Partida Rol por web

El profesor te mira y parpadea. Parece debatirse...pero la lógica vence.

-Totalmente cierto, Tabby. Será mejor que vaya lo antes posible. Antes de que salga la luna. Pero...no quiero perderme la explicación.

Realiza un complejo encantamiento y aparece un disco en el aire, con una oreja.

-Hablad, lo escucharé todo. Chicos, escuchad a Sirius. Y no perdáis de vista a Peter.

Se marcha a toda prisa.

El ex-prisionero os mira y menea la cabeza.

-Estáis en todo, eso es bueno. Bien...yo era el guardián secreto de los Potter. Existe un encantamiento, Fidelio, que impide a cualquiera encontrar a los afectados por el encantamiento mientras permanezcan en la casa. Salvo que el guardián secreto o ellos mismos revelen la dirección. Es decir, Voldemort- Peter y Ron dan un respingo, incluso Hermione. -no podría encontrarlos...por que estaban en peligro, sabíamos que los quería muertos. Pero sin duda el sabía lo que habíamos hecho. Yo...yo creí que era una buena idea ceder mi puesto. Convencí a James y Lily para que hiciesen guardián a Peter. Él era débil y patético en comparación conmigo. Al menos, a ojos de Voldemort que solo respeta la sangre pura y el poder. Pero...me di cuenta tarde. Había quedado con Peter para ver como le iba y cuando llegué a su casa estaba vacía. Pero no revuelta. Entonces lo supe supe quE ESTA SUCIA RATA LOS HABÍA TRAICIONADO ¡A LILY Y JAMES! ¡SUS AMIGOS!- parece a punto de saltarle al cuello, pero se controla.

-Lo perseguí. Y lo acorralé en una calle. El muy ladino hizo explotar la calle, una tubería de gas, y se amputó dos dedos antes de transformarse en rata y huir a las alcantarillas. Lo hizo muy bien, no lo creía tan inteligente. Pero ahora, al fin, se le acabó la suerte.

El patético Peter comienza a suplicaros a todos. Alaba tu inteligencia y la de Hermione. Vuestra belleza. Suplica a Ron preguntando si no ha sido una buena rata...y se dirige a Harry.

-Eres como tu padre, pero los ojos son los de tu madre.

Un golpe de Sirius lo tira al suelo. Parece incapaz de hablar de rabia, al ver a Peter dirigir la palabra a Harry.

No puede creer lo que oye. Esa rata asquerosa traicionó a los padres de Harry, a su amigo de toda la vida, y se atreve a pedir clemencia a Harry.

-¡Suficiente! ¿Cómo te atreves a dirigirte a Harry? Por tu culpa Harry a tenido que vivir "solo" toda su vida.

Su padre al final salta contra él. Intenta separarlos.

-¡Y no solo eso! ¡Condenaron a mi padre por tu culpa!

Sigue intentando separa a su padre. Solo hay una forma de que todo se solucione. Da un paso atrás y apunta con la varita a la rata.

-Petrificus Totallum!

Le mira con rabia.

-Esta rata confesará lo que hizo y mi padre quedará libre de culpa.

Peter queda paralizado en el suelo. Ron, Harry y Hermione te miran a ti. A todos se les lee lo mismo en la cara.

¿Tu padre? Aunque a Harry también se le nota...mejor, su padrino no mató a sus padres. El mejor amigo de su padre no lo traicionó. Ya no está totalmente solo. Incluso ahora sois algo así como familia los dos.

-Sin duda, igual que su madre.

Se arremanga. PArece que no va a esperar más.

-Ahora sabéis la verdad. Ya puedo matarlo.

-¡De eso nada!

Separa a su padre de la rata. 

-Si lo matas ahora, te volverás el asesino que dicen que eres. Tienen que ver que está vivo y que no lo mataste y tiene que confesar que fue él quien hizo estallar la tubería. 

Entrecierra los ojos, como retándole a que diga lo contrario. Si cree que es como su madre, le dará aun más motivos para hacerlo.

-Mamá está aquí... no querrás que le diga que Sirius Black mató a un hombre, por muy traidor y desgraciado que sea, delante de su hija querida, ¿no?

Te mira largamente, y después a Harry.

-Mató a tus padres, Harry. La decisión, en realidad, es tuya. Merece morir, y lo haré si lo quieres. Es lo que merece. Traicionar a sus amigos...salvar su pellejo vendiendo vidas inocentes, no solo a Lily y James. Alimaña, cobarde...

Harry se lo piensa, bastante, pero al final niega.

-Tabby tiene...tiene razón. Solo estando vivo podrías limpiar tu nombre.

Sirius asiente de nuevo, y te vuelve a mirar.

-Tabby, aparta por favor. Solo voy a atarlo. Es una suerte que...pienses. Me alegro que no hayas heredado eso de mi. Esperaremos a Remus antes de salir de aquí.

Se hace a un lado y deja que su padre se ocupe de atar a Peter.

-Sí, suerte que yo he salido a Mamá. Y suerte que tenemos a Hermione con nosotros, sino estos dos serían como vosotros, sobretodo en lo de descerebrados.

Obviamente, no perdona a Sirius que dejase a su madre embarazada y se marchase... Seguramente para buscar venganza o algo así.

El profesor Lupin no tarda demasiado en volver, pero sí lo bastante como para que se forme un silencio incómodo. Ninguno sabéis muy bien qué decir. Solo se rompe por los constantes lloriqueos y súplicas de Peter Pettigrew. Sirius te mira de cuando en cuando pero no te habla. No pareces muy dispuesta a hacerlo. Aunque en algún momento lo hará. Cuando todo esté más calmado.

Sí que habla a Harry.

-Sabes Harry. Yo...soy tu padrino. Tengo una casa que...bueno, es mía. Y si puedo limpiar mi nombre. Sé que es una locura pero quizá podrías venir de vez en cuando a pasar unos días si quieres. Podría hablarte de James y Lily. Aunque entiendo que no quieras, lo sé, es una locura.

Al final Remus Lupin regresa y es hora de volver al castillo. La conversación queda en suspenso, Sirius parece convencido de que Harry no querrá.

Parece que todo está dispuesto para marchar, pero se detiene antes de comenzar.

-Esperad.

Apunta a Pettigrew con un dedo.

-Si el tipo este es un escapista de cuidado, ¿qué os hace pensar que no aprovechará cualquier oportunidad para escapar transformándose? No me fío de alguien que se arranca dos dedos solo para fingir su propia muerte y luego pasarse 12 años fingiendo ser una rata.

-No es nada fácil transformarse sin varita. Y Peter es un mago mediocre, con perdón de los mediocres. No creo que ese peligro exista pero...- le apunta con la varita. -Desmaius. Nunca es malo prevenir. Bien visto, Tabatha.

Lupin alza a Snape con un conjuro, y a Ron le entablilla la pierna. Sirius eleva a Peter. Y os indican que vayáis delante. Ron se apoya en Hermione, porque es más bajita que Harry y le es más fácil. Quedan algo atrás, Harry te habla bajo.

-¿Es tu padre?

Asiente.

-Mi padre biológico. Me lo dijo madre después de todo el lío de las escobas.

Se encoge de hombros y le mira.

-Supongo que si eres su ahijado eso nos convierte en algo así como hermanos... ya no estás solo con esa familia que te trata mal. 

Sonríe.

Se queda un tanto pensativo.

-¿Crees...que dice en serio lo de irme a vivir con él?

Parece estar pensándoselo a fondo.

-Bueno... se fue directo a vengar a tus padres... creo que puedes decir que te lo está pidiendo enserio. 

Nadie puede dudar de las palabras de un hombre que moriría por su mejor amigo para vengarlo.

Asiente, sigue pensativo, andando con la capa de su padre doblada bajo el brazo.

Salís al exterior, Lupin os recuerda pulsar el nudo de la raíz para que el Sauce Boxeador no os machaque. Es a mitad de camino cuando surge un problema. Snape y Peter caen al suelo, quienes los hacían flotar están ocupados. Y es que La luna brilla en el cielo.

-La poción...aún no ha hecho efecto del todo.

Sirius gruñe una maldición.

-Alejaos, chicos. Podré pararlo, estará débil. Pero tampoco yo estoy en plena forma.

Mientras habla, el profesor va cambiando, transformándose cada vez más en una forma a medio camino entre la humana y la lobuna. Parece doloroso. Un instante después, mientras Lunático aúlla, Canuto aparece donde estaba Sirius. Un perro tamaño oso, que se lanza adelante y empuja al hombre lobo. Se lanzan golpes y zarpazos. Ruedan alejándose, obra de Sirius.

El mayor problema no es eso, no obstante. sino las sombras que se acercan, precedidas por un frío intenso y sobrenatural. Dementores. Muchos.

Hay...hay más de cien...- murmura Hermione, cayendo de rodillas. Harry parece casi desmayado, aunque mejora un poco tras intentar su patronus, que no cobra forma.

¿Qué? ¿Ahora el profesor Lupin se va a convertir en Hombre Lobo? Eso si que es una mala noticia. No podrán hacer nada si eso pasa. Pero tampoco pueden evitarlo. Lo único que puede para a un licántropo es la poción matalobos, que no ha hecho pleno efecto aun.

Da un paso atrás. Sabe que no puede enfrentarse a algo tan peligroso como eso. Pero lo peor de todo no es eso, lo peor de todo es que cientos de dementores se encuentran sobrevolando la zona, seguramente avisados por alguien de que Sirius está ahí. Si es que no deja de atraer problemas... ¿qué le vería su madre?

El frío cala profundamente. Levanta la varita, intentando concentrarse en los recuerdos felices, pero no parece funcionar nada... son demasiados y ellos solo unos niños. Aunque sean buenos en la magia.

Aunque, por otro lado...Sirius es tu padre. Y no te abandonó, no sabía que existías. Te ha cuidado l oque ha podido, yendo a verte al campamento y todo. Es...cálido en cierto modo.

El frío se mantiene un poco a raya con la neblina plateada que logras atraer. Te da algo de espacio para pensar. Para centrarte. Para ser tú.

Tiene que concentrarse. El frío aun está ahí... aun siente a los dementores, pero la neblina plateada amortigua un poco su efecto deprimente. Se concentra en los momentos felices, se concentra en sus amigos, en los profesores y en su padre, en su familia, en Oliver.

No, no se va a rendir. Ella no se rinde fácilmente. Es algo que ha descubierto en los 3 años que lleva en Hogwarts. Quizá su antigua yo si se rindiese, pero ella... para nada. Unos cuantos dementoruchos no van a evitar que salve a la gente que está con ella ahora mismo. Por diferentes razones, claro. A Pettigrew lo salva de los dementores porque es la única prueba de que Sirius es inocente. A Snape... bueno, porque es Snape y no es que haya ido en contra de ellos. Les quita puntos y les pone las cosas difíciles, pero nunca ha sido el malo de la historia.

-¡Expecto Patronum!

La pequeña gran abejita zumbona plateada sale de tu varita y da rápidos círculos a vuestro alrededor. Tan rápido y brillando tanto que los dementores no tienen más remedio que huir, expulsados por tus fuertes pensamientos positivos.

Los has salvado.

Todos están en el suelo, mareados y jadeantes. Temblorosos. Y tú estás a punto de caerte. Pero te sostiene la enorme cabezota del perrazo negro. Te mira a los ojos, orgulloso. A su lado está el hombre lobo, gimiendo dolorido y asustado. Pero dócil. La adrenalina y el tiempo que ha pasado han ayudado a la poción a extenderse del todo.

Poco a poco se van recuperando.

Respira profundamente, intentando recuperarse de la situación. Se encuentra cansada y mareada, pero sigue en pie... cuando está a punto de caer, su padre la sostiene con su cabeza peluda. Se apoya en él y mira a los demás, que se recuperan poco a poco.

Ha sido un ataque demasiado poderoso. Casi no lo cuentan.

-¿Estáis... estáis todos... bien? Necesitamos chocolate...

Tu padre ladra sobresaltando a todos. Te mira e indica los cuerpos de Snape y Peter. Y señala al castillo. No podéis arriesgaros a que regresen los dementores. Se mantiene a tu lado, para que puedas apoyarte, mientras Lupin camina al suyo. Al poco de entrar al castillo os guía a un aula vacía. Allí recupera su forma.

-Avisad al director y a la enfermera. Yo vigilaré a Remus, Snape y Peter. Con la ayuda de Ron.

-Yo iré a la enfermería.- Hermione se marcha corriendo. Ron está mal, es obvio, aunque asiente a Sirius.

Harry te asiente, aunque espera por si dices algo.

-¿De verdad? ¿Con Ron? Si no puede ni con su alma...

Ella casi que tampoco, pero no le gusta la idea de que se queden ellos dos solos con un licántropo, un hombre que les odia y un tipo que mataría a su propia madre para liberarse.

-Harry puede ir solo... yo puedo quedarme y ayudar.