Partida Rol por web

Un humano de mediana edad con el pelo oscuro y la barba bien arreglada se encuentra cerca de las sillas, al parecer disfrutando de la actuación musical. Se vuelve cuando la puerta se abre, señalando la mesa. "Por favor sientense, ustedes mismos. Mi nombre es Sur'kil, y tenemos asuntos que discutir, que siempre es más agradable con el estómago lleno ".

"Yo soy lo que podrías se podria llamar un investigador independiente. Recientemente he descubierto pistas y rumores de un antiguo sitio que se remonta a la llamada Edad de los Demonios. Quisiera emplearles para investigar este lugar, y para recuperar una reliquia que creo que podría permanecer allí. " Esta tarea no esta exenta de algún peligro, por lo que requieren los servicios de individuos como ustedes " Sur'kil continúa. "La ubicación, aunque esta en Khorvaire, es algo remota, y por lo que me gustaría adquirir sus servicios por un período de al menos cuatro semanas. Usted tendrá libre elección de cualquier tesoro que se encuentre en el sitio, con la excepción de las reliquias que busco, para lo cual será recompensado en su totalidad. Puedo ofrecerle cada uno una tarifa base de 250 gp por semana más gastos de viaje. Proporcionaré la mitad por adelantado.

350 por semana suena algo cómodo, en especial teniendo en cuenta que hablas con los guardianes del páramo, nosotros solos eliminamos a una jauría de gnolls sin ninguna clase de ayuda, aunque claro mis amigos pueden no estar de acuerdo coqui contraoferta.

​Después de todo quién soy yo sino el gran ganador del torneo de magia del festival del archiduque del año pasado. - digo mientras tomo asiento y miro a Marcus como esperando que eleve el precio.

Puaghh, exclamó con un chirrido Krall. Por quien nos has tomado. Por unos novatos.

Yo soy Krall, el Puño del Caos. Elegido de Kord.

Yo cago oro, humano!

Mis servicios ascienden a 750 mo oro a la semana, aparte de los objetos mágicos.

Tomalo o dejalo! No encontrarás mejores aventureros en esta región.

La imágen del forjado cagando oro (quizá sea algo alquímico) y a la vez necesitando tanto más (quizá tenga que comerlo primero), no le acababa de hacer mucho sentido a la chamana halfling, por lo que se limitó a mirarlo asombrada mientras decía esto.  Luego intervino ella con lo suyo:

No se qué tantos favores le deba a usted la Casa Jorasco, señor Sur'Kil, pero mis servicios le son ofrecidos de forma totalmente gratuita.  Claro, salvo lo del requerimiento de que debe proporcionar al menos un arma no-letal a cada uno de los miembros de la expedición.  Se volteó hacia sus compañeros a explicarles las condiciones de su contrato:

Si, el pacto con mi secta druídica es que deben respetar a la naturaleza en la mayor medida que les sea posible durante la expedición.  Por ello, para recibir mis servicios de curación -y reparación, aclaró al forjado- deben prometer dar siempre al menos un golpe de forma no-letal a cualquier ser natural, ya sea planta o animal, hongo o mineral; y con eso a no matarlo a menos que fuera muy muy estrictamente necesario para salvarse ustedes o para comer.  Donde estas dos últimas situaciones las podemos discutir, si claro, pero queda en mi juzgar finalmente si así fue.  

Cruzó sobre su pecho aquellos dos bracitos delgados llenos de tatuajes verdes mientras les respondía con una mirada que no dejaría dudas al respecto de que hablaba ella muy en serio.  Claro, pueden elegir no recibirlos.  Esos druidas de Talenta eran cosa fina y ahora los conocerían Sur'kil y sus futuros compañeros.  "There is no such thing as a free lunch", diría su madrina la comerciante de Casa Ghallanda. 

Al escuchar la solicitud de Krall, no pude evitar sonreír. 

Muy bien señor Sur' kil, mi compañero aquí presente ha hecho una solicitud interesante. Hagamos algo. ¿Qué opina si llegamos a un punto medio entre lo pedido por Krall y lo pedido por mi? Digamos unas 500 gp por semana. 

Sé que Krall y Marcus ccoincidirán conmigo en que esa es una suma apropiada por nuestros servicios. Claro está, si usted se encuentra dispuesto a cubrir los gastos de equipamiento de nuestro grupo.

​Además de proveernos las dichosas armas no letales. Aunque la verdad es que no creo que sean de mucha ayuda, pero si ese es el precio de los servicios de Panacea, pues que así sea. 

Por cierto Panacea tu condición aplica sólo a las armas ¿cierto? Pues supongo que no esperas que yo emplee magia no letal, pues eso no se hacerlo.

Ay, mago, mago, no me diga que no se sabe hechizos que ayudan a ganar sin destruir la vida.  -se rió, pues sabía que eran una profesión llena de trucos y opciones.

Si no, le ayudo a conseguir algunos. -le sonrió con esos blancos y puntiagudos dientes que tienen los halflings de las praderas.   O aquí el señor Sur'kil.  Sólo hacen falta unos poquitos. 

Se lo agradecería mucho señorita Panacea. - digo con una sonrisa amable.

Eso es exactamente lo que necesito, más conjuros, en verdad esto está resultando especialmente bien. - pienso mientras sigo sonriendo.

Quizá unos diez o doce de ellos me vendrían bien para poder estructurar una estrategia adecuada, para así poder mantener bajo contror mis orbes elementales y mis letales rayos abrazadores.

Si vieras como dejé ese altar profano, imagino que si lo uso contra algún ser vivo los daños serían terribles. - agrego con tranquilidad.

Sentado, el pistolero comenzó a comer. Y beber. Y beber mucho, a decir verdad. Dejó que sus compañeros y camaradas hablaran y sonrió de forma un tanto enigmática cuando Valinor mencionó el torneo del Archiduque. ¡Aquel agarrado no había soltado ni una sola moneda! O al menos, él no recordaba que lo hubiera hecho... y eso que él se habría conformado con aquel halcón molón que conformaba un premio marginal. Ya hablaría con aquel archiduque de tres al cuarto para sacarle los colores delante de la corte.

Pero eso otro día.

Ahora, tenían aquel tio que les había hablado directamente ala cabeza, aun teniendo un terrible dolor de cabeza. - Espera.... ¿Tu eres el que se ha metido en nuestra cabeza, so gallifaro? Mal ganapanes, hijo de un chacal, perro del averno. - Incluso hizo el amago de ponerse en pie, posiblemente con la intención de tirotear a quemarropa a aquel hombre. Pero bueno, habló de dinero, y él tenía grandes necesidades de oro para seguir emborrachandose a costa de misiones suicidas.

- Somos cuatro. Dos mil monedas de oro semanales a repartir entre el grupo. El que no quiera le da su parte a los demás. Además de los posibles "espolios" de guerra que encontremos, que nos los quedamos excepto su cosa esa que esta buscando. Que para eso nos paga. - Movió la mano libre de la jarra de cerveza haciendo amplios circulos. - Pero yo paso de las armas esas de no matar. A mi si me cabreas, te suelto tres plomos. O dos docenas, depende de lo que me cabrees y lo grande que seas. - Le dio otro trago a la cerveza.

- Asi que no habrá problemas. Yo solo disparo. Son los plomos los que los matan. Así que todos en paz, y con Dios. - Dejó la jarra sobre la mesa y buscó algo en los bolsillos. - ¿Algunos de los presentes, caballeros o damas, tiene hierba? -

Sur'kil desea inicialmente mantener el destino en secreto, para evitar llamar la atención de otros grupos. Lo último que necesita es una multitud de cazadores de tesoros que desciendan sobre el posible lugar de descanso del Ojo del Dragón. Si se le pregunta, responde lo siguiente

-¿Puedes pagar más? "Es un salario justo, y mi investigación indica que usted será bien compensado por su parte de la riqueza que se encuentra en el sitio."  (un chequeo DC 20 diplomacia , el que tiene mas es Marcus con +4 tira en este post y falla): "Yo podría prepararlo todo para pagarle lo pactado cuando lleguemos. Confío en que valga la pena.

-¿A dónde iremos? "Prefiero no discutirlo hasta que estemos en camino. Una vez en el camino, puedo dar tantos detalles como sé.
-¿Como nos conoce (alusion al comentario de Valinor)? "Los que forman parte de mi profesión se encargan de identificar a los aventureros y exploradores. Sus actividades no han pasado desapercibidas señor Valinor , estoy al corriente ya de sus capacidades
-¿Cuándo nos vamos? "Cuando hayamos terminado nuestro desayuno y estas negociaciones. El rayocarril sale esta tarde.

Panacea acabó de comerse sus panqueques sin saber que más podría hacerse en esta negociación.  Tenía una lista de los hechizos con daño "no letal" que le podrían servir al mago, y a ella, para que su patrón, tan conectado él, se los consiguiera. 

Striking Fist

Force Hammer

Inevitable Defeat

Malevolent Miasma

Shockwave

y otros más...  

Además, recuerde nuestras condiciones de mi gremio sobre daño no-letal a la naturaleza, Sr. Sur'Kil.  ¿De que sirve que vaya yo si no curo a los del equipo? Y pues no los voy a curar si no cumplen las condiciones de mínimo un golpe de daño no-letal y no-muerte innecesaria a los seres faéricos y de la naturaleza.  -Poco sutil y diplomática actuaba la halfling, por más que sus chamanas la hubieran entrenado para si serlo.

Mmmmm, exclamó contrariado el forjado!

Que dice este? Dijo mirando a Valinor y Marcus. No entiendo? Entonces hay oro o no hay oro.

Como? puaghhh! No dando crédito a lo racano que erá el humano.

Es una broma?

Tras un breve silencio, se dirigio a hablar en privado a Marcus y Valinor.

Esperad un momento dijo al tal Panacea y al humano que los queria contratar.

Ya aparte, sin que los otros dos escucharan, Krall dijo algo a sus antiguos compañeros:

Mirad, ya se que es muy poco lo que ofrece el racano este, pero quizas con un poco de suerte la palme y nos quedemos con todo. A mi plin! Que os parece?

Necesito algo de oro la verdad. Las mejoras en mi cuerpo son caras.

Al menos debería pagar el equipamiento. Miserable ese.

Que se quede con su oro, nosotros nos quedamos con la reliquia y la vendemos al mejor postor.

Vaya manada de cabroncetes y furcias caras había en aquel rincón del mundo. O donde quisieran que estuvieran, por que él aun no tenía demasiado claro como había acabado allí. él intentaba hacer cierta linea de continuidad.

Pam pam, le suelto dos plomos a este. Me pongo a rebolcarme en el oro. Enterramos al grandullón. Volvemos al castillo. [ESPACIO PATROCINADO POR LA CANTINA]. Despierto con un tio hablandome a la cabeza.

Joder... que cosa más chunga. Si ni él se acordaba de estas cosas, es que la cos se había ido mucho de las manos. Y la única pista que tenia era la terrible resaca que llevaba encima. Encima le hablaba al medio topo ese y no le hacía caso. Torció el gesto cuando comentó que no les pagarían más y se ajustó el sombrero, asintiendo a las palabras finalmente del hombre.

- Tenemos un trato entonces. -

- Me parece bien. Le decimos que trato hecho y luego hacemos lo que nos venga en gana y vendemos la reliquia al mejor postor. Si es tan importante,seguro que hay mucha gente dispuesta a dejarse los cuartos por ella. -
 

Bueno hombre, venga el adelanto, pues dado que no vas a pagar el equipamiento, tengo que comprar materiales para transcribir los conjuros que Panacea me va a enseñar. - digo de mala gana.

Sur'kil proporciona a cada PJ una bolsa llena de 200 gp. (Si los PC negociaban más, indica que su pago adicional será dado una vez que suben al carril.) Los PJs tienen tiempo de comprar los suministros, entonces los hara ir a la estación del rayo carril.

El rayo lleva a los PJs hacia el sur hasta Korranberg. Una vez en la ciudad costera, el grupo se embarca en el Swiftwind, una un galeon fletado por la casa Lyrandar que fija la vela para Adderport en la costa de Q'barran. El viaje dura poco más de una semana, aproximadamente tres días por tierra después de cinco días en el mar. Durante este tiempo, Sur'kil desarrolla la misión y sus objetivos.

Fumar, beber, decir obscenidades, tumbarse y vaguear, mirar el cielo o preparar munición para sus armas. A eso dedicó Marcus sus días de travesía en sus momentos de soledad. En sus momentos de compaia, siempre algo ebrio -Marcus odiaba los viajes en barco, fueran como fueran estos- fueron de lo más entretenido, con preguntas raras a sus compañeros, cuestionando la filosofia vital de un constructo como era su ahora colega y robot Krall o intentando enseñarles a bailar como lo hacian en su tierra que, sumando su escaso conocimiento del baile con un pequeño punto de embriaguez era de lo más... entretenido observarlo.

Casi hipnótico podría decirse.

- ¿Osh he disho ya que no me gushtan los barcosh? - Preguntó, botella en mano y moviendola de un lado a otro.

Con el dinero que le dieron, la halfling se fue a comprar los pergaminos de los hechizos que le había mencionado a Valinor, y una nueva montura para su dinosauria.  Se subió al barco feliciana de la vida, aunque en la bodega tuvieron que poner barreras especiales para separar a esta montura de las otras, a riesgo de que las considerara su almuerzo.  Un viaje en barco nunca es fácil, y menos con una velociraptor en este.   Lo bueno es que estaba domesticada. 

¿Nos decía entonces, señor Sur'Kil?