Partida Rol por web

Astérope

Praula Paradizo

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18/03/2021, 00:55
Bryony J. White

Bryony siguió al grupo en el cambio de localización sin decir nada, totalmente ajena a la movida entre Nikita, Bediviere y la chica esa a la que ya había visto en la fiesta. A ella lo mismo le daba un sitio que otro, ya que ni siquiera compartía la necesidad de intimidad que parecía embargar al resto.

Había salido del baño con algunas gotitas salpicando su nuca y su frente y el flequillo algo húmedo, pero no tenía las pupilas más dilatadas ni contraídas de lo habitual. También se había agenciado un café de la máquina, que sostuvo en la mano mientras se movían hacia el jardín. Por el camino tecleó algo en su teléfono, pero al sentarse directamente sobre el césped, lo dejó encima de la mochila, con la pantalla hacia abajo. 

Siguió la mirada de Bediviere hacia el anillo que lucía en su pulgar y jugó con él, haciéndolo rodar en el dedo. 

—Hay poco que contar, ya os aviso. El anillo era de mi bisabuelo, Archibald Coffen, abuelo de mi madre —explicó, con un encogimiento de hombros—. Al parecer trabajó para la RAF durante la guerra. No es seguro, pero creo que era espía o algo así. Su padre, mi tatarabuelo, era diplomático, con muchos amigos poderosos. La familia de mi madre siempre ha estado forrada y con rollos con gente importante. —Alzó la mano para mirar el anillo de cerca—. Estaba en una caja llena de cosas viejas, mi madre no tiene ni idea de su importancia. Ella cree que debía ser un código para escribir mensajes en clave, para esas máquinas de análisis matemático, como en la peli esa de Cumberbatch. ¿La habéis visto? —preguntó, cambiando de tema con ligereza—. Es bastante guay.  

Entonces miró a Bran y le señaló su mano con la cabeza. 

¿Tienes el tuyo? Me gustaría comparar si las letras son iguales o no.

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18/03/2021, 00:56
Bryony J. White

Al final estamos en el jardín. T mando ubicación.
vente, anda, xfis

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21/03/2021, 19:20
Adam Dyer

Adam recibió el termo de café "del bueno" como un niño que abre un paquete el día de Navidad. Sonrisa en ristre y ojillos acuosos de pura dicha. Aquella mañana había sido larga y, en verdad, apenas llevaban media. El madrugón para poder tomar el autobús desde Atlaneva... el recibimiento con aquel minuto de silencio que oprimía el alma... la clase de Vicassy... el propio Vicassy más la sesión de espiritismo indígena, la certeza de la isla de cadáveres y el marrón planeando sobre la FEE con la OTAN a la cabeza sin saber qué se suponía que tenían que hacer. El estómago del canadiense parecía que no hubiese comido nada en décadas... o, peor aún, que estuviese demasiado lleno de comida basura y amenazase con replicar el episodio de la striga. El café "del bueno" supuso un bálsamo para nervios y tripas tanto en el sentido más psicológico como en el meramente fisiológico. Vino bien y así lo agradeció con la sonrisa cargada de dicho que regaló a Branwen. Al tiempo, no tardó en ofrecer a los presentes.

¿Alguien se apunta? —dijo agitando el preciado líquido en el interior del termo.

Y aquel brebaje fue su tabla de salvación en todos los aspectos. Porque si bien el día había arrancado mal, el estar allí con los amigos, disfrutando del campus y de un día que, aunque levemente plomizo no parecía tan oscuro como los precedentes, no resultaba alentador. Se hablaba de cosas que no le gustaban. El anillo... ¿había dos? ¿Habría más? Su posible enlace místico y las ramificaciones de ello le perturbaban. Hasta el punto de no querer mirarlos... de no querer siquiera mencionarlos. Hacía un ejercicio hercúleo sabiendo que aquel artefacto estaba allí en el dedo de su chica. Alguna vez había tropezado con él mientras dormían, mientras paseaban o mientras tenían sexo y había supuesto una cortada de rollo absoluta. ¿Y si realmente aquel ojo podía pincharse como una línea telefónica y ver lo que ante este se mostraba. Menuda carta de presentación hacia el señor Glyndwr. Bendito esparadrapo...

Pero de todo aquello que comenzaba a ponerse encima de la mesa había algo que no iba a callar como el asunto de los anillos voyeur. Y eso era la supuesta intención que parecía expandirse como pandemia de intervenir. De "tener" que hacer algo. 

¿Qué...? —preguntó casi presa de la más absoluta incomprensión a la pregunta de la galesa. —Pues, nada... espero. ¿Qué creéis... que somos los Vengadores? O, mejor, los Green Lantern Corps. Solo hay que buscar cuatro anillos más y ya podremos conjurar la fuerza de Gaia. —ironizó. —Somos estudiantes. Estudiantes de primero. Estudiantes de primero que llevamos un mes en clase, del cual, medio, hemos hecho pellas obligadas por el maremoto. Vale que quizá Vicassy tenga razón y haya una hostia sobrevolando la Universidad y le vaya a caer a alguien. Pero estoy convencido de que estamos los ciento y pico en la lista. Igual lo mejor es hacer caso a ese cabronazo y no sacar mucho la cabeza no vaya a ser que nos cuelen en la fila. 

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21/03/2021, 22:53
Nikita Pontecorvo

Ante las palabras de Bediviere sobre Katerina, Nikita prefirió callar. La bronca no iba para él —al menos directamente— y prefirió no embarrar el asunto y simplemente dejar que pasara. Algo de razón tenía la chica, aunque evidentemente el cabreo no venía de la falta de educación. Aquel aparente secretismo a él le hizo pensar que Katerina había preferido que "como se llame" no se enterara de lo que le había dicho.

Se dejó guiar por el jardín hasta allí donde prefirieran sentarse y cuando lo hicieron se colocó cerca de Bediviere pero también de Bryony.

Con la inglesa le ocurría algo curioso y es que sentía que a pesar de lo extrovertida que parecía, le costaba en realidad llegar hasta ella. Su inaccesibilidad era de otro tipo, como más fundamental, no sabría explicar. Era simpática, abierta, no parecía tener doblez alguna. Tal vez por ello Nikita sabía en realidad que conectar con ella le resultaba costoso porque sí había sido muy consciente de los momentos en que había sentido que se miraban de verdad. No había ocurrido por intercambiar alguna frase suelta, una broma o algo intrascendente. Una vez fue en la playa de noche, cuando ella le aceptó con todo lo que había contado sobre su familia y los Perros. Otra en el helicóptero. La otra en clase hacía solo unos minutos. Pero aún con todo había sentido que ella se le resbalaba otra vez, cubierta por aquella pátina de aspecto nublado que parecía cubrir sus ojos en parte ausentes.

Escuchó la pregunta de Branwen y luego la explicación de Bry y los ojos del chico buscaron fugazmente los de Bediviere. Apretó los labios y respiró hondo, tratando de sopesar lo que sabían bajo aquella nueva luz e intentando no ponerse demasiado nervioso, pero fue Adam quien tomó la palabra. Parte de razón tenía, pero parecía no estar pensando en algo fundamental.

Sí tío, puede que estemos al final de la lista de la OTAN. Y es verdad que no somos nadie. Pero hay otra gente que nos tiene muy alto en su lista, al menos a algunos de nosotros —añadió mientras su mirada se marchaba al dedo de Branwen—. Por suerte no estamos solos con respecto a la isla de los muertos, pero tenemos otros frentes abiertos, otros pero que en realidad sabemos que están relacionados; todos vimos en aquella visión que estos anillos tienen que ver con el sacrificio de que nos has hablado —comentó dirigiéndose a Bry—. Por eso sí, yo creo que tengo una sugerencia para ti —dijo mirando a Branwen de forma grave—. Cuando tu padre te dio el anillo no sabías nada y lo tomaste confiando en él. Bien, de acuerdo. Pero creo que ahora estás en posición de hacer que te diga qué demonios es y por qué no debes quitártelo. No puede tenerte a oscuras. Y si lo intenta dile que se lo meta donde le quepa, que no lo quieres. Si le preocupas algo va a tenerte que contar —aquel tipo lo ponía muy nervioso, más aún desde que Branwen le hablara más de él—. Y no solo son Branwen o Bry por tener estos anillos. Adam, Bediviere tú y yo, los tres llegamos a la casa. Y tu cuerpo de pesadilla estaba recubierto de la misma brea que contenían aquellas tinajas. Es verdad, podemos no saber qué hacer, estoy de acuerdo contigo, pero no podemos ignorar que estamos metidos en algo que no comprendemos y que nos implica directamente. Así que lo mejor es tratar de averiguar todo lo que podamos.

Calló un instante pero solo para buscar fuerzas para todo lo que aún tenían que decir.

»Antes de seguir hablando necesito pediros algo. Es realmente importante, mucho. Para mí lo es todo –dijo recorriéndolos con la mirada y deteniéndose en Bryony. De hecho alargó la mano y tomó la de la chica: necesitaba que le escuchara y entendiera de verdad lo que les quería pedir.

»Cuando estuvimos en mi piso os conté que aparte de nosotros había entrado en la casa una policía de Atlaneva a la que conoce mi padre. Ella ha seguido investigando y como os conté iba a buscar a quién pertenece la casa. Bien, por favor, no le contéis a nadie acerca de esta mujer. Ni a Joana, ni a ningún familiar o amigo vuestro, por favor —su voz sonaba especialmente grave—. Cometí un error al entrar por primera vez en la casa y llamar a mi tío para que me asesorara sobre cómo denunciar aquello sin enmarronarme por allanamiento. Metí a mi familia en esto y ahora mi padre no lo dejará pasar sin más. Si él cree que alguien quiere joderme y ponerme en peligro, no se va a detener. Yo quisiera que no supiera nada de esto, os lo aseguro, pero ya no puedo hacer nada al respecto, solo intentar protegerlo todo lo posible. Y para eso necesito que nadie piense en él como una posible amenaza. Y para eso necesito que nadie sepa que esa mujer nos está ayudando, ¿comprendéis?

Dicho esto miró a Bediviere. Tal vez fuera mejor que ella les contara lo que Mariam les había dicho. Él prefirió no soltar la mano de Bryony.*

Notas de juego

*La sigue sosteniendo si ella no se la retira.

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21/03/2021, 22:58
Bediviere Lafayette

Bediviere palideció, al escuchar a Bryony, y seguidamente miró a Nikita. Él también la miraba, y obviamente, ambos habían escuchado lo mismo. Ambos sopesaban por tanto, si debían soltar la misma historia. 

Se erguía, y se inclinaba ligeramente hacia adelante. Lo que decía Adam contenía parte de sus propias frustraciones, pero, curiosamente, la irritaba. Y prefirió que fuese Nikita quien contestase, porque ella, por lo general, tendía a ser mucho menos delicada. 

Se pasó una mano por el mechón blanco, posando la vista sobre el anillo de Bryony, y escuchó cómo el asteropense advertía a los demás. Sobre la conveniencia de no hablar sobre aquellos asuntos, o sobre Mariam, con otros- Lo que quiere decir Nikita, es que si os vais de la lengua lo vais a meter en un marrón enorme. No sólo a él. Sino que os vais a cagar en toda su familia. Así que, vamos a cerrar todos la puñetera boca al respecto, y lo que tengamos que hablar de este asunto... Lo hablaremos sola y exclusivamente entre nosotros. Discreción, vaya. -aclaró, mirándolos a todos, seria. 

Nos reunimos con esa mujer hace unos días.-dijo, suspirando, y mirando ahora a Bryony a los ojos- Estuvo investigando a quién pertenecía la casa. Al parecer ahora mismo no está muy claro quién es el legítimo dueño actual, pero está protegida por una póliza millonaria. Sin embargo... Sí que averiguó quién fue su último dueño.-indicó- Bryony, el último dueño de la casa era un diplomático inglés que se llamaba Archibald Coffen. Y hay gente moviéndose por ahí, buscando al actual heredero de la casa. -explicó. 

También... Nos habló de que se está preparando un cuerpo de policía europeo para enfrentar cosas paranormales. Algo como una interpol, pero especializada. Y que el servicio secreto ya tiene desde hace hace un par de años una agencia, la AAS. -dijo, inspirando hondo- Tarde o temprano, van a intentar reclutarnos. Tanto esta gente, como otros grupos, con intereses más o menos velados. 

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21/03/2021, 23:25
Branwen Glyndwr

Estaba lo suficientemente descompensada como para que los extemporáneos reproches de Bediviere con la ¿Amiga? ¿Conocida? ¿WTF?, de Nikita le rompieran el ceño.

Debía haberle sacado muy de quicio a Bediviere pues lo que era 'tenemos algo que contar Nikita y yo' se había ido hasta un pase de pelota a Bry sin línea defensa clara.

Pero la chica no tuvo a mal contestar, sin que a Branwen no se le escapara la sensación de que sonaba como una buena senda de escapada. Como si se sirviera de ello para resguardar más allá de su emoción con respecto al objeto en sus dedos y sus circunstancias y las otras que obviaba mencionar y, apostaba decimales de Pi, incluso a pensar.

Su historia familiar la fascinó, entre sorbo y sorbo de café como la Naturaleza manda, igual que toda buena historia de parientes con sus vericuetos por monótona que resultara (incluida la de Adam con toda la morralla emocional con la que lo habían hecho desgraciado). Se preguntó si obtuvo la adquisición en aquel periodo de la guerra o le vendría de mucho antes. Y que razón le llevo a dejarlo en el olvido en un cajón.

Le asintió cómplice ante la mención de la película sobre Turing y la máquina Enigma, quizás más por la simpatía de que tuvieran un punto común de entretenimiento y de fetichismo actoral con Benedict (aunque a Branwen se le hiciera demasiado mayor para su gusto) ella y la inglesa. Le devolvió una sonrisa acogedora y se miró su propio dedo forrado, pensativa.

Sabía los sentimientos confrontados e irracionales que le hacían tenerlo puesto y al mismo tiempo no querer compartir con el anillo ciertas cuestiones (por ejemplo la intimidad). Pero en cierta medida se reconocía que la solución que practicaba era un absurdo y más con lo que había sentido de él en el primer día que lo tuvo. Momento que debía compartir con Bry y con todos y explicarlo bien, aun siendo que no bien lo entendía del todo.

Lo contrario que a Adam en aquel momento que le resultaba más diáfano que por el contrario la explicación de ella misma.

- Eh, Duwt - alargó la mano limpia para auxiliarse con el roce con la de su chico - También tengo miedo. Puede que ya esté en la fila y alistada.  - le aseguró sin doblez. Respiro hondo, inhalando tóxico humo como una bendición inventada contra la lógica. Pero funcionaba. A medias, pero le bastaba - Esos son superhéroes. ¿Verdad?. No me siento siquiera fuerte para estar centrada menos aún para heroicidades. Y aun con eso tampoco me da para ignorarlo. Si para esperar. Y trabajar en comprender.

- Porque no hacer nada ya es hacer algo, cuya calma estaba alargando por era tan, tan cómoda... Pero que no puedo ampliarla más, Amor.

- Casi creo que sé lo que es este anillo y no me lo imagino distinto, el de Bry. - contempló a todos - Lo más cercano a definirlo es una suerte de superordenador telepático. Combinado con mi pensamiento puede escribir mensajes en la materia voluble de alrededor. Como el mecanismo de una pianola infinita que pudiera tocar, si no todas, sí un amplio espectro de la música del Universo. Me sirvió para profetizar y sé que serviría para más.

Miró a Adam con una devoción ganada sin que él se percatara - Por eso con todo lo que hemos  compartido, lo que me has enseñado, lo que has puesto en mí que no era lo que ya tenía, me has ayudado, Amor - sonrió placentera y tierna - ¿Cuántas veces me has visto en las últimas semanas pensando en las matemáticas? ¿Cuántas ponderando un teorema o depurando una ecuación? Amor. Lo diluí todo lo que puede, para ni accidentalmente sumara dos y dos y surgiera algo - le apretó la mano y se arrimó a su costado - Tampoco quiero ponerte en peligro.

- Pero Nikita tiene razón. Puedo saber que puede hacer esto, pero tendría que preguntar por qué lo tengo. Otra vez - y compartió con el asteropes una mirada sonriente - O devolvérselo por la boca de una cabra. Tienes mi palabra para eso y para lo que me estáis pidiendo sobre vuestra amiga - dedicó un segundo de contacto serio con Befiviere y asintió - Capito*.

- ¡Cielos Bryony! Había pensado que tu bisabuelo pudo estar aquí y es posible - le aseguró con la bondad de poner en el tono la sorpresa genuina que sentía - Igual... que más da. Pienso que el tuyo, Bry debe ser parecido pero no igual. Apuesto pis de un Windsor que la base de funcionamiento es la misma, pero que se amoldara a tu 'visión' - suspiró con una mueca resignada - me gustaría apostar que está roto y me sentiría mejor. Pero no me va a perder apuestas.

- Por eso prefiero no acercarlos nada mientras tanto. No sea que tengamos a Gaia o Nyarlathotep - ironizo sin diversión - Pero no quiere decir que no sea inteligente lo que proponías. Me vician los códigos. - se encogió de hombros - Solo que mejor tomar precauciones. Que nos ayuden Adam, Nikita y Bediviere y que tomen notas y que las cotejen en un terreno neutral. Y solo nos damos la mano si nos sentimos muy seguras de resultado. Mejor abrazos si te va bien - que estaba muy dispuesta ahora a ofrecer a la menor señal de permiso.

Después dudo un segundo, pero no se arredró y añadió  una última cuestión - Bry perdona, pero ¿Por casualidad no tendrás algunas fotos de tu bisabuelo? Yo he tenido un pensamiento muy tonto, pero desde que llegue a Asterope pienso que no hay tonterías. Solo la necesidad de quitársela de encima.

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23/03/2021, 01:12
Ingvild Hoem

¿Por qué la escena del vudú y las palabras de Aldo la alteraron tanto? Tal vez fuera el inconfesable deseo de  dejar lo ocurrido atrás, en el pasado. La muerte, incluso cuando se presenta de manera tan trágica, suele ser permanente.

Se había creído más entera que Bryony, pero a la hora de la verdad ella era quien se había desmoronado.

Se sentó en un pequeño banco ubicado en un pasillo cercano al aula, acaso apartado por algún estudiante que no pudo soportar la ausencia que representaba. Respiró lenta y profundamente, con la cabeza entre las manos, mientras meditaba sobre las palabras de Adam. Su primer impulso fue idéntico al del canadiense, pero ahora, con más calma, se daba cuenta del terrible destino al que Ada y los demás se encontraban condenados de no recibir ayuda. Tampoco depositaba tanta fé en los profesores como el muchacho; su impresión era que el cuerpo académico de la Facultad apenas comenzaba a levantar el velo de lo extraordinario. Tenían que hacer algo.

Los mensajes de Bry le ahorraron el camino de regreso al salón.

Voy xa ahí, esperdadme :*

Los encontró sentados sobre el césped cerca de un árbol. Recordó una escena similar en el campo de amapolas y una sonrisa se dibujó en sus labios. Aún así no consiguió apartar los pensamientos sombríos. Cuando entras a la uni te imaginas que asistirás a más fiestas que funerales, pero al final del día la única fiesta a la que había sido invitada se había transformado en un masivo funeral hindú donde el Mediterráneo hizo las veces del Ganges.

—¡Hola! —saludó dejándose caer a un lado de Bry con las piernas cruzadas— ¿De qué me perdí?

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24/03/2021, 13:41
Bryony J. White

La ironía de Adam le sacó a Bryony un resoplido de risa por la nariz, sobre todo por lo inesperada. Pero estaban todos tan serios, que se contuvo con un leve suspiro para no seguir en esa línea y le dio un trago a su café. 

Lo escuchó a él y luego a Nikita, aunque mientras el asteropés comenzaba a hablar Bry parecía algo dispersa. Su atención no se centró del todo hasta que no le cogió la mano. Lo inesperado del gesto le hizo apretar los dedos en reflejo y una arruguita frunció su frente. Asintió con la cabeza, invitándolo a seguir y le entregó todos sus sentidos para el resto de la historia. 

La verdad, entendió solo a medias el asunto, pero no tenía inconveniente en no hablar de una mujer que ni siquiera conocía y tampoco tenía intención de buscarle problemas ni a su compañero ni a sus familiares. Así que asintió de nuevo apretando su mano y siguió su mirada hacia Bediviere, preguntándose si ella continuaría con algo más o eso había sido todo. 

Enarcó levemente una ceja cuando la americana se puso a dar órdenes de nuevo. No dijo nada, pero soltó con delicadeza la mano de Nikita en ese momento y se echó un poco hacia atrás, apoyándose en las manos un poco por detrás de su espalda. 

Le devolvió la mirada a Bediviere cuando buscó sus ojos y los de Bry se abrieron, enormes y redondos, al escuchar el nombre del propietario. Lo siguiente de la agencia le pasó bastante desapercibido tras el impacto, así como parte del discurso de Branwen, del que solo comprendía algunas partes y no sabía si era porque el pensamiento de la muchacha iba de burbuja en burbuja sin una línea clara o porque le faltaban datos o información para entenderla al completo. 

Iba a responderle cuando apareció Ingvild y los labios de Bryony se curvaron en una sonrisa instantánea, que llevaba impregnada también una buena dosis de alivio. 

Enderezó un poco su postura para frotarle el brazo cuando se dejó caer a su lado y suspiró. 

—Les he contado que el anillo es de mi bisabuelo y que mi madre no sabe nada al respecto. Nikita nos ha pedido que no hablemos sobre una mujer que es amiga de su familia y ha investigado la casa esa chunga del mal. Y Bediviere nos ha contado que resulta que la casa esa pertenecía a mi bisabuelo, el del anillo. Ahora no se sabe bien de quién es y están buscando herederos. Hay una agencia que nos puede querer reclutar, pero Adam dice que no somos superhéroes y tiene razón. Bran le va a pedir más explicaciones a su padre y le da miedo juntar los dos anillos por si explotan o algo así. 

Se lo pensó un instante y asintió, satisfecha con el resumen. Luego miró a Nikita. 

—No voy a decir nada de tu familia ni de esa mujer, por descontado —dijo—. Pero creo que debería avisar a mi madre de que podría tener una casa en herencia aquí. Sin explicarle cómo lo sé —aclaró—. Si ella es la heredera, sería fácil que me la cediese o como mínimo tendríamos permiso y derecho para investigarla si queremos. O para tomarla bajo nuestra custodia y controlar que no entren otras personas. Podríamos poner vigilancia, cámaras o lo que nos diese la gana. 

Tras eso, su mirada se fue hacia Branwen. 

—Pues justamente si crees que puede pasar algo, más ganas me das de juntarlos y comprobarlo. Pero si te da miedo, es fácil: podemos hacer una foto cada una y comparar las fotos. Lo que quiero ver es si las letras son iguales. —Hizo una pausa y se dio cuenta de algo—. ¡Ah! Sí, tengo unas fotos. Estaban en la misma caja que el anillo y en algunas sale mi bisabuelo en sus viajes. Las tengo en casa, se las estuve digitalizando a mi madre. Son bastante guays, muy vintage y eso.

Se inclinó un poco hacia Ingvild y la miró de cerca antes de cuchichear. 

—¿Tú estás bien?

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24/03/2021, 18:07
Adam Dyer

Adam enrojeció como un tomate cuando Branwen se puso a hablar de lo mucho que le había mostrado y lo mucho que habían compartido. Era como si la galesa, sin pelos en la lengua como de costumbre, decidiera compartir intimidades con el respetable. Y una cosa era que Adam se sintiera ya más cómodo como para no salir corriendo ante una minimultitud de cinco personas y otra muy distinta era que le pareciera bien que los demás se lo imaginaran en pleno momento de éxtasis amatorio. Tan cortado se quedó que apenas pudo reaccionar a todo lo de la música del Universo que, si bien como metáfora resultaba inspiradora, aplicado a la realidad palpable que respiraban —esa realidad tan irreal que ya parecía instalada para quedarse— le seguía resultando peligrosa.

Pero... entonces no es algo como los Green Lantern... —si, amor... son superhéroes— ... sino más como, ¡¿el puñetero Doctor Mannhattan?!

Una afirmación de aquel calado venía impregnada de verdadero horror. Las posibilidades eran infinitas y aterradoras. A Adam le gustaban los comics de super héroes, a esas alturas no supondría ninguna sorpresa que esa información se supiese, era evidente. Pero también opinaba que cosas como esas era mejor que no existieran. La tentación del poder había subyugado y corrompido al ser humano desde que el origen de los tiempos y allí, con la que estaba cayendo, la existencia de anillos que pudieran malear o, en una visión menos catastrofista del verbo, moldear la realidad resultaba de un peligro inabarcable. El hecho de que uno de aquellos artefactos, si servían para lo que Bran apuntaba, estuviese en manos de su chica le confería cierta seguridad. Ella no era ni se iba a convertir en una megalómana... pero la corrupción podría cambiarlo todo. Ya pasó con Saruman... y con Alberich... La literatura fantástica nos enseñaba que era mala idea fiarse de una joya, más aún si esta promete un poder inconmensurable. Y si bien esto, dicho de puertas para afuera pudiera sonar a argumento barato, en un momento de escasa lucidez, en el corazón del canadiense se revisitió de una certeza tan grande como imposible de obviar.

A ver... perdón si resulto críptico. El Doctor Mannhattan es un personaje de comics que es capaz de manipular la materia a su antojo. Os parecerá una chiquillada pero su poder es inconmensurable. No digo que tu, Bran... o tú Bry, podáis hacer eso con los anillos. Pero si esos chismes son artefactos capaces de hacer... no sé... milagros, deberían estar a buen recaudo. ¿Qué pasa con los que habían en la casa del paseo marítimo? ¿No pensáis que no deberían estar allí... en el dedo de unos cadáveres putrefactos?

Adam estaba alterado. Quizá de un modo infantil o quizá incluso esgrimiendo los argumentos de forma incorrecta o pueril. Pero la incertidumbre que le generaba todo aquello, la ansiedad, era real. Real como un infarto... como dice el refrán. 

En menos de un mes había abierto la puerta del entendimiento a la existencia de los muertos en vida, la existencia del velo entre la vida y la muerte y la existencia de otros planos de existencia —valga la rebuznancia— en los que... ¡oh, sorpresa! Viven hadas y con las que... ¡oh, sorpresa doble! Tiene un parentesco bastante cercano. De ahí a entender que lo que le había atormentado durante toda su vida no era sino la conexión con esas otras músicas —te tomo prestada la metáfora, pequeña—, apenas había un paso. Y siguiendo el hilo, llegar al momento y lugar en el que descubres la importancia de ciertos artefactos que "hermanan" con gente como él que "hace cosas", era fácil. Y ese era el epicentro de su ansiedad... lo fácil que se llega de ser un chico rarito en Richmond a estar a un tris de confrontar a las fuerzas de la muerte personificadas en el señor Pescador de Almas. 

Yo... yo no me voy a montar en un barco a ver si convencemos al Pescador de Almas de que libere a los dos mil finados. Ni de lejos. Pero lo de la casa... joder, le voy a tener que echar más docenas de huevos de los que puedo contar, pero si hay que ir se va. Prometo no entrar en pánico como la última vez.

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24/03/2021, 22:19
Nikita Pontecorvo

Aún trataba de dar forma en sus pensamientos a lo que acababa de explicar Branwen, cuando Nikita vio que Ingvild se acercaba. La chica sonreía, aunque era la suya una sonrisa un tanto apagada o tal vez lo estuvieran sus ojos. Nikita le sonrió igualmente y levantó la mano para saludarla. Sin duda se alegraba de verla pero de nuevo le asaltó aquel sentimiento contradictorio hacia la chica: ¿era o no mejor para ella marcharse y no volver? Porque como le acababa de decir a Adam, lo que ocurría les implicaba directamente pero, ¿y a Ingvild? Había viajado con Bryony y visto el futuro, pero más allá de ello —que desde luego no era nada baladí— hasta donde él sabía no parecía relacionada con los anillos, con la casa… Y esos pensamientos le recordaron que tenía una conversación pendiente con la chica. Tal vez más tarde. Se había quedado mirándola cuando escuchó que Bry respondía a su pregunta con una parrafada que le hizo reír.

Joder, Bry, te ha faltado decirle lo de la computadora telepática —y no es que pretendiera burlarse de Branwen ni mucho menos, pero todo aquello soltado en una parrafada semejante era cuanto menos hilarante. Dentro del horror, eso sí.

Después Bryony propuso hablar con su madre y Nikita frunció el ceño pensativo. La chica sabía ahora la información, estaba relacionado con su familia y tenían derecho a saber, pero se le ocurría otra propuesta para ella:

Podríamos hacerlo de otra forma, si te parece bien. Sería para que no tuvieras que hablar con tu madre y ella sepa que le ocultas algo —se giró hacia la chica y la miró con atención—. La casa tiene una póliza de seguros millonaria y el banco suizo encargado de ella ha contratado a un investigador local para localizar a los herederos. La policía me dijo que el investigador era un colega suyo, así es como supo que el último dueño había sido Archibald Coffen. Bien, pues podemos hacer que a través de ella le llegue el nombre de tu madre y que se ponga él en contacto con ella. Aunque la verdad, me extraña que no lo haya hecho aún: ¿cuánto se puede tardar en encontrar a los descendientes de alguien? —planteó un poco al aire—. Igual la cosa es más compleja. Pero bueno, si me das tu permiso puedo decirle que le hable de tu madre al investigador.

El mismo miedo que había sentido Adam lo compartía él también. Ver los anillos en los dedos de las chicas lo ponía muy nervioso y la explicación de Branwen no hacía sino asustarlo más. Pero cuando el chico habló de volver a la casa, Nikita negó con la cabeza.

Tú lo has dicho, Adam: si hubiera que ir. Pero en este momento no veo la razón de exponernos a que nos vean o a lo que haya allí. Por otra parte debe quedar poco en pie —razonó—. Ya viste en qué condiciones estaba, solo caminar por el suelo podía hundirlo. El maremoto tiene que haber hundido todo sobre el sótano, roto las vasijas… —negó con la cabeza—. Quise haber pasado por la casa cuando las tareas de desescombro, pero la mujer policía me aconsejó no dejarme ver por allí. Dijo que el lugar debía estar vigilado y que si era una trampa, mejor no caer dos veces. Que si habíamos elegido la vía de la cautela siguiéramos con ella… En fin, le hice caso. Pero tal vez aquellos "cadáveres" nos vieran cuando estuvimos allí de todos modos, vete a saber. Y vete a saber si continúan siendo cadáveres… Por cierto —recordó de pronto algo que había dicho Adam—. Solo uno de ellos llevaba un anillo con un ojo en su dedo. Y no era como estos: el iris era verde, el ojo más grande y el anillo de metal más fino. Y no vi que tuviera nada grabado. Pero eso no quiere decir nada, tampoco eran exactamente iguales los anillos que llevaban el pescador de almas y la otra figura… Tal vez no todos sean iguales, pero no puede ser casualidad tampoco que se parezcan.

Y hablando de los anillos no pudo evitar volver sobre Branwen.

Scintilla1, por favor, explícanoslo otra vez, lo más literal que puedas, o con las palabras exactas de tu padre si él te explicó algo. Si nos dices alguna metáfora podemos acabar pensando cualquier cosa… —la miró con una disculpa en la cara. Imaginaba que era difícil lo que le estaba pidiendo—A mí me ha sonado a lo mismo que a Adam.

Notas de juego

1. "Chispa" en italiano. En Astérope se usa para decir que alguien es muy listo, brillante.

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25/03/2021, 11:05
Bediviere Lafayette

Ingvild volvía, no sabía si del todo entera o no. Bediviere la recibía con un asentimiento. Escuchaba el resumen de Bryony enarcando ligeramente una ceja. No podía decir que fuese un mal resumen, pero sin duda eran demasiadas cosas. Escucharlo todo junto, resultaba, cuanto menos, abrumador, aunque estuviera teñido de esa poca seriedad que la británica le daba a las cosas y que chocaba de manera unilateral con el punto de vista de la propia Bediviere. 

Suspiró, y se quedó algo absorta, mirando hacia Adam, mientras él y Nikita hablaban. Lo que decía Branwen también le resultaba difícil de entender- Concuerdo. Creo que aquí no hay lugar para metáforas. Debemos ser específicos, Wen.-le dijo a la chica, tratando de usar un tono menos imperativo que el que había usado antes, habiéndose dado cuenta de cómo Bryony fruncía el ceño. 

Y yo tampoco creo ni que sea buena idea pisar la casa, por lo que dice Nikita. Ni que quede demasiado de la misma, ni que los cadáveres sigan ahí.-apuntó- Se estaban recomponiendo... Y justo un día después aparece el pescador de almas, y la cosa que vio Nikita en la pista de baile. -dijo, pensativa- No digo que esto sea como sumar 2+2, pero, ¿no os parece que hay una relación temporal? En la casa estaba teniendo lugar "algo", y al día siguiente aparecen esos seres, con anillos similares. ¿No os parece que al menos uno de ellos podría haber salido de la casa? -supuso. 

Y desde luego, aquí nadie va a subirse a un barco a pedirle al pescador que suelte a todos los muertos. Eso sería un suicidio. No creo que ninguno de nosotros tenga las facultades necesarias. Y si ni siquiera los propios gobiernos con sus fuerzas armadas han detenido aún el asunto, por algo debe ser... Y si ellos, con recursos y personal, no lo han hecho, ¿cómo lo íbamos a hacer nosotros?-concluyó, encogiéndose de hombros, suspirando.

Luego Nikita proponía a Bryony que avisasen al investigador, en lugar de hablar directamente con su madre- No me parece mala idea. Eso evitaría muchas preguntas innecesarias. -apuntó, irguiéndose entonces, para abrazar sus rodillas- Yo... También hay un asunto que me gustaría comentaros. En realidad dos. Pero uno tiene que ver conmigo, personalmente. Así que ahora no es que me ponga en plan sargento a pediros que seáis discretos, es que necesito que lo seáis. Porque lo cierto es que me he acojonado bastante.-dijo, dedicando a Nikita una mirada significativa. Él debía saber lo que se disponía a contar, más que nada, porque había estado presente. 

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25/03/2021, 13:15
Ingvild Hoem

—Woah.

El resúmen de Bry, tan parco como rico en información, la dejó un tanto alucinada, aunque no pudo evitar reirse cuando la chica finalizó la exposición con un orgulloso asentimiento de cabeza, con esa manera tan particular de fruncir los labios en una fina línea recta. Intentó cerrar la boca para no parecer una idiota rematada mientras digería las noticias cuando la chica se interesó por su bienestar. La miró de reojo, asintiendo en silencio con una sonrisa culpable. Una no puede mentir si se queda en silencio, claro que no.

Entonces Adam comenzó a hablar sobre comics y superhéroes (para Ingvild, el análogo de pinturas y artistas) por lo que se perdió parte del razonamiento, aunque no parecía haber cambiado mucho desde la clase con Vicassi.  Dedicó una sonrisa a la galesa cuando Nikita y Bediviere le pidieron clarificar las cosas. Branwen podía recordar a los modelos de Da Vinci o Giorgione, pero para Ingvild se asemejaba más bien a un bello Picasso que una no podía sino intentar desentrañar y reconstruir, una palabra a la vez. Tal vez por eso le gustaba tanto, esa forma lírica de hablar incluso cuando el tema tuviera un trasfondo científco. Aquel era un don raro. Ingvild, que solía pensar con el corazón antes que con la cabeza, lo agradecía. Con profesores así en el instituto tal vez no hubiera acabado tan negada con las ciencias.

—Nada bueno puede salir de esto —dijo, y se alarmó al detectar la presencia de su abuelo en sus palabras— Quiero decir, yo creo que tenemos que arriesgarnos. Por lo menos deberíamos echar un vistazo a la casa, más aún si alguno de los cadáveres tienen anillos y éstos son en verdad tan poderosos. Aunque sólo sea para validar tu teoría, Bediviere —se mordió el labio antes de proseguir— En fin, Bry, si encuentran piezas de la Ciudad de los Muertos o lo que sea, lo más seguro es que el lugar se llene de arquéologos y nos prohíban la entrada, aunque seas la legítima dueña y el investigador arregle las cosas. Tal vez sea la última oportunidad que nos queda.

A pesar de lo horrible de la experiencia relatada por sus compañeros con aquel lugar, el espíritu de Indiana Jones de la noruega era más fuerte.

—Tampoco me parece bien dejar el asunto del pescador de almas en otras manos, en especial si no sabemos si alguien más se está encargando de ello. Y nosotros tenemos algo que otros no —movió la cabeza hacia adelante, indicando con el mentón los anillos de Bry y de Branwen— A lo mejor podríamos negociar con el pescador, o algo, no sé...

Pero entonces Bediviere intervino e Ingvild guardó silencio, mirándola expectante.

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25/03/2021, 14:05
Nikita Pontecorvo

Nikita oyó que Ingvild intervenía con respecto a la casa y la escuchó con atención. Él mismo había querido hacer lo que ella decía, al menos acercarse lo suficiente para ver cómo de destrozado estaba el lugar, así que la entendía de sobra, pero aún así creyó necesario comentar algo más.

Si lo que os preocupa es recuperar ese otro anillo, tened en cuenta esto: que si el tipo se ha levantado por su propio pie y se ha marchado, ya no está allí. Y si aún sigue allí, estará sepultado entre todo tipo de escombros de la casa, así que no sería nada sencillo encontrarlo y llegar hasta él. Por no decir que sería muy peligroso si pudiera seguir derrumbándose algo, porque la casa estaba en muy malas condiciones —apuntó—. Por otro lado se me hace extraño pensar que los que estuvieron trabajando en el paseo marítimo desescombrando no hayan avisado ya a los arqueólogos. O nadie ha entrado en esa casa o deben estar trabajando ya porque era impresionante lo que había allí. Y eso sí me gustaría averiguarlo, la verdad: si alguien más además de nosotros ha encontrado ya ese lugar o sigue permaneciendo secreto. Pero aparte de que Sento pueda saber algo no se me ocurre cómo averiguarlo sin asomarnos por la casa —dijo mirando a Bediviere—. Y deberíamos preguntarle además sin despertar su curiosidad por aquello de que hablamos. Para no implicarle—aclaró al resto.

Después chica apuntó algo sobre el pescador de almas, pero ella se había perdido parte de la clase.

Ya hay quien se encarga de ello, Ingvild. Vicassy llamó durante la clase a un general  a quien conocía y  ahora sabemos que el ejército está siguiendo la montaña de cadáveres que se llevó el Pescador de almas. Al parecer la montaña se desplaza por el mar...—se quedó mirando a los demás, sin ganas ningunas de describir a la noruega lo que imaginaba su cabeza—.Y hay "algo" que la guía, pero de eso el general no le quiso hablar a Vicassy. Todo esto es alto secreto y tenía que consultarlo antes. Tal vez podamos preguntarle a Vicassy más adelante —apuntó—. Pero de todas maneras lo que podamos averiguar tal vez sea útil para ayudar. Porque puede que no se trate de subir a un barco, sino de darle la información que consigamos a la persona apropiada. Estoy de acuerdo con Ingvild en que debemos intentar ayudar.

Después vio que Bediviere se recogía sobre sí misma y confesaba que quería contarles algo. Nikita le devolvió la mirada y respiró hondo mientras asentía. El miedo a las implicaciones que aquello podía tener volvió a asaltarle con fuerza.

Notas de juego

Edición sin importancia.

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25/03/2021, 21:16
Branwen Glyndwr

Creció la sonrisa en el rostro de Branwen con la intervención de Bry, justa, precisa y adecuada. La saludó con los ojos con igual candor con el que la compartió con Ingvild. Una astilla de desazón por no haber pensado más en ella le pinchaba. Era una observación callada de lo no bien que estaba. Se conocía y era de las que se  interesaba por todos los que quería. Sin embargo se reconfortó en el pequeño gesto de humor de la Inglesa y su propio reflejo.

El aumento de la presión sanguínea de Adam, conjurada casi por completo en su cara, la tuvo confusa unos parpadeos. Boqueó medias muecas por ensayar a decir algo, pero en medio de todos se dio cuenta de que le iba a ser, a él, exponencialmente más embarazoso, y solo le mandó un guiño de 'luego' de su bastante inexperto glosario de comunicación silenciosa.

- Pues estaba dándole vueltas a comprar ese sitio. Y resulta que casi es tuyo Bry - compartió la ironía con diversión  - lo de tratar de obtenerlo por la herencia es un buen plan. Y el matiz de Nikita un buen apunte.

- Pienso que la cosa seguirá allí. Al menos la parafernalia. Nikita puede tener razón y el tipo que vieron haberse levantado - empujó una idea y la expuso - ¿Creéis que podría haber sido el Tal Pescador en una forma pre-mariposa o estoy mezclando lanas? La verdad es que es difícil de saber. Pero todo lo que visteis era un subterráneo ¿verdad? Y la casa no era precisamente un imán antes. Con todo el daño esparcido posiblemente ese sitio está distraído entre el resto de la ruina.

- Un vistacito bien meditado valdría la pena ¿No? - señaló con ánimo - Eso es más posible que echarnos a navegar en pos del Pescador. Sobre todo porque nos van a echar el guante como caballas antes de que nos acerquemos a menos de veinte millas. Los militares digo.

- Vale la pena más rascar la info aquí. Con la casa y con lo que podamos sacar de otras fuentes. La Uni y los registros. Y lo que podamos averiguar de la época de la estancia del Abuelo de Bry. Pero ese es un plan de quien le gusta leer - se rio - podemos dividir las tareas entre la técnica ratón de biblioteca y la de la acción y el punto medio de la investigación detectivesca. Pero ayudar de algún modo.

Luego puso la cara que ya tenía interiorizada de cuantas ocasiones de tener que traducir la claridad de unos conceptos en su cabeza cristalinos a quienes necesitaban más luz para verlos.

- Vale. La charla para gentiles. Os lo intento desmetaforizar con un ejemplo visual.

- Imaginar el ajedrez. Pero en un tablero de ocho millones por ocho millones. No el pequeño. Y con miles de tipos de piezas aunque agrupadas en un número más pequeño de conjuntos afines. En el ajedrez un buen jugador visualiza la partida una buena cifra de jugadas por delante. Cinco, Diez, Veinte. Los muy buenos tienen el Jaque Mate casi justo después del primer movimiento.

-Vale hasta aquí, ¿Si? Considerar ese jaque algo concreto en ese tablero gigante. Por ejemplo: esas entradas casi imposibles para los Primal a un precio deliciosamente bueno.

- Imaginar que con intuición, codos, formulación tras formulación y fuerza de cálculo consigues vislumbrar el modelo donde situar piezas para esa jugada. Pon que te gastaste nueve meses y muchas noches elucubrando y un ordenador bastante de ese tiempo trajinando cálculos. Y que al final el concierto fue estupendo.

- Pues esto - señaló el bulto tras el esparadrapo - creo que es Deep Blue, o Watson o Lucifer o como IBM llame al nuevo y mejorado modelo.

- Creo, Sé,  que me ayudo a hacer la misma tarea que hubiera necesitado un Cray y una buena ristra de semanas o meses en rato después de la cena de cabeza.

- Y que la definición de superordenador, es solo una visión que viene colateralmente con mi intuición de aquel momento. El vaticinio que saque metiendo el dedo en el Río.  Con la sospecha de que está hecho para mí o peor, que yo estoy aquí, planeada y hecha para él.

Sacudió la cabeza resignada o avergonzada o inconformista. Con lo abierta que solía ser esa pelea gatera de emociones pareció una visita forastera en una casa con otro cariz.

- No viene con manual. Las dos únicas dos referencias de mi Padre al anillo fueron: 'Pase lo que pase no te lo quites'. 'El anillo no debes quitártelo nunca'. 'En alguna ocasión te salvará la vida'. - se encogió de hombros - Supongo que asociado a 'sé os exigirá Astucia y también Sabiduría'. Y que calibrara la dosis de Osadía.
- Ya sé que al principio, parece molar tener la idea de que puedes hacer Feng shui a la tirada del I Ching, y mover los diales para sintonizar lo que te apetezca. Pero, además de que es muy poco emocionante y sensato jugar a hacer trampas - asintió con toda la sinceridad de su corazón - también el Universo es un cabrón con malas pulgas y memoria de elefante y te devuelve la jugada por tres veces. No le agradan que le toquen las piezas.

Interrogó a Adam honestamente interesada.

- ¿Tiene ese Manhattan, la filosofía y voluntad de no viciarse con su don o al menos un Adam y compañía que le den una colleja que la espabile? - Lo miró con una mezcla desde el temor a la esperanza y, cierta disculpa, de haberle metido esta situación en su vida al muchacho. Esperó que siguiera queriendo sujetar sus dedos. Luego ladeó la cabeza con jovialidad nerviosa - La explicación del principio era mejor ¿Verdad?

Se apoyó en el tronco con cierto gesto retraído y apago el cigarrillo contra la hierba - Bry, es que nos explote la cabeza o, el buen sentido, de lo que tengo respeto al hablar de juntar los anillos. El plan de hacerles fotos me parece genial.

- Ya veis que mi poder de síntesis es  nulo y  prefiero pasar a hacer que Bediviere se sienta mejor, si tienes que contarnos algo más. Así que me enfundo la sinhueso un rato. Ya sabes que solo tienes que pedirlo y encierro los secretos.

Le dio toda su atención con afecto y apoyo.

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26/03/2021, 21:58
Bryony J. White

La idea de Nikita le gustó y Bryony asintió con la cabeza mientras su mano ya se iba hacia el teléfono para enviarle un mensaje al chico. 

—Te paso el teléfono de mi madre y su nombre completo. Mantiene su apellido, así que no debería ser difícil de localizar. —Se dio un par de toques en la mejilla y agregó algo más—. Si prefieres pasarle también mi contacto me puedo hacer la tonta sorprendida si me llaman y enterarme de más. 

Tras ese aporte, se dedicó más bien a escuchar. Empezaban a llover las sospechas y las hipótesis y se quedó un poco pensativa, mirando hacia el anillo que lucía en el pulgar. Si tenía alguna opinión acerca de las teorías lanzadas al aire, se la guardó para sí.

No dudaba de la veracidad de lo que contaba Branwen, era un derecho que la galesa se había ganado al no titubear ni un instante cuando Ingvild y ella relataron su extraño viaje en el tiempo. Pero, además de eso, es que la mente de Bryony ya venía abierta de serie y en los últimos tiempos ya se sentía capaz de creer en cualquier cosa sin titubear. Incluso en anillos mágicos que canalizaban no sé qué como un ordenador. Bueno, eso en el caso de Bran, empezaba a preguntarse qué haría el suyo, si es que hacía algo.

Empezó a imaginar algunas posibilidades mientras escuchaba a sus compañeros de fondo. Tal vez fuese como el eme, que potenciaba también según que cosas, al menos para ella. No estaba nada segura de querer que su cabeza se llenase de voces pero, al mismo tiempo, comenzaba a sentir curiosidad. ¿Cómo funcionaría? ¿Sería cosa de concentrarse y ya? En la montaña no había notado nada especial y se suponía que debería haberlo hecho, así que tampoco tenía demasiada confianza en sus posibilidades. Para ella más bien las cosas pasaban cuando les daba la gana, así había sido hasta el momento. Entrecerró los ojos y miró al ojo ornamentado. «Vamos. Haz magia», le ordenó mentalmente, «¿A qué esperas? Vamos. Haz un yuyu místico. Uhhhh», y de inmediato se sintió un poco tonta y tuvo que apretar las mejillas para contener una risa que seguramente habría sido inapropiada. 

Alzó la mirada a tiempo de asentir en dirección a Bediviere. 

—Claro, cuenta. —Se cerró la boca con una llave imaginaria—. Mis labios están sellados. 

Bebió un sorbo de su café y se la quedó mirando, a la espera de que desvelase aquel misterio.

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27/03/2021, 00:45
Bediviere Lafayette

Le pareció prudente, por parte de Bryony, que aceptase la propuesta de decirle al investigador el nombre de su madre. 

Creyó entender además un poco mejor a lo que se refería Branwen, pero no estaba del todo segura- Quieres decir, que es como si te enchufaras un procesador que hiciese el trabajo deductivo mucho más fácil permitiéndote saltarte pasos.-quiso resumir, un tanto confusa ante aquel concepto, agradeciendo la explicación for dummies. 

Hubiese respondido igualmente a Ingvild, pero Nikita se encargaba de ello, y no tuvo nada que añadir al respecto. Vio que él asentía y que la mayoría se quedaba mirándola, esperando a que hablase, y de pronto, las palabras se volvieron difíciles. No porque no supiera que decir, o porque sufriese cualquier clase de pánico escénico. Sino por el temor a hablar de algo que tenía las connotaciones que tenía. 

- A ver cómo os lo explico...-dijo, mesándose el mechón blanco, inspirando hondo- Recordáis al hada de piel oscura que iba con el tipo ese con cuernos, ¿no? -comenzó, mirando alternativamente hacia Adam y hacia Ingvild- Habló en noruego, y en inglés. Porque tenía la facultad de adaptarse al lenguaje de su interlocutor. Tenía un don.-recordó, soltando el aire, despacio- Bien pues... He descubierto que soy capaz de hacer lo mismo. Aunque me sucedió de manera inconsciente.-aclaró, lívida- Nikita me dijo una cosa en ruso, y le respondí como si tal cosa, como si supiera ruso de toda la vida. Y luego me habló en asteropés, y me pasó igual. Luego me volví consciente de lo que estaba haciendo y no fui capaz de repetirlo... Pero... Lo hice. Tal y como lo hizo ese hada. Y os juro que jamás estudié ruso, o asteropés. -indicó, apretando los labios

- ¿Os dais cuenta de las implicaciones que puede tener eso?-preguntó, mirándolos a todos, aunque especialmente a Adam- Y antes de que me preguntéis. Sí, tengo ombligo. Pero... ¿Y si los cambiados pueden reproducirse? ¿Y si a todos nos pasan... Cosas extrañas, porque hemos heredado la sangre de un cambiado? No lo sé. Le he dado muchas vueltas. Me parece demasiado coincidente que sea capaz de hacer exactamente lo mismo que ese hada y no signifique nada relacionado con ella. Y que precísamente esté en este grupo... Con vosotros, y no signifique nada tampoco.-expuso, mirándolos a todos otra vez, concluyendo en Nikita, a quien miró con el mismo temor con el que lo había mirado en el restaurante. 

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27/03/2021, 10:06
F.E.E.

De repente Bryony los vio a todos con un aspecto diferente, todos con orejas puntiagudas.

El pelo de Bediviere era verde oscuro y húmedo, su piel pálida, blanca y sus ojos de un verde muy claro, tan claro como los albinos. La piel de Nikita también era blanquecina pero esta respondía a la luz del sol aclarándose "a trozos" como si los pigmentos se movieran por su piel formando una especie de aurora boreal de tonos blanquecinos, aunque era un efecto sutil y había que fijarse para darse cuenta. Branwen era de color marrón claro toda ella, con una textura muy mate, como de tierra, con las orejas más grandes que el resto y de su pelo sobresalían dos astas, como de cervatillo. Su pelo era más largo y le caía por la espalda. Su anillo brillaba. Adam era de color totalmente negro, pero no se le veía ningún tentáculo ni nada más allá de eso y de las orejas puntiagudas. Ingvild era de un color parecido a Bediviere, pero su pelo era azul claro y seco y sus ojos, aunque no habían cambiado sus colores, estos parecían "chispear" de alguna manera, como si sus iris estuvieran en ebullición. Tenía un tercer ojo, color azul, adosado en una mano (en el anverso de la palma de su mano izquierda, bajo sus nudillos), que se movía, como si mirara también con él.

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27/03/2021, 19:18
Bryony J. White

Mientras Bediviere hablaba, en la frente de Bryony se dibujó una pequeña arruguita de extrañeza. Pestañeó varias veces y repasó a todos con la mirada en silencio, contemplándolos uno a uno, hasta terminar regresando a la americana. Carraspeó por lo bajo y se llevó una mano a la cabeza discretamente para meter los dedos entre el pelo y tocarse la oreja. Al tiempo, sus ojos bajaron hacia su propia mano, donde tenía el anillo. 

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27/03/2021, 21:06
F.E.E.

El tono de blanco de su piel era un poco más claro y su propia oreja, puntiaguda. Su anillo brillaba, como el de Branwen.

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27/03/2021, 23:16
Ingvild Hoem

La voz de Branwen y la revelación de Bediviere la transportaron a un tablero de ajedrez imaginario donde sus compañeros asumían los roles de las distintas piezas, como en Harry Potter.

—Qué pasada... —aportó cuando la americana dejó de hablar.

Adam, sin ombligo y con todas las papeletas de ser un changeling se encontraba lejos de ella en el cuadriculado, a un movimiento de torre o tal vez de alfil. Bryony estaba a una mera jugada de peón, pese a que siempre la había visto como una pequeña hada atraviesa. Además, a diferencia del canadiense, ella tenía ombligo, Ingvild ya había espiado su vientre en el campo de amapolas y una vez más durante la fiesta, un botón cosido sobre su pálida piel. Bediviere, Branwen y Nikita se encontraban en algún punto intermedio, tal vez a un caballo de distancia. No le costaba mucho imaginarse a las dos chicas restantes con sangre fae en las venas, pero el asteropés le resultaba un tanto más improbable, aunque no sabría afirmar por qué. Esto no evitó que se imaginara dormida en lo alto de la torre de un castillo cuando el príncipe hada Nikita emergía del bosque circundante y la despertaba con un húmedo... Dedicó una mirada culpable a la americana.

En fin, de lo único que estaba segura es que ella no era una hada, ni siquiera una semi-hada. Si lo fuera lo sabría, ¿no?

—Hostia, pues no parece casual, no —titubeó un tanto antes de dirigirse repentinamente hacia Bediviere— Kan du låne meg kjæresten din for et natt? —tal vez si la pillaba desprevenida podía activar nuevamente aquel extraño don— ¿Funcionará también con cosas escritas? ¡A lo mejor resuelves el Linear-A o el Linear-B! —añadió en un arrebato de deformación profesional.