Partida Rol por web

Para revisó bien el aula, encontrar cualquier cosa y buscar el mejor lugar para hacer un "kukuri-san" eran sus objetivos, esa típica ouija japonesa no la haría en ese momento, si no por la tarde, pero si sabía donde realizarla con calma sería de agradecer.

Por el momento encontrar cualquier marca u objeto sospechoso sería su inicio, para compartir sus descubrimientos. Seguía pensando que las cosas que podían ser peligrosas en caso de existir de verdad una maldición debía seguir haciéndolas ella sola. Nunca quiso exponer a nadie, y tal vez aquella chica que le habló y revisó su lista de ideas, podía haber sido víctima de querer interesarse por una muchacha nueva.

Entonces entre mala iluminación recordó la canción de fondo de una serie psicológica en la que la muerte se enamora de un asesino al que debe llevar, y en vez de ello le ayuda a saciar sus ansias de psicopatía, practicando y probando nuevos métodos de asesinato e incluso de tortura. Las muertes suplen el alma del asesino, pero ambos saben que en algún momento quienes han mandado a la parca a por él, se cansarán de su egoísmo. Introducidos en un ciclo de muertes que contenten a los superiores de la primera, avanza un amor enfermizo en el que cuando decaiga el índice de muertes, ambos serán presas del inframundo.

No podía evitar notar una cierta semejanza, y en voz baja, comenzó a tararear aquella tétrica canción.

- di~me cua~nto amo~r ha~y en tus palabras, que la mue~rte no es sino~ una excusa de ser mi sepultado~r, que en bu~sca, de mi cada~ver, de mi torpe~za, de mi patró~n, no bu~scas salva~rme y si bu~scas mi perdó~n, ha~s peca~do de i~noce~nte y ahora su~fres mi pasió~n, que yo sie~ndo solo tu pa~rca muerta acabé~~~ tra~s partir en do~s tu~ co~razó~~~n.

Mientras Matt me extrangula. Intento luchar por respirar golpeandole en el rostro con mis puños. Si pudiera gritaría, si pudiera respirar. Le intento golpear en la entrepierna, el sitio mas sensible del hombre. Para lograr que me suelte. Pero esta claro que no podré escapar, son cinco contra uno y yo estoy en una silla de ruedas. Seguire gritando cuando pueda hacerlos hasta que alguien venga a socorrerme. ¿Los vecinos? ¿Los padres? ¿Parientes? ¿Nadie escuchaba? Okami podria haber fingido cordialidad para escapar cuando se descuiden, pero no se le ocurrió, no era tan inteligente.

Matt evitaba aquellos golpes como podía alejando de sí al muchacho extendiendo sus brazos para evitar daños en el rostro.

- No voy a tener contemplaciones si tú no la tienes con nosotros primero. - le grité -. 

Todos contemplaban la situación.

La reacción de Hanako-chan dándole un tortazo al chico le sorprendió, aunque Shuyiro-san no parecía tener intención de escuchar las palabras de Tetsuo, así que quizás era un modo de hacerle reaccionar. Uno que tampoco funcionó.

Entonces Matt-san reaccionó y se vio presa de una violencia desproporcionada. Aquel chico estaba en silla de ruedas por salvar a uno de ellos. Sí, no creía en la maldición, pero no era una mala persona o nunca se hubiera sacrificado así.

¡Basta! ¡No le dejas respirar!

Avancé hasta Matt-san y sujetando con el brazo izquierdo la parte trasera del cuello de la sudadera de Shuyiro-san para dejarle literalmente colgado de su brazo cuando Matt le soltara interpuse mi brazo derecho y empujé al peliblanco por el pecho lanzándole lejos del lisiado.

¡Pero qué os pasa a todos! ¡Acordamos nada de violencia! - En realidad nadie salvo él lo había acordado. Recogió con ambos brazos a Shuyiro-san para evitar que se cayese o hiciera más daño.

Él es uno y está incapacitado por haber salvado a una persona. Nosotros somos 5. ¡No hay necesidad de esto!

Estaba molesto, sobre todo con Matt-san. A Hanako no podía reprocharle nada.

Si veo que alguien vuelve a atacarle se tendrá que enfrentar primero conmigo.

Después se giró hacia Shuyiro-san que estaba recuperandose de la pelea.

Y tú, Shuyiro-san, lo siento, pero no nos dejas opción. No vas a ir a clase, porque no entiendes el daño que causas. Yo seré tu guardaespaldas, pero también tu carcelero. Makoto-san, podéis iros. Yo me quedaré con él. Tú tienes que ocuparte de que nada en clase haga que esto sea irrelevante y el resto... - Miró a Matt-san con enfado, pero luego pasó la mirada por las dos Hanakos y su rostro se relajó. Suspiró. - Puede decidir si quiere quedarse o no - Dijo finalmente.

-Makoto, por favor, ¿Que estas haciendo? Confie en tí, amigo, ¿Que haces? No me dejes aqui! Ayudame a escapar! No te das cuenta que estan completamente locos! Por favor amigo, te lo suplico, ayudame!...-exclamo como último recurso Okami a Makoto para que lo ayudara a escapar.

Luego miro a Tetsuo.

-En serio Tetsuo, ¿Las contramedidas decian secuestren a sus compañeros y extrangulenlos? ¿No se dan cuenta que solo se vuelven complices de un asesino? ¿Cual será la proxima contramedida? ¿Matar al marginado acaso? ¿Y ustedes obedeceran? ¿No se dan cuenta del error que cometen? Estan locos!-

Cuando tomo aire aprovecho para empezar a gritar otra vez.

-AUXILIOOOO, AYUDAAAAA, ALGUIEEEEEN AYUDEMEEEEEEEEEE!!!!!!ME TIENEN SECUESTRAADOOOO!!!!!AUXILIOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!-

Tetsuo perdió la paciencia.

¡Suyiro-san! Aquí el único que se está ofreciendo a ser tu amigo soy yo y lo estás rechazando. Makoto-san es la persona que nos ha traído a todos aquí. Suyo es el plan de atarte y retenerte. ¿O crees que fue de alguno de nosotros? Incluso se ganó un puñetazo cuando me lo propuso. Ni siquiera hubiese aceptado esta locura si no fuera... -  Se calló y reorganizó sus ideas. No le gustaría hacer sentir mal a Hanako-chan. Después volvió a hablar, seguía molesto con el chico de la silla de ruedas.

¿No tienes oídos o no tienes ojos? Te he dicho que no dejaré que te ocurra nada, y eso incluye no dejar que te estrangulen. Si pretendiera dejar que te estrangulen ahora mismo no estarías sentado en tu silla pidiendo auxilio. Y si yo no tuviese honor tú ya estarías inconsciente.

La situación se estaba descontrolando por momentos, todos estábamos muy agobiados y actuábamos casi sin pensar, Hanako estaba muy preocupada por su familia, cosa que podía entender, por ello no me sorprendió su reacción hacia Shuyiro. Lo que sí me descolocó fue la actuación de Matt, no le veía como una persona agresiva, ni mucho menos, pero en parte, podía entender que lo hiciese. Aquel chico no atendía a razones, le daba igual todo, como si nos moríamos, aunque había salvado a aquella chica a costa de sus piernas ¿tenía algún problema mental o algo así?, quizás fuese bipolar, porque sino, de verdad que no lo entendía.

Antes de que pudiese hacer algo Tetsuo salió en defensa del chico de la silla de ruedas, asi que me quedé a un lado esperando a que hablasen, puesto que Makoto quería que nos fuésemos, pero no estaba para nada de acuerdo con aquello, asi que una vez más o menos hubieron intercambiado unas cuantas palabras decidí intervenir.

- Chicos, por favor, todos tenemos que calmarnos. Estoy de acuerdo en que Shuyiro-san no está actuando de una manera correcta, ni aquí ni en el colegio, pero tampoco nosotros, ¿nos estamos volviendo locos o qué?, esta maldición no solo asesina personas, nos hace ponernos unos contra otros y la verdad, no me gusta.

Me acerco a Shuyiro y me arrodillo frente a él en un intento de dialogar.

- ¿Por qué actúas así?, pareces buena persona, salvaste a esa chica, pero... ¿por qué solo no puedes ignorar al marginado como intentamos hacer todos?, yo tampoco me creía lo de la maldición, pero mira, la primera semana mi padre acabó en el hospital, y la verdad no quiero que a nadie más le pase nada. Asi que por favor, ¿me ayudas a entenderte?
 

El pensamiento que cruzó veloz por su mente cuando vió a Matt sujetar así a Shuyiro la asustó incluso a ella misma. ¿Qué diablos le pasaba? Se alejó del grupo un poco y se acercó a la ventana. Ella era buena persona. Era responsable y respetuosa, pero aquel chico sacaba lo peor de ella. Se llevó las manos a los oidos cuando comenzó a gritar de nuevo. Tenía que centrar sus ideas pero no podía. La imagen de Sakura y sihiro la asaltaba una y otra vez. Y los gritos seguían llenado la estancia a pesar de que sus amigos intentaban dialogar con él. Sabía que las palabras coherentes y tranquilizadoras de su amiga no iban a servir para nada.

Comenzó a buscar con desesperación algo con lo que ponerle una mordaza pero le temblaban las manos y el corazón le latía tan desaforadamente que le costaba respirar - Por favor. Ryu. Donde tienes algo para hacer que se calle? - se notaba que la joven estaba al borde de un ataque de nervios.

-Por ultima ves lo digo, ¿En realidad creen que esto ayudará en algo? Pues se equivocan. Si hay un asesino suelto, y creen que alguien se va a salvar secuestrandome, ¿Por que mejor no se encierran ustedes aqui y dejan de ir a clase? ¿En serio creen que asesino dejara de matar por que uno o dos dejen de ir al colegio? Se vuelven complices de las locuras de un loco, estan locos! DEJEMEEEE SALIIIIR, AUXILIOOOOOO!!!!!- Okami siguió gritando. No entraba en razones. No es que estuviera acostumbrado a que le dijeran que estaba secuestrado pero que se lo tome con calma. Sus compañeros se habian vuelto locos.

Una vena se estaba empezando hinchar en la frente de Tetsuo con el comportamiento del chico. Tetsuo no podía con aquel chico que no razonaba. No sabía si era por que había empezado con mal pie la conversación y a partir de ahí todo se había torcido o por qué, pero el caso es que no atendía a razones.

Sintió el impulso de hacerle callar a la fuerza, pero a Tetsuo no le gustaba usar la fuerza. Así que lo miró fulminante en un instante que parecía que iba a darle un golpe y tirarlo de la silla, pero en lugar de eso se alejó de él con pasos furiosos y caminó hacia la pared. Si hubiera estado en su casa hubiera pegado un puñetazo en la pared, pero recordó a tiempo que no lo estaba, así que solamente apretó los puños de espaldas a la escena hasta que los nudillos se le pusieron blancos.

La chispa de esperanza que había surgido en él, rápidamente se apagó, no podía seguir allí parado contemplando aquél lamentable espectáculo, le habían golpeado y criticado duramente por proponer usar la fuerza para retener a Shuyiro-san, ya que desde un principio Makoto sabía que no iba a aceptar de buenas a primeras dejar de molestar al marginado quedándose en su casa, más que nada porque si fuera así ya lo habría hecho en clase y tras convencer al propio Makoto de que debían retenerlo sin usar la violencia y convencerle pacíficamente de que se quedara en su casa, ante las primeras palabras del chico en silla de ruedas, lo primero que hicieron fue golpearle y estrangularle, también notó como Tetsuo-san se estaba poniendo cada vez más y más tenso, como cuando le propinó el puñetazo en la cara. - Lo siento, pero tengo que irme, no soporto la hipocresía ni la estupidez y en este conflicto cada uno de los bandos representa al menos una de esas dos cosas. Haced lo que queráis. - dicho esto abrió la puerta, dejó las llaves en el mueble de la entrada y cerró de un portazo.

Ante el portazo del propietario de la casa Hanako recuperó un poco la orientación. Como iban a quedarse allí si el dueño se iba? Sus hombros cayeron resignados. Lanzó una mirada de soslayo a sus compañeros, para luego colocarse a un lado de Tetsuo, también mirando hacia la pared.

- Ya no tiene sentido continuar con esto. Y se que estas sufriendo... Todos, creo.- apoyó una mano en su brazo mientras buscaba su mirada. Quizás pidiéndole perdón, quizás pidiéndole ayuda.

Vámonos de aquí. - Le dijo a Hanako-chan cuando el dueño de la casa se fue. Le dedicó una sonrisa que quiso ser tranquilizadora, aunque, como todas sus sonrisas, era extraña y desconcertante. Como las de alguien que no sabe sonreír pero le han dicho que tiene que ver con enseñar los dientes.

Va por todos. Todo esto fue idea de Makoto-san. Era su idea y su plan. Desde el principio quería que le dejásemos inconsciente. Lo primero que me pidió fue que te inhabilitara para ir a clase. Incluso estando ya en silla de ruedas. Por eso le di un puñetazo. Me dijo textualmente que no llegara a matarle. Si me lo volviera a decir le daría otro puñetazo. Eso se convirtió en convencerle de que se alejase de clase, ya que no se toma en serio la maldición porque no estaba dispuesto a usar la violencia contra él. - Dice señalando a Shuyiro-san en todo momento para aclarar a quién se refería.

Shuyiro-san, yo no te he hecho nada, solo he hablado contigo. Tampoco tengo intención de hacerte nada. Ni quiero ni pretendo. Pero como insistas en incumplir el acuerdo que todos hemos tomado con el asunto de la maldición y le ocurra algo a los hermanos de Hanako-chan, el puñetazo lo recibirás tú. Quizás no creas en la maldición, pero puedes creer en que recibirás ese puñetazo.

Caminó hasta la puerta de la casa y la abrió para que todos pudieran salir.

Al final nos juntamos mas personas de las que pensaba en un principio, pero cuanta mas gente mejor. Ese era mi pensamiento y si podíamos volver al aula con algo de esperanza para todos, entonces las cosas serian aun mejor.

Era extraño, estaba mas animado que cuando despunto el día, pero a la vez preocupado por todo aquello. Aquel lugar era inmenso y fácilmente podríamos sufrir algún accidente si no íbamos con cuidado.

-Ir con pies de plomo. -Comente poco antes de escuchar el tararear de una canción, no entendía muy bien la letra, pero el tono era lúgubre, supongo que mas de uno pensaría que era buena para esa situación yo no. Quería concentrarme y escuchar el almacén, por si algo rechinaba mas de lo normal. Así que decidí alejarme de Lid, en vez de pedirla que se callara. Quien era yo para eso. Ademas tal vez canturrear le ayudaba a llevar mejor la situación actual. Así que mas razón para dejarla a su aire.

-Si alguien encuentra algo, que lo diga y cuidado por donde pisáis. -Parecía mi tía en esos momentos, pero toda precaución me parecía poca.

Okami sale perturbado y traumatizado despues de lo que vivio indefenso y aterrorizado, impulsando su silla de ruedas hacia la salida mirando con temor y desconfianza a sus captores, no sabiendo si en verdad le estaban dejando en libertad o si lo estaban llevando a otra trampa aún peor.
Miro para todos lados y vio que nadie venia en su rescate. Al salir a la calle volvió a gritar.
-AUXILIOOOO!!!!!SOCORROOOOOO!!!!!!ME HAN SECUESTRADOOOOOOOO!!!!!!!- No confiando en que en verdad lo estaban liberando sino que lo estaba por llevar a otro lugar para matarlo, incluso Tetsuo dijo que habia hablado con Makoto de matarle. Okami grito desaforadamente por su vida.-AUXILIOOOOOO!!!!!!!!!!-

Poco a poco fuisteis mirando lo que, sino fuera por el orden que había, parecería un vertedero. Había de todo allí y de años pasados y muchos contenedores donde había muchos archivos, pero por más que buscabais no encontrabais nada de interes referido a la maldición del a clase 3-3

En uno de esos momentos Makoto se chocó con una taquilla haciendo que esta se abra y fuera a caerse sobre Lid Lara... hasta que Hikari Aki la sostuvo en un acto reflejo al estar cerca. No hubo heridos, salvo por una cinta que le cayó en la cabeza a Lid desde la taquilla.

Esa cinta tenía como titulo "Misaki Yomiyama" Todos supusisteis que era lo que buscabais, sin embargo decidisteis dejar el escucharla hasta encontrar un momento en que estuvierais todos juntos y algo donde reproducirlo

Ika y sus amigos se unieron a la incursión hacia la antigua sala 3-3. La chica se sentía nerviosa, pero estaba cansada de solo ver cómo todo parecía empeorar y quería hacer algo, mas su valentía se vio quebrantada al ver ese lugar.

El lugar era un almacén con un montón de cosas filosas y peligrosas y solo esperaba que nada sucediera, ya que lo más importante era dar con alguna pista que les ayudara a descubrir algo importante sobre cómo parar esa maldición.

Ella miró a sus amigos y les dijo - Yo comenzaré a buscar también. Estamos buscando cualquier indicio diferente o llamativo, lo que sea que nos de una pista -.