Partida Rol por web

Tetsuo vio salir a Makoto-san con la cara enrojecida. A pesar de haberle pegado un puletazo el chico seguía queriendo mediar. No podía entender cómo ese era el mismo chico que acababa de pedirle que usara la fuerza bruta para imposibilitar llegar al colegio a algunos compañeros.

¡Me acabas de pedir que hiera a compañeros hasta enviarlos al hospital porque resultan peligrosos! Sinceramente, un buen militar sabe ganar la batalla sin luchar. ¡La fuerza debe ser el último recurso! - Se dio cuenta de que él acababa de usar la fuerza como primera reacción. Así que trastabilló un momento - O... bueno... una reacción incontrolada... - Tuvo la decencia de ponerse rojo.

¡No voy a usar la fuerza para...! - En ese momento salió Hanako-san y Tetsuo se guardó el resto de la frase.

¡No soy un matón - Dijo en su lugar.

Al parecer había malinterpretado las intenciones de Makoto-san y había entendido que le estaba pidiendo algo que él consideraba falto de honor o inmoral.

- Tetsuo, que pasa? - preguntó cautelosa mientras miraba a Ryu con desconfianza.

 Permíteme aclararlo, no solo para ti Osaki-san, sino para los dos. - entendía que quizá sus intenciones habían parecido más oscuras de lo que en realidad eran, aun así sabía que no era algo bueno lo que iba a hacer, pero era por el bien de todos. - Durante mi investigación, he visto que aun haciendo caso omiso al marginado en años anteriores, seguía muriendo gente de igual forma, pero con mucha menos frecuencia y sobretodo menos cantidad de los que estamos muriendo ahora mismo, esto sin duda es debido a que Lid-san, Harada-san y Shuyiro-san, no paraban de molestar al nuestro elegido y están consiguiendo que su sacrificio sea completamente en vano, parece que Lid-san y Harada-san han recapacitado, pero Shuyiro-san a pesar de todo sigue en sus trece y por ello, le había propuesto a Tetsuo-san lo siguiente: 

Necesitamos librarnos de ellos, no me malinterpretes no quiero matarlos, pero creo que no tienen remedio y la mejor solución posible ahora mismo es impedirles venir a clase. Por ello creo que, al menos con Shuyiro-san, que es el que parece ignorar toda advertencia incluso ahora, deberíamos dejarle en tal estado que no pueda volver a clase.

Citó textualmente lo que había dicho, pues se acordaba de sus palabras exactas - De ahí parece haber venido el malentendido, pues me refería a dejarlo atado, encadenado o encerrado. Si conseguimos así que deje de molestar a nuestro marginado, evitaremos más muertes innecesarias o al menos reducir el número de muertos. Lamento no haberme expresado correctamente Tetsuo-san. - dio un pequeño suspiro, esperando que ahora todo estuviera aclarado - Como te dije antes, no tienes que participar si no quieres, lo que voy a hacer no está bien, pero aprovechando que mi casa está vacía y por la responsabilidad que tengo como contramedidas, debo hacer lo que sea necesario para manteneros con vida, a vosotros y a vuestros familiares. - sabía que solo le iba a costar mucho más, sobretodo porque ahora que Shuyiro-san tenía las piernas rotas, debería cargar con él cuando debiera llevarle al baño o cosas por el estilo, para eso le habría venido bien la musculatura de Tetsuo-san.

De todas formas, si pasa tiempo y la maldición se vuelve a llevar a más de una persona a la vez, será que mi plan no ha funcionado y lo dejaré en libertad, aunque me cause problemas, no me importa, debo intentarlo.

No había manera para Aki de comprender el comportamiento de Shuyiro. Pese a las advertencias de varias personas, y del contramedidas Ryu en particular, se empeño en demostrar que hacía todo lo posible para no ignorar a él, al marginado – y ahora que lo veía tan lamentable en la silla de ruedas, negando la existencia de la maldición como siempre, Aki ni siquiera podía sentir enfado contra él; sólo lástima.

Un chico quebrado que trataba de hacerse el valiente para poner cara a una realidad que le daba demasiado miedo… Shuyiro por cierto no era tonto y sabía hacer los cálculos de probabilidad. La pesadilla que estaban viviendo no podía ser la consecuencia de una simple coincidencia.  

Aki vio pasmado el puñetazo que Tetsuo pegó a Ryu, y suponía que lo hizo para significar al contramedidas que había fallado en su oficio. No era precisamente lo que se podría considerar una critica constructiva…  

Al ocurrir el accidente, Ika corrió hacia Aki desesperada a ver cómo se encontraba. Su prima estaba bien y Shuyiro era uno de los causantes de todo, pero ella sintió que la vida le arrancaba a Aki de las manos.

Corrió hacia él a toda velocidad y  con lágrimas en los ojos y temblando, se arrodilló a su lado; - Aki-kun... - dijo y al ver que estaba bien y que tan solo tenía unos cuantos moretones, Ika lo abrazó con fuerza. Sollozaba en sus brazos y lo sostenía firmemente.

- Pensé que te perdería - dijo con pena y dolor entre sollozos y con dificultad de hablar.

- No me dejes, Aki-kun. No me dejes - suplicaba con insistencia.

Había sido un día terrible. Su prima y su mejor amigo casi mueren ante sus ojos. Sin embargo, Shuyiro le salvó la vida. Ika pensaba hablar con él y darle las gracias, pero al ver que seguía hablándole a Goro-kun, Ika sintió ira. Su timidez normal se opacó ante su rostro de ira y esta vez no temblaba de miedo sino de ira.

Sus ojos se veían hinchados, como de alguien que no había parado de llorar por un largo tiempo y, mientras una solitaria lágrima bajaba por su ojo derecho, le pega una fuerte palmada a la pared para gritarle al chico de la silla de ruedas - ¡Casi muere Rie-chan por impertinentes como tú y Lid Lara! ¡Casi mueres tú y ¿eres tan tonto de no verlo?! ¡Si no crees, solo sigue la corriente! ¡Yo no quiero morir ni que los míos mueran por tu culpa! - lo hubiera derribado de la silla de ruedas si no fuera porque ya el chico tenía bastante con esa lesión que seguramente era permanente.

Después de ello, se dirigió hacia su prima y la abrazó - Rie-chan, estaba tan preocupada... - se aferró fuertemente a su prima y lloró mientras recordaba lo vivido ese día.

Tras apartarse un poco del escándalo, escuchó a Makoto y parecía en verdad una buena idea.

- Yo quiero ir... No quiero que mis cercanos mueran - miró a Rie y puso una mano en su hombro tras una débil sonrisa. Habían sido afortunados, pero otros no habían tenido tanta suerte.

Se unió al contramedidas y miró a Rie.

¿Pero quien?... Pensó que quien era esa chica para culparle de nada, ella había hecho lo que creía correcto, pero sabía que estaba alterada y lo dejó pasar, nunca se culparía por algo que no había hecho, y se sintió molesta por ese "casi muere Ríe", le acusarían a ella de insensata, pero a diferencia de esa niña, ella pensaba más en quien SI había muerto, tal vez la única que le había hablado amistosamente en el tiempo que recordaba.

Eran libres de creer en supersticiones, así eran las chicas de pueblo.

El tiempo se me estaba pasando volando, entre el accidente de coche y papá en el hospital apenas si había podido ir la semana pasada a clase, por suerte mis amigos me habían traído los apuntes y todo lo necesario, de no ser por Matt, Hanako, y Tetsuo lo habría pasado bastante mal para ponerme al día en clase.

Me senté cerca de mis amigos o al menos todo lo posible, pues no había tenido mucha relación con los demás y después de no aparecer por clase me sentía un tanto desplazada. Pronto todos empezaron a armar jaleo, ¿era siempre así?, la dichosa maldición parecía volvernos locos a todos, encima uno de mis compañeros había aparecido en silla de ruedas, ¿iba a suceder todas las semanas?, ¿alguien iba a resultar herido o peor... muerto? Quizás fuese porque no estábamos haciendo bien lo de ignorar al marginado, pues parecía que no todos lo ignoraban como nos había dicho el profesor.

En fin, yo ya había tenido bastante con lo mío, solo quería evadirme un poco y estar en clase sin pensar en las consecuencias que había tenido el mudarnos aquí. Pero entonces veo como Tetsuo sale de clase, y Hanako tras él, asi que tiro de la manga de Matt e intento arrastrarlo tras ellos fuera de la clase.

- ¡Ey! ¡Hanako-chan esperad!

No iba a quedarme esperando a que volviesen, algo le pasaba a mi amigo y quería saber que era.

Hanako se quedó mirando a Ryu pensativa, con el ceño fruncido y la espalda tensa. Se giró al ver salir a su vecina y amiga de la clase. Su mente peleaba con su corazón internamente. - Es una medida... drástica - habló despacio, remarcando las palabras - pero creo que necesaria - apretó los puños con deicisión - No voy a permitir que le pase nada a mis hermanos. Ni a mis amigos. Ni mucho menos a ti - aquí clavó los ojos en Tetsuo antes de sonrojarse levemente y carraspear incómoda - Puedes contar conmigo Ryu-san -

Tetsuo iba a contestar negándose a participar en aquello. No era algo que le gustase, y aunque había malinterpretado ligeramente las palabras de Makoto-san, seguía molesto con él por haberle identificado como un matón. Aunque no hubiese sido exactamente así, sus sentimientos ya habían cogido inercia. Abrió la boca para negarse a parricipar en aquello, pero entonces Hanako-san se adelantó y habló. Que ella viese la medida como necesaria suavizó la percepción del asunto por parte de Tetsuo. La mención de sus hermanos hizo reaccionar a Tetsuo. No se me había ocurrudo que sus hermanos pudiesen estar en peligro. La maldición debería centrarse en nosotros ¿no? - Tetsuo tenía la certeza absoluta de que si algo le ocurría a los hermanos de Hanako para ella sería un golpe más duro que su propia muerte, y él entendía esa sensación. Ella era responsable de ellos y que no estuviese en su mano evitarles mal no la haría sentirse mejor. Las palabras que siguieron le confundieron un poco. ¿Cómo que ni mucho menos a mi? ¿qué quiere decir eso? El contramedidas es Makoto-san. Yo solo intento ayudar. No le quiso dar más vueltas. Está bien. Lo haré, por sus hermanos. Pero no le retendremos a la fuerza si no es necesario. Le retendremos haciéndole compañía. Voy a necesitar que las reuniones del grupo de apoyo de la tarde y... - Guardó silencio y miró a los ojos a Hanako. Iba a decir "y la aprobación de Rie-san para este asunto", pero algo le dijo que era mejor no nombrar a Rie-san en esa situación. No sabía muy bien por qué, pero supo que no debía mencionarla. Hanako-san, ¿me ayudarás también con la recuperación de las clases? Por favor. Por un momento parecía estar pidiéndole su ayuda exclusiva como excusa para estar más tiempo juntos, pero Tetsuo no tenía esa picardía ni era muy despierto, así que cuando vio a Fukita-san llegar, la incluyó en el grupo. Vuestra ayuda también será bien recibida en el grupo de refuerzo, Fukita-san. - Dijo refiriéndose a ella y Matt.

Los ojos de la joven brillaron agradecidos ante las palabras de su amigo. Que se preocupara por los mellizos cuando no tenia porque... Sin poder evitarlo, se abrazó a él durante unos segundos. - Gracias Tetsuo-san. Por supuesto te ayudaré en todo lo que necesites - Tras eso se apartó ligeramente avergonzada y miró a Ryu - Como tienes pensado que lo hagamos?-

Al ver que ambos coincidían en proceder con el plan, pasó a explicar en que consistía. - Atraeré a Shuyiro-san a mi casa, no tengo muy muy claro como hacerlo ya que es un chico un poco extraño, pero lo intentaré. Los demás, deberéis esperar en mi cuarto. Intentaremos razonar con él, podemos atarle con las esposas de mi tío por si intenta escapar y venir a clase a seguir molestando. - paró por un segundo y pensó en que lugar de su casa podría dejarlo sin que hiciera demasiado ruido - Podríamos atarlo en mi cuarto en caso de que se resista y siga sin entender la situación, da al jardín de la casa, dudo que desde allí nadie le pueda oír. Puedo encargarme de darle de comer sin problema, pero debido a su nueva discapacidad, dudo que pueda llevarle yo solo al baño y más si intenta escaparse. Como digo, si en una semana no se han reducido el número de muertes, lo liberaré, pero según mis investigaciones si él deja de molestar a nuestro marginado todo debería ir mejor. - concluyó y dio un paso hacia clase. - A los que queráis participar os esperaré en mi casa, convenceré a la madre de Shuyiro-san de que pasará unos días en mi casa estudiando, vivimos al lado así que no creo que resulte extraño.

Al llegar a clase hice mi ofrenda habitual, no tenía demasiadas ganas de nada. No por cansancio... si no por hastío. La situación estaba siendo complicada y todo parecía ir a peor. Una serie de catastróficas desdichas, dicho sea de paso.

Psé...

Ni me digné en intervenir cuando saltaron a por Goro, en su lugar hice mi ofrenda habitual a los muertos. Miré con cierta lástima al chico que se había sacrificado por salvar a la chica, pero... era su decisión y debía blandirla con orgullo. Gracias a él alguien viviría un poco más.

Por otro lado notaba la ausencia de kaeru-san.

Apreté los labios con cierto mal sabor de boca.

Mientras, escucho a mi lado cómo Minami llora y, mientras todos hablan y discuten, salgo del lugar.

Voy a comprar un té a la cafetería.

En mi tiempo en la biblioteca, había escuchado ya varias veces eso de "el sobrante", pero no tenía ni idea de lo que era, así pues, pregunté a la bibliotecaria mientras rebuscaba en libros y apuntes.

Últimamente me estaba volviendo AUN más empollón de lo que ya solía ser.

Aún magullado, pudo notar cómo Ika se acercó a él y verle los ojos llorosos sólo consiguió que su estómago se encogiese y que se sintiese peor aún de lo que se sentía al ser consciente de que no había conseguido nada pese a su esfuerzo.

Acarició los cabellos de Ika con suavidad y se esforzó por dedicarle una cálida sonrisa, no quería verla llorar así que secó las lágrimas de sus ojos con sus pulgares.

Si tu prima hubiese muerto, tú estarías triste. Y no quiero que Ika-chan esté triste -la sonrisa se amplió un poco-. Además, no puedo permitirme morir mientras tú estés conmigo.

Aki besó su frente antes de sus labios para tomar el salado sabor de éstos y, acto seguido, estrecharla entre sus brazos.

Se acercó a su malherido compañero y le habló de forma que no se enteraran los demás - Tío, creo que se les está yendo la pelota a los de clase, antes por decirle a Tetsuo-san que tras investigar a fondo, podría ser que todo esto fuera la invención de alguien, que fueran tonterías y que haya un asesino suelto. No se lo ha tomado bien, me ha dado un puñetazo y me ha susurrado que "Haga bien mi trabajo y que no vuelva a insinuar que esto es una tontería" - suspiró un segundo - Creo que deberíamos colaborar, puede que se estén volviendo locos, ¿qué te parece venir a mi casa y practicar con la pistola de mi tío? Solo por si acaso se les va la pinza e intentan matarnos, ya has visto también lo que te ha dicho Tetsuo-san a ti. - esperaba que aceptara su invitación, no quería verse envuelto en una clase de locos que estaban tristes porque un asesino andaba suelto cumpliendo una falsa maldición.

-¿El sobrante? - Preguntó extrañada la bibliotecaria mientras terminaba de guardar unos libros. - ¿No os lo ha explicado vuestro profesor? El sobrante es una persona que no debería de seguir existiendo. Alguien que con su sola presencia, ha alterado los recuerdos y la vida de Yomiyama. Cada persona en los cursos anteriores que eran el sobrante, de alguna forma murieron tiempo antes, dias, meses incluso un par de años, antes de entrar en la clase 3-3 - explicaba con cierto misterio aunque la explicación era logica, alguien que estaba muerto no podía ser vivo... a menos que sobrara en la clase.

-Siempre cuando se eligen a los componentes de esa clase, está el nombre de la persona que no debería estar, ya que no está viva. Eso es cosa del destino, pero antes los recuerdos de toda Yomiyama son alterados, y después del curso, vuelven a su cauce... al menos durante un corto tiempo. Lo malo es que todo este proceso, se ve nublado por aquellos que lo han vivido. Por eso no hay pruebas tangibles de como eliminar la maldición