Partida Rol por web

No hay problema. Sir Breunis esta por s lado y sir Cadwallon se ha sentado en la mesa y anda de charla.

Ok pasa de las viejas damas.

Has gastado una acción con als damas. aun te queda,

- La verdad, no entiendo lo que decís de utilizar armadura para cazar esas bestias, son realmente inofensivas. - dijo Cadwallon, lo que se tradujo en miradas de estupor de sus contertulios. - Usar perros es lo mejor, en mi opinión, pero lo normal es que los chuchos acaben con el pobre bicho antes de que de tiempo a darle un buen lanzazo y...

Y durante un buen rato, Cadwallon siguió hablando sobre los métodos más adecuados para cazar zorros, que es lo que el joven había entendido que era el motivo de la charla...

Sentabase sir Loren de nuevo a la mesa, cuando oyó un atropellado y extraño discurso del de Cadwallon. No entendió de lo q ue se hablaba. En verdad, habia llegado tarde a la conversación. No obstante alguien dijole que parlamentaban sobre la caceria de Osos y no de zorros.

Una conversación sobre caza. No entendía muy bien de que exactamente estaban hablando. Pensaba que eran de lobos, pero alguien dijo algo de osos. Miró confundido a los allí presentes. No sabía como meterse en la conversación y con las prisas se me trabó la lengua y las ideas.

- ¡Cazar osos! ¡Me encanta la cacería de osos por los desiertos de Francia! ¿Alguien de los aquí presentes sabe donde puedo encontrar algo de cerveza?

No mostraban cara de aprobación los sentados en la mesa. Directamente obviaron los comentarios de ambos caballeros ignorantes de la caza.

En tus movimientos por el salon del banquete, has vuelto a ver al la muchacha con la que te encamaste en el pajar. No se cómo estrá tu animo o el de ella para repetir o no hazaña.

No estas seguro de que la muchacha te haya visto. Puede que si o que no.

Parecía que estaba pasando desapercibido ante tanto caballero y la charla tan animada. Imposible de meterme en ella, además de mi desconocimiento, las voces que metían hacían mis palabras sordas. Me giro para ver el salón y vi a la muchacha que la otra noche me complació en el lecho. Por un momento pensé en pasar otra noche con ella, pero deseché la idea. Había demasiadas jóvenes para disfrutar como para repetir con la misma. 

Con mi vistazo al salón, ¿que veo de interés?

Andaba un poco tenso Sir Breunis tras la desaparición de los córnicos. En esas andaba cuando se le acercó sir Bradwen, y con una copiosa jarra en una mano y una mujerzuela colgada del brazo, dirigiendose a nuestro caballero, le dice tal que asi:

-Ando atareado  una carga para vuesa merced. Aligeradmela si teneis la merced. Ambas dos son para vuesa merced. No es mala cosa patear culos córnicos y vos lo haceis con gracia y donaire amen de con contundencia y bienfacer. 

Disfrutad de ambas.

Me levanto de mi asiento y me dirijo a una de las charlas de los caballeros. Había estado con las damas y ahora estaba con los occitanos. Ninguna de ellas me había llenado. Ahora esperaba que aquel grupo de caballeros que de forma tan animada estaban charlando, pudiera entretenerme el resto de la noche.

Cadwallon se dio por fin cuenta de que se había equivocado por completo en el tema de la caza. Avergonzado, decidió marcharse hacia otro grupo tan pronto como surgiera la ocasión. Y la ocasión no tardó en llegar porque realmente la gente estaba haciendo un esfuerzo consciente por ignorarle. Vio que el caballero occitano amante de la cerveza se marchaba y aprovechó para acompañarle. - Eh, os acompaño, Sir Loren...

Me giro cuando escucho a un caballero llamar mi atención. Con una sonrisa y un gesto exagerado de mi mano y cuerpo, le invito a que me siga.

- Nunca un hombre me había acompañado a muchos sitios, de no ser por mi escudero. Él siempre está junto a mi. Y cuando digo siempre, es siempre. - Miro hacia donde están los escuderos, esperando que el mío no se desmadrase mucho. Aún recuerdo una noche donde estábamos los dos y una doncella de baja cuna en nuestro lecho. - ¿Y vos? ¿También le aburría la charla de los occitanos?

Mientras charlamos caminamos en busca de un grupo de simpáticos caballeros dispuestos a charlar.

Esa pareja de jovenes caballeros, más ducha en armas que en parlamentos, optó por probar tambien los bebedizos de otras zonas del gran salón, no siendo que hubiere tendencia de los sirvientes a poner los mejores caldos en zonas más principales y más distintas, y por tanto más alejadas de la su zona.

Por el camino entre mesas surgioles un dilema. Pudiera ser el momento de unirse a unos bailes cortesanos inspirados y tambien dirigidos por los occitanos, o rodear esa zona, procurando buscar resguardo en alguna conversación de caballeros  preocupados por arreglar el mundo y ajenos al mundo del baile cortesano.

¿ qué haran?

-Bien decís Sir Bradwen y valga el cielo que me merezco un buen tratamiento que aquesta dama sepa dispensarme. A vuestra salud.- Sir Breunís bebe un copioso trago de la jarra. -Y a la mía..- cogiendo a la moza por la cintura. -No me esperéis levantado jajaja...

Y con esas, Sir Breunís se deja llevar por la moza, que será más ducha en estas ldes de encontrar mejor sitio donde flirtear.
 

Cadwallon no pudo sino sonreír ante el comentario de Sir Loren. - Sois un hombre aficionado a la chanza, aún no os he visto tomaros en serio nada. - No lo dijo como reproche, sino con tono divertido; los caballeros de Catterick  eran más bien adustos y serios, y el contraste con la personalidad del caballero del Continente le resultaba refrescante a Cadwallon. - ...y temo que no he quedado en buen lugar ante esos señores occitanos. Creo que será mejor que ponga tierra de por medio. 

Cadwallon vio que un grupo de caballeros se disponía a bailar y torció el gesto. - No sé si sois ducho en la danza, Sir Loren, pero yo no lo soy y no tengo ganas de quedar de nuevo en vergüenza. ¿Os parece si nos acercamos a hablar con esos caballeros? - dijo, señalando a un grupo de nobles que parecían no estar tampoco demasiado interesados en el baile.

Al haber elegido eso, ya no te da tiempo de acometer más actos en la noche. 

Te lleva la moza a un pajar al parecer reservado para los encuentros carnales y no poco concurrido, donde retozais la mar de bien. Tras la coyunta te quedas reposando dormido en el pajar.

tira por energico para ver si te quedas ahi más rato del necesario.

Los dos habeis mantenido relaciones carnales en esta aventura. Ninguno de los dos quiso resistirse ante los encantos de la moza, asi q eu os dejo elegir:

1. prefereis haceros una marca en lujurioso
2. preferis subiros directamente +1 a esa habilidad( sin marca que daria lugar  a ello)

Tras huir del baile y su circunstancia, encuentras refugio en una charla de caballeros locales.

Andan especulando sobre los hechos acontecidos en el 480, en la batalla se Salisbury, donde Ambrosio muere durante el combate.