Partida Rol por web

Marcus agarro con fuerza la espada, estaba bastante mosqueado con la arrogancia de su enemigo. La ilusión que lo incomodaba empezó a desaparecer, no sabía si era por la rabia que lo ayudo a librarse o que el bufón estaba perdiendo poder, pero eso no le importaba demasiado en ese momento.  – Asique inmortal ¿no?… seguro que si puedes morir, y lo descubriremos cuando te corte la cabeza. – Marcus levanto su espada y se lanzo contra Chester, quería probar cuando grande era su poder.

Al parecer el payaso endemoniado habia perdido la razon... volteo a ver a los demas y al parecer todos pensabamos lo mismo a lo lejos se encontraba Regathix, quien parecia estar todavia bajo los efectos del conjuro... no podia hacer nada para ayudarle, la prioridad en ese momento era derrotar a Chester...

Los hemanos se habalanzan sobre el payaso nuevamente utilizando sus artes en el combate cuerpo a cuerpo, mientras yo reuno nuevamente el poder arcano con ayuda de mi varita y cambiando mi posicion busco tomar ventaja de una posicion levemente elevada a lado de Lord Griffon apuntando hacia Chester evitando impactar a mis aliados con mi poder....

Decididos a demostrar que se equivoca, todos lanzais vuestro mejor golpe contra el demoníaco ser.  Marcus lanza un fuerte espadazo ascendente que hubiera partido a una persona normal y Nostradamus lanza sus mejores hechizos contra el rival. Todo parece inútil, tan pronto como las heridas aparecen en el cuerpo del bufón, desaparecen como si nunca hubieran sido infringidas.

Guilles toma su arma y lanza unos rápidos tajos que Chester, lejos de esquivarlos, los recibe con esa característica sonrisa

-Pobre necio ¿Aun no lo entiendes? He ganado. Se acabó. Me he aburrido de vosotros. Contempla como…- Chester toma sus dagas y salta sobre Millicent -¡MATO A TU HERMANA!-

Demostrando una gran agilidad, se abalanza sobre Millicent quien, con un fuerte grito, hunde su espada en el demoníaco ser. Cuando los brillantes filos del bufon están a punto de desgarrar su carne, Millicent contempla como su espada resplandece, emitiendo una brillante luz blanca. Su espada se hunde en el estomago de Chester que de pronto muda su burlona expresión, tornándola en sorpresa. Lentamente baja la mirada y observa el filo que aun brilla en manos de la joven.

-No… No es… posible…-

Y entonces profiere un grito, el grito más aterrador que ninguno de vosotros hayas escuchado jamás. Millicent saca su arma del desdichado que, da un par de torpes pasos hacia atrás, llevándose las manos a la herida que, esta vez, no cierra, desparramando una sangre negra sobre el suelo.

-¡No, no es posible!, *cof* *cof*- De pronto ya no es el ser arrogante de antes, parece encogerse sorbe si mismo, parece tener miedo –Esto no quedará así ¿me ois? Os mataré,¡ juro por mi vida que os arrebataré vuestras inmundas entrañas!-

Y entonces, con un gesto de muñeca, un enorme vórtice negro se abre tras de e´l y antes de que podáis reaccionar, Chester lo atraviesa, dejándoos solos en el lugar. Solos no. Unos soldados confundidos por la repentina huida de su líder, observan cautelosamente, sin saber realmente que hacer.

El capitán de los soldados es el que habla.

-Acabad con ellos-

Inmediatamente después de que Chester desaparezca, herido, Millicent se encamina a apoyar a Lord Griffon.
¡Necios! -clama, dirigiéndose hacia los oscuros guerreros-. Un ser que se creía inmortal no ha podido con la pureza de mi Dolphin. ¿Y vosotros, insensatos, pretendeis hacerme frente?
Sus palabras suenan bravas, pero sabe que sin el respaldo de sus compañeros, no podrá con todos ellos.

Increible!!! Chester habia sido herido, y acababa de desaparecer justo frente a nuestras narices, pero lo mas sorprendente de todo, era, que al parecer la espada de Millicent tenia un poder especial... valla sorpresa, mas tarde intentare  estudiarla maldito payaso, luego tendrenos la oportunidad de arrancarle la cabeza, acabemos con esto y salgamos de aqui!!!, dicho esto me doy cuenta que los soldados estaban sorprendidos por lo que acababa de pasar por lo que descido actuar de inmediato y apoyar al miembro del equipo que parecia estar en una posicion menos ventajosa, avanzo en dirección a Regatix sacando una de mis dagas con la mano izquierda mientras que con la varita en mi mano derecha comienzo a moverla en círculos sobre mi cabeza mientras acumulo energía arcana en la punta de mi varita…

Al  formarse un pequeño orbe de energía,  me planto firmemente en el suelo y lanzo con todas mis fuerzas el orbe sobre el soldado de en medio quien parecía ser el comandante ORBEN VIZ!!! grito y el orbe surca el aire buscando impactar en el pecho del soltado…

Regathix no comprendía lo que sucedía allí, todo pasaba muy rápido para su comprensión, lo único que le preocupaba era salir de allí con vida, cierto era que desapareciendo aquel ser, sus posibilidades habían aumentado en consideración, así que debía encargarse de aquellos soldados que pretendían aún acabar con ellos, por lo visto Nostradamus vio lo complicado de la situación del acechador y fue en su ayuda, peor Regathix ya tenía puesta una flecha en el arco para dispararla contra los objetivos que se le acercaban, y con dos rápidos movimientos despiaró una tras otra dos flechas que se dirigieron con rapidez y gran acierto hacia sus objetivos... Mientras estas acababan ensartando a los soldados Regathix sabiendo que acabaría con lucha cuerpo a cuerpo guardó su arco y desenfundo sus dos preciadas cimitarras, y con una sonrisa de desafío provocaba que se les acercaran...

 - Veréis la muerte muy pronto...

La magia de Nostradamus recorre la sala, una enorme bola de energía surca el aire hacia el comandante de los soldados enemigos. El suelo se rompe ante la fuerza del ataque, sin embargo, el líder realiza un quiebro rápido, haciendo que el ataque pase a escasos centímetros de su casco pero sin llegar a impactar. La bola de energía estalla contra la pared junto a la puerta principal, haciendo saltar rocas en todas direcciones. Un boquete puede verse en la pared, una pequeña brisa de aire entra por el agujero recién abierto al exterior. Una gota de sudor resbala por la frente del enemigo al contemplar lo cerca que ha estado de la muerte.

Sin embargo, el enemigo se distrae el tiempo justo para permitir a regathix cargar su arco y disparar. Esta vez, aunque el enemigo ve venir el ataque, no puede reaccionar a tiempo. La flecha se incrusta a profundamente en su garganta, así como en el pecho del soldado que tiene a su izquierda. Intenta emitir un grito agónico, su boca se llena de sangre que escupe en un vano intento por respirar. Su caída es lenta, primero de rodillas, luego se derrumba, finalmente oscuridad.  A su lado el otro soldado cae fulminado con una clara mueca de horror en el rostro.
A pesar de la pérdida de su líder, el resto de enemigos no parece recular. Casi como si los guiase un fanatismo ciego. El combate continua.

-No debemos dejarnos cegar, tratar de conseguir prisionero; necesitamos información.
Se acerca a Regathix para ayudarle en el combate pero antes toma aire para no ir débil al enfrentamiento (Llamo a las nuevas energías).
- Compañeros no flaqueéis que lo pero ha pasado.

Marcus observo la escena impresionado, parecía que por fin alguien había conseguido herir al bufón. Millicent parecía poder un arma curiosa. Cuando Marcus pensó que todo había acabado los soldados decidieron actuar, parecía que aunque su líder hubiese desaparecido ellos no se darían por vencidos tan fácilmente.

Marcus observo que el merodeador era el que en peor situación se encontraba, estaba más alejado del resto y los soldados podían centrarse en el, algo que podría causarle problemas al ser. Marcus preparo su espada y avanzo hacia donde se encontraba su supuesto compañero, mientras estuvieran en el mismo equipo no le dejaría a su suerte contra los otros enemigos.

Millicent banza hasta la posición de Marcus y el merodeador. Esperando que su exposición al enemigo les conceda cierta ventaja en combate a sus dos compañeros. Sabe que su ataque no será demasiado fuerte, pero su liderazgo hará fuerte al resto...

al ver como el grupo comenzaba a reubicarse observo al soldado que quedaba con vida de LG Soldado de Lord Grifon repliegate, salva tu honor y defiende con tu vida a tu señor, nosotros nos encargaremos de estas basuras digo al tiempo que me coloco en posicion de ataque con mi daga y mi vara listos para atacar....

Con la caída de su lider, los enemigos intensifican su ataque en pos de hacer caer a sus rivales. Viendo al acechador del fango y asesino de su comandante, los dos soldados a la izquierda de Regathix, así como el que ha quedado vivo en el frente, se abalanzan sobre él.

El resto parece dispuesto a hacer caer al soldado de Lord Griffon que intenta mantener firme su pulso ante lo que se le viene encima. Entonces oye la voz de Nostradamus, duda, aprieta los dientes y se gira para correr con su señor, situándose a la izquierda de Nostradamus. Tan solo uno de los soldados le sigue, situándose frente a él y lanzando una violenta estocada. El otro, se dispone a hacer caer a aquel que está separado del grupo, se encamina hacia Regathix.
De pronto el merodeador se encuentra ante 4 enemigos, totalmente flanqueado. La victoria y la venganza se reflejan las miradas de los soldados. Preparan sus ataques y las hojas bailan hacia Regathix. Sin embargo, el acechador, haciendo gala de su gran destreza, esquiva el primer golpe… el segundo, el tercero y finalmente el cuarto. Mediante floreos y cambios de posición, ha evitado todo el daño. El rostro del enemigo refleja sorpresa. El resto decidís no tentar a la suerte y marcháis en ayuda del acechador. El primero en llegar es Guilles que se sitúa al lado de su compañero en posición defensiva. Entonces sobreviene el ataque de Millicent, que con rapidez lanza un fuerte codazo sobre el abdomen de uno de los soldados que no puede evitar inclinarse por el dolor. Marcus, que ve esto como una oportunidad, se acerca con celeridad y realiza un violento tajo descendente que impacta en el cuello del rival para finalmente rebanárselo haciendo que la cabeza caiga al suelo con un sonido seco.

El soldado enemigo ataca al hombre de Lord Griffon que evita el golpe interponiendo su arma por delante.

La situación se encuentra totalmente igualada, frente al grupo de Guilles, Regathix, Millicent y Marcus hay tres enemigos. Frente a nostradamus y el soldado, otro enemigo, por último, un enemigo que había quedado rezagado se aproxima para la lucha.

La situación se calienta. Bien a ver que podemos hacer, si le gano la espalda a ese ayudare mejor a Regathix.

-Que no falten fuerzas un pequeño último esfuerzo compañeros.

tras ver como las acciones se resolvian el soldado de LG se acerca a mi posicion justo a mi lado y es seguido por uno de los soldados del payaso has cometido un grave error, perdiste la oportunidad de salvar tu vida digo al soldado que atacaba y su ataque era detenido por la espada del soldado de LG, por lo que doy un paso lateral evitando el tajo de la espada desviada, al dar el paso levanto mi vara y lanzo unos proyectiles magicos en contra del soldado Acaba con el!!! ordeno al soldado de LG buscando darle ventaja al distraer al enemigo

Guilles mira a los ojos a su enemigo y contempla con sorpresa como estos se muestran vacios. La mirada esta fija en él, la furia arde en su interior y sin embargo, siente que no es el soldado el que le mira, esa llama no es la del soldado. Este descarga un golpe que  Guilles aprovecha para esquivar y situarse tras él, entonces rodea su cuello con el brazo y ayudándose del cuerpo enemigo, hunde su daga en el cuerpo del desdichado. Mientras cae  al suelo, una sola frase sale de su boca.

-Morireis…-

Y Guilles nota como no es ese joven si no un fanatismo absurdo el que habla por su boca. Luchan con fe ciega ¿Por qué? ¿Qué les habría podido prometer el señor de la guerra? ¿Era realmente consciente de su fanatismo o le habían lavado el cerebro? Desgraciadamente, todas estas respuestas quedarían de momento sin respuesta pues tras un último suspiro, la vida abandona al soldado.

Mientras tanto, Nostradamus, decidido a proteger a Lord Griffon, se aparta y prepara su hechizo. Las energías se canalizan y cuando las ha dado forma, las suelta contra su enemigo. La esfera mágica impacta de lleno contra el cuerpo del desdichado que muestra tras la armadura carne quemada por el ataque que aun humea por la magia. El enemigo ruge de manera antinatural, alza el arma y se abalanza sobre el cuerpo del señor del castillo. El soldado que apoyaba a Nostradamus tiembla de miedo, pero ante el grito de Nostradamus, se lanza sobre el rival, y con un fuerte grito le hunde su espada en un costado, donde la armadura se rompió por el hechizo del mago. La espada del enemigo impacta contra el hombro del soldado que gime, pero mantiene firme la empuñadura dentro de su contrigante. Sacando fuerzas de algún recóndito lugar de su cuerpo, el enemigo intenta estrangular al soldado, pero este hunde el arma aun más, produciendo que el soldado caiga a plomo sobre el suelo. Entonces, agotado y herido, cae al suelo, frente a su señor.

-Mi señor, lo siento-

Las lágrimas asoman en su rostro.

El resto de aventureros se prepara para acabar con los 3 soldados que quedan cuando unos gritos y sonidos de lucha llegan desde el exterior. Una orden y finalmente, la puerta principal se abre penetrando por ella 6 soldados portando arcos. En apenas un instante, tensan sus cuerdas y disparan sus flechas sobre los enemigos restantes que caen fulminados por el ataque. Los soldados tensan sus cuerdas al tiempo que una figura de estatura media con el rostro oculto bajo una capucha y portando una armadura con el escudo de Lord Griffon penetra en el lugar.

-¡Mi señor!- Contempla un segundo el panorama y señala a los presentes. -¡Que nadie se mueva! ¿que está pasando aquí? ¿Dónde está Lord Griffon?-

Antes de poder esperar una respuesta, sus ojos encuentran el cuerpo de Lord Griffon tumbado sobre la escalinata y luego se posan en Regathix.

-¡Son hombres del señor de la guerra!-

Levantando el brazo, se prepara para dar la orden de disparar.

- ¡¿Soldados del Señor de la Guerra?! -pregunta Millicen extrañada e iracunda-. ¿Es que no teneis ojos en la cara? ¿Es que no distinguís mi emblema? -pregunta molesta, señalando el escudo de su amada cuidad sobre el pecho de su armadura-. ¿Es que no veis mi rango o el uniforme del último soldado superviviente?
Antes de acusar a nadie, identificaos -ordena-. Pues os encontrais ante la capitana Millicent Formahault, ante el Destacamento Especial enviado por La Dama y ante el propio Lord Griffon.

El nuevo líder de aquel pelotón se prepara para bajar la mano cuando Millicent se presenta y le insta a presentarse. Algo le hace dudar, entonces habla.

-Soldados, mantener las flechas preparadas, pero que nadie abra fuego, sobretodo mantener vigilado a eso- Esto lo último lo baña con desprecio al tiempo que señala a Regathix

Entonces da dos pasos al frente y mira hacia Millicent

-Muy bien Milady Formalhault, mi nombre es Parsafal Behemoth, capitán de la guardia de este castillo, fiel siervo de Lord Griffon y buen amigo de mi señor. Y perdona si dudo de vuestras intenciones. Pero solo veo un grupo de soldados sin identificar, un traidor y un monstruo. Así que teneis unos segundos para explicarme que está ocurriendo aquí antes de que de la orden de fuego.-

A tu lado, sientes como Lord Griffon pierde energía rápidamente, el agotamiento es extremo y apenas le queda tiempo si no se le atiende con rapidez. Su ritmo respiratorio es exiguo y su piel ha tomado un color de cera normalmente asociados a los muertos. Se os acaba el tiempo.

despues de la irrupcion de los soldados de LG y la presentacion de Millicent, siento como la energia de LG se empieza a extinguir, por lo que sin importarme nada me abalanzo sobre el para darle primeros auxilios y mantenerlo en este mundo, su piel comenzaba a ponerse blanca y no se sentia que hemanara calor SOLDADOS!!! dejende pelear su amo Lord Grifon a sido herido gravemente necesita sanar de inmediato o de lo contrario morira, asi que dejen sus presentaciones de lado, el acechador viene con nosotros, por lo que tenemos que concentrarnos en salvar la vida de LG, esta es la verdadera prioridad, VAMOS MUEVANCE!!! termino con un grito mientras desesperado atiendo las heridas de amo del castillo, con mi vara en ristre comienzo a atender las heridas mas graves del cuerpo casi sin vida que tenia justo frente a mi

Al ver al mago abalanzarse sobre su señor, a Parsafal le entra el pánico sin saber que hacer. Hace lo único que se le ocurre.

-¡Aléjate de él, no lo toques!-

Son sus únicas palabras, pero el mago no ahce caso y tras colocar su palma sobre el rostro de su señor, esta empieza a emitir una blanquecina luz que ilumina el rostro del moribundo Lord Griffon.

-¡Quieto o doy la orden de disparar!- Su voz parece quebrarse –¿No me has oído?-

Por alguna razón, se ve incapaz de dar la orden de fuego y lleno de rabia y desesperación se abalanza sobre el mago, le toma de la túnica y lo empuja hacia atrás. Entonces se arrodilla ante su señor y lo toma entre sus brazos.

-Mi Lord, por favor, digame algo-

A pesar de intentar dar autoridad a sus palabras, esas parecen atragantarse antes de salir. Lord Griffon no parece reaccionar.

-Mi señor, os he fallado.-