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Amanita Muscaria

Amanita Muscaria

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06/02/2008, 06:30
Irving Robertson

El senador observaba atentamente cada uno de los gestos que se mostraban en el rostro de aquella mujer que había reclamado el derecho de ser la primera en abandonar una vida que no podía satisfacer algún deseo oculto...o quizá compensar algo.
En realidad le daba exactamente lo mismo cual fuese el motivo que la había llevado a ingerir aquel vegetal, pero sí que le importaba comprobar lo que expresaba su mirada y su lenguaje corporal....y desde luego no conseguía encontrar el éxtasis prometido por ningún lado...sólo sensaciones demasiado profundas como para ser catalogadas.

El camino que la llevó de la mesa hasta aquél lugar que había elegido como último reposo, pareció expandirse en el tiempo....cada paso que avanzaba era una eternidad....eternidad que pronto alcanzaría.

Y fué esa eternidad prometida, aquella última mirada antes de que la vida abandonara para siempre aquellos ojos, lo que le llevó a dar el paso.
No veía placer alguno representado en la muerte de aquella mujer, pero sí paz....¿acaso había alguna otra manera mejor de morir?...por mucho que lo pensaba la respuesta era no, y esa seguridad fué lo que provocó que un segundo más tarde, Irving se hubiese levantado para poder alcanzar la seta con su mano derecha....no temblaba....como tampoco lo había hecho cuando acabó con la vida de aquellas mujeres...ahora lo haría con la suya.

Yo seré el siguiente - respondió para llamar la atención sobre su persona - Aquí acaban las dudas y los temores que me atormentaban.

Observó un instante el hongo...el lugar que mostraba la marca donde había mordido la mujer...y lo llevó hasta sus labios, arrancando un trozo con suavidad, casi con ternura, tras lo cual volvió a dejar lo que quedaba de la seta en el lugar de donde lo había cogido.

Se sentó y miró a los presentes....ahora sólo quedaba esperar el efecto.

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08/02/2008, 02:10
Maya Lian

Notas de juego

Todos mi pensamientos se desvanecian lentamente a medida que observa meticulosamente como intentando grabar en mi mente cada uno de los movimientos de aquella mujer ... mi mente viajaba rapidamente, veia todo lo que hice y tambien todo lo que habia dejado de hacer, no me arrepentia de nada por supuesto, pero sentia que habia algo que me molestaba realmente, aquellos fugaces sentimientos fueron rapidamente interrumpidos por una calida mano que me hizo sentir un escalfrio muy amplio, al comprobar que se trataba de aquella mujer, mis musculos se quedaron inmoviles ..mis labios temblaban intentando pronunciar alguna palabra, tan solo no sabia que hacer, observe alejarse a la mujer lentamente hacia aquel sillon, su mirada parecia serena se podria decir que hasta feliz, al parecer se iba con cada uno de sus recuerdos por perturbadores que estos fueran, sin embargo sabia bien que ella no era la unica, todos los que estabamos en esa mesa nos encontrabamos allí por razones diferentes y multiples, pero algo me inquietaba sabia que por multiple y grande que fuera el mundo mucho de las cosas que sucedian no sicedia por coincidencia, las coincidencias eran tan solo un pretexto para ocultar la inevitable verdad que no atormenta diariamente a los seres huanos.
con mis ojos segui cada suspiro, cada parpadeo, cada leve pulso que se convertia en un silencio evidente. Aquella mujer ya nos habia abandonado, habia cumplido con el cometido de la reunion y por fin habia conseguido liberarse de la cadena mas pesada y dolorosa que debemos llevar... la vida misma.

Una voz fuerte y decida me hizo girar bruscamente sobre mi silla, para encontrar el trozo de Amanita encaminadose lentamente hacia otro de los invitados ... queria que todo terminara ya, yo tambien queria comerla, desaba el extasis de la muerte sin sufrimiento, deseaba fuertemente ese momenot donde todo dejaria de importar donde ya no tendria que preocuparme por nada.

Tan solo miraba al hobre incapaz de decir palabra. incapaz de moverme me moria de la angustia pero no era por que comeria la amanita, era algo mas ...

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12/02/2008, 10:09
Andrea Robertson

No lo hagas Frank…no lo hagas… una risa joven y fresca se abre paso entre las sombras de tu corazón, la habitación se desvanece y el idílico paisaje de la orilla de un cristalino lago sustituye el macabro escenario…hacia calor, aunque no demasiado, el final del verano se acercaba…un sonriente Frank Connor pugnaba por arrojar a su esposa al agua del lago agarrándola con suavidad de los hombros fingiendo una lucha lejana a la realidad, pues a la menor oportunidad los dos cayeron entre carcajadas…

Al emerger de nuevo un apasionado beso hizo olvidar incluso la fehaciente necesidad de aire…poco importaba cuando el amor primaba sobre todo lo demás…la joven mujer separa los reticentes labios de su marido para mirarlo profundamente, su mirada y su sincera sonrisa decían mucho más que cualquier palabra que pudiera pronunciar…

Frank Connor…te quiero…te quiero ahora y te querré siempre…deseo pasar el resto de mi vida contigo… nuevos besos suceden a la declaración de la chica…dando rienda a una pasión que parece no cesar nunca…hasta que finalmente, tras un largo rato…ambos se dirigen a la orilla, cansados y felices…tumbados sobre sus espaldas, mirando el sol del mediodía…Andrea se gira hasta colocar su cabeza en el pecho del hombre, ahora más seria…recuerdos de sus padres afloran a la superficie… Frank…¿qué harías si alguna vez dejaras de quererme? una pregunta quizás fuera de lugar, pero ella se sentía libre de confiar cualquier cosa a aquel hombre al que tanto amaba… Si alguna vez no estuviéramos juntos… insistía mientras apartaba con dulzura el pelo mojado de su frente…

Notas de juego

en principio solo para Frank, no?

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12/02/2008, 11:01
Frank Connor

La brisa fresca recorría nuestros rostros ... meciendo los cabellos suavemente ... acariciándonos ... tal y como yo hacía con la mano de Andrea mientras estábamos tumbados en la hierba fresca a la orilla del lago ... la acariciaba y jugueteaba con su cabello encarcelándolos con mis dedos ... con dulzura y suavidad ... éramos felices ... nos queríamos y nos deseábamos ...

Nos besábamos ... y nos abrazábamos ... eran momentos felices ... los mas felices de mi vida ... estaba con la mujer que deseaba ...

Frank Connor…te quiero…te quiero ahora y te querré siempre…deseo pasar el resto de mi vida contigo…

-Yo también Andrea ... yo también te quiero ... yo también te adoro y te deseo ... eres lo que siempre he deseado ... eres la mujer que me llena de vida ... y la mujer con la que deseo pasar el resto de mi vida ...

Me la quedo mirando sorprendido por la pregunta que me había acabado de hacer ... era una pregunta que nunca me había hecho ... nunca había pensado en un futuro sin ella ... tan solo deseaba estar con ella ... nada mas ...

-¿Que haría? una pausa entre mis palabras mientras le doy un apasionado beso demostrándole todo mi amor y mi cariño ...

-Me volvería loco Andrea ... tu lo eres todo para mi ... sin ti yo no soy nada ... y nunca ... nunca ... nunca ... tenlo por seguro ... nunca voy a dejar de quererte ...

Me la quedo mirando esperando su respuesta ... no sabía que venía ahora esto ... quizás esperaba otra respuesta ... quizás esperaba esta ...

Notas de juego

Yo también solo para ti ...

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13/02/2008, 02:48
Ian Kavanaugh

Perfecto

Esta palabra que salio de los labios de Ian, era una palabra más mortal si cabe para el momento que estaba teniendo lugar.

Para cualquier observador de la sala, seria una frase salida de tono. Que podría reflejar un interés mezquino en la muerte del político, con la que Ian sacase una especial diversión.

Perfecto.

Todo más lejos de la realidad. No se alegraba de la muerte, no quiera verlos morir, de echo, pensaba cuando sugirió el orden, hacer un juego y ser el primero en morir. No quería ver morir a nadie más.

Perfecto.

Aquella palabra tenia un significado especial para el. En su mente se dibujaba una y otra vez la cara de una niña. Una niña, muerta. El resultado de su propia inaptitud. De la desidia que embargaba su vida a cada instante.

Perfecto.

La clara idea que se dibujaba en su mente, se mantenía como eterna mientras veía como la vida, abandonaba la habitación, instante a instante. Como la sala, como su corazón se volvía más fríos a cada milésima de segundo. Hasta finalmente poseerlo.

Perfecto.

Lo que seria perfecto para el, seria morir. Morir matando, matando sus pecados. Los pecados de un hombre que ya murió hace muchos años, con la muerte de su amada. Muerto tanto por dentro como por fuera. Que había sido capaz de arruinar muchas vidas. Vidas como la de la chica que tenía a su lado. Vidas y muertos que lo perseguían incluso hasta los últimos instantes.

Perfecto.

Esa fue la única palabra que fue capaz de expresar, su mente bullía, el ansia lo consumía. Quería morir, aplacar la pena, el odio que se tenia a si mismo. Matar, matar a Ian Kavanaugh seria la forma mas limpia de acabar con la pesadilla que no parecía tener final.

Perfecto.

Perfecto era el momento. Su premio estaba cerca. El final estaba al alcance de su mano.

Lentamente, se acerco hasta el político, su mirada, era muy difícil de catalogar, por un lado se sentía bien de que ese hombre, obtuso ya no estuviera allí, por otro, lo envidiaba por habérsele adelantado.
Ahora nadie le alejaría de su meta.

Sintiéndolo mucho, agarro la seta. Y la partió, dejo un trozo sobre la mesa, el tallo, lo más grande. Suficiente, para que mucha gente pudiera tomar su camino, pero el ya no estará para ver, para sufrir.

El trozo que tenia en la mano, le dio vueltas, sintió su tacto. Disfruto de el.

Sonriendo a su anfitrión, lo miro, con otros ojos, con unos ojos de liberación, de absoluta felicidad, pues estaba seguro que su muerte seria el mejor de los descansos.

Girándose. Miro a su compañera de destino. Le sonrió, esa sonrisa estupida que se te pone cuando abres tu regalo de navidad. La miro, sonriendo. Porque tenia la certeza de que ella no llegaría a saber la verdad, de saber que su demonio era el. El era el mal.

A tu salud, pequeña.

La frase surco la estancia, marco un tiempo. Cayó como una losa pesada, sobre esa sonrisa y sobre esos ojos. También fue una disculpa, muda y sorda, para aquellos que no supieran la verdad. Pero esta verdad moriría con el. Partió su trozo por la mitad, y se lo dejo a ella en la mano.

Se giro, quería mirar a la ventana antes de morir. Ver el mundo que dejaba. Mientras su mano llevaba el hongo a su boca, iba cerrando lentamente los ojos, muy lentamente. En esas décimas de segundo pensó como quería que fuera. ¿Tragársela de golpe? o ¿lentamente?. Aun estaba ella tocando contacto con la lengua cuando su cuerpo Eligio por el. Y la seta empezó a caer por la garganta.

El guijarro caía y abrió su mente para recibir el momento, vaciándola de las inmundicias que lo habían llenado desde hacia tanto. Se quiso engañar pensando que lo que recibiría seria un viaje a lo desconocido.
Lo que sintió, no se le pareció.

Primero fue como un frió, un frió que recorría su cuerpo, que surcaba su nervios desde el tronco a la cabeza. Luego, casi al mismo tiempo, pero siendo infinitamente distinto, llego el calor, un calor tenue apagado, pero amable que se extendió mas allá de lo que el pudiera sentir.

Dolor, eso es lo que sentía. Sentía como algo salía de su cuerpo, algo le sesgaba el alma y la vida, y no era la seta. Algo le arrebataba el momento final. Cuando el dolor hizo mella en el, quizás minutos, quizás en el mismo segundo, sus ojos se abrieron, con la fuerza de un resorte tenso, para intentar devolverle al mundo que abandonaba.

Y otra vez el destino se rió de el. Pues solo un instante duro, su muerte. El hongo obraba su magia. Pero el se iba como vino al mundo con dolor.

Tras de si lo dejaba todo. La muerte y la pena y el llanto. Ahora no le quedaba nada.

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13/02/2008, 10:16
Denzel Smith

Denzel se aferro con fuerza a la silla del politico Irving Robertson y la tiró al suelo para tomar impulso. El ruido que provocó al caer fue imperceptible para todos los que allí estaban presentes, fue un sonido apagado y sordo, y no porque callera sobre la alfombrar que adornaba las muertes de aquella sala, sino porque Denzel y Frank estaban como en trance.

Yo también Andrea ... yo también te quiero ... yo también te adoro y te deseo ... eres lo que siempre he deseado ... eres la mujer que me llena de vida ... y la mujer con la que deseo pasar el resto de mi vida ...

Las palabras de Frank le amartillaban la cabeza. No puede ser cierto, no. Frank era una persona fuerte, le había ayudado incontables veces en sus recaidas, sin él, Denzel hubiera caido más de una ocacion en algún trapo sució que ninguno de los dos quería hablar. Asi que corrio, corrio por la habitación como si de kilometros fuera la distancia entre él y su compañero. Frank parecía como en un sueño y aún sujetaba parte de la seta. Hablaba cosas incoherentes.

¿Que haría?

¿Que haría? Era una pregunta con respuesta a otra pregunta, su entonación era extraña, es como si estubiera hablando con alguien, pero allí sólo estaban ellos dos, Frank y Denzel, los dos amigos, los dos detectives.

¿Que? La pregunta le salio de los labios de Denzel sin querer hacerla, sólo quería llegar hasta su compañero.

Me volvería loco Andrea ... tu lo eres todo para mi ... sin ti yo no soy nada ... y nunca ... nunca ... nunca ... tenlo por seguro ... nunca voy a dejar de quererte ...

¡¡¡¡¡¡¡FRANK!!!!!!!

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13/02/2008, 11:30
Andrew McManaman

Su mujer seguía flotando en un mar que la ahogaba y la mataba lentamente, tan lentamente que parecía disfrutar con su propia muerte. Un poco de envidia le afloró en la piel a Andrew. De reojo la miró y sintio un escalofrio muy frio. ¿Verdaderamente había amado a aquella mujer? ¿Verdaderamente había amado a alguien?

Siempre se había pensado una persona fría, entregada, y cariñosa, pero cuando las cosas se torcían tenía una habilidad para olvidar y no ser afectado que pocas personas podía igualar. Eso le había ayudado a montar su pequeño imperio de negocios, un total de dos tiendas, un almacen de distribución y un bar, de los más famosos de Oxford. No era gran cosa, pero para alguien como él, era mucho.

Irving Robertson y luego Ian Kavanaugh comenzarón a crear su propia historia de su muerte y él se comenzaba a sentir nervioso, se estaba volviendo a quedar sólo. Todos tomaban con determinación lo que antes habían hablado, y él, el que había reunido allí a todas aquellas personas, no era capaz de tomarla aún.

La pregunta de "¿Quien sería el siguiente?" se le presentó absurda, ahora sólo quedaba aquella muchacha y él, y no encontraba salida a todo aquelo, necesitaba sentirse poderoso, necesita molestar a alguien, necesitaba encontrar alguna duda en algunos ojos y ahora... ahora sólo quedaba aquella muchacha, la única que por ahora, había mostrado un poco de miedo a su propio destino.

Su personalidad le hacía actuar de una manera un poco molesta, siempre era así, necesitaba molestar a alguien, sentirse superior a los que le rodean y que siempre se haga lo que él diga. Y ahora se sentía cabreado, molesto. Todos estaban muriendo y tan siquiere le había dado tiempo a meter el dedo en la llaga que cada uno de los presentes tenía.

Se sentía absurdo dentro de aquel círculo de muerte que él mismo había creado. Se sentía solo.

Me sorprendeis los dos. No quería abandonarse a la soledad. No quería apagarse de una manera que él no tenía pensado. Quería ser Dios a su manera. Asi que sonrio forzasamente, y sin mirar a Maya Lian le pregunto ¿No le hace vacilar lo que acabamos de... no encontraba la palabra exacta experimentar?

Necesitaba esa duda en Maya Lian para sentirse vivo y morir.

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13/02/2008, 12:49
Andrea Robertson

La cabeza de la mujer seguía apoyada en el pecho del hombre…pero ahora el paisaje ya no era tan idílico…sino más bien todo lo contrario, una pequeña cama, una habitación decorada de manera infantil…un nombre en un cuadro bordado en la pared, todo impoluto e impecablemente ordenado…

Los ojos de la mujer se levantan llorosos y enrojecidos buscando los de su marido…reflejando en ellos parecidas sensaciones…ella aparta la mirada en otro acceso de llanto, desgarrada…rota…no puede mirarlo a los ojos…la culpabilidad y el dolor le traspasan el alma…está vacía…quiere terminar con todo…su presencia le da fuerzas y la hunde…nada en círculos…no puede escapar…

Frank…lo siento… el hombre tiene que hacer un esfuerzo por entenderla, es complicado distinguir entre las lagrimas cada palabra que escapa de los labios de su joven esposa… Quiero morir Frank…lo siento…debo separarme de ti, o acabaré matándote también… la desesperación en el gesto del hombre, impotente, habían paso mas de seis meses y no sabía que hacer…la seguía queriendo, y ella a él…estaba seguro…pero…la perdía…él sólo quería que lo superara…pero eso no iba a ser posible a su lado…una dura certeza…un eterno asentimiento con la cabeza…ya lo habían hablado en otras ocasiones, pero esta vez debía claudicar…

La mujer se incorporó abrazada a él, el llanto se había convertido en inaudibles sollozos contenidos… Quiero que seas feliz, por favor…prométemelo…te lo mereces…eres el mejor hombre que he conocido…eso nunca cambiará…te quiero…siempre te querré… su mirada era sincera, deseaba vivir a través de él…ella sólo era un mal sueño… Tienes que ser fuerte…por los dos…por los tres…yo…no puedo… la vida de Andrea termino aquel fatídico día…desde entonces…sólo un fantasma viviendo en una dimensión equivocada….

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13/02/2008, 17:59
Frank Connor

Andrea estaba dispuesta a irse ... estaba seguro ... era mucho tiempo luchando contra la evidencia ... todo le recordaba a ese trágico suceso ... no podía superarlo ... no era el sitio adecuado ni estaba con el hombre adecuado para hacerlo ... tenía que hacer borrón y cuenta nueva ... pero ... tampoco eso le sería posible ... se lo decía ... pero siempre decía lo mismo ...

Quiero morir Frank…lo siento…debo separarme de ti, o acabaré matándote también…

Estábamos en la puerta del domicilio que construimos juntos ... que soñamos juntos ... que sufrimos juntos ... y sabía que si cruzaba esa puerta no la volvería a ver jamás ... no podrá volver a hablar con ella nunca mas ...

La abracé con todas mis fuerzas ... llorando ... mi alma estaba rota igual que mi corazón ...

-Andrea sin ti no soy feliz ... no seré feliz ... tu eres mi felicidad Andrea ... por favor ... no te vayas Andrea ... no te vayas ... sin ti no soy nada ... no podré soportarlo ...

Pero ella haciendo caso omiso me miró a los ojos ... me besó con una dulzura que apenas recordaba ... habían sido unos meses muy duros ... yo cerré los ojos ... disfrutando del beso ... pero se terminó ... la puerta sonó fuertemente ... cerrándose tras sus pasos apresurados y su llanto desconsolado ...

-¡Andreaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Me dejé caer de rodillas en el suelo ... desconsolado ... mi vida ya no tenía sentido sin ella ... no había forma posible de hacerla volver a mis brazos ... estaba seguro de ello ...

Pasó el tiempo ... no dormía ... no comía ... no tenía sentido seguir viviendo ... pero aún recordaba sus últimas palabras ... a cada segundo las recordaba ...

Quiero que seas feliz, por favor…prométemelo…te lo mereces…eres el mejor hombre que he conocido…eso nunca cambiará…te quiero…siempre te querré… Tienes que ser fuerte…por los dos…por los tres…yo…no puedo…

Un día Denzel consiguió verme ... hablarme ... le había estado rechazando todo este tiempo ... no quería oír nada de los demás ... pero ese día accedí a verle ...

Me informó sobre Andrea ... sobre su nuevo marido ... Andrew McManaman ... y me pasó el informe de ese hombre ...

-Denzel no me jodas ... este tío está loco ... ¡Va a matarla! ... ¡Y ella quiere morir!

En un momento volvía a estar de pie ... había recuperado todas las fuerzas perdidas ... tenía un nuevo objetivo ... tenía que proteger a Andrea ... tenía que salvarla ... me quedé mirando a Denzel y le dije ...

-¿Sabes que fue lo último que me dijo Andrea?

Denzel se quedó inquieto mirándome ... no tenía ni idea por donde iba a salirle ... siempre había sido imprevisible ...

-Tienes que ser fuerte…por los dos…por los tres…yo…no puedo… unos segundos inquietantes transcurrieron antes de mis siguientes palabras ... un nuevo brillo en los ojos ...

-Tengo que salvarla Denzel ... tengo que salvarla ...

Había resucitado de nuevo ... Andrea tenía razón ... debía ser fuerte por los tres ... por mi ... por Andrea ... y por nuestra niña ...

-Andrea ... voy a salvarte ... juro por mi vida que voy a hacerlo ...