Partida Rol por web

Agitado por las multiples lesiones que le habìa probocado aquellas zarzas, decido envolverme en llamas para destruir las molestas ramillas....

Hextor..... protegeme!....

depronto, una ràfaga de llamas se desprenden de mis manos e inmediatamente comienza a consumir las zarzas ....

Al ver emerger las mismas llamas del infierno,  empiezo a girar ràpidamente para que las llamas no alcancen mi piel y pertenencias, poco a poco me libero de aquel impedimento que ahora perìodicamente serìa reducido a cenizas.....

Gracias Hextor....  ahora probaràs el placer de esta alma digna de tu justo castigo !!!.....

Por un instante el alivio me desorienta de la pelea, y sin darme cuenta, unas cuantas rocas impactan sobre mi cuerpo ocacionando suaves heridas que alimentaban el inmenso odio que aquel orco se habìa ganado....

Es momento de morir maldito!....

Sin mediar palabras, salgo decidido a por el orco, pero la lluvia de rocas estorbaba en mi objetivo....

Las rocas empiezan a caer muy fuerte, mas incluso que la ultima vez. Bost consigue esquivar los pedruscos perfectamente y Morellia, gracias a su entrenamiento con la armadura, encaja todos los golpes sin recibir ningún daño, pero Kim no consigue esquivar las piedras con tanta agilidad como Bost, y Egwene no tiene tanta suerte con sus golpes como Morellia.
Una de las piedras cae sobre el congelado chaman, haciendo que este se rompa en mil y un cachitos de hielo.

acerquè una de mis manos a mi hombro derecho para aliviar uno de los mùltiples golpes que resentìa mi cuerpo, inmediatamente me levanté del suelo y eché a andar a por el orco que desbordaba gritos de locura mientras golpeaba el viento .... avanzo con absoluta calma, pues no quiero que una lluvia de rocas arremeta nuevamente  contra mi....

Ewgene, podrías avanzar ? ...  

Veo al chico acercarse y a la rata que tiene encima. Vaya, hay muchas ratas de esas por aqui por lo que parece. Mi mirada recorre de arriba a bajo al muchaco. ¿Qué quieres?

El jefe orco, ahora estaba muchísimo mas enfadado, la drow había vuelto a desaparecer ante sus hojas y eso le enfadaba, así que salio corriendo y arremetió con toda su ira contra el primer enemigo que vio.

Me coloco tras la espalda de Egwene y le tapo los ojos a ella mientras cierro los mios. De inmediato convoco una explosion de luz para cegar al orco. Bost esta lo suficiente lejos como para no verse afectada y espero que Kim la resista. Aun asi, nos quedariamos 3 contra un enemigo cegado.

Egwene y Orco: El gigantesco orco deja caer su enorme puño sobre el cuerpecito de Egwene, pero la guerrera consigue interponer su espada a tiempo y parar el golpe. Cuando el puño, que iba con un tremenda fuerza, choca contra la espada de Egwene se oye crujido muy fuerte, parece que el orco se a roto el otro puño.

Morellia: La maga levanta sus manos y convoca un potente fogonazo, que deja ciego a el jefe orco y a Kim, pero Morellia consigue cerrar a tiempo sus ojos y tapar los de Egwene, y a si no sufren ningún destello.

Suelto una carcajada al ver cómo el estúpido orco se hace daño al darle un puñetazo a mi espada.

-¿Es que tu mamá no te enseñó que al metal no se le debe golpear? De todas formas, no te preocupes que el dolor no durará mucho - le espeto mientras me abalanzo sobre él para darle un buen golpe, y no "hacerlo sufrir más" 

 - Odio los orcos, más aún si se dedican a raptar mujeres y niñas. - susurro, una vez le he dado el golpe.

Egwene se lanza sobre el orco, y consigue arremeterle un tajo lateral que le corta por la mitad y matarlo en el acto, el jefe orco no pudo defenderse ya que estaba cegado por el fogonazo de luz que había creado Morellia.

Os encontráis en la cueva de los orcos, sus cadáveres se apilan a vuestros pies y la sangre fluye a riachuelos mojando vuestros zapatos, mas adelante por donde se encuentra Bost, están la mujer e hija de Jeff, lloriqueando y bastante asustadas, y ademas el techo de la cueva se encuentra en un estado lamentable, parece que ne cualquier momento se vaya a derrumbar, así que sera mejor que os deis prisa.

Asqueada, miro la sangre de mis zapatos, lo caros que son y encima me los mancha sangre de orco, seguro que eso no salta. Pero lo primero es lo primero, así que me acerco hasta donde están la mujer y la niña, mientras guardo mi espada, no creo que dé muy buena impresión el apuntarlas con ella.

-Hola, nos ha mandado Jeff, no os preocupéis, estáis a salvo - observo el techo de la cueva, más nos sale salir de aquí pitando... - Pero las preguntas para más tarde, ¡ahora es hora de irse!

Sin contemplaciones, cojo a la niña en brazos y insto a la madre a que salga de la cueva, no pienso dejar que me vuelvan a caer piedras por irme con buenos modales.

Me acerco de forma bien visible, pero sin dejar entrever mi oscura piel, a la mujer y su hija.

-Señora, ahora está a salvo. Su marido nos ha contratado para que las liberemos. Será mejor que salgamos rápido, estoy segura de que no tiene mucha ilusión de seguir en esta cueva-. Mi voz se queda apagada con la interrupción de Egwene. Espero a que termine de hablar.

 Miro los cadáveres de los orcos. Me giro hacia la niña, y pensando en el trauma que puede representar tal espectáculo, la agarro por la cintura, antes de que lo haga Egwene, me la coloco en la espalda y la cargo de forma que no pueda ver los cadáveres. No miro atrás cuando llego a los demás, si no que sigo andando.

¿Cómo piensas cargar a la niña con ese pinchito tuyo?

Examino al jefe orco. Encuentro algo de valor?

Cuando por fin la seguera desaparece observo y contemplo la tan anhelada victoria, una sonrisa frustrada se forma en mis labios mientras avanzo hacia la mercancìa que tanto tropiesos nos habìa provocado; primero superviso el estado de las humanas que habìan sido privadas de la libertad...

Estos orcos se atrevieron a lastimarlas ?...

Preguntè inmediatamente a la madre mientras secaba una pequeña lagrimilla de mi ojo a causa del destello deslumbrante de la chica de los ojos grises..

Su cuerpo parece completo, solo espero que estos malditos no hallan echo algo irreparable a estos dos seres ....

Pero cuando intento obtener un poco de informaciòn sobre lo acontecido, el deteriorado techo de la caverna me insulta una vez mas al dejar caer una trozo de roca sobre mi hombro indicandome del inminente derrumbe que aquel fastidioso orco habìa provocado ....

Genial! .. hasta despuès de muerto sigue fastidiando este orco!..

Mi reacciòn inmediata es ponerme a salvo, pues un nuevo derrumbe podrìa costarme la vida ....

Bueno, todos afuera, o quereis ser sepultados vivos en este lugar junto a esos tiernos orcos?

Rápidamente salís de la cueva junto con la mujer e hija de Jeff, a vuestra salida la cueva se derrumba en pedazos, haciendo un gran estruendo y soltando mucho polvo, por suerte no sufrís ningún daño.
Después continuáis caminando, de vuelta a la granja de Jeff, por el camino acampáis y descansáis para repones fuerza y curar heridas. A la mañana siguiente retomáis el camino con gana y alegría y enseguida llegáis asta el prado donde estaba situada la granja de Jeff.
El prado continua igual, con mucha granjas destruidas, pero ya hay mas gente que se a puesto a reconstruirlas, en una de ellas veis a Jeff trabajando. Inmediatamente la mujer e hija salen corriendo a por Jeff, este se gira y les da un amoroso abrazo, después os acercáis vosotros y entabláis una buena conversación con el granjero, este os invita a cenar y a dormir.
En la cenas degustáis unos riquísimos platos y le contáis la vuestras batallas a Jeff y su familia, después os vais a dormir en unos comodisimos colchones de paja que os ofrece Jeff.
A la mañana siguiente desayunáis en abundancia y después de los despidos y abrazos, Jeff se os acerca y os dice:
- Bueno, muchas gracias por todo, siempre os recordare por lo que habéis hecho - y os da la mano a todos - Bueno, ahora la parte que esperabais ¿cuanto os debía?

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