Partida Rol por web

Durin avanza hasta uno de los grandes trasgos tras un momento de desesperación por ver el ataque sin reflexionar de sus compañeros, él que había luchado tantas veces contra trasgos en las cuevas y en los bosques sabía que debía mantener su posición y no correr como un loco, pero bueno si así lo habían hecho sus compañeros, él también lo haría para ayudarles.

Pero el desconcierto del momento le hizo errar su golpe contra el trasgo de Lezort.

Los tres grandes trasgos resisten poseídos por una especie de frenesí y luchan a pesar de haber caído la mitad del grupo. El enano con un grito de batalla se une a la refriega con un grito de batalla enana, pero los escudos abollados retienen los golpes del enfurecido Durin. El paladín, arma en mano se une atacando por el flanco, atacando al más retrasado, causándole algunas heridas, pero no lo suficiente para dejarlos fuera de combate. 

Yenian se acerca caminando hacia la refriega mientras va pronunciando las palabras necesarias para crear un proyectil mágico que aparece de  su mano derecha  dirigido a uno de los trasgos de la primera línea.

 El helmito continuó acosando con su filo a los grandes trasgos, centrado especialmente contra el enemigo al que había herido previamente. Pero ese aprendió pronto de sus errores y se giró para encarar al enemigo. Detuviendo con solvencia una débil estocada que buscaba su piel.

Tras haber fallado su primer golpe por el estrés de la situación, Durin intenta de nuevo golpear al trasgo que acosaba a Lezort sin éxito, esta vez no había excusa ninguna, Durin había intentado golpear al gran trasgo, pero una brillante demostración de torpeza le privó del golpe deseado...

Klaus con un grito que helaría la sangre de un gigante lanzó un golpe con su hacha que se incrustó en el hombro de uno de los feroces hobgoblin. El hacha se enterró y la criatura emitió un chillido inhumano de angustia y comenzó a agitarse con un movimiento espasmódico. Kalus triunfante apoyó su pierna en el pecho de la criatura para extraer su hacha, pero esta se había quedado enterrado.

Lezort viendo que el enano fallaba su golpeante el ser que tenia a su lado-Durin encargate de otro este es mio- Y escupiendo sangre nuevamente se quedo mirando al hobgoblin- Ven con papa, yo te voy a enseñar lo que es golpear y levantando su espada la baja rapidamente, fue un golpe certero agil y silencioso y directo al corazon

Ante la estocada de Lezort y el golpe de hacha de Klaus, los dos trasgos cayeron y sólo quedaba en pies el de Lorenzo que luchaba frenéticamente, no obstante un haz de luz aterrizaba sobre este arrancándole un frenético chillido al recibir la magia de Yenian. La criatura cayó al suelo calcinado.

Aunque había acabado con todos, los gritos de batalla seguían haciendo eco en el patio. Pronto comprendéis la situación. Khardros y Enghir batallaban con la otra patrulla que se habían acercado atraídos por los gritos de batalla y el sonido metálico de las armas. Enghir lanzaba rápìdamente flechas sobre ellos y Khardros se lanzaba sobre ellos. Estaba claro que necesitaban ayuda.

Durin al oir los gritos de batalla pensó en que tenía que ir a ayudar a sus compañeros y empezó a correr hacia el lugar sin pensárselo dos veces.

 Lorenzo estaba listo para lanzar una letal cuchillada al enemigo, cuando un haz de luz alcanzó al trasgoide y este cae derribado, miró a su alrededor e identificó al aprendiz de mago como el verdugo del gran trasgo, asintió hacia él. A punto estuvo de envainar la espada cuyando se percató de que el combate no había terminado, por encima d elos escombros vió como el maestro de los caballos y Khardos se enfrentaban a más trasgoides, sin dudarlo avanzó junto a Durin para equilibrara la pelea.

Lezort al ver que todavia no habia acabado el combate se lanzó hacia los seres que aun quedaban con vida- Malditos seres aún seguis con vida, esto terminará pronto para todos vosotros,arggggggggg!!!!!!

hago una carga impetuosa, la que tengo de habilidad especial

Varios trasgos habían caído pero se precipitaban sobre el enano. Un gran trasgo enorme que parecía enorme se mantenía al margen.

Avanzo corriendo lo que pueden mis pequeñas piernas y acorazado como un enano hasta mi hermano enano, auqnue la carrera ha sido demasiado larga y cuando llego debo tomar un momento de respiro para poder continuar el combate.

 El helmita acompaña en su carrera a Durin, si bien no llega a tiempo para esgrimir su acero, sí lo hace para cubrir el flanco de Khardros, y sumando efectivos para amedrantar a los trasgoides.

Parecía que el combate estaba resuelto pero la otra contienda que enfrentaba a Enghir y Khardros con mas bestias trasgoides.

El Mago no lo pensó mucho y avanzo a paso rápido hacia allí mientras cargaba la ballesta para luego apuntar a uno de los trasgoides e intentar clavar el pequeño virote

- Malditos trasgos

El bárbaro avanza a grandes zancadas agitando el hacha con furia capaz de asustar a la criatura más temible. Los grandes trasgos quedan amedrantados y comienzan a retroceder.