Partida Rol por web

-N-No se moleste, es usted muy amable... - murmuró Helio, tenso por la actitud de la testigo, secándose el sudor de la frente con la punta de la corbata. [color=#00BFFF](S-Supongo que no puedo demostrar si la vio o la dejó de ver porque estaba o no estaba... Mejor buscar otra vía de ataque.)[/color] Pero, ¿cual? - Srta. Nursy, uhm... - ¿Y ahora qué? - Ha mencionado que ese día todos recibieron un boleto de lotería, ¿no es así? ¿Podría hablarnos un poco sobre ese tema...?

La enfermera asintió tranquila -Por supuesto que puedo hablar de ello- dijo con una sonrisa -Los boletos de lotería fueron un regalo de una de nuestras pacientes. Se llamaba Gwen Elg, y la mujer superó una enfermedad muy grave. Tuvo mucha suerte... y ella sabiendo eso nos pidió el día en el que el dimos el alta que le dijéramos los números que queríamos; para compartir esa suerte. Y el día del incidente fue cuando vino a darnos los boletos para el sorteo de ese mismo día- explicó con tranquilidad, haciendo una pausa en su testimonio. La testigo soltó la jeringuilla que llevaba para buscar en un bolsillo de su uniforme, y sacó un boleto -¿Lo ve? Yo tengo el mío aquí... pero por desgracia no me tocó. Lo conservo como recuerdo- terminó de explicar mientras se lo volvía a guardar, con una sonrisa encantadora esperando haber satisfecho al abogado y volviendo a sostener la jeringa entre los dedos.

[color=#00BFFF](¿"Gwen Elg"...? Por alguna razón... ese nombre me hace dudar de la suerte que puedan traer esos boletos de lotería...)[/color] Helio se secó el sudor de la frente con la punta de la corbata y luego se incorporó, acariciándose el mentón, pensativo. [color=#00BFFF](Así que la Srta. Nursy y el resto de empleados del hospital tienen todos un boleto...)[/color] - Srta. Nursy, por curiosidad... ¿cual es su número de boleto? Ha dicho que ustedes mismos escogieron el que querían, ¿no?

Gritó el fiscal desde su atril -Deje de marearnos con preguntas nimias. El número de la lotería de la testigo es totalmente innecesario- señaló la Fiscalía.

El juez asintió ante la protesta del fiscal -El señor Portsman tiene razón señor Dusklaw. El numero de la víctima es irrelevante para el caso. No se olvidé del motivo de este testimonio- dijo serio el juez.

Parecía que iba a ser más complicado de lo que pensaban sacar algo útil del testimonio de la enfermera. Hasta el momento el señor Dusklaw no parecía haber conseguido mucho, claro que la testigo no tenía intención de cooperar. Pero después de la reacción de su madre, no podía dejar de pensar que la mujer que tenían frente a ellos tenía mucho que ver con todo aquel lío.

Aún tenía en el bolsillo el pañuelo que su madre le había dado, pero según ella misma, era algo que demostraría que tenía la culpa, ¿pero la culpa de qué? Y no, eso tenía que ser imposible. Sus padres eran inocentes, ¡estaba segura! Jamás le harían daño a nadie, y menos a Ethan. Era como parte de la familia. Pero entonces... ¿Qué podían hacer?

- ¿Por qué dice que habría visto la flor al entrar? No lo entiendo... Se supone que era una tradición que sólo debían conocer mis padres... Aunque es muy probable que ella supiera algo, ¿no? ¿Acaso se ponen rosas en otras habitaciones de pacientes? - preguntó al abogado en voz baja mientras fruncía el ceño, con cierta duda sacó con cuidado el pañuelo que le había dado su madre, examinándolo con cautela pero sin atreverse aún a decir nada en voz alta.

Necesitaba saber más, tenía que concentrarse, por mamá, por papá y por Ethan...

Concéntrate Heather... Este pañuelo es el móvil según madre. La culpa de todo... No logro entenderlo.. Qué esconde esto.

Después de mirar el pañuelo con fijeza durante un par de minutos, Heather alzó la vista hacia la testigo, la Srta. Nursy. Esa mujer escondía algo, necesitaba averiguar más sobre ella. Debía pensar y el tiempo corría en su contra.

Veamos... Flores, rosas, aroma, espina, dolor, agujas, dinero... Piensa... Fragancia, perfume, fortuna, esencia... Hmm, ¿pañuelo..?

Heather estaba concentrada en su tarea de intentar descifrar algo, por nimio que fuera. Sino deberían seguir presionando, aunque gracias al juez probablemente esa baza fuera realmente limitada.

El pañuelo no parece aportar demasiada. Simplemente parece ser un suave pañuelo que desprende un leve perfume a rosas.

Nada. Por más que le diera vueltas no lograba ver nada fuera de lo común en aquel pañuelo. Pero su madre insistió en su importancia, algo sí que tendría que ver con todo aquello... Pero de momento no lograba sacar algo útil para el juicio. Heather soltó un pequeño suspiro, después del intento frustrado. Pero no pensaba rendirse, de eso ni hablar.

- Disculpe, señor Dusklaw. ¿Podría dejarme ver la carta por favor? - pidió al abogado con seriedad, quizás se habían pasado algún detalle por alto, o quién sabe quizás encontrase algún detalle que relacionase a la enfermera. Aún no sabían quién había escrito aquella nota... ¿No?

(Supongo que me he desviado un poco del tema del interrogatorio...) Helio se secó el sudor de la frente con la punta de su corbata y luego se incorporó, pensativo, con la mano en el mentón. ¿Qué podía preguntar ahora? Antes de que pudiera pensar en algo más, Heather llamó su atención y le pidió la carta.

-¿Eh? Ah... claro, aquí tiene. - Helio le pasó la prueba, intentando que el Juez no pensase que estaba desviando su atención del juicio. ¡Algo tenía que preguntar! - Uhm... Srta. Nursy, ¿cuánto tiempo diría usted que pasó entre que el Doctor Cross salió de la habitación de la víctima y que usted entró?

Hum... ¿cuánto tardaría?- se puso pensativa mientras parecía intentar recordar cuanto tiempo pasó -Ya dije que entre muy poco después... si tuviera que darle una cifra para ayudarle, diría que no fue más de un minuto- dijo la testigo con una sonrisa amable, como si estuviera encantada de poder ayudar.

A ti sólo te hizo falta un vistazo para saber que la letra de la carta no pertenecía ni a tu padre ni a Ethan. No era ni la letra de médico ilegible que tenía tu padre ni la escritura algo tosca de Ethan. Era una letra rápida y que se podía entender poco; pero mucho más estilizada y bonita que la de Evans.

Ahora que la tenías en la mano, notabas un ligerisimo olor. Un resto de fragancia que... te parecía familiar.

No podía ser de otro modo, tenía que ser eso, sí, y debía actuar rápido porque al parecer la testigo estaba resultando de poca ayuda para el caso.

- Señor Dusklaw. - llamó entonces la atención del abogado mientras se acercaba en ademán de susurrarle algo en voz baja. - Tengo la absoluta certeza de que esta carta no fue escrita ni por mi padre ni por Ethan, aunque eso ya casi se confirmó pero... Note que tiene una fragancia floral distintiva y.. La firma, "E." ¿Elaisa? Podría ser una coincidencia, pero estoy segura de que esta letra coincide con la de la testigo. Está claro que omite información. - le dijo en voz baja mientras le devolvía con cuidado la prueba al abogado.

- Podríamos presionarla o incluso hacer que escribiese algo. Lo dejo a su buen criterio, señor. - finalizó asintiendo, a la espera de ver que decidía Helio.

-O-Oh, ya veo... - murmuró Helio al escuchar lo que su ayudante provisional le estaba contando. - "E" de Elaisa... Elaisa Nursy. Eso tiene sentido. - asintió, sonriendo, a la chica que tenía al lado. - Gracias por decírmelo, Srta. Heather. No me había dado ni cuenta. - dijo con una sonrisa algo nerviosa después de admitirlo. ¿Qué clase de abogado era? ¡Debería darse cuenta de ese tipo de cosas? - El problema es que ahora mismo la testigo no está declarando sobre la carta, por lo que preguntarle por ella va contra las normas. - dijo, con un pequeño suspiro. - Pero me aseguraré de sacar el tema en cuanto pueda. - aseguró.

Helio Dusklaw golpeó el tablero de su mesa con ambos puños, inclinándose hacia adelante en cuanto escuchó la respuesta de la testigo.

-Muy poco después, algo menos de un minuto... ya veo. - dijo en voz alta. Si es así, puede que aún tenga una oportunidad... El joven abogado sacó su libreta de apuntes y empezó a pasar páginas, leyendo las partes que le interesaban. - Fiscal Portsman... al principio de este juicio, usted nos dio un pequeño fragmento de información que casi se me pasa por alto, pero que creo relevante aquí. - el abogado alzó la vista de la libreta para mirar al fiscal. - Dijo que la víctima recibió una dosis letal de Zindolín X, que provocó, y cito textualmente, "que su sistema nervioso se fuera apagando de forma lenta hasta que se durmió". - Helio guardó la libreta y se incorporó. - ¿Entendí bien, Fiscal Portsman? ¿"De forma lenta"? - preguntó, pero no esperó respuesta para golpear de nuevo su mesa con ambos puños. - Esta testigo afirma que entró en la habitación de la víctima menos de un minuto desde que el Doctor Cross se marchó... ¡y que se encontró a la víctima ya muerta! ¡Pero eso es imposible si tenemos en cuenta que el medicamento actúa lentamente en el sistema nervioso! - volvió a golpear el tablero de su mesa. - ¡La testigo está MINTIENDO!

Q-q-q-qu... ¡¿QUEEEEEE?!- terminó preguntando alucinado el fiscal con la medalla entre los dientes, acompañado de muchos murmullos del público. Este juicio sin duda le estaba pasando factura a su preciado premio, ya que se estaba empezando a llenar de marcas de dientes por todo el chapado.

¡Orden! ¡Orden!- ordenó el juez acompañado de unos cuantos mazazos a la mesa, para luego mirar al abogado defensor sorprendido -¡Ti-tiene sentido! La victima debería haber estado viva cuando llegó... eso significaría que...

El "¡Protesto!" vino de la serena aunque alta voz de la enfermera, quien parecía no haberle gustado esa insinuación de que su testimonio era mentira y lo expresaba con un rostro serio. Después de llamar la atención, la mujer tosió y recuperó la sonrisa amigable que tenía -Perdonad que haya tenido que gritar... pero no me gustan las calumnias hacia mi persona- dijo con tono tranquilo, mientras ahora dirigía su mirada hacia el fiscal -¿Eso fue lo que usted dijo señor Portsman? Por su culpa me han llamado mentirosa... muy mal, muy mal... no debería hablar sobre temas de los que no sabe- le dijo a un Portsman confundido como si le estuviera dando una regañina a un niño pequeño, quien tragó saliva pesadamente.

Luego miró a Helio, con esa serenidad característica -No se preocupe señor Dusklaw... no me tomo a mal que se haya equivocado al decir que he mentido... ha sido culpa de la información médica errónea del fiscal- dijo con aquella sonrisa amable y delicada... ¿como que información equivocada?.

- ... ... ... ... - durante unos segundos, Helio simplemente permaneció mirando al frente con sus puños sobre la mesa. Después, su expresión cambió y empezó a sudar. - ¿... U-Uh...? - logró murmurar, secando el sudor de su frente con la punta de su corbata. - ¿Q-Qué quiere decir con... "información errónea"...?

Ante la contestación de Helio, Heather agachó la cabeza para luego asentir en silencio. El abogado tenía razón, de momento deberían esperar, posiblemente pudieran utilizar aquella nueva información para acorralar a la testigo y confirmar sus sospechas.

De igual modo, el señor Dusklaw ya sabía por donde presionar a la enfermera, aunque los golpes que acostumbraban a dar sobre la madera seguían haciendo que diera un brinco interiormente, por tan repentino gesto. Pero eso poco importaba ahora, ¡Helio había dado con una contradicción muy importante!

Los ojos de Heather relucieron con un brillo de esperanza, sí, era un obvio agujero en su testimonio pero... Aquella mujer no iba a dejarse ganar tan fácilmente. Cuando simplemente rebatió las acusaciones, echándole la culpa al fiscal. Cada vez le gustaba menos la actitud de la enfermera, había algo que le resultaba inquietante en ella. 

Heather clavó la mirada en el fiscal Portsman, como una amenaza silenciosa que demandaba una explicación. - ¿Qué pruebas tendrá de que la información proporcionada a la autoridad sea "errónea"? - comentó en voz baja, luego miró de soslayo al abogado que parecía dudar. - Señor Dusklaw, no se deje avasallar. Puede hacerlo. - añadió con calma, acompañado de una mirada cargada de confianza hacia el joven. No podían retroceder ahora.

Habló de la forma de la muerte- respondió la enfermera con tono sereno -Es verdad que se han dado casos en los que el Zindolin X ha causado muertes lentas; pero todo depende de los factores- explicó con calma -Cualquier médico y enfermero lo sabe... las medicinas no son como venenos que siempre actúan igual- término de decir.

El público con esa información empezó a murmurar entre ellos, cosas como "Entonces si que pudo haberle matado el doctor", "El fiscal podría haber entrado en detalles", "Estoy confuso ¿entonces lo mato o no?"...