Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad 6: Almas Primitivas (Preludio)

[PRELUDIO-LIZZY, DHARA Y THOMAS] Parte-2: Quejío de Gato

Cargando editor
11/12/2020, 12:10
Eidamar

Me quedo en el umbral de la puerta. Observando la escena en silencio. Thomas estaba haciendo lo que se esperaba de él. Registrar la habitación. Sin embargo, -Antes de venir hice mis indagaciones. Sé que fue usted, señor Harwood, quien causó que se reabriera esta investigación diciendo dónde encontrar a Locligan. Veo que no solo sabía dónde estaba su habitación sino que se desenvuelve por esta casa como si hubiera vivido en ella.- Las muchas habitaciones me habrían hecho dudar del camino a tomar. Pese a que me hubieran indicado que Locligan se encontraba en la última planta sería difícil recorrer los pasillos con la seguridad con la que él lo ha hecho ahora. Sabe a dónde quiero llegar y guardo unos segundos de silencio. -Lo encontraré cueste lo que cueste y ejerceré el Juicio de la Verdad sobre él en cuanto lo vea- deslizo la mirada por los presentes. Carecía de sentido estar allí. Entendí que me encontraba en minoría. No me fiaba de Davis y esa desconfianza salpicó a su hijo.

Miré a Davis, luego a su hijo, después a él de nuevo. Dejé en el aire la evidencia de que su hijo estaba bajo mi tutela. Esperaba que no me obligaran a demostrar una vez más por qué me consideran el más severo de los Guardianes. -Davis, saca todo lo que puedas de este lugar. Te espero en la Casa de la Verdad- Tras ello, giré lentamente y salí de la estancia, bajé las escaleras y salí de la posada.

Cargando editor
11/12/2020, 12:17
†Davis Harwood†

Exhalé una bocanada de aire contenido. Con todo, miré a Thomas y a Dhara. -Siento haberos metido en esto- dije a la mujer con sinceridad -No os lo merecéis. Atacaron a mi esposa ¿la recuerdas? Necesitaba salir de la ciudad y usé mi influencia para que la familia siguiera junta. Eso supuso dar a Los Guardianes de la Verdad una excusa lo suficientemente fuerte como para traer a mi hijo aquí.- Miré por el pasillo para comprobar que el Guardián había salido.

-El hijo de Eidamar prometió atrapar a Locligan- les expliqué -lo acusaba de ser un mago, como los de antaño. La investigación de su hijo fue muy buena. Obtuvo grandes felicitaciones y galardones hasta que, según informes que he podido leer en la Casa de la Verdad de la ciudad Tres Verdades del Rey, Locligan lo mató.-

Revelé aquello dando a entender que no creía que el bueno de Locligan hubiera cometido semejante atrocidad. Asesinar era obrar con una maldad impropia que no estaba entre los defectos de Loc.

-No creo que lo matara.- Explico con sinceridad -Creo que Los Guardianes de la Verdad quieren a Locligan muerto por algo que desconozco y eligieron motivar a Eidamar de la peor manera posible. Diciéndole que su hijo fue víctima de un hechizo realizado por Locligan- 

Retiré la cama y señalé una mancha ennegrecida en el suelo de la habitación -Lo encontraron aquí con su propia espada atravesándole la garganta. Le había cercenado las cervicales. Sólo los tendones evitaron la decapitación. El informe dice algo tan increíble... "Locligan lo hechizó e hizo que él mismo se matara".- Dejé la cama en su lugar y me dirigí a Dhara -Veo que ya conoces a mi hijo- sonreí quitando hierro al asunto mientras poso una mano sobre el hombro de Thomas y vamos bajando al salón principal de la planta baja.

Cargando editor
11/12/2020, 12:55
[Narrador]

Dhara y Thomas regresan al salón acompañados por el diplomático Davis Harwood. En él reina un silencio extraño. Dhara pasa por detrás de Júdor (el posadero) y se queda tras la barra. Paralelamente, Thomas y Davis la acompañan pasando por detrás de los que se sientan en los taburetes.

El juglar Siverius Van Valettrendicius tiene delante un buen trozo de tarta. Junto a él está sentada una joven morena de ojos rojos. Thomas y Davis se sientan en las butacas que hay a continuación.

Cargando editor
11/12/2020, 12:58
[Narrador]

Os quedáis mirando. Lizzy cree que no ha visto antes a Dhara. Dhara tiene la seguridad de que jamás había visto a Lizzy. Sin embargo, ambas tenéis la vaga sensación de que os conocéis.

Cargando editor
11/12/2020, 13:00
†Davis Harwood†

-¿Tienes café?- pregunto a Dhara. Ésta asiente. -Ponme uno. Necesito despejarme.- Comento sentado junto a mi hijo. -Buenos días, Júdor. Disculpa, no te he dicho nada.- El posadero me devuelve el saludo pero me doy cuenta de que parte del silencio incómodo que nos rodea es provocado por mí. Me giro en la butaca -Tranquilos. Eidamar no sospecha nada por ahora. Él es mi hijo- comento presentándolo. Como si aquello asegurara algo. Ellos intercambian miradas mientras yo me pregunto cómo he planificado tan mal la situación. Debía deshacer lo que había provocado cuando sentí que mi familia corría peligro. -Qué idiota- comenzaba a pensar que había intercambiado al enemigo del Oeste por otro perteneciente a La Orden de la Verdad. -Ya se me ocurrirá cómo solucionarlo- sentencié más para mí que para los presentes.

Cargando editor
12/12/2020, 04:19
Lizzy Rai

Al rato de bajar e irse de la taberna Eidamar, por las mismas escaleras bajó Lord Harwood junto a otras dos personas. Una de ellas al parecer trabajaba ahí, ya que quedó por detrás de la barra en el lado del servicio. Mientras que Harwood y su acompañante se sentaron al lado de Lizzy. Ésta aprovechó el momento en que Harwood saludó al tabernero para saludarle a él. "Uy. ¡Buenos días, Lord Harwood!" saludó en tono casual y despreocupado. Cuando éste presentó a su hijo ella le saludó con un leve gesto de cabeza. Le habían hablado de Thomas Harwood, aunque no estaba segura de si a Thomas Harwood le habrían hablado de ella. En cualquier caso, lo que fuera que iban a conversar... Alissa (Lizzy), tenía mucho interés en escucharlo. Quería sólo haber saludado y seguido a lo suyo (y escuchar, sobretodo) pero sus planes de 'pasar desapercibida' quedaron algo anulados cuando se quedó varios segundos de más mirando a la otra acompañante de Lord Harwood, la mujer que había quedado en la otra parte de la barra.

El tatuaje que tenía fue lo primero que me llamó la atención, incluso antes del pañuelo que le tapaba la cara o esas argollas doradas que colgaban de sus orejas. Una serpiente muy bien dibujada, que siseaba por su cuello hasta incluso parte del rostro. ¿Por qué? ¿Por qué esa sensación? Fue como si la conociera de antes. ¿Recuerdos olvidados en mi memoria, o... memorias por recordar? Como con la tarta del hombre sentado a mi izquierda, me había quedado demasiado tiempo mirándola a ella. Me devolvió la mirada. Su único ojo visible parecía como si estuviera analizándome con igual o tal vez incluso mayor intensidad que yo a ella. Rompí aquel silencio incómodo con una pregunta que esperaba arrojaría algo de luz en lo que sentía:

"Umm... disculpe. Perdone si resulto abrupta pero... ¿la conozco de algo? Quiero decir... ¿nos hemos visto antes en algún lugar?"

Cargando editor
17/12/2020, 10:00
Dhara Cuervonegro

Sonreí a Lord Harwood de nuevo tras la barra -Tengo- dije a su petición de café. Cogí el depósito del molinillo y me afané en preparar la cafetera con generosa cantidad de agua y la cantidad proporcional de café sobre el filtro. Todo el que quiera tendrá su café, además su fragancia se extenderá por la habitación.

Cogí con la pala brasas de la chimenea y las dispuse en el hogar. Añadí tres carbones, la rejilla y finalmente la cafetera. Cuando me giré vi a la muchacha que había saludado al diplomático y mi corazón dio un vuelco. Entreabrí la boca. Quieta en el lugar donde estaba atraje su atención. Quizá fuera por mi estado o quizá porque ella sintió lo mismo. -Estoy tan segura de que no te había visto antes como de que te conozco de algo- añadí acercándome a ella.

Hice rápidamente cálculos en mi cabeza. Yo tengo 4 o 5 años más que el hijo Harwood y creo que tendré unos 6 o 7 años más que ella. Miré a Thomas y la volví a mirar a ella -Estoy segura que este misterio se merece una conversación con tranquilidad junto al fuego.- Pero aunque me apetece tener esa charla con la joven, tenía delante al diplomático y a su hijo -Pero ahora nos acompañan Lord Harwood al que ya conoces y su hijo, Thomas Harwood que es el aprendiz a Guardián de la Verdad del peligroso Eidamar.- Comento a modo de presentación para Lizzy. Sin saber por qué, aquella desconocida ya me había caído bien, noté cierta conexión con ella como me ocurrió cuando conocí a Locligan y, de alguna manera, hace unos minutos cuando he conocido a Thomas y recordado nuestra turbulenta historia.

-Thomas Harwood está aquí como investigador oficial para localizar a Locligan de Iluf que fue huesped nuestro.- Más que eso diría yo. Es un amigo. Miro a Lord Harwood -Eidamar culpa a Locligan de la muerte de su hijo. De ahí mi calificativo de peligroso. No veo a Loc capaz de matar a nadie.-

Cargando editor
17/12/2020, 12:59
Thomas Harwood

Me quedé sorprendido cuando Davis apareció de repente. No le esperaba. Se notó en mi rostro y apenas fui capaz de fingir que no me afectaba antes de que Eidamar también hiciera acto de presencia. ¿Qué estaba pasando? Tenía tantas dudas sobre aquello, y la presencia de mi padre no ayudaba a que me centrara. Lo que era peor, también alertaba a mi maestro. Aquél descuido había puesto al avezado Guardián en tensión, lo notaba, y ahora ya era tarde. Sabía que había perdido parte de su confianza, si es que me la había ganado alguna vez, lo veía en sus ojos. Tuve que contenerme para no decir algo que hubiera empeorado la situación con total seguridad, aguanté a que se dio la vuelta y se marcó. Entonces suspiré.

¿Qué haces aquí? —inquirí, tal vez un poco brusco a causa de la tensión que se había acumulado.

No tardó en responder y, mientras lo hacía, negué lentamente. ¿Por qué no lo había dicho? Me había metido en aquello sin saber absolutamente nada y arriesgándome mucho. Entendía que era una situación complicada, en la que muchos factores pendían de un hilo y podía correr la sangre por demasiados frentes si se cometía un desliz, pero no haberme informado había sido un error que podía haber ido muy mal. Si me hubiera pillado charlando por lo bajo con Dhara, todo se habría ido al traste. Maldita sea, esto es grave, Eidamar no parará y no puedo permitir que sea mi familia la que pague. Sabía que debía mucho a Locligan, pero si tenía que elegir entre él y los míos, bueno, permitiría que aquél hombre acabara en manos de los Guardianes sin dudarlo ni un momento. Llegado el caso, tendría que hacerlo. Además, yo no le conocía, y aunque por respeto le tendría por inocente hasta poder demostrar lo contrario, yo no estaba tan convencido de que no fuera el responsable del asesinato. Mantendría la mente abierta a todas las posibilidades e investigaría desde ahí.

Antes de bajar, recogí los papeles, que más tarde leería con más atención —no importaba si Loc sabía que había estado allí, se lo dirían igualmente—, y bajé con los demás al gran salón. Allí, aparte de a quien ya había visto antes, había aparecido otra mujer. Ojos rojos. Curioso y poco habitual.

Antes de poder presentarme a la nueva, mi padre habló; sus palabras que me hicieron fruncir el ceño. Dijera lo que dijera esa gente no confiaría en mi mientras fuera un Guardián, por mucho que fuera una Harwood. Y en verdad hacían bien, pues ni yo tenía muy claro que debía hacer. ¿Solucionarlo? Era un poco tarde para eso. Aún así no respondí y dejé que hablaran los demás primero. Yo me sentía... Incómodo. Aún con esas, no me quedaba más remedio que participar de la situación.

Me temo que estoy en desventaja. Todos aquí parecéis conocer a mi padre, entre vosotros y a Loc. Yo... Yo empiezo a dudar incluso de lo primero; carraspeé—. Agradecería que me contaseis un poco más sobre a quien buscamos Eidamar y yo. Si puedo ayudar, lo haré. —Por último miré a Lizzy—. Disculpa, ¿vos sois?

Cargando editor
18/12/2020, 10:07
†Davis Harwood†

Posé una mano sobre el hombro de mi hijo -Ella es la aprendiza de Gang. Lizzy Rai es su nombre- dije sonriendo -Los encontré de camino a Nana de Jubón- expliqué un poco confuso. Supuse que ellos ya se habrían conocido y que sabrían que también estaban aquí.

Intercambié una mirada con los que mi hijo comentó que conocíamos a Loc y asentí -Loc es un hombre de mundo. Un señor excéntrico que hace cosas inexplicables a veces sin motivo. Para sacar a tu madre tuve que convencer a un joven cadete de la guardia del Imperio del Este. Raderick era su nombre. El joven acababa de ingresar y no quería abandonar su puesto ni dejar de informar sobre todo lo que viera. Loc apareció de entre las sombras y le bastó unas palabras palabras para hacer que se fuera. Luego me ayudó... nos ayudó- añadí mirando a Dhara -a salir del Imperio del Oeste. Desde entonces ha estado presente en nuestras vidas de forma intermitente.- 

Guardé silencio y miré a Lizzy Rai -Si Gang y tú no habéis venido con Eidamar y Thomas. ¿Qué haces aquí?- pregunté con creciente interés que, además, busqué sin éxito al corpulento guerrero por la estancia. Lizzy estaba sola.

Cargando editor
23/12/2020, 23:32
Lizzy Rai

Tan segura de que no la había visto antes, como que la conocía de algo. A cualquier persona aquella afirmación le sonaría cuanto menos enreversada. En lugar de eso, Lizzy sonrió de oreja a oreja. Pues aquella respuesta no había sido en absoluto confusa para ella: le había dicho justo lo que necesitaba saber. -¡Recuerdos por reencontrar! ¡Memorias por recordar!- pensaba exaltada la joven en su mente. Asintió cuando la mujer del ojo tapado le dijo que le encantaría hablar de ello con tranquilidad junto al fuego, y volvió a asentir cuando le dijo que aquello sería en otra ocasión, pues tenía ahora a otros invitados. "Sí, por supuesto, no quiero molestar demasiado..." sacó su cuaderno y lo medio apoyó en la barra, y con un carboncillo comenzó a esbozar un dibujo. A dibujarla a ella, a la mujer del rostro tapado cuyo nombre aún no sabía. ¡Oh, esto era genial! ¡En ningún momento habría esperado encontrar una pista tan pronto! ¿Pecaba por alegrarse, por celebrar? ¿Quizás no era todo más que una simple coincidencia confusa? ¿O tal vez sencillamente fuera un recuerdo olvidado de niña? ¡No! Era muy pronto para dudar, para buscar la respuesta más simple, ¡la más aburrida! Todavía quedaba lugar en el mundo para la magia, ¿verdad que sí?

Levantaba la cabeza del papel para mirar a los Harwood de cuando en cuando, especialmente cuando la hablaban a ella. Dio una reverencia ligera de cabeza en saludo respetuoso cuando Davis Harwood la presentó ante su hijo después de que éste mismo le preguntara quién era. "Thomas, ¿no? Gri-... Gong me habló de vos. Decía que sois un guerrero hábil y diestro." miró alrededor un segundo antes de continuar. "En alguna otra ocasión, cuando tengamos tiempo, me gustaría desafiaros a un duelo amistoso para comprobarlo. Pero en alguna otra ocasión, no os preocupéis." alzó las manos en gesto de quitarle importancia y volvió a sus dibujos. Intuía por las caras y el tono de la conversación entre Davis, Thomas y la mujer del tatuaje, que estaban tratando asuntos serios y no quería estorbar. El tema de la conversación parecía ser Locligan de Ilüf. "A ese yo lo conocía. Bueno, lo conocí solo un poquito... creo. De pequeña tenía problemas de memoria así que no me acuerdo muy bien... ¡pero tengo un retrato!" rebuscó en ese mismo cuaderno en el que estaba dibujando a Dhara hasta encontrar la página que buscaba. Se trataba de un rostro delgado y anciano, pero con ojos vivaces y una pipa. Bajo el dibujo había una serie de frases garabateadas, quizás apuntes que en su día Lizzy tomó de aquel hombre.

 
 "No tiene sentido. No tiene sentido. ¡No tiene sentido, no tiene sentido, no tiene sentido!"

Locligan de Ïluf. Me encontró antes que Gris.

"Es él ¿no? Lo dibujé como hace cinco años... tenía algo de tiempo libre así que esperaba reencontrarlo aquí hoy... y preguntarle si se acordaba de una niña de enormes y nerviosos ojos rojos, vestida con unos harapos blancos que le quedaban grandes..." carcajeó ligeramente, evidenciando que hablaba de ella misma. "Guardo muy pocos recuerdos de él... me suena que contaba cuentos a los niños en esta misma posada. No puedo decir que le conociera de verdad pero no recuerdo a un asesino, solo a un cuentacuentos entrañable." se encogió de hombros.

Notas de juego

Las imágenes son orientativas, no sé cuál es el 'avatar' de npc de Locligan XDDD Simplemente son imágenes que encontré que me parecían más se asemejaban a la descripción que me dio Trasgo en otro capítulo. ^^

Cargando editor
24/12/2020, 17:27
Dhara Cuervonegro

Quedá maravillada con la facilidad con la que la joven dibuja. Siguió en la conversación atenta al cuaderno y cuando mostró al viejo Loc abrí muchos los ojos, lo señalé sin que mi yema toque la hoja y miré a Thomas -Es él- la afirmación fue decidida y tenía el impulso de quien ve un retrato realizado con un parecido que traspasa los materiales con los que está realizado. Dejas de ver un dibujo y ves a la persona.

Así que todos buscan a Loc. Cada cual por sus motivos. No me extraña pero me preocupa. -Y, Lord Harwood. ¿Usted también lo busca o ha venido a prevenirnos?- pregunto enarcando una ceja.

Cargando editor
28/12/2020, 08:54
Thomas Harwood

Tuve suerte de no estar bebiendo o comiendo; de haberlo hecho, me habría atragantado. Diría, en verdad, que se estaban esforzando por que eso ocurriera. ¿La aprendiza de Gang? ¿Qué hacía ella allí? ¿Y por qué hablaban tan abiertamente delante suya? Era futura Guardiana, con la diferencia de que en este caso no tenía ninguna atadura que la hiciera mantener todo en secreto. Si en algún momento se iba de la lengua con su maestro, y este se lo contaba a Eidamar... Tragué saliva, consternado al pensar en lo que podría ocurrir en tal caso, si el furioso veterano conseguía pruebas de que estaba jugando a dos bandos o, peor, si empezaba a sospechar e investigaba lo suficiente para descubrir mis secretos.

El segundo jarro de agua fría cayó en cuanto la susodicha tomó la palabra. No me esperaba que la mujer conociera a Loc, pero lo que menos me imaginaba es que yo también. Cuando sacó los retratos que había hecho, ni siquiera pensé en lo bien que se le daba aquello, solo me quedé mirando fijamente el segundo de los dibujos, con la boca ligeramente entreabierta, incapaz de articular palabra, empalideciendo visiblemente y presa de un sudor frío. Por si fuera poco, Dhara confirmó mis sospechas señalando sin ninguna duda el mismo cuadro que me había alterado de tal forma.

Si, es él —dije, casi en un susurro apagado—. Lo conocí llegando a Tres Verdades del Rey, iba en el mismo carruaje que yo. Un hombre... —Desagradable. Demasiado vivaz para lo viejo que era, educado en apariencia pero algo irrespetuoso. Bromista, o burlón, dependiendo de por dónde se mire. Me echó el humo en la cara y me dijo que durmiera. Fue cuando tuve esos sueños; carraspeé, dándome cuenta de que había perdido el hilo de la conversación—. Extraño. —Mis labios se convirtieron en una fina línea mientras miraba a mi padre—. Se presentó, no me acordaba hasta ahora. ¿Fue a verte? La verdad es que no le vi salir, pero sin duda sabía que estabas allí. Le dije mi nombre y que iba a reencontrarme contigo, debió reconocerme, o a ti. —Demasiada casualidad, ahí había más de lo que se estaba diciendo. En cualquier caso, era mi labro cuestionar todo aquello. Mía. Desvié la mirada hacia Cuervonegro un instante, frunciendo el gesto aún más—. Está aquí por ambas cosas. Él le ha metido en este lío, y quiere sacarle.

Estaba suspicaz, no me fiaba de nada en aquella situación. Demasiadas sorpresas. Tal vez el anciano no era un asesino, solo un cuentacuentos y erudito, pero allí había gato encerrado, y pretendía descubrirlo. Siempre, por supuesto, que la tal Lizzy no lo estropeara diciendo algo que no debía. Era imperativo llevarme bien con ella y que se pusiera de mi parte.

Disculpa mi falta de decoro —me disculpé hacia la que sería mi compañera—. Por desgracia ni Gong ni Eidamar me dijeron tu nombre, ni te había visto, solo sabía que había otra alumna en la Casa de la Verdad. Cuando estemos más tranquilos, podríamos ponernos al día. —Esbocé una sonrisa—. Y podemos luchar cuando quieras, será un placer. Esta noche, al parecer, habrá una fiesta aquí. ¿Vendrás?

Notas de juego

Es la segunda imagen, tal cual, yo si lo sé xD

Cargando editor
02/01/2021, 19:36
Siverius Van Valtremendicius

Me asomo por encima de algún hombro a ver el dibujo de la renacuaja que se ha comido mitad de mi tarta. -Meh, sí. Se le da un aire- comento con desdén.

-A ver si lo he entendido- frunzo el ceño y alzo el índice. Aguardo unos segundos y señalo el dibujo -Loc es amigo de Lord Harwood.- Señalo al diplomático -O eso está por ver... dependerá de si Eidamar lo encuentra. Entonces, Lord Harwood pasa de amigo a traidor.

Sin embargo, si frustra la búsqueda de Eidamar es amigo y cómplice de Loc a los ojos de La Verdad.- Me pregunto los motivos que le han llevado a esta situación.

Cargando editor
09/01/2021, 02:11
Lizzy Rai

Lizzy se hinchó de orgullo al ver cómo su dibujo era lo suficientemente bueno como para que reconocieran al hombre. ¡Y eso que lo había hecho hacía cinco años! Dibujar era una de esas pocas cosas en la vida que, pensaba, podía pensar eran realmente suyas, igual aquel recuerdo que tenía de Locligan. Le gustaba pensar que había aprendido a dibujar ella sola, aunque lo cierto era que no podía estar segura ya que no recordaba si alguien le había enseñado de pequeña. En cualquier caso, aunque 'solo se le diera un aire' el dibujo había servido para que reconocieran al hombre. ¡Hasta Siverius lo reconoció! Thomas mencionó que lo había conocido compartiendo pasaje en un carromato... ¿sería el mismo que Lizzy vio de pequeñita? No, no, ese carromato iba a Nana de Jubón, no a Tres Verdades del Rey... donde quiera que quedara esa ciudad. La descripción fue muy escueta, pero bastante directa: un hombre extraño. Pues sí, vaya que sí. Le encajaba. -Un hombre que no podía ser. Algo que no tenía sentido. ¿Pero el qué?- pensó la joven para sus adentros, tratando de recordar, pero abandonó el hilo de pensamiento rápidamente, ya que entonces el joven Harwood se dirigió hacia ella en una disculpa educada.

"Oh no, no. No os preocupéis: entiendo que para esta conversación soy una extraña. Pero aunque sea sencillamente para conectar con mi pasado yo también busco a ese hombre..." bajó la cabeza y dejó de mirarles, callando, como si se preguntara si hubiera dicho algo de más. Pero cuando Thomas mencionó a modo de invitación la fiesta de aquella noche, ella subió la cabeza para mirarlo ligeramente: el sonreía caballerosamente. Ella se sonrojó. "¿Ha-hay una fiesta, hoy, en el pueblo? ¡M-me encantaría! No recuerdo haber estado en ninguna nunca... ¿qué se celebra?" ¿Cómo serían? ¿La gente bailaría alrededor de un fuego al son de la música, cantando canciones, compartiendo un pequeño festín. La adolescente volvió a bajar la cabeza, todavía algo roja. "...Aunque tendría que preguntarle a Gong si puedo ir, claro..."

-¡AAAAAH!- gritó en su mente. -¡Te has puesto nerviosa! ¡Alissa, te has puesto nerviosa!- Alissa (y no 'Liz Rai') era el nombre que le habían puesto sus padres al nacer. -¡No es una cita! ¡Pero si ni siquiera te ha invitado! ¡El rubiales apuesto solo te ha preguntado si vendrás a la fiesta! ¡Para hablar al fuego, s-supongo! ¡Como lo que te ha propuesto la elegante mujer del tatuaje! ¡Oh dios, ¿ella también se referiría a esa noche? ¿¡ELLA TAMBIÉN ME HA INVITADO A UNA CITA!? No... ¿o si? ¡No! ¡No sé! Y también está lo de combatir con él... Igualmente no especificaron día, ninguno de los dos. ¡Eso es bueno! Aunque Gong no me de permiso hoy podría otro día... me perdería la fiesta pero no necesariamente las dos quedadas... ¡Anímate, tonta! ¡Nada más acabas de llegar y ya te han invitado a un pastel y a dos citas! Bueno, más o menos. Llamémoslas quedadas, sí, sí. ¡Pero céntrate ya, Liz! Me tengo que centrar. Debo encontrar a Locligan. Es lo verdaderamente importante. Debo encontrarlo. Antes que Eidamar. ¿Antes que ellos, también?- mientras Siverius empezó a hablar, ella levantóla vista del suelo por fin, ya calmada. Tenía que encontrar a Locligan. Antes que Eidamar. Antes que ellos. ...¿O quizá a la vez? La intervención de Siverius puso en claro y redondo lo que allí estaban hablando, aquello que Alissa sólo había podido medio intuir vagamente en la conversación por fin se le hizo claro frente a sus ojos. Ellos tampoco querían que Eidamar lo encontrara.

"...Si Locligan de Ïluf es sospechoso de asesinato ante los ojos de la Verdad, entonces deberíamos encontrarlo antes que Eidamar. Si le condenan ya no le volveremos a ver."

¿De qué cosas y lío hablaban los Harwood? Asuntos personales, supuso. No algo de lo que pudiera preguntarse. ¿El asunto del asesinato? Preocupante. Preocupante sin duda. Lizzy estuvo muy atenta a la reacción de los Harwood, y de aquella mujer cuyo nombre todavía no conocía, la del tatuaje de serpiente y el ojo tapado.

Desde luego, tenía que agradecerle a Siverius el ir tan al grano.

Cargando editor
11/01/2021, 11:31
†Davis Harwood†

Me giro lentamente hacia el tipo de las mayas -Caballero. Está usted buscando problemas.- Le advierto. Escuchar mi situación en la voz de aquel individuo no me hizo gracia. Pero no por eso tenía menos razón. Si ayudo a Loc traiciono al Guardián de la Verdad; si ayudo a Eidamar, habré traicionado a Loc.

A quién quiero engañar, a Locligan lo traicioné el día que revelé la información de su paradero. Pero debíamos salir de Tres Verdades del Rey y no supe hallar otra vía.

-La fiesta no es en el pueblo. En todo caso será aquí- dije con un tono más serio y sombrío del que esperaba. Sentía la necesidad de hacer algo. Luchar contra esa situación, pensar... necesitaba volver a mi despacho, en mi escritorio con mis notas.

-Si me disculpáis...-

Cargando editor
11/01/2021, 11:36
Siverius Van Valtremendicius

-¡Problemas! El drama supone el enfrentamiento encarnado. Las mejores historias giran en torno al conflicto. Aspiro a experimentar o ser testigo de todas las formas de conflicto, grande o pequeño, para poder estudiar este aspecto eterno de la vida e inmortalizarlo en mis palabras o mi música.

Además, puedo ayudaros.- Sentencio cerrando los ojos y asintiendo con solemnidad. Paso un brazo por sus hombros y vamos caminando hacia la salida.

Davis, que parecía que se iba a despedir y marchar guardó silencio. Todos me miraron. Amplié mi sonrisa. -Ayudaros esta noche, aquí, en la fiesta. Quizá pueda indicaros quién conoce mejor que nadie al viejo Loc. Quizá su pupilo asista-

-¿Locligan de Ïluf tiene un pupilo? ¡Zasca!- Toma sorpresa.

Todos miraban ahora al tipo de las mayas. A mí. Era el centro de atención y lo estaba disfrutando así que hice lo que se esperaba de mí en ese momento, lo que cualquiera en mi lugar, bajo una razón incuestionable haría: Me puse a comer tarta y beber el exquisito café que, aun no siendo mío porque no lo había pedido, estaba ahí en la barra a mi alcance, enfriándose sin que nadie lo reclamara.

Cargando editor
11/01/2021, 12:21
Verginia

Abro la puerta y cierro con un portazo tras de mí, atrayendo las miradas hacia mi persona. Alzo la barbilla en un gesto de autosuficiencia -¡Cuervonegro!- la llamo tras la posada -Una jarra de tu mejor cerveza o ron o un licor fuerte y anótalo en mi cuenta. Ya sabes, del dinero que me robaste. ¿Lo tienes?- entrecierro los ojos. Mis pasos me han llevado ya a un hueco de la barra. -También quiero la habitación de siempre. La de la cama con bisel y...- la miro de arriba abajo -...la invitación sigue en pie. Tres calientan mejor una cama que dos.-

Un tipo con mallas se levanta del taburete girándose pomposamente hacia mí -¡Eso sí que sería un espectáculo!- comenta con algo de tarta en la comisura izquierda. Giro la cabeza, doy dos pasos hasta ponerme a su altura -Te gustaría tener algo en lo que pensar en tus noches de soledad ¿Eh?- Acto seguido y sin darle tiempo a reaccionar le golpeo con la frente. Escucho el habitual sonido de una nariz al romperse. -Ahora tendrás algo en lo que pensar, payaso- me limpio su sangre de mi frente y vuelvo a la barra. -¿Y lo mío?- pido a Dhara Cuervonegro. -¿...y vosotros qué miráis?- comento al grupito que se encuentra a mi lado justo antes de querer apartar mi atención de ellos pero veo el dibujo sobre la barra, miro a Dhara, luego a cada uno de los presentes. Vuelvo a mirar el dibujo. Entrecierro los ojos.

Cargando editor
11/01/2021, 12:28
Siverius Van Valtremendicius

-...¡Ah! Joder... mi nariz... ah, aaaaha.- Sniiiif -Me ha roto la nariz- comento palpando con cuidado el tabique desviado mientras la sangre gotea. Sniif. Camino hacia las escaleras para subir a mi habitación. En el camino Júdor me alarga un trapo con el que hago presión junto con su mirada de -te lo mereces- subo no sin antes mirar a la recién conocida pelirroja con admiración -Creo que me he enamorado-...sniiif.

Cargando editor
11/01/2021, 13:42
Thomas Harwood

Antes que nada, sonreí. Lizzy parecía inocente, encantadora y, por qué no, eso podía asegurarlo, guapa. Esos ojos rojos, además de curiosos, también eran bonitos, sobre todo cuando brillaban con ese destello de alegría infantil.

¿Vas a pedir permiso? —pregunté, sugiriendo con mis palabras lo que estaba claro aunque no terminara de armar la frase. Reforzando aquello, la guiñé un ojo. Yo pretendía escaparme, no tenía que dar explicaciones a Eidamar de todo, ¿verdad? Iba a añadir que la fiesta, eso si, sería en esa misma taberna, pero se me adelantó padre.

Asentí. También a la respuesta que dio a aquél buzón. Ese tío no era más que un payaso que buscaba ser el centro de atención, sin medir sus palabras, o más bien al contrario, diciendo exactamente lo necesario para atraer todas las miradas. Le daba igual que fueran de apoyo o de odio, mientras estuvieran sobre su persona. Bueno, alguien le acabaría partiendo la cara, yo mismo si no cerraba el pico, cosa que no parecía tener intención de hacer. A punto estuve, si no fuera porque sus últimas palabras me bloquearon durante un instante, lo justo para que se me adelantaran.

Guau. La desconocida —para mi al menos, y al parecer no solo en mi caso—, entró con fuerza. Pasos firmes, tono seguro, pagada de si misma y sin aguantar tonterías. Hizo lo que muchos debían de estar deseando hacer, y no debí de ser el único que se alegrara de verle marchar, sangrando por la nariz. Me permití dejar escapar un sonido que risilla que, pese a intentar controlar, no pude del todo.

Se lo ha ganado —dije al aire, mirando las escaleras por las que se había ido, aunque en seguida volví mi atención a la pelirroja, que parecía bastante interesada en el dibujo de Loc. Interesante—. Una buena presentación. ¿Vos sois? Si puedo preguntar, sin que me den una paliza —añadí, divertido. 

Notas de juego

Verginia

la de los ojos rojos

Ahora son dos xD

No me he despedido de Davis porque sobreentiendo que al final se ha quedado con todo esto.

Cargando editor
12/01/2021, 18:01
[Narrador]

Dhara
Recuerdas a esta mujer. Sabes que su pareja es muy amiga de Loc. El viejo siempre habla de "la buena de Lucilla, la de cabellos dorados" y cuando la conociste te sorprendiste de su belleza. Lucilla y Verginia siempre suelen ir juntas salvo dos momentos. El primero fue cuando conociste a Verginia y le timaste 50 piezas de oro con supersticiones y protecciones que en realidad no valían para nada. Pero Verginia lo que tiene de supersticiosa también lo tiene de lista. Ese es el dinero que considera que le robaste. La segunda vez que la has visto a solas es ahora.

Lucilla, por otra parte, es de alta cuna. Silenciosa y educada. Se parece como una gota de agua y una de aceite, pero se aman fervientemente. Algo que los ojos de La Verdad verían como algo obsceno y prohibido, claro. Si Verginia y Lucilla están aquí, Locligan no tardará en llegar... o eso crees.