Partida Rol por web

El individuo sigue a Tarkov y los demás hacéis lo mismo para enteraros, sin embargo no parece preocupado no sabéis si porque espera que el atronador ruido de la descarga haya tapado su voz o porque no le importa que se conozca su condición.

- Medicae Interrogador Sand, dice mirando a Octus y Yuri. Pensaba que ya estaría acostumbrado a este tipo de encuentrso, dice a Tarkov en respuesta a su actitud.

Te resulta fácil descubrir que el abrigo de cuero del hombre oculta placas de blindaje en su construcción y que el bulto bajo su brazo no puede ser sino un arma de algún tipo.

Bueno, uno nunca es suficientemente paranoico ¿Verdad? Comento sacando de mi bolsillo los "Enmudecedores" y activándolos para crear un cono de silencio. Esto sí que lo va a ver como paranoico, pero uno no se la juega, que ha visto muchas putadas... Pienso mientras lo pinzo en mi chaqueta para evitar que nuestros sonidos se alejen de nosotros. Es un placer de verlo de nuevo señor. Se le ve bien. Tras la bienvenida espero a que proceda con lo que tenga que contarnos.

Yuri asiente al tipo.-Encantado,acólito Yuri.-Dice su rango y sigue al sujeto para escuchar que es lo que tiene que decir,sonríe complacido ante la actitud de Tarkov¨Hombre sensato y precavido¨.-Que ocurre señor?.-Yuri lanza la primera pregunta y escucha al sujeto.

Arbites Meliade, señor. O ex arbites, más bien...

Aquel señor salió de su boca algo enrarecido. El arbites supuso que aquel era su superior, al menos por como se comportaba Tarkov, pero no estaba muy seguro de que estaba pasando. Echó mucho de menos la simplicidad del Adeptus Arbites donde los galones se llevaban bien claros.

Iba a tratar de obtener algo más de información, pero Yuri había hecho ya una pregunta y decidió tomarlo con calma. A ver que contestaba el interrogador.

-Vaya...ya era hora Medicae...le echaba de menos, las incognitas me matan y nos on buenas para mi tensión arterial....

su metió las manos en los bolsillos ya claramente más relajado, al menos sabía que si Sand estaba alli, ese sitio era seguro.

-Y díganos...cuales son las nuevas? sin duda se referia a las noticias que el Medicae debía traerles, pero su falta de tacto en relaciones sociales le hizo hacer un gesto poco adecuado en ese preciso instantes pues señaló sin quererlo con la cabeza a los dos nuevos integrantes del grupo

A la hora convenida, abandonas el cuarto que te ha hecho de residencia estas semanas. Sales del edificio sin toparte con nadie pero no es raro ya que está en una zona apartada y parece habitado por obreros especializados que a estas horas estarán trabajando. Al llegar a la calle el estruendoso sonido de la colmena en plena ebullición inunda tus oídos; a tus ojos llegan las imágenes de miles de personas de un lado para otro, servidores cumpliendo tareas de sus amos, luces que permiten el ciclo diurno en estas zonas sin sol; olores a metal, aceites y humos...pero sobretodo a sudor y gente.

Te diriges a la estación de metro más cercana y determinas el mejor recorrido para llegar a la plataforma. Un par de trasbordos y luego unos cinco minutos andando. Los vagones van repletos, tu cognomen falso te franquea el paso y los agentes del Administratum no dicen nada a pesar de que sobresales entre la mayoría de monos de trabajo.

En media hora has llegado a la plataforma donde un carguero con los motores encendidos está siendo descargado por un grupo de operarios por la rampa trasera. Estos transportes de carga son los caballos de batalla de la atmósfera para llevar la carga y pasajeros, siendo muy extendida su presencia a través del Imperio. Cada módulo de descenso de carga puede variar según el lugar de fabricación, pero casi todos tienen un tamaño brutal, feas cicatrices de fuego y con grandes bahías de carga abierta ocultas en su interior.

Hay varios tipos reunidos separados del calor y el aire que despiden los motores de la aeronave: uno cargado de hierro media cara metálica y la placa del Adeptus Arbites a la vista; el segundo lleva un chaquetón con todo el aspecto de contener placas de blindaje así como un casco y un rifle automático al hombro; el tercero viste un manto de antifragmentación de color púrpura con varios símbolos en amarillo intenso y aunque no se le ven armas parece distinguirse una espada bajo el manto; el cuarto lleva una chaqueta antifragmentación con unos brazaletes a juego, su pelo rojo está recogido en una coleta y cubriéndole parte de la cara un pañuelo de corte tallariano; por último un individuo que tiene concentradas las miradas del grupo, es una figura alta de rasgos finos vestida con ropajes blancos de medicae sobre los que se ha colocado (de forma algo incongruente) un abrigo de cuero rojo.

Te extraña que a pesar del ruido de la nave y la descarga ni un sonido procede del grupo. El tipo del abrigo rojo te hace una señal para que te acerques.

Sand mira un crono y se da la vuelta, en ese momento entra en la plataforma un tecnosacerdote con un manto antifragmentación debajo del cual se pueden distinguir las ropas típicas del Mechanicus. Avanza apoyado en un bastón de metal  y se distingue una carabina láser.

- Justo a tiempo, dice mientras le hace una señal con la mano para que se acerque.

Tardo en despegar la mirada de los distintos módulos apreciando su forma de fabricación, su robustez y la belleza de los sonidos de su funcionamiento. Lo que me saca del ensimismamiento es la llamada del hombre del abrigo rojo. Asiento con la cabeza y avanzo hacia allí apoyándome con mi bastón.

Te resulta fácil descubrir que el abrigo de cuero rojo del hombre oculta placas de blindaje en su construcción y que el bulto bajo su brazo no puede ser sino un arma de algún tipo.

- Soy el Medicae Interrogador Sand, dice el hombre del abrigo rojo al recién llegado. Pues como ya estamos todos los de aquí les comentaré la misión que se les ha encargado, os evalúa de nuevo con la mirada antes de seguir. Aunque los resultados de Coscarla fueron positivos, los medios y los daños causados fueron excesivos, comenta mirando a Victus y Tarkov, y el resto están un poco verdes pero es el equipo más cercano que estamos dispuestos a enviar.

- Tomarán ese carguero que les llevará a una nave en órbita; dicha nave les trasladará a Sepheris Secundus. Se ha producido una sublevación protagonizada por sus habitantes ha debido de ser suprimida por la fuerza, de modo que se envió un pelotón de la Guardia Imperial para neutralizar el núcleo de la rebelión y silenciar a las masas. Una vez pasado lo peor, los guardias aseguraron la zona, para lo cual tuvieron que explorar la mina Gorgónida, escenario de los más duros enfrentamientos entre guardias y rebeldes. Los informes son un tanto imprecisos, pues varias escuadras de guardias imperiales se perdieron en la oscuridad de la mina, pero basta con decir que el comisario se vio obligado a sellar la mina y declarar toda la región bajo cuarentena, estudia vuestras caras buscando ¿qué?

- En circunstancias más ordinarias la Inquisición habría estudiado este asunto a su debido tiempo, pero el daño causado a la economía del planeta (y, por extensión, a la de todo el sector) sería demasiado grave si no se resolviera el problema, finaliza su exposición

El Adeptus Arbites Octus Meliade cambia el peso de una pierna a la otra, incómodo. Escucha la información preocupado, evaluando lo que le cuentan y pensando si no se habrá metido en camisa de once varas. Tras emitir un gruñido, cruza los brazos sobre el pecho haciendo que el abrigo antifragmentación se arrugue con un extraño sonido.

Entonces... la misión consiste en investigar la zona y los sucesos ocurridos para que cualquier amaneza existente pueda ser neutralizada y debidamente purificada, ¿no? Así esa mina podrá contribuir lo antes posible al loado Imperio de la Humanidad.

Hizo una mueca y se pasó la lengua por los labios agrietados.

¿Contamos con el apoyo de las fuerzas desplegadas o iremos de incógnito?

- Su misión ha sido notificada al comisario aunque la investigación la realizarán ustedes pues él ya ha perdido varios grupos en esa mina.

Al oir las preguntas de mi compañero y las respuestas del jefe, sumé mis dudas a las suyas, aportando otro par de incognitas que podrian revelar más datos importantes: Quisiera preguntar cuales son los datos generales de los ratios de deserción y contaminación en las tropas desplegadas y el personal civil señor. Muchas veces, es un indicador que orienta este tipo de asuntos. No tomaba notas en ningun material pues la mente era el mejor y más seguro block de notas para este tipo de asuntos. Desaparición de escuadras... en una mina... Cosa fina vamos.

- Cualquier información adicional tendrán que recabarla del propio comisario, aclara Sand

Octus frunció el ceño. Había aprendido a reconocer un marrón a kilómetros y este era del tamaño del Ojo del Terror. Tratar con un comisario de la Guardia no sería fácil.

Cojonudo, un comisario Imperial que tendrá que admitir que sus tropas están desertando como ratas o que sus tropas regulares no tienen los cojones suficientes para acabar con los que sea que hay en esa mina. ¿Y nosotros? ¿Podremos con una amenaza que ha doblegado a la poderosa Guardia Imperial?

Sin darse cuenta había deslizado su mano hasta el bolsillo izquierdo y sus dedos habían encajado naturalmente en las nudilleras metálicas que solía usar en los interrogatorios y que apodaba "el suero de la verdad". Las cosas no habían empezado como a él le gustaría y eso le ponía de mala uva. Sobretodo por viajar en esa cosa. Octus miró una vez más el carguero y resopló resignado.