Partida Rol por web

Orange sonríe con cierta sorna. 

- No estoy aquí por él. A diferencia de otros, mi vida no depende de seguir las órdenes de alguien cómo un perro faldero. - Vuelve a mirar la bandolera. - Aunque debo reconocer que siento curiosidad por saber que es lo que le ha llevado a mandarte esta misión sin hacerla pública. 

- Si, por supuesto, ahora mismo llamo y me dirijo... - Se para en seco unos segundos, tras lo que concluye. - ... Nos dirigiremos hacía allí. Ves con cuidado. 

Y tras esto, cuelga la llamada. Justo en ese momento Undine se da cuenta de que había recibido una alerta en su teléfono móvil. Había perdido la conexión con el PUSBOT que había programado para que siguiera a Thadeus. La última localización conocida era un pasillo cercano al salón principal. ¿Que habría pasado? ¿Se habrían dado cuenta de que les seguían? ¿Seguirían cerca de allí?

- Nos vemos ahora, no comáis ni bebais nada. - Les advierte algo preocupada.

Al colgar mira algo extrañada la perdida del PUSBOT.

- Crow.. - Dice en voz baja recogiendo sus cosas mientras Margeryth descansaba. - Tengo vinculados los PUSBOTS de la sala de actos. Si me envías un enlace de alguno de tus dispositivos podría pasarte el control y puedes probar a controlarlos tu. Yo voy a sacar a Margeryth de aquí.

- Entonces ¿Qué te trae a esta fiesta? Dudo que sea simplemente quisieras venir aquí para salir herido - Digo mientras pienso. "Tengo que entregar el paquete y me está haciendo perder el tiempo. No parece que nada bueno pueda salir de esta conversación... Pero si me voy con lo que me ha dicho voy a quedar mal. " 

Orange suelta aire, sobrado de orgullo, aunque era evidente que aquel golpe le había dolido. 

- Si hubiera tenido a mano mis herramientas ese cabrón hubiera sido ceniza antes de que hubiera tenido tiempo de levantar la mano. Para mi desgracia, mi cliente prefería la discreción, aunque parece que ese no es tu estilo. ¿Ha sido tu amiguita la de las luces? 

- Tranquila, yo mismo me sirvo. - Dice Crow, divertido. Entonces Undine puede ver cómo un programa se ejecuta en su móvil sin su autorización. - Esto es mucho más rápido. 

Undine mira como el programa se ejecutaba en su dispositivo y pone una mueca incómoda. - Que poca educación. - Dice con un falso tono de ofensa. - ¿Desde cuando tienes acceso a mi dispositivo? - Pregunta curiosa mientras termina de guardar sus cosas en una bolsa que se puedan llevar y saca su cabeza por el pasillo para ver el estado de la zona.

Sonrio. - La próxima vez si nuestros contratos no coinciden. Habermelo comentado, podrías haber aprovechado el caos que iba a provocar para cumplir tu objetivo y no estarías herido comentadole a los guardias tus infortunios. - Miro más allá de donde está Orange. - Nos vemos en la Perla. Voy a terminar mi misión. - 

- Desde que aceptaste que te durmiera. - Responde Crow con cierta sorna. - Sin duda fue un momento mágico. Sólo que el príncipe duerme a la princesa con un beso en vez de despertarla. - Se ríe por lo bajo. - Pero no te molesto más, ambos tenemos cosas que hacer. - Y dicho esto corta con al comunicación. 

Tras eso, Undine se pone a recoger las pocas cosas que había traído al camerino para ponerse en marcha. Margeryth, que había estado mirando con curiosidad a su alrededor y se había detenido mirando fijamente en el espejo, comenta. 

- ¿Ya nos vamos...? Pero querida, tan siquiera me has dicho con que querías que te ayudara. Sin duda sería descortés de mi parte si no te echara una mano. 

Orange levante una ceja, escéptico. 

- Está bien. Nos veremos allí. 

Y tras eso se da media vuelta y se vuelve a dirigir al lugar dónde estaba sentado cuando Karoi había llegado.

Esto le da por fin vía libre a Karoi para abandonar definitivamente la Sala de Eventos. El aire fresco del exterior resulta reconfortante mientras que se aleja con el máximo disimulo del que es capaz del lugar. Nadie le detiene, pues todos estaban evacuando el edificio por ese lugar y no era extraño ver a otros miembros del servicio salir por allí.

De hecho, Karoi puede ver cómo Francisco de Lince se alejaba junto a lo que parecía un PABOT hacía una calle paralela a la Sala de Eventos. Había sido una lástima no descubrir que había estado hablando en aquella reunión, pero era tarde para indagar al respecto. ¿O no? 

El beso punzante y frio de una aguja llena de veneno no debería contar como un beso de cuento.. 

- Si, un momento. - Le dice a Margeryth. - He de ir a mirar una cosa, vuelvo en menos de un minuto. Espere aquí, por favor. - Sonríe con amabilidad. 

Dice mientras sale fuera del camerino y va a mirar si la puerta de servicio estaba abierta para poder salir por allí.

Voy alejandome de la cola y digo a Elena. - ¿Estás interesada en saber en qué estaba metido Erik Escorpión con Francisco Lince? Puedo dejar el microfono con el que estoy hablando contigo en su bolsillo.  - Añado con un poco de risa para rebajar la intención. - No planeo meterme en más problemas. - 

Butch se pone alerta, apoyado en la esquina, preparado para atacar a quien fuera si hiciera falta.

Susurra a sus acompañantes.

- Haced como si estuvierais flirteando aquí apartados.

Durante un momento, Marcellette parece entrar en pánico.

Mira para un lado y para otro, para Butch y para Thadeus sin saber bien qué hacer. Aunque parece que se decide, respira hondo, y mira seriamente a Thadeus, tras lo cual pone una dulce sonrisa algo forzada y comienza a mover un pie de adelante a atrás con sus manos tras la espalda.

- Entonces... dígame señor Clamfell: ¿prefiere las novelas románticas o los documentos científicos?

Por suerte para Undine, no había ningún obstáculo que le impidiera salir por la puerta del servicio, por lo que tras volver para recoger a Margeryth, salen juntas al exterior, a pesar de que era evidente que Margeryth no entendía porque debían de abandonar la fiesta de esa forma. Al cabo de unos minutos esperando, Undine por fin ve alegrada cómo William se acerca junto con Fran. Fran parecía bastante arrepentido, y de hecho no le dirigía la mirada a Undine centrándose en el suelo y a su alrededor. 

- El transporte no debería tardar demasiado en venir. - Anuncia William tras saludar a Margeryth y Undine respetuosamente con la cabeza. 

- Dejemos ese hilo para otro día. - Responde Elena, poco convencida. - Ya hemos tenido bastante emociones por hoy, y lo que menos necesito es perderte de vista para que me tengas preocupada. 

Sin ganas de discutirle eso, Karoi apresura el paso hasta el punto de entrega. Como le habían prometido, ahí estaba el dron esperando para recoger su entrega. 

De pronto, Croma dobla una esquina y se encuentra de frente con Thadeus, la chica y el guardia. Aunque parece que los dos primeros estaban entretenidos en otra cosa.  

Su misterioso perseguidor no tarda en aparecer doblando la esquina. Por sus pintas parecía un simple técnico, uno de los empleados del servicio del evento.