Partida Rol por web

El castillo en el que transcurre la acción es el castillo de Dimilog, que esta en Tintagel

Tintagel incluye.

• Castillo de Tintagel ( en una isla rodeado de alcantilados y con un puente de acceso)
• Castillo de Dimilog ( el nuestro)
• Partes de los Paramos de Bodmin
• Partes de los Paramos de Dart
• Partes de los Paramos de Dartmon
• Partes del bosque de Morris
• Ciudad de Titagel
• Aldea de Dimilog

condado de Cornualles

• Pertenece a Logres. Incluye los condados de Tintagel, Devon y Jagent.
•  Exeter ( Devon)es la ciudad capital, y el gobernante es el duque Gorlois.

Reino de Cornualles:

• Es un reino aparte, y es gobernado por el Rey Idres:
•  Ocupa la  Bretaña francesa,   Lyonesse y  Totnes

Aldea de Dimilog

Al parecer en los alrededores del castillo, siempre en los bajos de la colina, se CREÓ una agrupación de casas, sin demasiado orden y concierto, destinada a los habitantes del castillo, y a aquellos que ven en el castillo una fuente de ingresos.

Esa agrupación de casas original, cuajó en una aldea pequeña, incorporándose a ella aquellos que veian la ventaja , que habitar cerca de un castillo tiene. Al menos no parecía ese lugar para temer a bandidos y mareantes maleantes, y tampoco parecía probable que aquellas tierras sufrieran asedio extranjero. Eso pensaban antes, pero ¿ahora?. Además, quien dijo que la vida del campesino en la época feudal fuese fácil, si no te quita uno te quita el otro.

Tras lo dicho, añadir que la aldea es poca cosa, pero que cuenta con su posada, mas taberna que posada, pues para echar la noche el lugar es el establo de la posada. Dan comida y bebida, y son los soldados del castillo sus mejores clientes. Algún viajero y comerciante, puede repostar allí, y los del pueblo aparecen cuando la labor lo permite, como pronto en la atardecida, por  lo que no suele estar abierta tan de mañana.

Iglesia también tiene, y no muy grande, siendo el mismo pater el que la atiende y el que despacha las necesidades de las almas del castillo. El pater habita en la sacristía, y cuando no tiene mejor cosa, mas bien mejor cosa que comer, pues nunca se oyó de curas rurales que fuesen ricos, se aparece por el castillo, no como alma en pena, sino como alma hambrienta.

No permite el castellano, (ni Dios lo permitiría tampoco), que el pater pase hambre, dando orden de dejarlo saciado y bien comido.

Hay un mercado semanal, cosa excesiva para una aldea como aquella, pero bien entendida razonada y justificada, al estar el castillo tan al lado. En verdad un castillo hace que una aldea como esta, crezca de habitantes hasta casi doblar la población, si no más, al sumar los residentes habituales de la aldea, con los moradores del castillo.

Poco más ofrece esta aldea, nacida al refugio del castillo, y que sin él seria menos de una cuarta de lo que hoy es.

Del resto del condado poco más que añadir. Pocos pobladores y en alerta. Es lo que tienen las tierra fronterizas, pocas poblaciones con muchos habitantes, y multitud de asentamientos pequeños, partidarios de una agricultura de subsistencia y con poco ganado propio.