Partida Rol por web

Mira al resto con gesto de "¿habeis oido eso?" y avanza todo lo sigilosamente que su equipo le permite hacia la puerta de las duchas, esperando a que el resto se coloque tambien en formacion de asalto.

Según escucho el ruido elevo mi subfusil, le hago un gesto de asentimiento a Throid y le sigo cubriéndole.

Ernesto se comunica por signos militares indicando primero "silencio" y luego "agruparse y avanzar" intentando coordinarse con sus compañeros para inspeccionar la habitación de la que vino el ruido.

Con precaución, Throid penetra el primero en la habitación, mientras Holen y Pereira cubren cualquier recoveco en el que pudiera esconderse un enemigo. La habitación se abre para descubriros un triste espectáculo. Un GIE yace muerto en el suelo, con la herida de un disparo en la cabeza. Un charco de sangre se esparce a su alrededor. Dos terroristas yacen muertos en el otro extremo de la habitación completamente tiroteados. En el techo el conducto de ventilación ha sido reventado desde el exterior. Por allí entro otro de los equipos GIE.

El ruido metálico se repite, procedente del interior de una de las duchas. Un reguero de sangre evidencia que alguien se ha arrastrado desde el centro de la habitación hasta el lugar. A juzgar por la cantidad de sangre perdida, Holen estima con facilidad que debe de encontrarse moribundo, sea quien sea.

Los cuerpos sin vida de sus compañeros no hacen mas que aumentar su odio hacia los terroristas.

los mataré uno a uno...

Sigue el rastro pero sin bajar la atencion, pues un animal herido y armado puede ser muy peligroso..

Throid se acerca con sumo cuidado hasta la ducha a la que conduce el rastro de sangre. La puerta se encuentra abierta y el rastro de sangre es considerablemente grande. Pereira y Holen avanzan a su espalda. Os situáis justo al lado de la ducha.

Throid se gira y apunta su rifle contra lo que sea que encuentre. Un terrorista prácticamente desangrado aguarda sentado en el suelo, sobre un charco de sangre, con la espalda apoyada sobre la taza. En sus manos tiene un fusil de asalto preparado para disparar, pero sus fuerzas están al límite, y aunque os ve aparecer, no es capaz de hacer fuego.

Tiene una fea herida en un costado. Aunque parece que ha intentado cortar la hemorragia, continúa perdiendo sangre poco a poco. No creéis que le queden más de unos minutos de vida.

En ese preciso momento resuenan vuestros comunicadores. Es Jeston. Parece que por fin podréis restablecer la corriente:

- Mercancía entregada con éxito. Comprobación de última hora respecto al género y vuelvo con vosotros, tardaré en llegar un rato más

Maldita sea. Son ya cerca de las 23:53 y tardaréis al menos 10 o 15 minutos en reponer la energía. Eso os dejará aproximadamente media hora para encontrar la bomba. No parece tiempo suficiente.

Me acerco al terrorista apuntándole con mi subfusil y le quito su arma, arrojándola lejos, le inspecciono la herida que tiene en el costado y le digo sin expresión ninguna:

-Soy médico, tu herida es grave pero puedo salvarte la vida hasta que te lleven a un hospital, solo tienes que decirme donde está la bomba.

Mientras le digo esto le tapono la herida lo mejor que puedo para evitar que siga sangrando.

-Holen, tan solo mantenlo consciente. Intentaré hablar con él.

Pereira mira al terrorista y piensa qué método será más eficaz. Si apelar a su conciencia, si hacerse el duro,...finalmente comienza a hablar.

-Se acabó. Tu vida se te escapa. Mi compañero te está manteniendo con vida. Si contestas rápido, encontraremos la bomba, la desactivaremos y podremos centrarnos en evacuarte a tí y al resto de los civiles que hay en el complejo. Es posible que aún tengas una oportunidad. Si no, seguiremos interrogándote. Ahora mismo hay 24 civiles inocentes dentro de la estación. Las salidas están cortadas y no vamos a poder evacuarlos. Entre ellos hay gente de toda ideología posible. ¿Quieres ser responsable de su muerte?. Vamos, habla, dinos como encontrar la bomba y haremos todo lo que podamos por tí.

Miro a Pereira con gesto alarmado y desaprobando lo que está diciendo

El hombre os observa durante unos instantes. Su respiración se hace más pesada por momentos. Holen hace todo lo posible por cortar la hemorragia, y aunque lo consigue, el sujeto ha perdido demasiada sangre. Lo más seguro es que no sobreviva más de 15 o 20 minutos.

Ahhh...si, nos hubieran...dejado. Nadie habría...salido herido. Pero tuvieron que...entrar. No seré yo el reponsable. Mientras dice estas últimas palabras, una ensangrentada sonrisa parece pasar por su rostro. El tipo parece dispuesto a no decir nada.

Sin embargo, las palabras de Pereira parecen haber hecho algún efecto en su mente: Si me llevan hasta un equipo médico...y me aseguran...la inmunidad después de esto...les diré donde está la bomba y...como desactivarla. No intente...engañarme se que no había tantos...civiles.

-Tenemos órdenes de no salir de aquí sin la bomba, dinos donde está y mis compañeros irán a buscarla, yo me quedaré aquí hasta que me avisen que la encontraron y entonces te llevaremos al equipo médico, todavía te queda tiempo suficiente como para morir por la explosión y más así que decide.

-Mi compañero tiene razón. Respecto a los civiles, aparte de los rehenes que hemos podido rescatar, hemos encontrado a un grupo que se había escondido cuando ustedes entraron. De todos modos, no merece la pena seguir discutiendo, será mejor que hable y que lo haga rápido. Ni usted ni nosotros nos podemos permitir perder más tiempo.

Y una mierda. No es...que desconfíe de su palabra...pero si...de la de sus superiores. Si no se cierra...el trato formalmente...no abriré la puta boca. Joder, mejor...muerto que en agujero...de mierda.

Hablar hace que el terrorista gaste aún más rápido las pocas energías que le quedan. Realmente, es más que dudoso que podáis llevarle hasta un equipo médico antes de que muera, y mucho menos pasarle a través del puente tibetano. Sin embargo, el muy cabrón parece estar dispuesto a morir antes que a decir nada útil.

-Bien, en cierto modo, me ha dado la solución a nuestra negociación. Colabore y le dejaré morir. Si no lo hace, deseará haber muerto, pues le juro que no acabará en un agujero. Acabará en el peor agujero que pueda encontrarle en la estación Redención. Y sabe que no me hace falta ningún tipo de acuerdo formal para conseguir que se trate a un terrorista de la peor forma posible.

Al ver la actitud chulesca del terrorista con sus compañeros se le crispan los nervios y se acerca a el violentamente.

Ven aqui hijo de puta! Me da igual que no abras la boca pero yo voy a divertirme un rato contigo para que al menos merezca la pena tu muerte! De mi no se burla nadie pedazo de mierda!

Aprieta una de las heridas del terrorista para hacerle sufrir aunque sin llegar a matarlo.

El terrorista escucha primero las palabras de Pereira. La sorpresa queda claramente reflejada en su rostro. Parece ir a decir algo, pero antes de que tenga tiempo de tomar el aliento suficiente para ello, Throid se abalanza sobre él, provocándole un terrible dolor. Un grito de agonía se escapa de entre los labios del terrorista. De que esta sufriendo no queda la más mínima duda, pero por un instante, una ligera sonrisa parece asomar en su rostro.

-Joder Throid, déjalo en paz. Necesitamos sacarle la información. Venga tío...

Mpfffhhhhh

Parecia dispùesto a estamparle un puño en la sonrisa pero se retracta en el último momento , retrecediendo hasta su anterior posicion.

Más te vale hablar bastardo.. o me meare en tu cadaver con gusto.

Tras eso se queda en sepulcral silencio tratando de calmarse...

El terrorista termina de dolerse unos instantes más y acto seguido hace otro gran esfuerzo por hablar, dirigiéndose directamente a Throid. Vamos hijo puta...al final acabarás...como ese colega...tuyo...de ahí afuera, dice refiriéndose al GIE muerto en la misma habitación. Fue un placer...cargármelo...y tanto más será ver como...la bomba acaba también...con vosotros. El terrorista es asaltado por un repentino ataque de tos, acompañada por ligeros vómitos de sangre.