¡Hermano! ¿Qué ha pasado? - dice gritando al ver a su hermano cíclope tirado en el suelo. MIERDA, HERMANO. La caída del cíclope ciego, le había ocasionado un gran golpe en la cabeza y lo había matado. ¡QUIEN HAYA SIDO, MORIRÁ!
Rojo, no había podido encontrar un escondite lo suficientemente bueno y el cíclope lo encontró. TÚ MALDITO PERRO ¡MUERE!
Parece que Rojo va a morir por el ataque del cíclope, tu puedes escapar si no haces mucho ruido.
- Has recuperado 15 PV
Al ver a rojo en problemas, corro a toda velocidad para alcanzar la espalda del cíclope, y de un tajo intento cortarle uno de los tendones del pie.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+2)=4
:/ a ver si con eso le hago algún daño. Uso el sable.
Te lanzas en picado a por el tendón del cíclope, pero su piel es demasiado gruesa para tu espada y a penas le haces daño.
Ahora el cíclope sabe de tu presencia, tanto tu como Rojo andáis en problemas.
Me muevo hacia la izquierda, y apunto a su otro pie, mientras grito con fuerza y retrocedo un poco hacia la salida.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+2)=8
No sé que intentas humano. Soy mucho más fuerte que mi hermano y se que su muerte ha sido causada por algo de vosotros. Agarra un garrote. Preparaos para morir, no pienso dejaros escapar.
Hijo del fuego, solo uno de los dos podrá escapar si entretiene al cíclope. Te mira algo decepcionado. Quizá si no hubieras estado tanto tiempo buscando tesoros conociendo la existencia de otro peligroso cíclope, podríamos habernos ido los dos. Vuelve a mirar al cíclope. Aun así creo que puedes cambiar el mundo, vete, yo he vivido ya bastante. Acto seguido se lanza a morder el brazo del cíclope y este se se zarandea de un lado a otro intentado quitárselo.
pobre rojo, no lo puedo dejar así...pero el pj definitivamente necesita un castigo, cuanto me cuesta crear un rayo de luz que deje ciegos al cíclope y Harad por unos minutos, para que rojo saque de ahí a este tonto.
La verdad es que Harad ha sido muy avaricioso, aun conociendo la existencia de un cíclope, podría haber salido de allí. Te costará 15 PD. Lo hago ya que supongo que quieres salvar a Rojo.
Un increíble rayo de luz entra por un pequeño hueco de la cueva. El rayo de luz te deslumbra y no ves nada.
Cuando consigues volver a ver, Rojo te ha sacado de allí y os encontráis cerca de la pequeña ciudad de Retes. Parece que Rojo aprovechó para sacarte de allí aprovechando el deslumbramiento, aunque os habéis perdido y habéis acabado en ese pueblo.
Sin importar el lugar, o poner más atención, tomo la última de las hierbas y la aplico sobre las heridas de rojo.
Gracias por las hierbas curativas, hijo del fuego. Pero la próxima vez puede que no salgamos con vida, quizá haya sido uno de esos dioses en los que los humanos creéis o simplemente un golpe de suerte, pero debes andarte con más ojo. - te dijo con un tono algo decepcionado.
-Las hierbas fue lo último que encontré, y lo que en una ironía es lo que más nos ha costado. Lo demás, es nada. Ahora el camino sigue, e intuyo que lo que nos llevó, no sacó. Sin embargo, tus palabras son sensatas. ¿Tienes hambre?
Desato uno de los tantos nudos de mis ropas, y saco un poco de pan de las provisiones.
Rojo se va sin decir nada, no quiere llamar la atención la ciudad.
Vas andando por aquella extraña ciudad. Todo parecía normal, demasiado para tu gusto. Gente feliz por la calle, andando para arriba y para abajo con sus quehaceres, niños jugueteando, algún que otro perro que te mordía cariñosamente la bota para que jugaras con él.
Hasta que observas que un pedazo de edificio se desploma sin ton ni son, va directo hacia un niño. Antes de que puedas hacer nada, ver que este niño logra romper aquél pedazo de un solo puñetazo. Además la gente de alrededor parece preocuparse solo por el estado de la vivienda destruida.
Intrigado me acerco a aquel lugar, para escuchar lo que comentan las personas, y ver si puedo dar una mano. Casi siempre, es buena idea el acercarse y ayudar... para que los demás sean favorables a uno.
Te acercas al lugar, la gente del lugar empieza a mover los pedazos de edificio con sus propias manos y sin dificultades. Uno de los que había por la zona te pregunta si sabes como fabricar cemento o si podrías ir a ver al alcalde y explicarle la situación para que él te diera el cemento.
Asiento con la cabeza, y tomo manos a la obra, dirigiéndome a casa del alcalde.
Llegas a casa del alcalde, sorprendentemente no hay guardias en ninguna parte y la edad del alcalde parece cercana a los 20.
Bienvenido a mi ciudad, aventurero. - te dijo con una amplia sonrisa - ¿Qué deseas?
Saludo con una respetuosa inclinación, y las manos cruzadas, apoyadas en mis hombros.
-Parte de un edificio se ha derrumbado, y un niño ha roto la pared en pedazos. Hace falta cemento.
Vaya por Dios, estos niños... - dijo sin sorprenderse por el hecho.
Está bien, iré en persona a evaluar los daños y prestar mano del cemento que sea necesario. Gracias por venir y avisarme extranjero.
Antes de salir te mira de reojo y te dice sonriendo un poco - Si quieres puedes quedarte a dormir, invita la casa.