Partida Rol por web

La primera vez que viste a Susane Miles, si es que realmente ese es su nombre, fue en una misión inesperada en Roma. Poco después sabrías que tu objetivo era también su objetivo y que era una una agente de campo de otra agencia... pero eso, eso fue mucho después de aquella noche. 

En esa ocasión debías planear un robo en un museo, una de las piezas nuevas resultaba ser en realidad falsa y contenía en su interior algo de vital importancia ¿qué era? no necesitabas saberlo, lo cierto es que preferías no saberlo en gran parte de tus misiones. Solo lo imprescindible. Solo planear ese robo. 

Tu agente de campo asignado no llegaría a Roma hasta dentro de 10 días, pero no podías desaprovechar la oportunidad de ver el museo por dentro y hoy presentaban la pieza. Multitud de personas en la sala que te permitirían pasar desapercibido mientras te fijabas en detalles que no deberías y quizá incluso tomabas alguna fotografía. 

Fue entonces, fue entonces cuando la viste, en la recepción del museo. Se os había asignado el mismo grupo de visita, que, al parecer... ¿solo contaba con vosotros dos? Miraste el reloj, bueno, era el último horario de visita. Las nueve de la noche, salvo que cenaras fuera no era un horario cómodo. 

- Buenas noches - dijo a vuestro guía, cuando se acercaba.

Buenas noches- respondió Alexander. Las nueve de la noche y solo dos personas de visita junto con el guía. Al menos estaría tranquilo para la inspección que le tocaba hacer, sin la molestia de muchos murmullos a su alrededor- veo que las visitas nocturnas no suelen ser consechar mucho éxito.

- Se han cancelado algunas reservas a última hora, pero no se preocupen, la visita será igual de completa - asegura el guia

Os invita a acompañarle con un gesto.

Alexander asiente en silencio y acompaña al guía mientras saluda con la cabeza a la mujer que se encuentra a su lado. 

Creo que voy a ser su acompañante en esta visita...- bromea a modo de saludo

La mujer sonríe, encantadora.

- Seguro que será un placer, soy Susane... - casi obligándote a presentarte también, por educación

Alexander- no sería cortes no presentarse- bonita noche para pasarla en un museo, ¿no cree señorita Susane?

- Eso no suena muy italiano, - cuando mencionas tu nombre - ¿también haciendo turismo o es viaje de negocios? - aventurandose a que no seas de allí, quizá por el acento - veamos como termina la noche, antes de decidir - su sonrisa era deslumbrante, incluso capaz de distraerte por breves instantes de tu cometido

No, soy un mero turista con poco que hacer esta noche salvo estar en este museo. Aunque tu no tienes pinta de serlo, ¿eres de esta ciudad?

- ¿Si no hay cámara de fotos y gorrito de pesca no se puede ser turista? solo estoy de paso - asegura - y me apetecía aprovechar esta semana. Había buenas críticas de este museo en una revista del avión y reservé.

Hombre, lo del gorrito no es obligatorio, pero la cámara...- dice mientras golpea con su mano la suya- pero en fin, será que tengo un estereotipo de la vestimenta turística. Bueno, veamos a ver que tiene este lugar reservado para nosotros.

El guía os explica con detalle la exposición... cosa que no te importa, pero te da tiempo para fijarte en la posición de las camaras, memorizar los planos que encuentras cuya finalidad es situarte en el edificio y la exposición, así como donde parece que se detienen por más tiempo los guardias de seguridad que son más bien escasos quizá por las horas.

Pero finalmente, la exposición que te interesa. El objeto esta bien protegido, sensores de peso crees adivinar, el cristal será blindado no te cabe duda... y su grosor es importante. Van a hacer falta algunos dispositivos y la sala esta repleta de sensores de movimiento, más te vale que el agente que te manden sea bueno... bueno no, el mejor.

Por todo lo visto el objeto debía ser realmente importante si se iban a jugar el tipo por aquel tipo. El mejor agente tenían que enviarle y el mejor equipo. Aún así y todo Alexander estaba satisfecho: al menos ya sabía a lo que iba a enfrentarse. 

Quedaba poco para que la guía terminase, así aprovechó para observar un poco mas la seguridad de la zona -por si se le había pasado algo- y luego se iría. 

Podrías hacer un plano con indicaciones suficientes, quizá necesitarías otra visita para pulir detalles cuando tuvieras el plan trazado pero.... si, ya estaba. 

El guía os vuelve a llevar al hall de recepción.

- Espero que hayan disfrutado de su visita y que pasen una buena noche, Roma les espera.

Si, la visita ha estado bastante bien- responde Alexander. Tras esto, saluda a la mujer- un placer haberla conocido.

No volviste a verla hasta la noche en que se llevó a cabo la misión. Tu agente asignado se alojaba en un hotel en el centro de la ciudad, había conseguido el objeto que ya se encontraba seguro en un maletín blindado y bajo contraseña. Solo tenías que recogerlo, despedirle y ocuparte de remitirlo a la Agencia por el método habitual. 

Te encantaba que los planes salieran bien, eras bueno... muy bueno. Salías del ascensor, su habitación estaba al fondo a la derecha según los planos (rara vez accedías a un edificio sin disponer de los planos durante una misión). Y entonces: ahí estaba, esperando al ascensor del que tu salías con una gabardina abierta y su trolley. 

- Alexander - te sonríe - buenas noches, no sabía que también se alojara aquí. 

Se aparta para dejarte abandonar el ascensor

Y yo tampoco, Susane- se paro durante unos instantes, deteniendo la puerta del ascensor antes de que hiciera amago de cerrarse. No esperaba encontrarse a aquella mujer aquí- es una grata coincidencia, supongo. ¿Ya se marcha?

- Si, dejo Roma en poco más de dos horas - al ver que no sales del ascensor, y que se ha apartado para nada - ¿No es tu planta? - queriendo saber si debe subir y seguir esperando a que te decidas a salir

Si, perdona- responde mientras sale del ascensor- Roma ¿eh? bonito lugar. Espero que lo pases bien.

Sonríe y asiente.

- Lo he pasado muy bien - asegura - se conoce a hombres muy interesantes en lugares como este. Disfruta de la ciudad - a modo de despedida

Accede al ascensor retirándote la mirada y pulsa el botón para ir a la planta baja. 

Tras despedirse, Alexander camina hacia su punto de reunión, sin embargo a medida que se acercaba hacia la puerta algo le decía en su cabeza que no todo iba bien...