Partida Rol por web

 Jono medio aturdida responde a sus compañeros.

 - Al parecer el poblado está a punto de ser atacado, y nos piden ayuda para plantarle cara.

- Bueno, precisamente me metí en esto para cambiar de profesión, - Jamal se encoge de hombros - pero supongo que nadie puede escapar de su destino. Que cuenten conmigo. Además, necesitamos amigos y matar gente siempre ha sido una buena forma de conseguirlos.

Bueno, vayamos por partes.

¿Quien o que se supone que les va a atacar?

¿Por que les van a atacar?

¿Que sacamos nosotros de ayudarles a defenderse?

Lo más parecido a la ciudad que os encontrais son las civilizaciones maya y azteca.

He aquí una foto de lo que podriais ver perfectamente (con algo más de vegetación...)

En lo más alto de una de las pirámides un grupo de soldados de élite (lo podeis saber por las vestimentas diferentes a los soldados de bajo rango y por otros rasgos como la tenacidad y frialdad que muestran estas personas).

Uno que parece el líder les manda a su destino con un par de frases. Los soldados se reagrupan en fila india y empiezan a desfilar hacia la selva.

El druida aborigen os hace una señal para que los acompañeis...

 Jono lanza un fuerte y agudo silbido, espero que lo pueda oir Ranti...

 Tras los comentarios de sus compañeros responde...

 - No estoy seguro de que sean personas... Jamal... por cierto luego me cuentas eso detu pasado.- Parece un tanto turbada ante la mención de la facilidad por matar que tiene.

 Luego se dirige a Aanam y le comenta.

 - Por un lado necesitamos tener buenas relaciones con esta gente y ya que han hecho un pado para ganarnos su confianza, sería bueno participar. Estan hablando de un devorador de personas... si vamos por nuestra cuenta no me gustaría toparnos con este devorador, junto a esa gente tenemos más posibilidades de anular la amenaza.

  Tras lo dicho mira des de lo alto en busca de una figura canina.

 Jono hace un gesto a sus compañeros par aque la sigan junto al druida.

 - Rop orteic, em omall Jonova, ut?- Tras presentarse le pregunta de nuevo.- Euq sedeup sonriced ed al azanema?

Jamal mira a Anaman:

- Estamos perdidos, lejos de casa, en una selva en la que lo mejor que sabemos hacer es correr... creo que simplemente necesitamos la amistad de esta gente.

Y luego mira a Jono, con tristeza:

- No. No creo que quieras saber nada de mi pasado. Nada de lo que estar orgulloso, excepto quizá una mujer y un hijo, que ya me habrá olvidado, en algún lugar del desierto

 Jonova mira al valiente Jamal, con una leve nota de melancolía en los ojos. Ahora no es el momento de tratar eso... ni el lugar.

 - Ahora tenemos que actuar, estás con nosotros Aanam?

Asiento con la cabeza convencido por los argumentos de mis compañeros.

Mientras iniciais la marcha el druida lanza una palabra a Jono:

- Kalúm!!!

No tardais en alcanzar a los fornidos guerreros. Correis hacia un tremuloso y sórdido ruido que proviene del corazón de la jungla. El sonido parece acercarse a más velocidad de la que correis vosotros... y rugiendo con fuerza y tenacidad.

De pronto, el cabecilla de los guerreros hace una señal de alto y os hace señas para que os escondais. Todos los aborigenas preparados para lanzar sus lanzas cortas y aerodinámicas.

Por fin, aparece la figura enorme de un reptil bípedo, con una pigmentación de tono rojiza. Es un depredador nato (se observa por su própia anatomía).

- ¿Vamos a enfrentarnos a ESO? - Jamal parece algo asustado.

 Jono queda atemorizada unos instantes ante la potencia de esta criatura. Es impresionante! Pero al ver como reaccionan los guerreros tribales se pone en marcha.

 - Ignemus aurum!- De sus manos brotan llamas, dejándolas prendidas, ardiendo y sin más demora lanza una esfera de fuego contra la criatura. Tras arrojar la esfera llameante, otra aparece de nuevo en sus manos.

 - Esperad a que reciba todas las lanzas, no os lanceís aún al meelé!

Crumod une sus flechas a las lanzas de los nativos.

"Espero que esto le haga algo, sino..."

Tensa la cuerda de su arco y la suelta esperando lo peor...

Los guerreros emplumados lanzan sus terribles jabalinas que resoplan al viento. Sólo algunas consiguen clavarse en la dura piel del monstruo y este parece no preocuparse demasiado por sus pésimas heridas. El animal se gira hacia el orígen de las lanzas y detecta a los guerreros. Estos permanecen pasivos ante esta situación tan peligrosa y arremeten nuevamente contra el gigante. La frialdad y perseverancia de estos aborigenas os dejan helados.

Con un poco de suerte, percibís al amigo druida detrás del monstruo, el druida conjura hechizos a toda velocidad. Parece ser que está dotando de beneficios mágicos a sus soldados.

- Sea - las palabras de Jamal suenan mas calmadas - no es un mal lugar para morir - añade.

Dicho eso Jamal desenfunda sus armas y se lanza a ayudar a los nativos.

 Jono al ver la predisposición de Jamal dice.

 - Espera.- A la par que va junto a él y lanza un sortilegio.- Dur Natur.

 Sientes como te llenas de vigor y energía, pletórico, pareciendote mucho más liviano.

Miro al lagardrulo que ha llegado y se me ocurre una idea, a toda prisa pronuncio unas palabras incomprensibles mientras hago movimientos extraños.

De repente, delante del lagarto aparece otro igual que él, que le lanza un mordisco.

El monstruo se queda perplejo al ver aparecer una criatura igual que él en sus morros. La imagen reflejada intenta morderle y el monstruo hace un movimiento de evasión.

Los fornidos guerreros aprovechan la situación para rodear al reptil...

De repente, aparece el Jefe de la guardia corriendo como una pantera. Va a toda velocidad, casi sin hacer ruido y con los ojos clavados en el monstruo. Poco a poco va sacando la espada y cuando está en la justa distáncia pega un salto descomunal, como si estubiera bajo el hechizo de salto, hacia el animal.

La escena termina con él colgando agarrado a su espada clavada en el cerebro del monstruo. Todos vosotros os quedais de piedra al ver esta escena letal.

El monstruo se desploma y los soldados fornidos, como autómatas, se llevan su cuerpo al poblado.

El héroe retoma la calma y también vuelve al poblado con aires de sobriedad.