Partida Rol por web

Harry asiente, y Sirius hace lo mismo. Quizá no quería obligarte a quedarte con él.

-Lo has hecho realmente bien. De verdad, eres una bruja impresionante. Ese hechizo es muy complejo. Y con tantos dementores...cuando los vi como os rodeaban...- no acaba la frase, está claro lo que pensó. -Pero no me diste tiempo a hacer nada. Eres increíble. También vuelas genial. Incluso mejor que James.

Antes de que Harry se vaya le dice que cerrará la puerta con magia para que nadie pueda salir de ahí. Aun no se fía de lo que pueda pasar y tienen a un licántropo que podría ser peligroso a pesar de la poción.

-Fermaportus - dice encantando las salidas cuando Harry se marcha.

Se queda "a solas" con su padre.

-Me caí de la escoba en el primer partido por culpa de los dementores... tenía que aprender a defenderme si quería volver a jugar... No me hubiesen dejado mis amigos.

Sonríe cuando dice lo de volar.

-Soy pequeña y escurridiza... ¿quién podría competir conmigo?

-En el campamento...creí que esa chica del pelo curioso te mataría. Era dura entrenándote.- sonríe levemente. -Has...no has dudado mucho. Has creído mi historia. ¿Por qué?

Te observa atentamente. Ron mira por la ventana al otro lado de la sala, dejándoos espacio.

-Lamento no haberte podido conocer antes, Tabatha. Tu madre nunca me...- suspira -¿Cómo está ella?

-Sí... y me ha dicho que me ponga las pilas... tengo un montón de ejercicios que practicar y muchas más cosas... pero también me gusta estudiar... no tengo tiempo para todo... Karen no lo entiende...

Le mira y se encoge de hombros.

-Mamá dijo que eras bueno... y mamá nunca se equivoca, ¿no? Dijo que tendrías algún motivo para haberte convertido en un criminal y que si tenía la posibilidad, te escuchase. Es lo que he hecho...

Se sienta en la mesa.

-Podrás comprobarlo tú. Está dando clases en Hogwarts... - sonríe - Les está dando caña a los magos de este colegio - ríe.

Se sorprende.

-¿Aquí? ¿Clases? Pero si es...muggle. ¿De que da clases?

Lo notas sonreír, se lo ves en los ojos, contento de verdad de que Evelynn creyese en él y lo apoyase. Que no le guarde rencor por nada y que te dijese esas cosas.

Alza una ceja mirándole.

-Papá S... ¿crees que le importa mucho a mamá que sea muggle? Parece que no la conozcas. Está dando clases de educación sexual... y parece que tiene bastante éxito.

Sin olvidar su deber de vigilar, mira tanto a los profesores como a la rata. Harry y Hermione tardan mucho.

Suelta una repentina risotada que sobresalta a Ron. Al reír parece más joven. Y muy guapo. Azkaban lo ha castigado mucho.

-Educación sexual. Debí suponerlo. Pero no, no me refería a que eso le importase. Sino a que los pelmas del consejo no lo hayan impedido ya. Puede que Dumbledore haya cambiado mucho las cosas, pero hace quince años habría sido imposible.

-Bueno... - sonríe - Será porque a los alumnos no les ha importando mucho que una muggle les de ese tipo de clases. Parece que mamá tiene mucho éxito. Entre chicos y chicas... no sabía que había tantas chicas como Karen...

Ni le parece bien ni mal el tema de la orientación sexual. Cada uno es libre de gustarle quien sea... pero parece extraño porque siempre ha visto parejas de chicos y chicas*.

-Tu madre siempre fue popular. Y sabe hablar y convencer. Espero que tú no tengas su labia ¬¬. Si muchas chicas con dudas hablaron con ella...Lyn simplemente se las despejó. De todas maneras, ya lo habrás notado, la sociedad muggle es más adelantada que la mágica en muchos sentidos, pero más retrasada en muchos otros.

La puerta se abre, pese a tu hechizo, y entra el director. Seguido por el ministro de magia y la enfermera además de la profesora McGonagall.

Da un respingo al abrirse la puerta. Instintivamente, le coge la mano a su padre para que se sienta apoyado. El profesor Dumbledore seguro que lo apoyará y también la Profesora McGonagall. El ministro de magia es otra cosa... a él le gustan las cosas como ejecutar animales inocentes y tal.

-¡Profesor Dumbledore! ¡Profesora McGonagall! Suerte que han llegado...

El calvario de su padre en Azkaban está a punto de acabar, seguro.

-Señora Pomfrey, Ron tiene la pierna muy herida.

La enfermera ignora al medio escondido hombre lobo y al peligroso convicto fugado que tiene a una niña agarrada de la mano como rehén y se acerca al momento a Ron. Comienza a examinarlo y a deshacer el entablillado de la pierna.

-¡Es cierto! Bien hecho Harry, bien hecho. Al fin hemos atrapado de nuevo a Black. Iré a llamar a los dementores.

Los ojos del director relampaguean.

-Eso no será necesario, Cornelius. Escuchemos primero lo que ha ocurrido.

-¡Como si un preso fuese a decir la verdad!- se queja el ministro -Sé que es tu escuela pero aún así, en estos asuntos, mi autoridad sobrepasa la tuya, Albus.

-Puede ser cierto señor ministro, pero en este caso...mire ahí, ese es sin duda, Peter Pettigrew.- indica la profesora McGonagall.

-Exactamente. Escuchemos la verdad.- el director agita su varita y libera al profesor Snape además de espabilarlo. -Severus, por favor, trae una botella de veritaserum. No la creo necesaria pero me temo que será la única manera de que el señor ministro quede convencido. Escuchando la verdad de labios de Sirius Black, o de Peter Pettigrew.

No está conforme, pero el profesor de pociones asiente. Te mira casi peor que a Harry mientras se va.

Ese maldito ministro no tiene 2 dedos de frente. ¿Cómo ha llegado a ministro? Alguien como él no tendría que serlo. Y cuando escucha la palabra dementores, se pone a la defensiva. Ahí no entrará ni un solo dementor como que ella se llama Tabatha Smith/Black.

Pero los profesores se ponen de su parte. La Profesora McGonagall ha visto a Peter Pettigrew. Sin duda, que él esté inconsciente, atado en el suelo, significa que la acusación destinada a Sirius Black no es acertada y que sus años en prisión han sido un error del ministerio.

Espera pacientemente. Sabe que el Dumbledore y McGonagall no dejarán que no se haga justicia. Al menos Snape no se ha quejado... al fin y al cabo, sabe que no es tan malo como lo quieren pintar Harry y Ron. Ellos se equivocan bastante.

Pronto, el profesor trae la poción que se le ha pedido y Sirius la toma, y se le interroga. Os dice lo mismo que ya habías escuchado antes. Y vuelve a mirarte con orgullo cuando cuenta como te libraste de los dementores. Eso pone furioso a Dumbledore que se lo hace saber al ministro. Expulsará de inmediato a todos los dementores del colegio. No tolerará una nueva intrusión. Queda claro que Sirius es inocente y Peter no, aunque deberá ser interrogado por el Wizengamot en pleno lo antes posible.

La enfermera, al saber que habéis sido atacados por dementores pone el grito en el cielo y os obliga a ir a la enfermería. El director os dice que irá a veros más tarde. Tu padre te guiña.

En la enfermería la señora Pomfrey os atiborra a chocolate. Cuando se va tras terminar de tratar a Ron Hermione suspira.

-Vaya noche...

-Sí... al final no ha ido tan mal...

Continúa comiendo su ración de chocolate. La enfermera un poco más y los ahoga con el chocolate así que tienen que aprovechar que es gratis.

-Hemos liberado a un hombre, hemos atrapado al verdadero culpable... y Ron le debe una disculpa a Hermione por acusar a Crookshanks. Lo único que me sabe mal es no haber podido ayudar a Hagrid y a Buckbeak... debe de estar destrozado a estas horas.

Se sienta en una de las camas vacías y baja la mirada.

-Así que....tu padre. Sirius Black. ¿Cómo es eso? ¿Desde cuando lo sabes?

Ron no se incorpora, pero tiene tantos almohadones que no hace falta. Los  otros te miran, interesados aunque ya sepan más. Ron no lo ve pero están cogidos de la mano disimuladamente. Para reconfortarse por lo de Buckbeack.

-Entre el regalo de las escobas y Halloween. Mi madre quería hablar conmigo de algo importante y la Profesora McGonagall me llevó con ella. Me dijo que Sirius Black es mi padre biológico... entre otras cosas, claro.

Mira a Ron.

-Hermione lo sabía. Ya le había dicho que un pergamino encantado decía que me llamaba Tabatha Black... pensaba que estaba roto, pero no era así.

-Supongo que estaba equivocado Hermione. Tu gato es listo. Más que yo.

Quizá esa sea la mejor disculpa que le saquéis. La puerta se abre y entra el director.

-Ronald, Harry, Hermione, Tabatha. Habéis sido muy valientes esta noche. Casi temerarios. Pero todo ha salido bien, mejor de lo que podría nadie esperar. Peter Pettigrew será interrogado y juzgado mañana a primera hora. El nombre de Sirius quedará limpio. Se ha salvado una vida esta noche. Ahora...me temo que voy a encerrarlos aquí. Con sus costumbres de pasear fuera de horario, le dará algo a la señora Pomfrey si se levanta y no estáis aquí. Es por eso que deberán ser puntuales, si quieren salvar otra vida, señoritas. Tres vueltas deberían bastar.

Harry y Ron se miran sin entender. Y os miran a vosotras.

Una vida más... una vida más... tres horas antes. Mira a Hermione, con los ojos muy abiertos.

-Espera... necesito energía para esto.

Se guarda un poco más de chocolate y se acerca a Hermione. Claro que pueden salvar a una vida inocente más y lo van a hacer.

-Vamos... sácalo. No tenemos tiempo... Me temo que Ron no podrá venir con esa pierna, pero Harry... ahora comprenderás como hemos podido hacer todas las asignaturas...

El director asiente mientras Hermione saca la larga cadena y la coloca también alrededor tuya y de Harry. El chico os mira confuso mientras el anciano atraviesa la puerta con una sonrisa. Es Hermy quien coge el giratiempo y le da tres vueltas hacia la derecha.

-¿Listos? Ahí vamos.

Todo gira y se distorsiona hasta que aparecéis en el Hall de entrada.

Todo se va transformando a su alrededor. La gente pasa a la inversa. Todo se atrasa 3 horas. Cuando todo para, mira a los demás.

-Bueno... aquí estamos. ¿A dónde íbamos hace 3 horas?

Mira a Harry.

-Por cierto... una regla importante es que no nos veamos a nosotros mismos. Ni que nos vean otros.