Cuando el ladrón empieza a rodar por el suelo le echo por encima la manta que sostenía para ello y afortunadamente no tarda mucho en apagarse el fuego
-este sitio es mas peligroso de lo que pensábamos, vamos a tener que ir con mil ojos para que no nos caiga otro de estos bichos a ninguno encima, revisad los techos antes de entrar en cualquier habitación-
Luego llamo a Ataulfo y le señalo la cama bajo la que buscaba
-debajo hay algo brillante, será mas seguro levantar la cama que arrastrarnos por debajo, visto lo visto-
El guerrero respiró al ver los últimos retazos del limo desaparecer - aunque sea un vulgar ladrón, es buena gente - pensó mirando a Duncan, con la frente perlada por el sudor de la cercanía con la que había tratado al fuego.
Tras atender la llamada de Raangar, respondió - claaaaaro, para que yo levante la cama y un hacha de dos hojas me parta por la mitad - dijo en tono sarcástico mientras se acercaba a la cama para echar un primer vistazo visual.
Primero miro debajo, y luego la levanto, no vaya a ser un hacha de dos hojas preparado para saltar cuando el guerrero incauto levante el catre.
xD
Gritos, fuego, confusión, dolor, para Duncan no era más que eso. Librarse de esa criatura habá sido su mayor pesadilla hasta la fecha. Nunca antes había sentido tanto miedo. Despues sintió como le tiraban al suelo y una pesada manta le cubría. Oía las voces de sus compañeros pero no distinguía que hablaban excepto que ya había pasado. Le dolía la espalda y los brazos, las piernas tampoco se habían librado del fuego y decidió quedarse allí, durante un momento acurrucado debajo de esa manta.
Yo optaría por un martillo gigante que ap`lastara al guerrero. jeje, quedaría como una lata de cerveza con brazos y pies.
Aparto la manta con brusquedad una vez está apagado el fuego. Ahora es mi momento, Saco mi amuleto lo beso 3 veces y me arrodillo junto a Duncan.
-Tranquilo Duncan, ya estoy aquí, Petra no dejará que te vayas- le acerco mi bastón- Ya sabes como funciona esto, estate quieto un momento... así... relajado -añado- y debes una limosna al templo.
Le pongo una mano en la frente mientras con la otra invoco el poder de mi dios canalizado a traves del cayado dándole energía pura y curativa. Mi mano se ilumina con un cálido color naranja igual que el del extremo del bastón.
Motivo: Curacion
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+1)=5
EDITADO: cabrones, ya buscaré yo una falta de ortografía vuestra xDDD
Yo creia que a los clérigos les estaba prohibido decir palabrotas.jejej.
Me lo he perdido...
Máster, ¿algo que hubiéramos encontrado en la habitación? Mirando antes por techos y paredes, claro
xD
Tras volver a la habitación anterior Ataulfo inspecciona la cama que le indica el mago y a continuación la levanta apareciendo debajo de ella un bonito anillo de plata con una pequeña gema verde que seguramente le haya caido a alguien que durmio en esta cama.
-excelente, no creo que nadie eche esto en falta-
digo mientras guardo el anillo en la bolsita donde guardo el botín del grupo tras mirarlo a la luz
-será mejor que todos llevemos antorchas, es lo mas eficaz para luchar con este tipo de criaturas, y mmm, Duncan necesitaría algo de ropa, a ver si hay algo de su talla en el armario-
Me pongo al lado del armario y abro la puerta sin mirar en su interior, cuando parece que no sale nada me asomo y ya busco ropa para el ladrón
En el armario hay una capa de calidad media que vendra bien para sustituir lo que lleva ahora Duncan colgado del cuello, un par de jubones y un par de pantalones de colores claros.
-Creo que se me cayó el anillo en el forcejeo, pero puedes guardarlo tu si quieres ya me lo darás luego....-Duncan mira la ropa de claros y para él, chillones colores enarcando una ceja. Después suelta un suspiro.-En fin, todo sea por no ir desnudo.-
Con mucho cuidado de las quemaduras el ladrón se pone la ropa y la capa.-No hay sombrero? ya de puestos.-
Mientras el ladrón se acaba de vestir me dedico a buscar por el cuarto de baño atento a nuevas trampas o criaturas. Como hice en el pasillo voy golpeando con el baston las paredes para localizar algún sonido hueco que indique una habitación o compartimento oculto
Motivo: puertas secretas
Tirada: 1d6
Dificultad: 1=
Resultado: 5 (Fracaso)
A partir de ahora me mantengo a la espectativa en el centro del grupo, vigilando posibles emboscadas, ataques desde el techo o movimientos furtivos en las sombras. Mientras los demás registran o hacen sus acciones me coloco en medio vigilandolo todo. Intentar protegerlos a todos, soy su pater.
En este momento ayudo a vestirse a Duncan que está recuperando las fuerzas rápidamente, pero sus musculos todavían tienen el recuerdo de las quemaduras y están aprendiendo que ya están curados.
-Un sombrero en una mazmorra...- meneo la cabeza- ¿Para que demonios quieres un sombrero?
Para no repetirme en cada habitación, ese va a ser cometido
-Era broma lo del sombrero, bastante ridículo me siento ya con esta ropa de colores.-
De nuevo os encontrais todos en el pasillo enfrente de una puerta cerrada una vez que Duncan ha sustituido su anterior capa y pantalones ahora quemados y/o convertidos en limo verde y despues de que Raangar haya examinado las paredes de las habitaciones y del pasillo en busca de algun tipo de trampa o puerta oculta sin que encontrar nada de interes.
Duncan - Una vez sustituido la ropa el unico problema que tienes ahora es que el saco grande esta para el arrastre, no roto del todo pero a punto. Quizas puedas hacer un apaño con la otra capa del armario.
-Duncan ya reviso esta puerta sin encontrar trampas, y cualquier enemigo habría acudido al sonido de la lucha- "por no decir de los gritos de Duncan" -de modo que solo debemos preocuparnos de trampas y cienos dentro de la habitación, tened las antorchas listas-
Empujando con la punta del bastón abro la puerta y una vez vemos que hay dentro arrojo mi antorcha al suelo de la habitación (o pasillo) a ver si algo reacciona a ella
-Tened cuidado.- El ladrón se hace un hueco en la retaguardia por si acaso. No le apetecería volver a sufrir lo de antes.
Ok master. Improviso una saca con la otra capa.
En cuanto el mago arroja la antorcha al interior de la sala, Romualdo hace a un lado a Raangar y se queda bajo el dintel de la puerta, oteando desconfiado el interior de la misma antes de poner un pie en la misma.
La antorcha lanzada por el mago ca encima de una vija y raida alfombra de piel de lobo e ilumina una sala de unos seis metros de ancho y nueve de largo que por lo que parece es algun tipo de sala de estudio ya que en ella hay tres pequeñas mesas de lectura, cuatro sillas, un escritorio con dos cajones y una estanteria llena de libros en la pared que se encuentra enfrente de vosotros. Encima del escritorio se pueden ver varios rollos de pergamino unos recipientes de tinta y un par de plumas.
y en cualquier momento la antorcha puede prender la raida piel.
Miro con precaución a un lado y a otro, y al techo claro, luego doy un toquecito con el bastón a Ataulfo en el hombro
-no queremos que se incendie la piel vamos, pero no pises la alfombra, no sea que oculte una trampilla debajo-
La visión de los libros y documentos me hace sentir prisa, a saber cuantas cosas útiles podría obtener de aquí
Duncan oye la prisa del mago y se imagina que algo habrá en la habitación que merezca la pena. Mientras tanto, el ladrón permanece alerta vigilando el pasillo a su espalda.