Partida Rol por web

Tal vez Glory no hable demasiado alto o utilice palabras agresivas, pero la dura frialdad de su tono de voz, o tal vez una mirada que transmite que no dudaría un segundo en pegarle un tiro allí mismo, hace que al empleado de Wan Mei se le borre la sonrisa de la cara.

Una gota de sudor frío recorre su frente, y traga saliva antes de contestar:

— ¿Te... terroristas? — parece francamente afectado — Mire, le juro que no sabemos nada de ese asunto. Nosotros sólo somos los técnicos de mantenimiento. No tenemos nada que ver con esos terroristas, ni le ocultamos nada. Sólo montamos estos servidores... Sí, son muchos, pero no tenemos ni idea para qué los quieren utilizar. Pero es todo legal, todo legal. — guarda silencio por un momento y luego vuelve a hablar atropelladamente — Tal vez deberían investigar al que llamó a nuestra empresa, el señor Gilberto Do Santos. Ese tipo nos echó esta mañana de muy malas maneras para luego llamarnos al poco tiempo. Algo muy extraño. Nuestra empresa no suele hacer preguntas, y ya le digo que vemos de todo... Pero ese tipo nos resulta muy raro. Era como si no quisiese que viésemos algo.

Mira nervioso a sus compañeros antes de girarse hacia Glory de nuevo.

— ¿Necesitan... necesitan algo más?

Glory no tiene ni idea de si le está mintiendo o no, pero al menos parece haber conseguido algún dato más.

Teniendo localizado al Heist y creyendo que esta en ventaja al permanecer momentáneamente inadvertido, decide lanzar un ataque de intrusión al Geist de seguridad, para poder acceder con toda confianza a los datos dentro de los servidores, y tratar de localizar la ubicación de Bipandra además de recuperar los datos que tanto interezan a la Yuan Ji

Glory pareció reflexionar un momento.

―Si nos están diciendo la verdad no tienen nada que temer. Hablaremos con el Señor Dos Santos.

Cogió por el hombro al técnico que había hablado y lo llevó aparte.

―¿Cree que podrá indicarnos dónde está eso que el Señor Dos Santos no quería que vieran?

Habiéndolo localizado previamente, Oni se fija en una debilidad en el software defensivo del Geist y lanza un protocolo de intrusión para tenerlo bajo su control. Sin embargo, el tejido de software que protege al Geist es bastante complejo. En cuanto el Geist nota el intento de intrusión, reconfigura su software defensivo para hacer frente a la amenaza.

El técnico, muerto de miedo se deja llevar dócilmente del hombro por Glory.

— Bueno... No lo se exactamente. Cuando nos obligó a salir de aquella forma vimos que entró una furgoneta al recinto. A nosotros no nos permite la entrada de nuestro vehículo. Supongo que si descargaron algo — baja la voz — lo habrán metido en el muelle de carga. — dice señalando la puerta de seguridad que hay a sus espaldas. 

Rápidamente añade, levantando las palmas de las manos:

— Que no se si realmente hay algo que descargaran o qué. No hemos entrado ahí, nuestro trabajo es aquí fuera y no nos incumbe. Pero nos extrañó que nos echaran de esa forma para que luego entrara ese furgón, que a nosotros no nos dejan entrar con el nuestro... para luego llamarnos al cabo de un rato. Ya estábamos casi llegando a nuestras oficinas, ¿sabe? No me parece forma de hacer las cosas...

Brunn esboza una media sonrisa al recibir las credenciales que Richard le envía. Se gira hacia el guardia de seguridad con una sonrisa afable:

— Genial, amigo. Vamos a echar un vistazo si le parece, ¿de acuerdo?

Hakin entonces se sumerge en una sucesión de imágenes, revisando todas las grabaciones de las oficinas y de los sótanos. Al cabo de unos segundos pasando imágenes a toda velocidad, ayudado por el Geist intentando detectar alguna actividad sospechosa, frunce el ceño y chasquea la lengua. Entonces envía un mensaje común a todos.

— Las cámaras de vigilancia de la superficie operan normalmente, pero las del sótano han sufrido algunas desconexiones puntuales estos últimos días. Las situadas en el muelle de carga y el helipuerto subterráneo están directamente apagadas. Según el registro, quien las ha desconectado ha utilizado las credenciales del Gilberto Dos Santos.

El Geist de seguridad deja de escanear el nodo de acceso cuando recibe el ataque para reconfigurar su software defensivo y enviar un mensaje de alerta fuera del servidor. En la pantalla de realidad aumentada, Oni observa cómo el Geist empieza a activar medidas anti intrusos contra él.

Realizar un ataque sin el equipo de Hacker le pareció al momento de terminarlo una pésima idea, así que llamo a su Geist para solicitar su apoyo, Tsukiko, reinicia el dispositivo de hackeo, tampoco creía que pudiese dejar al Geist actuar libremente ahora que ya ha notado su presencia, así que continua su ataque, mientras la chica gato realizaba una tarea que el consideraba sencilla.

Tsukiko responde a toda velocidad y aparece fugazmente haciendo un saludo militar.

— ¡Sí! — y acto seguido enlaza el dispositivo hacker y reinicia los programas de hackeo.

Mientras tanto, Oni lanza otro ataque de intrusión de fuerza bruta a las defensas del Geist, quien se desplaza a toda velocidad por el nodo tratando de encontrar un defecto en el firewall del hacker. El ataque debilita el firewall del Geist, pero continúa activo.

Glory asintió a las palabras del técnico.

―Su cooperación será tomada en consideración.

Se volvió a mirar al guardia más cercano y le hizo un gesto para que se acercara.

―Necesito acceso en este instante a ese muelle de carga ―señaló en dirección al muelle que le había señalado el técnico―. Y no voy a esperar por ninguna autorización de un superior. Yo soy la autoridad aquí y voy a revisar el interior de ese muelle en este instante. ¿He sido clara?

El empleado de seguridad se acerca y tuerce el gesto hacia Glory:

— El señor Dos Santos dijo expresamente que no fuera molestado, por lo que... — empieza a decir, pero una dura mirada de la cazarrecompensas parece hacerle cambiar de opinión. Se pasa una mano por la frente. — Sí, sí señora, está bien. Perdón. Ha sido clara como el agua. Le abriré ahora mismo...

El nervioso guardia de seguridad se aparta el impermeable, extrae una tarjeta de plástico de un pequeño bolsillo de su chaleco antibalas y se acerca a la puerta acompañada de Glory. El guardia acerca la tarjeta a un pequeño panel de acceso junto a la compuerta automática. Al hacerlo aparece en el panel una pequeña luz roja acompañada de un breve pitido. La puerta no se abre.

El guardia suelta un taco entre dientes y vuelve a intentarlo. La pequeña luz roja parpadea de nuevo y se vuelve a escuchar el pitido de acceso restringido. La compuerta de seguridad sigue firmemente cerrada.

— No lo entiendo... — masculla el guardia, mirando la tarjeta como si pudiera ver el error a través del plástico, y probando una y otra vez sin éxito.

Oni observa a través de las imágenes holográficas cómo el Geist de Seguridad activa con éxito sus protocolos de seguridad y lanza una oleada de ataques de fuerza bruta a su red personal. Sin embargo, el ataque del Geist no consigue prácticamente afectar al firewall del hacker y su conexión apenas se interrumpe una milésima de segundo.

Oni recibió el ataque del Geist de seguridad, mientras Tsukiko había reiniciado el dispositivo de hacker, bien hecho, ahora mantente en resguardo, tomo el dispositivo y preparo un ataque CLAW-overlord, tratando de cambiar su protocolo para avisarle a el de cualquier otra persona que intente acceder al sistema en vez de defenderlo.

Con los programas del dispositivo hacker plenamente operativos, a Oni no le resulta difícil lanzar un nuevo ataque que finalmente haga una brecha en el ya debilitado firewall del geist. La inteligencia artificial ahoga un grito cuantrónico antes de quedar a merced del hacker como una marioneta. A través del programa Overlord, Oni toma control sobre las comunicaciones de la inteligencia artificial hacia el exterior y comprueba en el registro que, cuando fue detectada su intrusión, se envió a un hacker remoto un mensaje de alerta.

Por su experiencia sabe que tendrá que actuar rápido, pues es cuestión de segundos que algún hacker trate de acceder al nodo de forma remota para ver qué ocurre. Y tiene la sospecha de que un hacker humano no será tan fácil de derrotar como un simple geist.

Glory mira con gesto de sospecha al guardia. Activa el comunicador, para hablar con el resto del equipo.

―Chicos, han bloqueado el acceso al muelle de carga frente al que estoy ahora. Ni siquiera los guardias pueden entrar. ¿Puede alguien usar algo de “magia” para que se abra Sésamo?

Mientras Glory estaba revisando el puerto Oni intentaba desconectar el acceso remoto del hacker, asi tendria mas tiempo para trabajar, Tsukiko asisteme aqui, su Geist no era muy diestro en las tareas tecnologicas, pero un poco de ayuda podria resultarle util cuando esta contra reloj.

En cuanto termine con esto, los enlazare a todos al sistema.

Como el hacker de Tunguska esperaba, la asistencia de su geist Tsukiko le resulta totalmente inútil. Sin embargo, consigue cerrar con gran facilidad todos los puertos de acceso remoto a los servidores, incluso aquellos que estaban ocultos. Cualquiera que intente acceder a la red de forma remota se topará con que no hay acceso posible, lo que requeriría que el Wardriver se desplace físicamente hasta allí para restablecerlo. Y desde luego, esperáis terminar mucho antes de que alguien asome por allí.

Aprovechando la hábil maniobra de bloqueo de conexiones remotas, y con el Geist de vigilancia bajo su control, Oni consigue tener acceso por fin al nodo de alta seguridad. A primera vista le parece una abrumadora amalgama de datos aparentemente incoherentes.

Brunn asiente desde su posición a las palabras de Glory y se encarga de revisar en los servidores de seguridad de la planta superior los posibles controles de acceso. Unos momentos después, la voz de Brunn,  quien está todavía en las escaleras de bajada al sótano, irrumpe en vuestros ComLogs.

— Prince, en los servidores de seguridad de arriba me aparecen todas las puertas y ventanas, pero nada de las puertas de aquí abajo. Alguien se ha debido de entretener en eliminar cuidadosamente todos esos accesos, igual que ha inhabilitado las cámaras, pero no puedo reactivar nada desde estos servidores. ¿Tú ves algo, Oni?