suya. Me gustan pelirrojas y las gafas siempre me han parecido perversamente provocativas. Que le vamos a hacer. Soy un hombre débil.

Oliver se había quedado alucinado con el final de la discusión y la reacción del negro. Cuando las botellas estallaron de manos del colega, él mismo tuvo la precaución de apartarse de los cristales, observando a la pareja que también formaba parte de la trifulca.

Cuando todo se calma, Oliver busca con la mirada al negro. Por lo menos algo divertido tiene y eso es droga.

Cogiendo él mismo de la nevera de la barra unas cervezas, se acercó a él.

-Vaya frenesí, colega. ¿Te encuentras bien? ¿Quieres un trago?

Tom escucho que alguien se dirigia a el en tono amistoso, se giro a su derecha y vio a un chico que portaba un par de cervezas en la mano y le sonreia

-Si tio, fue un momento de descontrol pero ya paso, a veces me sucede y mas vale que no andes cerca...me llamo Tom, aunque me suelen conocer como Dj Scream, gracias por la birra, esta ya estaba agonizando...bueno, ¿que esperas de esta noche colega?-

Oliver sonrió, dejando que cogiera la cerveza, tomando él la que había quedado con un gesto de "No hay de qué".

-Busco algo de diversión y trabajo. Si encima mezclo ambos sería la hostia ¿Y tú? He oído que eras... ¿Dj? O algo así. ¿Eres muy famoso? 

Oli le observaba con cautela, era demasiado pronto y debía conocer más a su compañero antes de abrirse o lanzar algún tipo de ficha o estratagema.

Tom le pego un largo trago a su cerveza, a continuacion la poso en la barra y se apoyo de espaldas a la misma, mientras cruzaba los brazos y observaba todo lo que ocurria en la playa

- Bueno la verdad es que algo de fama tengo, he pinchado en algunos festivales importantes como el Ultra Music Fest de Miami o el Tomorrowland de Belgica...¿tu has dicho que buscas trabajo? ¿que clase de trabajo?-

Oliver también se apoyó en la barra, bebiendo, escuchando donde había trabajado.

-Tomorrowland... He oído hablar de ellos pero nunca tuve la oportunidad de ir -Oliver volvió a beber y sonrió- Yo al parecer también soy conocidillo en mi trabajo pero seguro que es más interesante el tuyo 

Oliver quería tantear el tema despacio.

-¿Otra cerveza o prefieres algo más fuerte?

Tom se sentia bastante comodo con aquella conversacion, podia estar haciendo su primera amistad en la isla, aunque su objetivo era las mujeres, tambien le gusta tener amigos

-Tomorrowland es la leche, un fin de semana de sexo, drogas y buena musica...me acoste con 12 tias en 3 dias....fue la hostia tio! bueno y en tu caso, ¿cual es ese trabajo en el que eres conocido? seguro que tambien es interesante, ¿te has aburrido de la cerveza ya? jajaja-

Tom se giro al camarero y le pidio una ronda de los chupitos mas fuertes

-Es demasiado suave la cerveza -Rio, escuchando atentament sobre Tomorrowland-¡Que pasada! Posiblemente ahí me hubiera ganado algo de pasta además de disfrutar de todo lo que dices

Oliver sonrió, cogiendo el chupito cuando se lo pusieron.

-Ya que tanto insistes en saber mi trabajo... Digamos que hago pasar buenos momentos a quien me lo pide...

-¿Eres puto colega? perdona por la expresion, quizas lo mas apropiado seria....acompañante ¿no? jaja, es una buena profesion, siempre que te lo pidan tias jovenes y que esten buenas, quizas seria mejor actor porno quizas...-

Tom cogio el primer chupito y se lo tomo

-Seguro que esta noche haces algo de pasta, fijo, esto va a estar lleno de tias cachondas buscando un buen polvo-

Oliver rio tomándose el chupito y negó por la expresión de "Puto". 

-Acompañante suena mejor ¿No? Aunque suelen definirme como chapero

Oliver se giró mirando la playa.

-Soy a lo que llaman cuando las tías pasan absolutamente de ellos. Aunque, tranquilo, no muerdo así porque sí. Primero hay que pagar 

Oliver dijo sus dos últimas frases con gesto burlón y bromista.

Tom tomo otro chupito y de un trago dio cuenta de el

-Bueno las tias creo que aqui pasan bastante de mi por el momento, pero tranquilo, no necesito tus servicios jajajaja-

cogio algo de su mochila...

-Tio me voy a poner un tiro, ¿quieres ponerte?

Cuando Dafne escuchó por los altavoces que ya iban a llegar de su destino, salió de la zona de la piscina hasta irse a su camarote, sin llamar nada la atención, como siempre. Allí cogió sus cosas, las cuales estaban ordenadas y esperó sentada a oír el bullicio de la gente queriendo salir del barco.

Salió de las primeras, e inmediatamente caminó hacia su habitación, donde estuvo bastante tiempo metida a pesar de las ganas que tenía de ir a la playa. Ordenó cuidadósamente sus cosas, dejándolo todo bien colocado, y tras finalizarlo, al fin salió con la toalla en mano, y su mp3 para escuchar música.

El primer encuentro que tuvo fue con la gente del bar, demasiado alterados para ella, no le apetecía estar en el punto de mira, por lo que decide ir hasta la playa, allí hay unas pocas personas, pero parecen estar entretenidos hablando entre ellos o nadando, por lo coloca la toalla lo más estirada posible, se sienta sobre ella, enciende el aparato subiendo el vlumen al máximo y mira al horizonte jugando con la arena entre sus dedos.

No había salido en todo el trayecto del barco, ni siquiera sabía por qué había ido allí, supongo que un cambio de aires no me venía mal. Había pasado toda mi infancia rodeada entre monjas, chicas, cruces y más cruces, y quería saber qué había fuera de todo eso.

Al bajar del barco, se sentó en la barra, donde empezó a haber una pelea, de la cual no quitó ni un solo instante la vista mientras bebía y sonreía, le gustaba lo que veía, de hecho, ya podría montarse una mejor que esta.

Cuando terminó se encaminó hacia la selva, quería comprobar si era exactamente igual de tranquila como decían las monjas.