Partida Rol por web

Julián se despereza, se lava las manos y la cara en la palangana que, a tal efecto, hay colocada en la habitación, y después salde de su cuarto en dirección al lugar del que parte el aroma que nota. Antes de salir por la puerta, da una voz en dirección a las habitaciones en las que descansan sus compañeros:

- ¡Vamos, remolones, o no llenaréis la barriga!

Pues si "Bien sea acostarse o iniciar el día siempre se hace mejor con el buche relleno de viandas"

Leyna aparece en la posada ataviada con una camisa de color celeste anudada en su extremo, lleva unos pantalones negros ceñidos y sujetos con un cinturón de color marrón con una gran hebilla de plata, porta además unas botas que sobrepasan sus rodillas, también de color negro con unas hebillas de plata allá donde tiene que apretar las diferentes correas que llevan las mísmas. Colgando de su lado derecho se ve el carazterístico Panzerhand eiseno del cual se siente tan orgullosa, y en su otro costado reposa la valiosa y temida espada. Lleva además una bolsa que parece una mochila de la cual salen sonidos metálicos indicando que es el resto de su armadura.

Buenos días señores  saluda a sus compañeros de armas, despues se dirige al posadero y exclama  Querría unos huevos revueltos con pan untado de aceite, para beber una jarra de fresca agua por favor.

Se nota que la muchacha ha pasado una buena noche y ha hecho las paces consigo mísma por lo ocurrido la noche anterior a su llegada al pueblo.

Cuando la voz del chiquillo atraviesa la puerta de Enrique este llevaba ya una hora despierto. La noche anterior fue el primero en irse a descansar y, a pesar de su gran fatiga, nunca ha sido capaz de dormir más de ocho horas. De hecho ese día había sido toda una excepción y no había llegado a las diez.

En ese momento escribía en su libro de anotaciones las nuevas conclusiones que había obtenido de su encuentro con la Sidhe. En uno de los párrafos anteriores había descrito el colgante y había hecho un dibujo a mano alzada del mismo. No se le da mal dibujar, así que el colgante era fácilmente reconocible por el dibujo. Entre las anotaciones sobre éste se incluían un pequeño examen de la reliquia, también incluían una conclusión.

Parece ser que de alguna forma, la sidhe con la que nos encontramos nos acabó por bendecir con una protección en un futuro trato con el resto de "la corte". Es un gran regalo para provenir de una sidhe, es notorio que le caímos en gracia.

Sus textos son fríos y no hablan de sus sentimientos: Es un historiador, no hay lugar para los lloros sobre un amigo perdido en sus investigaciones.

-El desayuno solo se servirá hasta las 9. Queda una hora. Después se cobrara aparte.

Enrique sale de sus escritos, está ataviado aún con la ropa de noche: Unos pantalones abombados de tela clara y fina y una camisa de pijama. Cierra el libro y lo guarda junto al resto de sus pertenencias. Cuando coge el colgante en su puño para meterlo en el mismo lugar, se queda un momento pensativo. Al final acaba optando por enredarlo en su puño y guardarlo en el bolsillo izquierdo de su camisa de pijama.

Abre la puerta de su cuarto y contesta al chico antes de que baje de nuevo a seguir trabajando.

Me gustaría poder darme un baño antes del desayuno. ¿Sería posible?

Al pasar el chico por el pasillo de los viajeros citándoles para el desayuno la puerta de Enrique se abre y en el pasillo se puede oir

Me gustaría poder darme un baño antes del desayuno. ¿Sería posible?

Julián enarca una ceja mirando en dirección al arqueólogo y, en tono socarrón, le contesta:

- ¿No te bañaste ayer cuando llegamos, como todos? ¡Te van a salir escamas y agallas!

Entre los ruidos de la gente y los que emite mi estómago, pasar más tiempo dentro de las sábanas es una pérdida de tiempo. Me levanto raudo para encontrarme con un nutritivo desayuno.

- Buenos días a todos los presentes! -

Una buena cama es lo que nos hacía falta para cambiar el humor. Noto a Leyna más cambiada, y no sólo de vestimenta, lo cual me alegra.

- Alguien ha pedido el desayuno o nos servimos individualmente? -

-Sin problemas señor. Responde el joven.

El Tabernero asiente ante la petición de la dama, -Alguna cosa mas, alguna fruta, hoy han traído naranjas Castellanas; las mejores.

- Pues no lo sé, la verdad. Sólo he oído al chico llamándonos para el desayuno, nada más. En cualquier caso, no pienso quedarme con la barriga vacía. Será por haber dormido plácidamente y en un sitio cómodo, para variar, pero... ¡me comería mis botas si no hubiera otra cosa! Comenta Julián, terminando con un guiño su respuesta dirigida a Alonso

Joya de manifactura Shide, no realizada por el hombre. Grabados casi imperceptibles en el reverso de la joya, "Traducción libre: Libres de pasar por la señora de los lobos" no queda muy bien traducido, es un idioma complicado y no tienes tu despacho para apoyarte. La gema no es reconocible por ninguna que conozcas.

Necesitaba dormir, pero más vale tarde que nunca.

Le contesta a Julián, despues se va a darse un baño antes de bajar a desayunar.

Empecemos le día dando gracias a Theus que vela por nosotros y disfrutando de la gracia que derrama en los manjares de Terra alimentando así nuestro cuerpo y nuestra alma

Ya sentados a la mesa, Julián mira a José Antonio con el rabillo del ojo: se nota a la legua que lo que él quiere es hincar el diente al desayuno que tiene delante, pero se contiene hasta que su compañero termine su plegaria para no ofenderle, puesto que sabe de la importancia que la religión tiene para él.

Gracias amigos por esperarme, en mi tierra se suele decir que el hambre no espera a nadie y ahora que el espíritu esta alimentado que el cuerpo también lo este y le mete mano a la comida que esta frente a él

-Bien señores ¿que tal todo? Siento e retraso. Por lo visto esta noche ha habido problemas en el muelle del río. Por lo visto alguien, asesinó al campeón de anoche; en la lucha. No están dejando zarpar los barcos y hay un lío en el muelle muy grande.

¿Podría darnos más datos? ¿Quien era el campeón? ¿Como ha muerto?

¿Campeón? ¿Muerto? ¿Qué narices pasa? ¿Acaso nos persigue la parca?

Piensa Enrique mientras desayuna

Hago caso omiso de los comentarios del posadero. Primero es comer y llenar el estómago. Sin embargo en cuanto escucho lo de la imposibilidad de zarpar me cuesta dar el trago.

- Más problemas?... -