Partida Rol por web

Bien.. Browdy hace una revision final de sus armas y de su armadura, mira a Tori esperandola para que comiencen a avanzar en forma conjunta

Ante las indicaciones de Pereira, el grupo de rehenes parece colaborar sin problemas. Smitol avanza ayudado por Gary Brick, el vigilante de seguridad y Pedro Campos, el maquinista del MAGLEV.

La muchacha se apresura a ponerse en pie, pero rápidamente parece quejarse de uno de sus tobillos. Ah, estoy bien, no se preocupen. Tan sólo es una torcedura. Inmediatamente el anciano se acerca a ella y la ayuda a caminar. El nervioso señor Sale parece ir por libre, apartándose un poco del resto de rehenes.

Tori y Richard avanzan en avanzadilla, asomándose al corredor. Ni rastro de Throid y Jeston ¿Donde coño se habrán metido? Esperemos que en ningún problema, la estación parece completamente muerta. Ante vosotros se abre un corredor de cinco metros de largo, que desemboca en el andén, permitiéndoos ver uno de los impulsores del MAGLEV.

En frente de los servicios de caballeros en los que estabais hay una puerta abierta, que al parecer conduce a las duchas. Tori echa un vistazo mientras Richard cubre el pasillo. Ocho duchas cerradas y unas cuantas toallas limpias.

Un poco más adelante en el pasadizo hay otra dos puertas, una a cada lado. Ambas están cerradas y tienen sendas chapas indicando su función: Cuarto de limpieza y Aseo de señoras.

Pereira y Holen salen los siguientes, indicando los pasos a seguir al grupo de rehenes, ya que la estación continua a oscuras, y ellos no tienen equipo de visión nocturna. Por el momento todo está tranquilo. Ni un sólo ruido llega hasta vosotros.

Mientras avanzáis vuestra radio suena, transmitiendo la voz de Throid a través de ella. La señal es buena: ¿Como va todo por ahí?

Tori, a pesar de escuchar el sonido metálico de radio, sigue inmersa en su tarea, con el ceño fruncido al no encontrar nada de interés.

Ay... sería más divertido si encontráramos algo por aquí, pero parece que estos dos han desaparecido en la nada. ¿Dónde demonios estarán?

Richard mira a Tory con extrañeza ante sus palabras, aca Browdy....digan cual es su posicion.. vamos avanzando

Throid contesta rápidamente:

*Por aquí todo tranquilo, no hay ni un alma, estamos buscando por las habitaciones, puede que la bomba este en una de ellas si no esta en el gran almacén. Hemos encontrado en un fiambre algunas llaves de acceso, y no estaría de mas restaurar la luz para poder echar un vistazo por los monitores de las cámaras. Corto.*

Continuáis avanzando hasta finalmente alcanzar el extremo del pasillo, accediendo al andén de la estación. Seguís en el mismo orden: Tori y Richar seguidos de Pereira y Holen con los rehenes.

Podéis ver varios contenedores dispersos por todo el andén, de unos dos metros de alto. Por sus etiquetas, contienen barras de acero para la construcción. Hay algunos cadáveres en el suelo. Dos de ellos visten de negro y llevan pasamontañas. El otro es un pobre infeliz con mono de trabajo de la estación.

Muy cerca de vuestra posición hay unas escaleras que comunican por debajo de la vía con el andén dos. Seguramente haya un pasadizo idéntico en el otro extremo de la estación.

Al final del todo, podéis ver una pasarela extendida, que corta la vía. Se trata del puente extensible que se utiliza para permitir el paso de pequeños vehículos y robots automáticos que ayudan en la descarga de mercancías de los MAGLEV.

En cuanto al MAGLEV, el maquinista Pedro Campos se apresura a explicaros la situación que estáis viendo. Smitol queda ayudado únicamente por Gary Bricks.

El MAGLEV se compone de tres vagones y dos impulsores (uno en cada extremo) El más cercano a vuestra posición tiene las puertas abiertas, dejándoos ver el cadáver de uno de los operarios del tren. Se trata de José, mi compañero. Intentó poner el MAGLEV en marcha pero uno de ellos se apresuró a tirotearle. Pobre...

El primer vagón de carga iba vacío y por lo que veo permanece cerrado. El segundo vagón es el que interesaba a los terroristas. Transportábamos unos contenedores recién traídos por un carguero desde la Tierra. Reliquias y objetos de museo.

El tercer vagón es el de pasajeros, y en este viaje tampoco venía nadie. Teníamos que recoger a unos operarios en la Estación de Tránsito Bermack para llevarlos al centro de Redención, pero como pueden imaginar no nos dio tiempo.

Efectivamente el primer vagón permanece cerrado y una luz roja parpadea en una de sus puertas, pidiéndoos el código de seguridad. El segundo vagón presenta abundantes agujeros de bala, y las compuertas están abiertas.

El tercer vagón (el de pasajeros) y el otro impulsor están demasiado lejos y en un ángulo muy cerrado como para permitiros verlo con claridad.

Holen, en vistas de que Smitol no parece haberse dado cuenta de su condición, decide acercarse a él. Mientras Campos explica al resto los detalles de la situación del MAGLEV, el doctor se acerca al activista radical y pronuncia unas palabras en su oído:

Quizás debería haber dejado que su pierna se pudriese un poco más. Pero no, mejor así. Será peor para usted saber que le debe la vida a un GEN.

Inmediatamente, Smitol salta enfurecido.

Mientras Campos explica los detalles, observas como Holen se acerca a Smitol. Parece susurrar a su oído. De repente el ingeniero salta completamente enfurecido.

De repente el señor Smitol grita enfurecido. No sabéis que demonios le ha pasado, pero el sujeto no se controla. Intenta agredir a Holen, pero la herida de su pierna hace que caiga al suelo.

!Maldito hijo de perra! !Malditos sean todos! ¿Ven como lo que digo es cierto? !Esos malditos GEN están en todas partes! Cerdos del gobierno, de haberlo sabido hubiera preferido morir a ser ayudado por uno de esos engendros. !Hijos de puta! !Bastardos de mierda!

Los gritos del individuo resuenan en todo el andén.

Antes de que os de tiempo a responder, Throid os envía otro mensaje:

*¿Qué hay de los rehenes? ¿Han dicho algo de utilidad o siguen lloriqueando? Necesitamos que le pregunteis al personal de la estacion como restaurar la luz.*

El Mando Central os dijo que podrían restaurar la luz cuando quisierais, pero Jeston y Throid no debieron haberlo escuchado. Es probable que ya hubieran abandonado la habitación cuando os transmitieron esa información.

Ernesto golpea a Smitol con la culata del rifle en la cabeza intentando separarlo de Holen, tras lo cual le apunta a la cara.

-Señor Smitol, vuelva a su puesto. Si no quiere salvarse, podemos solucionar el problema ahora mismo, pero no le voy a consentir que nos complique más las cosas, ¿de acuerdo?.

Después de eso, habla por el intercomunicador.

-Señor, estamos cerca de la zona donde está parado el Maglev. Hemos encontrado a uno de los operarios muertos y los rehenes están algo excitados, pero en general colaboran. Tan solo hay dos que están causando problemas.

Al escuchar el golpe seco que hace Pereira con el rifle, la atención de Tori se gira hacia este.

Pero no le des así, hombre de Dios... *suspiro* Si tratamos así a todos, nadie aportará nada

Browdy mira como Pereira golpea con la culata a Smitol, al ver que cae le tapa su boca, por si no cayera inconciente Caballero.. si quiere producir problemas, le recomendaria que fuera delante y poniendose en medio entre los terroristas y nosotros, nadie quiere herirlo, pero... no nos haga problemas... entiende...??

El ingeniero cae al suelo ante el golpe de Pereira. A pesar de que Ernesto le apunta a la cara, Smitol no parece querer callarse. !Venga cerdo! !Dispare y ahorrese problemas! Así es como ustedes lo solucionan todo. Así es como su gobierno hace las cosas.

Cuando Browdy se acerca a él, reacciona violentamente. Apartese de mí maldita rata. Ellos son los que lo controlan todo, dice señalando a Holen, incluidos ustedes y sus grupos de intervención especial. No son más que una herramienta de la Coalición para mantener a todos los perros con el bozal puesto. No son más que...

En vistas de los derroteros que está tomando la situación, el maquinista Pedro campos reacciona.

El sujeto se pone entre Smitol, aún tendido en el suelo, y Pereira. !Gabriel cállese de una jodida vez! El técnico para de hablar al momento.

Vamos caballeros, esta no es solución para este asunto. Ha sido el GEN el que ha provocado esta situación. Si hubiera mantenido la boca cerrada ahora no tendríamos este problema, pero eso da igual. No volverá a suceder, dejen que yo me encargue.

El resto de rehenes se ha asustado con la pequeña rencilla. Steve Sale vuelve a temblequear incesantemente. Luis Hernández murmura por lo bajo algo que no llegáis a escuchar, aunque probablemente critique a Smitol.

Por otro lado, la señorita Sturkov también está algo inquieta y sigue cojeando un poco del pie derecho mientras que Gary Bricks parece el más tranquilo de todos.

-Miren, me da igual cuales sean sus ideas políticas. Este no es momento para discutirlo, así que si no les importa, intentemos salir de aquí con vida. E insisto, si tengo que cargarme a alguien para que el resto salgamos vivos, lo haré, así que no piense, y esto va por usted Smitol, que no me atreveré a disparar. Preferiría no hacerlo, pero haré lo que sea necesario. Es la última vez que se lo advierto.