Partida Rol por web

postea en el capirulo 2 okami, pero solo para los que te han hecho la trampa

El sobrante es, según he podido averiguar... alguien que sobra. Alguien que no debería estar en la clase.

Comenzó a explicar, de un modo quizá demasiado evidente, sin prestar mucha atención al cabello manchado.

Alguien que murió hace unos años. Parece que es importante, de algún modo... y que está relacionado con la maldición. Todos los años hay uno. Todos los años cambian los recuerdos de todo el mundo para estar inscrito en la clase. Si eso es verdad... uno de nuestros compañeros es un fantasma. Aunque no sé si él lo sabe.

Confesó en un tono secreto poco antes de acercar un poco su helado hacia delante y con una sonrisa medio cómplice medio resignada asentir despacio, invitando a las chicas a tomar un poco de aquella cobertura de chocolate.

No voy a repetir la pregunta.

Advirtió, como si fuese la última oportunidad de tomar la oferta.

Hice lo que quería hacer por Ika. No te sientas culpable por ello.

Sonrió a su novia, tratando de confortarla, pero cuando ella le halagó, él también se sonrojó y desvió su mirada a sus manos, aprovechando el momento para tomar un poco más de té. Meditó un poco cuando habló de Akane.

... Tal vez deberíamos comentarle a Akane...

Meditó en voz alta, pero aquello significarían más miradas, más preguntas, más tensión y presión. Pero no le importaba si eso le hacía más feliz. Aunque su atención enseguida se desvió cuando decía que lamentaba que tuviese que hacer tantas tareas, respondiéndole con una sonrisa brillante de esas que muestran los dientes.

También yo quiero pasar tiempo contigo. Es algo muy valioso. Mis padres sólo quieren que yo pueda dar todo de mí, pero -tomó con su diestra la mano con la que Ika le acarició-... pero... al menos no hacen muchas preguntas, mientras cumpla con lo que ellos piden.

Aki meditó unos segundos más antes de volver a hablar, buscando la mirada de Ika para tomar un poco de valor. La pregunta podría parecer inofensiva, pero quería saberlo.

¿Qué te gustaría hacer? Quiero decir... si nada importarse, si pudieses hacer lo que quisieras. ¿Qué harías?

Se veía adorable al avergonzarse e Ika solo sonrió tiernamente al verlo, mas se puso algo nerviosa cuando mencionó lo de Akane. No es que quisiera que fuera un secreto, es solo que decirle la verdad a Akane era un gran paso. La familia de Ika lo sabía, pero era porque realmente ellos la apoyaban mucho. Los padres de su novio, por el contrario, creerían que ella era una oportunista, ya que no sabían sobre la política de su padre.

Las mejillas de Ika se colorearon nuevamente de pensar en ello y dijo después de un silencio algo prolongado - ¿Hablas en serio, Aki-kun? Me encantaría decírselo, pero me asusta cómo pueda tomarlo - bajó la mirada vergonzosa.

- Es algo tonto, lo sé, pero llevamos mucho tiempo llevándolo en secreto, así que es... No lo sé... Pero me parece una buena idea porque no quiero guardarle secretos - volvió a subir la mirada un poco más alegre con la idea.

Recibió su tierna caricia con gozo mientras le miraba directamente a los ojos perdiéndose en su mirada y en el reflejo del azul cielo sobre ellos. Se sentía tan bien con él que poco importaban muchas otras cosas que les había sucedido. Lo de sus padres era un poco triste - ¿A veces no crees que se exceden un poco, Aki-kun? Podrías enfermar si continúas así - su preocupación era real, eran jornadas demasiado extenuantes para un chico normal y, a su edad, era natural que el enfoque fuera otro.

Entonces, su novio parecía querer decir algo. Conocía esa mirada de tener algo que se te dificulta sacar, pero al escuchar la pregunta, se sorprendió un poco. Realmente, esperaba algo diferente.

- Si pudiera hacer lo que quisiera... - repitió pensativa. Ella había perdido mucho la confianza en sí misma y no sabía qué tanto podría hacer, pero sin limitaciones...

- Si tuviera suficiente valor, podría volver a modelar, también me gustaría ser cantante. Me encantaría cantar por siempre. También... - bajó la mirada y con su rostro como un tomate, agregó - también me gustaría tener una familia, una familia amorosa y unida. Lo sé, es algo tonto, pero yo no tuve esa suerte - miraba las manos de Aki porque no sentía el coraje suficiente de mirarle a los ojos.

- ¿Y a ti, Aki-kun? - su voz fue suave, pero lo suficientemente fuerte para que pudiera escucharle.

La historia completa hacía que la pobre chica temblara de temor, o tal vez era el helado. No lo sabía, pero eso la ponía nerviosa.

- ¿Uno de nosotros... está muerto? - preguntó temblando y con bastante temor. El solo pensar que eso la incluía, le aterraba. ¿Y si era ella? Qué horror. No quería ni pensarlo, aunque era peor pensar que fuera uno de sus amigos el "sobrante".

En el momento exacto en que Aki bajó la voz, Ika se acercó a él con interés y entonces, vino la propuesta del helado. Era tan tentador... Y ella quería guardar compostura. Ya tenía su helado y no quería robarle un poco a Aki, pero no pudo resistirse más y tomó un poco para lograr mezclar la cubierta de chocolate con el helado del interior. Era delicioso, pero nuevamente se había ensuciado la nariz. Comenzaba a creer que su nariz era mucho más grande de lo que ella creía.

- Lo siento, Aki-kun. Y gracias, está delicioso - sonrió amablemente y luego miró a Akane esperando su reacción.

- Si cambian los recuerdos, ¿cambian también los registros? Porque si no, podrían buscarse registros para conocer fallecimientos recientes registrados -.

Sí, eso dicen las leyendas sobre la maldición.

Explico, tratando de mantener la serenidad, sin embargo era algo bastante grande el hecho de saber que cualquiera podría ser un cadáver andante, una herramienta del espíritu vengativo. Mi mente trataba de adivinar cómo podríamos zafarnos.

La seriedad desaparece al ver cómo ella toma de mi helado y se mancha la nariz, provocando que ría un poco y tome una servilleta para limpiarla con cuidado.

Parece que hoy el chocolate está algo rebelde ¿eh?

Miro entonces hacia Akane y medito un poco mi siguiente respuesta.

Sí, la verdad es que de algún modo los registros cambian, o al menos el cómo los vemos. Eso me han dicho, pero no podemos sencillamente dejar de investigar ¿no os parece?

Aki le lanza una miradita cómplice a Ika cuando le limpia la nariz de helado.

Claro que hablo en serio. Estar contigo es lo mejor que me ha pasado... ¿por qué no compartirlo con nuestra mejor amiga? Seguro que se alegra mucho por nosotros.

Aki intentó animarla, pues aquello era importante para ambos, pero era también cierto que Akane a veces era del tipo de chica que se toma las cosas muy a la tremenda y quizá lo interpretaba por donde no era, pero la verdad es que cada vez le importaba menos eso y más estar con su amor.

Sí, puede que se excedan un poco. Bastante, en realidad. Pero es mi obligación como hijo honrar a mis padres y a mis ancestros. Aunque teniendo en cuenta que tomaban el curso 3-3 como una bendición, últimamente no sé bien qué pensar.

Algo en el rostro de su novia le hizo entender que quizá ella estaba esperando otro tipo de pregunta. Pero al menos respondió y la respuesta dejó a Aki pensativo, meditando sobre la situación de ella. Si bien era cierto que sus padres le exigían demasiado, ahora mismo pensaba que quizá...

Quizá te exijas demasiado tú también. Eres la chica más bonita de las que conozco, tu voz es preciosa y tienes un carisma que te atrapa. Sé que puedes conseguirlo. En cuanto... -su voz se hizo más suave, hasta casi perderse en un susurro- en cuanto a la familia... estoy seguro de...

¿De qué, idiota? Se recriminó a sí mismo en un pensamiento. Ella le preguntó por él, pero no estaba en disposición de responder, sencillamente la tomó del mentón y lo alzó para darle el beso más apasionado que le había dado hasta el momento. Uno de esos besos que solo buscan beber del contrario intentando paliar una sed que no acaba, uno de esos besos que uno da como si fuese el último y, a su vez, deseando que no lo sea. Un beso en el que se atrevió a tratar de jugar con su lengua tal cual había visto en algún vídeo de esos que pasan los compañeros de clase.

Lo mejor que le había pasado...

Sus mejillas se colorearon aún más. Era cierto, era su mejor amiga y de seguro los apoyaría - De acuerdo, hablemos con Akane-chan - le miró y sonrió.

La mentalidad de Aki sobre honrar a sus ancestros y a sus padres era de admirar e hizo que Ika se cuestionara un poco, pero por sus propias vivencias. Su madre los había abandonado y ella no quería tener que honrar a esa mujer.

- Eres muy noble, Aki-kun. Tal vez sea cierto que tus padres quieren que des lo mejor de ti, pero de nada sirve si estás enfermo - acarició el dorso de su mano una vez más, mas la actitud de su novio tras su respuesta la dejó perpleja. Con sus palabras, su corazón se aceleró y sintió deseos de ocultarse. No porque fuera malo, sino por lo bonito que había dicho sobre ella.

- ¿Estás seguro que...? - se quedó esperando el resto de su respuesta, aunque escuchó su frase con dificultad. Sin embargo, no esperaba lo que venía a continuación. Aki tomó su mentón y lo alzó de manera que pudiera besarla. La proximidad era suficiente para que estuvieran en una posición cómoda e Ika, a pesar de no cerrar sus ojos de inmediato, se dejó llevar por el actuar de su novio. Se aferró a su cuello para sentirlo más cerca y le besó con la misma devoción y ansia que él. Sentía que cualquiera podía ser el último beso o el último momento a su lado. Esa desesperación se apoderó de ella, quien le besó con vehemencia. Su lengua seguía el ritmo de la lengua de Aki, rodeándola, abrazándola con urgencia y deseo.

Tal vez todo lo sucedido aumentaba su desesperación o tal vez era algo diferente, algo nuevo para Ika. Su respiración se agitaba por la intensidad, pero no quería detenerse. Su mirada nubosa y sus mejillas sonrosadas mostraban que la chica se había entregado totalmente en ese beso.

Un gesto inocente, pero bastante diciente. Ika le sonríe sutilmente.

Tras el gesto de Aki-kun, las mejillas de Ika se colorean un poco. Había sido muy torpe ese día. ¿Por qué?

Entonces, recordó algo importante, algo que debía compartir con sus amigos.

Su mirada se tornó triste de repente y su tono de voz bajo.

- Chicos, ¿han tenido sueños con momentos que hayamos vivido y que parecen inconclusos o ligeramente diferentes? - les miró seria. Su nerviosismo era notorio.

- Creo que entiendo lo de los recuerdos modificados y creo que tengo uno clave que puede decirnos quién es el sobrante real -.

Tetsuo se despide de la pareja. No termina de gustarle la reacción de Matt-san, pero al menos Hanako-san no tendrá que regresar sola.

Me acerco a Hanako-chan y me sitúo detrás de ella sin atreverme a tocarla. La mirada fija al horizonte y ligero rubor en torno a la nariz.

Em... Hanako-chan. No... no podemos hacer nada. Deberíamos irnos. Yo te protegeré para que llegues a casa a salvo.

Empezaba a ver que no sería capaz de proteger a nadie. Las amenazas llegaban de todas direcciones y de todos los tipos, pero seguiría intentándolo mientras estuviera en su mano.

Hanako apenas se había despedido de sus amigos. Estaba como en shock al ver los cuerpos inertes de sus compañeros de clase, que aunque no eran amigos,no merecían morir de aquella forma tan rápida y brutal. Ni siquiera el loco de la silla de ruedas.

Sintió a Tetsuo hablar detrás suya y se giró para poder abrazarse a su cintura con desesperación mientras apoyaba la frente en el pecho de él.

- Gracias - era lo único que el nudo en el pecho le permitió decir. Luego alzó la cabeza y lo miró a los ojos. Tan bonitos, sinceros y tenaces.

Se puso de puntillas para darle un suave beso en los labios. Pensó que si moría, no podía hacerlo sin haber besado al chico que le gustaba

Tetsuo se sorprendió cuando ella se abrazó a su cintura y apoyó la cabeza en su pecho. Volvió a oler su perfume y se sintió extraño y desubicado. Había muchas situaciones en que él podía sentirse con mucha seguridad y firmeza, pero esa le era extraña.

Seguro que ella podía oir sus latidos alterados por la reciente situación de adrenalina.

Volvió a adquirir el color rojo en sus mejillas y a sudar profusamente mientras permanecía muy rígido sin saber como comportarse y la miraba de reojo asustado.

Ella tan repentinamente como le había abrazado se puso de puntillas y le besó y él se sintió aún más fuera de lugar. No era que no estuviese bien. Estaba muy bien. Los labios de ella sabían dulces y el olor de su perfume era muy placentero. Era que no sabía qué hacer. Nunca antes le habían besado y no sabía que debía hacer.

Cuando ella se separó de él y ganó un poco de distancia, él se inclino en una reverencia prácticamente hasta tocar el suelo con la frente. Y empezó a pedir perdón como si en lugar de ella haberle dado un beso, hubiese sido él el que tropezara y cayese sobre ella con los labios casualmente pegados a los de ella.

¡Perdóname, Hanako-chan! ¡No sé como pudo ocurrir! yo... ¡Hanako-chan! ¡No era mi intención...! - No podía terminar ninguna frase porque no tenían sentido y aunque su cerebro aún no hubiese procesado lo que acababa de pasar, sí era consciente de ello y sabía que no había por qué disculparse, que en aquel beso no había error posible.