Partida Rol por web

Aquelarre: La leyenda de los Maldonado

Escena de juego. Un viaje más allá del Reino

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02/03/2018, 17:27
Hernando de Castro

Preferiría que me acompañarais todo el día en vez de solo hasta la caída del sol, pardiez. Pero está claro que no os obligaré a hacer nada que no deseéis.

Si me acompañáis solo hasta que caiga el Sol por el horizonte, os pagaré entonces lo que pesan cinco jornadas en vez de siete.

Esto también sirve para los demás -dijo señalando a los otros varones de ese diminuto villorrio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No es un tipo muy empático jeje. ¿Será por la maza que lleva?

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03/03/2018, 10:25
Lugareño

Lo siento señor, tan sólo hasta la caída de la tarde -reafirmó el aldeano-. Y que en éstas que no tuviste más a bien que aceptar aquello que el tipo decía como condición. Y el resto no dijo nada, aunque el más bien avenido parecía ser el leñador, y por ello no te lamentaste. Media hora después el tipo tenía preparada su burra a la que llamaba Mina, y ambos ya, pertrechados con agua clara de un arroyo cercano, os encaminásteis en dirección de los huidos. Comiste algo al mediodía encima de tu caballo, sin siquiera bajarte de él para no perder tiempo. En breves minutos dejásteis las tres casuchas y os internásteis en las estribaciones hurdanas casi infranqueables.

Por cierto, mi nombre es Manuel. ¿De Cáceres decís que viene, vos? ¿Y qué relación tiene vos con los que busca, si puedo preguntar? Espero que los encontremos cuanto antes y podamos volver. No es seguro viajar de noche por aquestos montes... -decía mientras miraba con cuidado para que su montura no pisara ninguna peña, rama o agujero-. Y entonces te diste cuenta de que atravesábais un bosque.

Notas de juego

Andáis en paralelo, despacio, montados cada uno en las bestias.

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05/03/2018, 11:38
Hernando de Castro

Muchas preguntas hacéis Manuel, y demasiadas respuestas os he dado ya.

Esa pareja me acompañaba en mi viaje hacia el norte, y en mala hora decidieron separarse de mi camino mediante la traición.

Cosas de amores de juventud, supongo en el caso del chico, pero ahora esto ya da igual. Han asesinado a dos compañeros suyos y esto no tiene perdón en los reinos cristianos.

Hernando hablaba serio, sin prestarle tampoco demasiada atención a Manuel. El soldado montaba concentrado en la senda -cada vez más cerrada-, y procurando de no hacer pisar a su caballo por lugares de mal pasar.

Y ahora lleva tu burra unos metros más lejos de mí. No sirve de nada que haya cuatro ojos si todos están en el mismo lugar.

Notas de juego

Continúo cabalgando atento a mi alrededor, buscando cualquier rastro de pisadas, humo, o comida.

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05/03/2018, 22:44
Director

El tipo bajó la cabeza, algo cohibido por su afán de preguntar. Lo cierto es que poca o ninguna noticia dábase de los rincones del reino más allá de las montañas, y todos en aquella comunidad eran, por tanto, curiosos por defecto. Manuel carraspeó un poco, pero enseguida se presignó dadas las infamias que habían salido de tu boca, pues aquel acto de rebeldía y abandono no era propia de los hombres y mujeres de bien. Momentos después el leñador tiró de los aparejos de correa de la burra e hizo que ésta avanzara en vanguardia, detrás de tí. Ibas en cabeza, aunque si Manuel no te decía nada, el camino estimado era seguir la única vereda que había en aquel tramo de estribaciones...

Tras una hora de marcha parásteis a merendar algo de queso, pan y tomar agua de un arroyo cercano. Había una antigua acequia que la naturaleza se había encargado de moldear con el correr del agua a su antojo. Aquel claro era un lugar bonito, pero frío, en la solana de la montaña, y no era conveniente detenerse mucho allí. Finalmente, pese a que no oíste más que el ruido de los pájaros en aquellos parajes, llegaste a vislumbrar unas huellas en otro claro descendente, y luego una prenda blanca a unas cincuenta varas. Tras dirigiros allí, vístes que era un fajín, y que era de encaje. Tus largos años en los palacios cacereños te habían hecho saber que aquella era una prenda de mujer, y dudabas que algún habitante de la zona (de los que Manuel aseguró que ellos eran los únicos) tuviera en su poder. Además, lo que heló tu alma era que el fajín, como de color parduzco y claro (como de seda), estaba manchado de sangre y medio húmedo por el barro... Íbais en el buen camino.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Te permito, con tu próximo post, otra tirada de Escuchar.

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06/03/2018, 12:00
Hernando de Castro

¿Era eso sangre? El soldado estaba realmente preocupado.

Hasta ahora no había temido por la reacción de Don Hernán ante todo aquello que estaba sucediendo. El soldado tenía claro de que en algún momento lograría capturar a esa mujercita, y que entonces la lograría encerrar en las Dueñas. Ya sería luego su señor padre quién juzgara las acciones de Milagros, confinándola con mayor o menor severidad dentro de esos muros.

Pero si la mujer se encontraba herida, eso ya era otro cantar. Entonces sí que podría tener problemas él mismo.

“¡Diantres! -pensó malhumorado y preocupado a la vez- ¡Solo traen que problemas, las mozas!”

La mujer de Manuel decíase que había visto a Julián solo, buscándola a ella. ¿Acaso lo había traicionado también Milagros a él? ¿Acaso el joven muchacho se había arrepentido de su loca huida y ahora era ella la que había huido de él?

La situación se complicaba por momentos, pero por suerte Hernando estaba convencido de que ya se estaban acercando a sus fugitivos. Pronto podría esclarecer este entuerto y disponer para cada uno lo que se merecía.

-Manuel, esos dos no pueden andar muy lejos. Estate bien atento, y a cualquier señal de su presencia me llamas como alma que lleva del Diablo. ¿Entendido?

Vamos, presiento de que pronto van a suceder cosas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tocará dar algunas vueltas más, parece ser!

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06/03/2018, 22:24
Lugareño

Manuel asintió, sin atreverse a rechisarte. Se había dado cuenta de que habías encontrado una pista para tu búsqueda, y entonces quedó más atento al camino incluso que al principio. Sin embargo, tras dar un rodeo por aquel monte, nada encontrásteis aparte de alguna casa abandonada, y los restos de una acequia de antaño, junto a otro riachuelo. El sol poco a poco descendía, y finalmente, mientas ascendíais un repecho entre matorral bajo y roble, Manuel detuvo su pollino.

Mila no puede más, está extenuada, y además la tarde está cayendo -entonces se bajó del animal, y siguió hablándote-. Como ya le dije, señor Hernando -dijo entonces-. He de volver. Es tarde y mañana mi mujer e hij... ¡¡¡AAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHH!!!

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06/03/2018, 22:26
Director

Mientras mirabas a Manuel tu cuerpo se estremeció, puesto que tus ojos vieron lo impensable.

Una gran zarpa como humana había atravesado la espalda del orondo aldeano y había salido por delante, por su pecho, bañada en sangre y vísceras. No te habías dado cuenta de que había alguien detrás de Manuel hasta ese preciso momento, el cual fue el de su muerte. Una bestia de enormes proporciones, con cabeza de y patas de chivo y un torso humano realmente velludo apareció mientras el ahora cadáver de Manuel caía al suelo del bosque. Entonces la bestia se te quedó mirando con la ensangrentada extremidad. Te sentiste como una presa delante de un depredador, el cual parecía tenerte en su terreno. Tu mente se nubló unos instantes* y tu cuerpo pareció desfallecer, pero aguantaste la terrible visión...

Notas de juego

* Haz una tirada de IRR. Si no la superas, lanza 1d10 y será lo que ganes en IRR y pierdas en RAC.

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06/03/2018, 22:27
Ser

La criatura corrió hacia tí mientras bramía feroz mente, mientras tú aún seguías sobre el caballo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Iniciativas:

-Tú --> declara dos acciones o una extendida. Recuerda que estás sobre caballo y aplicaremos las reglas sobre monturas.
-Criatura --> La criatura se acerca y te ataca con sus zarpas.

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07/03/2018, 18:20
Hernando de Castro

Manuel cayó al suelo con la mirada aterrorizada. Su cuerpo flácido se revolcó suavemente entre las hojas, quedando su oronda figura mirando hacia el cielo.

Por alguna extraña jugarreta de la mente, Hernando revivió en esos momentos la muerte de sus hermanos. Dos murieron sin tan siquiera darse cuenta él, pero Jaime, el pequeño, todavía estaba vivo cuando Hernando subió herido a su caballo para tratar de huir de esa carnicería.

Sabía que no tenía posibilidad ninguna de haberlo salvado, pues los bandidos eran demasiados, pero al soldado siempre le acompañaría la última mirada que se cruzó con Jaime.

Él estaba echado al suelo contra una roca, con una lanza clavada en el estómago y con el brazo izquierdo inerte en su costado. Apenas podía sostener su espada justo antes de que tres hombres se abalanzasen sobre él.

Hernando pudo cruzar una fugaz mirada con su hermano antes de que este se perdiese en una maraña de sangre y de armas que subían y bajaban.

Terror. Súplica. Pavor. Eso fue lo último que pudo ver en los ojos de su hermano.

De repente Hernando volvió a sentir más fuerte que nunca la herida de su pierna, la herida que se hizo en ese desgraciado combate.

El dolor de la pierna de devolvió a la realidad, viendo asustado como esa bestia del demonio empezaba a correr hacia él.

¡AAARRRGGHH! -gritó mientras levantaba la maza y espoleaba su caballo con las rodillas.

- Tiradas (6)

Notas de juego

A ver, varias cosas sobre las tiradas.

Después de ganar +10 a IRR, no se si puedo atacar o me quedo congelado de miedo. Yo, por si acaso podemos avanzar, he hecho ya varias tiradas.

He puesto un +25 al ataque por estar sobre el caballo.

Mi intención, si es posible, es hacer una Carga a caballo.

Si esto no es posible, pues haría un Ataque Recio, y si esto tampoco fuera posible, pues haría un ataque Normal.

Ahora veo que con un 100% de base, podría haber arriesgado y apuntar un poco a alguna localización, pero bueno, para ser el primer turno ya está bien.

Vaya tiradas más radicales, por cierto.

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07/03/2018, 22:01
Director

Con el recuerdo de tu hermano aún en tu mente, espoleaste a tu caballo con gracilidad, entereza y firmeza, y bien por seguro que fuera aquello peor que si azogue en sus oídos cayera; que el caballo se encabritó y trotó raudo hacia delante, mientras tu subías tu maza con tu mano dispuesto a derribar a aquel ser del demonio. En medio de la estribación uno corría contra el otro, con la cuesta en pendiente como testigo y la arboleda de roble y otra flora baja como escenario del terrible encuentro. El rugido de su voz interior y pasos se mezclaba con el fulgurante grito salido de tu garganta. Duelo de titanes: el demonio contra el hombre.

Daño a Criatura: 13 (x2 por carga) (-1 por pelaje) (/2 por brazo): 13 puntos de daño.

El impacto de la maza sobre el brazo de la criatura fue brutal, pues le hendiste la maza bajo el hombro, y el ser gritó de dolor mientras sentías cómo le estabas desgarrando huesos, carne y cabellos... Comenzó a sangrar súbitamente, y tu caballo se asustó por el impacto, pero enseguida lo hiciste girar para seguir atacándola, aunque ésta no dudó en devolverte un zarpazo descomunal, el cual cortó al aire, sin llegar a rozarte.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Veamos, te cuento:

Tienes +25% por luchar sobre caballo, pero ello no se suma tal cual al % de arma que uses. Es ahora cuando entra en juego tu porcentaje en cabalgar. Si luchas sobre caballo y tu porcentaje de arma supera al de cabalgar, tan sólo atacarías con el % de cabalgar. Por ejemplo, en tu caso tienes 55 en cabalgar y 75 en mazas. En este caso sólo atacas sobre tu caballo con un 55% en mazas (aunque con ese +25% sobre caballo); lo cual hace un total de 80% (no del 100%).

En cuanto a tu tirada de IRR, ganas 10 pero no te quedas "congelado". Has tolerado esa gran visión y ello cambiará el modo de ver a tu pj el mundo irracional...pero ahora puedes atacarle ;)

En cuanto a las mazas. El manual dice que las mazas tienen -5 puntos a las iniciativas. No me he dado cuenta descontártelo (y no te voy a hacer repetir tan buenas tiradas de ataque), pero a partir de ahora sí (asique ten en cuenta ésto).

Otra nota, tras la embestida ha hecho que os acerquéis y te impida hacer otra (pues se necesitan 20 varas).

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07/03/2018, 22:15
Ser

¡¡¡AAAGHHH!!! -gritaba el ser de los avernos hurdanos-.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Comienza el turno 2:

Iniciativas:

-Tú --> declara dos acciones o una extendida. Recuerda que estás sobre caballo y aplicaremos las reglas sobre monturas.
-Criatura --> La criatura te ataca con sus zarpas y guarda una esquiva por si le atacas.

Estados:

-Tú: Ileso.
-Criatura: -13 pv.

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08/03/2018, 16:25
Hernando de Castro

La mente de Hernando era ahora totalmente clarividente.

¡Un monstruo! ¡Una bestia salida de la peor de las pesadillas!

Pero no. Eso no había surgido de ninguna pesadilla febril, esa bestia era tan real y terrenal como él mismo o el pobre Manuel.

El soldado comprendió de sopetón que esas cosas compartían su mundo con él y con la gente a la que él amaba.

De repente se acordó de Milagros y del fajín ensangrentado.

“Oh, Dios. Por favor Señor, no hagas que mis pensamientos se hagan realidad. ¡Ella no!”

Hernando levantó su maza otra vez. Sabía que era un arma potente, que era capaz de someter a cualquier enemigo tras unos golpes certeros, así que no le dio tregua a la bestia.

“¿Podré continuar viviendo en este mundo si logro sobrevivir hoy? ¿Podré dormir nunca más después de haber mirado de frente al Demonio?”

El soldado luchaba porque su entrenamiento se lo permitía hacer. La inercia del guerrero le permitía moverse, golpear y defenderse sin tener que pensar en ello. De lo contrario, no habría podido ni levantar un solo músculo. Por dentro estaba roto.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Reconozco que hacía días que me había olvidado de la parte fantástica de este juego. Ya pensaba solo en Milagros, en el convento y en Hernán.

Este giro ha sido brutal. ¡Bravo!

Mi acción si no hay inconveniente:

Ataque Recio. Ahora quiero intentar ganar por KO, es decir, hacerle el máximo daño posible en los primeros turnos. Entiendo que el ataque Recio tiene alguna ventaja a la hora de causar más daño.

Pero si ello no fuera posible por cualquier motivo, entonces haría:

Ataque normal + guardándome una parada.

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10/03/2018, 00:41
Director

Notas de juego

Una cosa: el ataque recio hace que estés preparando el ataque todo el turno (pero atacarías en el siguiente y en éste no podrías defenderte de un posible ataque).

Por otro lado, el ataque recio cuenta con subidas en los bonus al daño (de la tabla de bonus al daño). Por cada subida de bonus tu % se reduce un 25%. (por ejemplo de un bonus de 1d4 a 1d6, o a 2d6, etc.

Asique confírmame que usas este movimiento y, si es así, cuantas subidas realizas. (Si lo haces, tu última tirada no valdría)

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10/03/2018, 09:59
Director

Tras girarte tras el primer embiste, volviste a alancear tu maza y la llevaste con fuerza contra el cuerpo de la criatura. El ser no era de este mundo, eso era sumamente claro, pero no podías encajar esa afrenta hecha a tu sirviente y ahora a tí. Notabas que estaba realmente débil, y el sangrado de su brazo era cada vez mayor... Un grito de esfuerzo salió de tu garganta antes de impactar contra aquel demonio, provocado ahora en el pecho.

Daño: 9 (-1 por pelaje): 8 puntos de daño.

La criatura, que abultaba bastante más que tú, fue lanzada hacia atrás por el golpeo, y notaste cómo sus huesos internos a la altura del pecho crujían y se debilitaban en una terrible melodía de resquebraje... Un grito ahogado de la misma fue el preludio a que su ahora inconsciente cuerpo cayera desplomado hacia atrás como un peso muerto... Un segundo después quedó alli tumbada, a tu completa merced y sangrando también a la altura del pecho.

Fue entonces cuando, aún mirando sobre tu caballo a la criatura, escuchaste unos gritos de auxilio no muy lejos de ahí. No lograbas discernir de quién, sino que andaban no muy lejos, monte abajo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nota: Tras la tirada de Esquivar del Ser se aplica lo siguiente: "Defenderse de un ataque desde una posición inferior (atacante a caballo, hemos caído..-). -25% a la defensa". Asique por eso no logra esquivar.

Fin del combate. Has colocado a la criatura en puntos de vida negativos. Morirá en un pequeño rato. Está a tu merced.

Una cosa: lanza 1d10. El resultado será los puntos de RAC que ganas por ser partícipe de la eliminación de una criatura irracional por métodos mundanos (como las armas).

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12/03/2018, 10:26
Hernando de Castro

El soldado se encontraba de pie junto a la peluda criatura. Extrañamente le dolía la pierna a pesar de no haber recibido golpe alguno.

Hernando tenía la maza levantada sobre su cabeza, bien agarrada con las dos manos para dejarla caer sobre la cabeza cornuda de esa cabra del Demonio.

El arma empezó a caer cuando de repente el soldado interrumpió su golpe.

¿Milagros?

¡Milagros! -gritó a pleno pulmón.

Sin pensárselo ni un segundo, el cacereño volvió a subir sobre su montura, y con órdenes rápidas y fuertes puso a ésta en marcha hacia el origen de esos gritos, dejando atrás a la Bestia.

Un soldado de Don Hernán Pérez cumplía siempre primero sus órdenes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Fiuuuu…. de la que me he salvado. Menos mal de las buenas tiradas.

RAC modificado en la ficha.

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14/03/2018, 00:34
Director

Bajaste aquella hondonada que en principio no era de difícil descenso. Tu caballo era espoleado por tus botas y azotado por las riendas, con una indudable presteza. En la parte más baja de aquella hondonada se concentraban ramajes y un arroyo con un cauce muy pequeño, tanto que a pesar de que corría el agua no se veía desde más arriba. Tras seguirlo, volviste a oir unas voces, y te guiaste por la intuicion para llegar hasta su procedencia. Allí, subiendo el descenso del arroyo, encontraste en una de las orillas lo que venía siendo la entrada de una cueva (que cualquier diría que fuera su dintel repasado y pulido, listo para ser la vivienda de un mal demonio...).

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14/03/2018, 16:12
Hernando de Castro

El soldado bajó del caballo aun cuando este aun estaba parando su marcha. Miró a sus alrededores, pero no le pareció ver nada ni a nadie.

¡Milagros! ¿Julián? ¿Sois vosotros?

Había un indudable tono de preocupación en sus palabras.

¡Aguantad, ya estoy aquí!

Hernando se puso cuerpo a tierra enfrente de la cueva, tratando de vislumbrar algo allí dentro. Un escalofrío le rondó el cuerpo cuando vio el liso contorno del agujero, fruto sin duda de algún tipo de intuición o voluntad pensante.

El sitio estaba endemoniadamente oscuro, así que Hernando no se lo pensó dos veces y empezó a gatear hacia dentro.

Esperaba que ese monstruo fuera el único en su especie y que no tuviera nada parecido a un clan o una manada.

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14/03/2018, 16:35
Director

Tras bajar del caballo, acceder casi a gatas a la cueva (determinaste que estando de rodillas era más que suficiente) pudiste ponerte de nuevo de pie: el interior era bastante amplio como para estar estirado. Cuando encendiste una de las antorcha frotando la yesca con el pedernal aquella cueva se iluminó. En cuanto la luz del fuego alumbró la estancia interior te diste cuenta de que ese lugar era un abrigo natural bastante bueno. Pensaste que era la guarida de un bandido. Tu mano se fue al mango de tu maza, pero entonces volviste a escuchar un grito.

¡¡AYUDAAA!!

Era su voz. Su iconfundible voz. La habías escuchado desde hacía años. No muy lejos de allí, Milagros pedía socorro a quien quiera que acabara de acceder a esa gruta. Miraste al frente y viste y que en la pared del fondo un pasillo debía conducir cada vez más profundo en la montaña. Pero lo que más te sorprendió fue el suelo en el que pisabas: un conjunto casi homogéneo de huesos y cráneos repartidos por doquier. Aquello parecía una especie de fosa y a cada paso que dabas las suelas de tus botas crujían sobre los huesos.

¡¡AYUDAAA!! -repitió Milagros desde alguna estancia interior y profunda de la cueva-.

Notas de juego

Haz si quieres una tirada de Descubrir (PER). Dificultad -25 por oscuridad.

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14/03/2018, 17:06
Hernando de Castro

Hernando estaba agachado, con la antorcha a ras de suelo para poder contemplar en todo su horror esa grotesca colección de calaveras, costillas y escápulas que alfombraban el suelo de la cueva.

Eso era un festín de muerte y de crueldad tan solo concebible en la mente del más retorcido de todos los seres. ¡Estaba en el infierno en la Tierra!

El soldado se levantó hastiado, incapaz de observar eso durante un segundo más. De repente Milagros le volvió a llamar, agonizante. Esta vez no había duda alguna de que se trataba de la delicada hija de su Señor y patrón.

¡Milagros, soy Hernando! ¡Ya estoy aquí!

El hombre avanzó unos pasos, sosteniendo en la mano izquierda el fuego y en la derecha la maza. A pesar de ponerle toda su atención no vio nada en ese húmedo túnel.

Cerró los ojos, acostumbrado como estaba a fiarse más de su oído que de sus ojos, pero los ecos del lugar eran traicioneros, y no pudo decidir de dónde provenían los gritos.

Frustrado por el sufrimiento que sin duda estaba sintiendo Milagros, continuó avanzando hacia delante.

- Tiradas (2)
Cargando editor
14/03/2018, 21:27
Director

No viste nada más allá de lo que tus pasos alumbraban. Calaveras a tu izquierda y derecha acompañaban tu avance; húmeros entre las rocas y falanges completas en otro lado; aquello era una fosa en toda regla, cuyas víctimas habían perecido hacía años. Ante tu grito hacia Milagros oíste una respuesta; tu nombre fue gritado por Milagros, que, a cada paso que dabas, conseguías acercarte más y más a ella. Aquel angosto pasillo natural era cada vez más terrorífico, pues notabas más hedor cada vez que profundizabas...

Finalmente, tras unos segundos, observarte que el pasillo se ensanchaba y podías ver finalmente el final del recorrido: una gran sala bastante circular, con algunas perforaciones aquí y allá,pero con una forma uniforme; sin duda que, de no ser por aquellos quintales de huesos, podría ser una guarida de bandidos perfecta. Levantaste el brazo, alumbraste la sala y víste que unos ojos brillaban en el fondo: la figura de milagros aguardaba de pie, con los brazos en altos y unidos por las muñecas, y éstas a su vez engrilletadas a la pared. Los tobillos estaban recluidos de igual manera. No quedaba prenda alguna de ella, y le viste todas las vergüenzas (aunque lo que menos anduvísteis sopesando era tal aquello, amén de tu rabia interior por aquella vil infamia).