Partida Rol por web

¡Pámba! al teniente lo dejan listo de papeles los españoles que segundos antes pedían su rendición. A Legrand no le va a quitar el sueño la muerte del niñato, ahora tendrán que darles una carga para demostrar quien es quien en el tablero europeo. Lo que al Legrand sí que le quita el sueño (y le hace sentir escalofríos en esos mismos instantes) es el palmarla allí, luchando contra cuatro desgraciados en un lugar que nadie conoce y al que nadie le importa. Jean considera que está llamado a realizar altas prohezas y a lograr los más altos honores. Y si le toca morir espera que sea en una batalla como Dios manda, entre el fuego de la metralla y con las banderas ondeando al viento,  no pegando sablazos a unos mindundis lejos de cualquir combate con todas las de la ley.

Pues nada, allá vamos. Esto sí que se pone interesante. Una carga y luego a buscar al resto de nuestros compañeros. A ver que ocurre con esas órdenes de rendición.

Legran escucha las órdenes del sargento, que en defecto del oficial ha asumido el mando. Jean hace que su caballo vaya al trote, justo al lado del sargento pero sin adelantarle (sabe donde está su sitio y no quiere ofenderle) con el sable preparado para la degollina.

- ¡ Pour l'Empereur! ¡Allez, allez!.- grita con todas sus fuerzas.

Señores, volvamos a la refriega.

Tirad todos INICIATIVA (1d10+destreza).

Los que están en "segunda fila" Legrand y Ronfort sufren un -10 a la tirada porque deben recorrer 100 metros antes de llegar al fregado a menos que saquen una buena tirada (01-10) en Equitación.

Saco 9+15=24 Iniciativa

Saco un 5, en total 5+18= 23

Pues que empiece el baile.

Espoleando su caballo, Legrand, sin adelantar al sargento (hay que saber cual es el sitio de cada uno, y tampoco quiere ofenderle) sigue la carga con sus camaradas. Cuando llega a la altura de los primeros españoles abate su sable con saña contra ellos brotando sangre y furia a partes iguales.

Vengarán la muerte del niñato, pese a todo seguía siendo un húsar.

-¡Allez allez pour l'empereur!.- grita fuera de sí

!VAMOS MIS MUCHACHOS¡ ¡CARGAAAAAAD!.- grito fuera de mi, pero pese a todo mi entusiasmo es algo a lo que ya estoy acostumbrado. Veo como aumentamos la velocidad de la carga, todo esta saliendo como en el manual, si todo sigue asi, tendria que acabar como en el manual, con nuestras espadas bañadas en sangre española....

Los husares caen sobre el enemigo como un vendaval de furia, cortando y gritando.

Legrand corta y saja con su habitual precisión fría. Hunde la hoja en el pecho de un español; inmediatamente la retira y bloquea la estocada de otra. Se mezclan chispas con la sangre. El sargento recibe una estocada de refilón (1pv) mientras anima a gritos a sus hombres.

Los españoles ofrecen poca pelea tras cruzar el sable media docena de veces, emprenden veloz huida cuando uno cae muerto (cosa de Marcel), los demás ponen pies en polvorosa.

Puedes intentarlo con otra tirada de cabalgar.

Viendo como esos perros españoles se retiran, no puedo mas que levantar el sable de nuevo e intentar resarcirme de mi herida con alguna de sus vidas

Vamos mis valientes, que no se diga de nosotros los imbatibles husares que nos amendentramos. CARGAD .- digo con voz grave cargando contra los españoles

- A sus ordenes sargento.- coincide con su superior Legrand. Por mínima que sea cualquier esperanza de lucha y combate le agrada al salvaje y buscador de gloria de Legrand.

- ¡Pour l'empereur!.- grita cuando se vuelve a iniciar la carga que rematará a los despojos de la resistencia española.