Partida Rol por web

Miro a la mujer y niego con la cabeza - Necesito volver, me secuestraron los hombres del barco en el que iba, mi... mi prometido y mi tio tienen que estar preocupados, pensado que he muerto en el naufragio... necesito ayuda... - Le digo casi con suplica en los ojos pues aun estaba completamente perdida y aturdida, y tras las palabras del viejo bastante rabiosa.

Miraba de reojo a los presentes analizando que harian juntos pues parecian muy distintos... Viendo sus reacciones ante el disparo...

La Reina te sonríe comprensiva.

-No os preocupeis Sir John, hay muchas formas de servir a un país, y no todos pasan por ser una figura pública. Necesitaré gente que visite Inissmore y las Marcas como enviados míos. Su pongo que está acostumbrado a Cortes hostiles. Para empezar, ¿ podríais ir a Carleon y esperarme allí?. Uno de mis hombres os ayudará con la ciudad y me presentará. La convertiré en mi nueva capital.- te pide.

Luthon es la capital, e Isabella su regente. Si Elaine desea cambiar la casa de la Corona de lugar, e Isabella mantiene si poder sobre ella, estareis realmente separados.

Aplico esprintar, supongo...

Rob, a pesar de arrastrar al pequeño, adelanta fácilmente al resto del grupo, poniéndose a salvo con celeridad.

Derwyddon, con una agilidad impensable a años, también consigue una considerable ventaja

Pero Gwy... Gwy parece tener problemas. La chica es la más lenta de los tres y, al contrario que el niño, no tiene a nadie que tire de ella. Poco a poco se queda atrás.

Derwyddon se para en seco al darse cuenta del problema y, con un gran grito corre hacia la chica.

Cuando os dais cuenta, ambos han desapareciod de la vista.

El grito de Derwyydon te envuelve casi sin darte cuenta. Te rodea con sus brazos resecos y arrugados, y una luz blanca lo llena todo.

Sientes una paz como nunca la habías sentido antes.

Y entonces todo acaba. Apareceis en medio de la cabaña de reuniones del pueblo. Por una vez, te das cuenta de que el Glamour ha sido útil, te ha salvado la vida.

-Niña, tienes suerte de estar en sus sueños. No me explico que es lo que espera la Reina de ti, siendo tan inútil.- susurra el druída con voz entrecortada.

Agotado, se sienta intentando recobrar el aliento.

-A Carleon pues....- hago una leve inclinación, y recojo mi macuto, aún sin deshacer, para marcharme de inmediato, tras asegurarme la dirección correcta.

-Al menos es una corte...será agradable...o menos desagradable....-

La Reina suelta una alegre y sonora carcajada.

-No os apureis tanto mi querido Sir. No ireis sólo en vuestra empresa.- dice en tono alegre.

Mientras hablais, en medio de la sala, aparecen una de las chicas de la aldea Gwyanna, y el druida que acompaña a la Reina.

Instantes después, entran el montañes con su niño. Todos los seres de la sala se quedan en silencio.

Os reunís de nuevo en la sala del pueblo. Kate hablando con Eleanor*, Gwy y Derwyddon en medio del lugar, aparecidos de la nada, y el montañés con su hijo a cuestas.

Es un escena extraña, y todo el pueblo guarda silencio, esperando una explicación de lo sucedido.

Elaine, imperturbable, inclina la cabeza con gracia, esperando vuestras palabras.

Contemplo al resto del peculiar grupo acercandose, mi mirada se posa unos segundos en ellos pero despues vuelve a la rubia esperando su respuesta. esperando poder dejar ese lugar lo antes posible, y no eran solo mis problemas si no los que parecian tener ellos y mas ese viejo que no tenia ganas ni de ver por el rabillo del ojo.

Mi cabeza no para de dar vueltas mientras escucho las palabras de Derwiddon. Intento volver en mi rápidamente, pero mi gesto de ayuda hacia el anciano cuando se sienta, llega tarde.

Mientras todo esto sucede, empiezo a darme cuenta de dónde estoy y que acabo de aparecer de la nada para la gente que está en la casa... vaya, a ver como explico yo esto....pienso mientras me llevo una mano a la cabeza... maldita sea!, que dolor!.

Rob! - consigo decir cuando el ontañés entra por la puerta, cargando con su hijo - habeis llegado....bien.

- Claro, señorita —le respondo con una sonrisa, más para animar al aterrado infante que llevo detrás que para otra cosa— los montañeses somos duros de pelar. ¿A qué sí, jovencito?

El pequeño Rob se hace a un lado, algo avergonzado de que lo haya tenido que casi arrastrar en la huida. Está algo rojo, a medias por el esfuerzo, a medias por la vergüenza. Y aunque parece que va a hablar, acaba asintiendo tímidamente. Eso de hablar en público con desconocidos no parece ser de su entero gusto.

- ¿Y bien? —pregunto ahora dirigiéndome a Derwyddon y a Elaine. Una cosa es defenderse de humanos, otra cosa enfrentarse a misterios olvidados.

Mientras espero la respuesta de la joven mi mirada se va al niño que viene con aquel hombre, era como si mis ojos no pudieran separarse de el y cientos de pensamientos abordaron mi mente, mi mano derecha fue temerosa a mi vientra y una arcadas comenzaron a invadirme...

No sabia si el malestar era fisico, sicologico o ambos...

Eleanor te hace sentarte amablemente.

-Tranquila, ya verás como las cosas irán bien.- susurra con tranquilidad y tristeza.

Para ser una chica que ha perdido a casi todo su pueblo, tiene una entereza envidiable. Está triste, pero se mantiene en pié y aún tiene esperanza.

La Reina se alza mirándoos con seriedad.

-Ciudadanos de Biriem, puedo prometer, y prometo, que esto no volverá a pasar en ningún lugar de Avalon, mi reino. Muchos de los que estais aquí no confiais aún en mi, muchos lo han hecho ya. Han jurado lealtad y se han puesto del lado de su país. Y ahora es el momento de decidir. Yo puedo protegeros. Me dirijo a Luthon a reclamar lo que es mío, pero la nueva capital será Carleon, y allí me estableceré. Sir John, con quien quiera acompañarlo- dice señalando al joven noble -partirá hacia Carleon. El resto iremos hacia Luthon.  Todos los que querais uniros, sereis bienvenidos. -

Se inclina sobre un pequeño cubo lleno de agua, llena el cáliz que la identifica como vuestra legítima reina, y espera.

El primero en acercarse es un shide, Lawrence. Se inclina antes ella, pronuncia el juramento, y bebe del cáliz.

Aidan camina hacia tí, para asegurarse de que estás bien. En cuanto lo hace, te toma muy ligeramente de la mano.

-Gwy, ¿te unirías a ella? ¿Vendrías conmigo a Luthon o a Carleon? Aquí ya no nos queda nada, y lo que me queda está contigo.- susurra.

Está triste, muy triste. Tanto como cada uno del puñado de supervivientes de vuestra pequeña aldea.

Aprieto mi puño con rabia ... no me queda nadie aqui, los míos han desaparecido y aquel en quien confié resultó ser un traidor... o yo que sé.... miro a Aidan con una expresión seria y llena de resolución... iré contigo, si

Aidan asiente y te coge de la mano con rostro serio. Caminais hacia Elaine.

Uno de los chicos del pueblo y Gwyanna, la arquera, se acercan a la Reina. Esta les sonríe con complecencia, y llena el cáliz de agua pura de Avalon.

-Repetid conmigo.- les susurra con suavidad antes de empezar a hablar con voz más clara.- 

"Ante su Majestad la Reina y ante todo el Triple Reino, juro solemnemente que:

 -Defenderé la justicia allí donde me encuentre, sea en la tierra, en el mar, o en el cielo.

 -Seguiré las leyes de Avalon, y protegeré al pais de sus enemigos.

 -Defenderé al inocente y a todos aquellos incapaces de protegerse por si mismos.

 -Seré un ejemplo de honor y nobleza de las Islas del Glamour en todos mis pensamientos, palabras y acciones.

 -Y defenderé a Su Majestad la Reina de todos sus enemigos, extrangeros o nacionales.

 -Juro esto en nombre del Alto Rey, Su Majestad y el Triple Reino.-

El resto de la sala escucha en silencio. Si no son sinceros, el líquido de la copa los matará. ¿Superarán la prueba?.